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La Ciudad 17 de septiembre de 2017

Cooperativistas encaran el quinto día de acampe frente a Desarrollo Social

Se trata de trabajadores de la Cooperativa Nueva Esperanza. Reclaman recuperar los trabajos de mantenimiento que realizaban en espacios públicos de la ciudad y asistencia por parte del Estado tras los fuertes temporales sufridos.

Conformada por representantes de casi 13 barrios de la ciudad, la cooperativa Nueva Esperanza desde hace cinco días que se encuentra acampando en la puerta de Desarrollo Social de la Nación -ubicado en el Espacio Unzué- en reclamo de medidas concretas que mejoren la situación de cientos de familias. Los manifestantes aseguraron que se quedarán en el lugar hasta recibir respuestas.

“Hace cinco días que estamos acá para exigir una respuesta. Acá hay hambre, no tenemos trabajo”, indicó Paola Tournoud, referente de la organización.

“Nos reunimos con la jefa de Desarrollo Social de la Nación en Mar del Plata y lo único que nos dijo es que no hay respuestas, que no hay ayuda social para la gente y que ella, en el gobierno al cual representa, es un cuarto de copas, que no tiene relación con nadie y no puede resolver ninguna cuestión”, aseguró la cooperativista.

A raíz de esta respuesta, Paola, junto a otras 150 mamás, decidieron quedarse en la puerta del edificio ubicado en Santa Cruz al 3500. “Hasta el momento los únicos que se acercaron fueron algunos concejales de la oposición, una persona del equipo de Vilma Baragiola y los propios vecinos de lugar, que nos traían comida”, señaló, al tiempo que aseguró que la medida de fuerza se mantendrá hasta recibir respuestas concretas.

Los pedidos se concentran en dos: trabajo y asistencia por los daños y pérdidas sufridos tras las fuertes lluvias que se vivieron en la ciudad. Es que para la cooperativa, al panorama laboral que los afecta, se les suman los inconvenientes ocasionados en sus barrios tras los fuertes temporales que azotaron a la ciudad. “Los colchones que gestionamos nosotros mismos ya se nos mojaron de vuelta”, señaló.

Respecto al pedido de empleo, indicó: “El único trabajo que nos dieron fue para diez mamás,  una sola semana, limpiando los pasillos del cementerio municipal”, señaló, indignada, Paola, quien aún recuerda años anteriores donde las cooperativas eran las responsables del mantenimiento de espacios públicos como escuelas y plazas. “Ayudábamos en la construcción de viviendas, pintábamos escuelas; ahora no tenemos más eso”, concluyó.

 

 

 

 



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