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Interés general 21 de julio de 2020

Convivir con el virus, la amenaza de la fase 3 movió a todos y la polémica en torno al brote ocurrido en el Hospital Houssay

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

Imagine el lector que las 16 salas de cine de Mar del Plata estén totalmente colmadas de público. Exactamente 3.241 butacas ocupadas. Agréguele seis salas más aproximadamente, también completas, para llegar a una capacidad de 4.500 personas. Considere que esas 4.500 personas, finalizada la película, continúan con su vida habitual. Pasean, toman un café, van al supermercado, al quiosco, a la estación de servicio o al banco. Algunos, confiados no usan barbijos, no mantienen la distancia social ni se lavan las manos varias veces al día, y por el contrario, organizan reuniones familiares y hasta comidas con amigos. Todos ellos están en condiciones de propagar el coronavirus. Muchos, la mayoría, ni siquiera saben que están contagiados. No tienen síntomas. Hoy son 4.500. La semana próxima quizás sean 5.000 o más.

Mar del Plata supera hoy los 400 casos de coronavirus registrados desde que se inició la pandemia. Según coinciden en señalar numerosos especialistas, se estima que por cada test PCR positivo hay alrededor de 10 contagiados de coronavirus que no advirtieron los síntomas o directamente no los tienen. Más del 70 por ciento de los contagiados en la Argentina no tenían los síntomas que se valorizan para sospechar de la infección, como fiebre, tos, dolor de garganta o dificultad respiratoria ¿Qué significa lo anterior? Sencillamente que en Mar del Plata, como en prácticamente todas las grandes ciudades argentinas, en esta nueva etapa, tras el riguroso aislamiento, habrá que convivir con el virus, al menos hasta que aparezca la vacuna. La responsabilidad social se convierte en un valor supremo en estas horas

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Si se tomaran en cuenta otros parámetros, en lugar de imaginar a 4.500 personas con Covid-19 esa cantidad podría cuadriplicarse. El infectólogo Fernando Polack cree que hay mil contagiados por cada muerto. Los fallecidos en Mar del Plata ya son 17. Según su estimación, podría haber en estos momentos 17 mil contagiados en la ciudad. “España, por ejemplo, si tiene 30 mil muertos es muy probable que tenga 30 millones de infectados, el 60% de la población. En la población de menos de 30 años ni se enteran que se enfermaron”, reveló Polack. Cualquiera de los cálculos sea el más acertado, marcan cifras, traspoladas a Mar del Plata, que ratifican la necesidad de no dejar de mantener la guardia en alto. A propósito de los numerosos casos registrados en julio en la ciudad, con el récord del domingo de 52 casos en un solo día, consultados distintos profesionales y especialistas señalan en escrito off the record que “esto recién está empezando. Lo anterior fue irreal”, dicen, en una Mar del Plata donde ya prácticamente no hay restricciones comerciales. Hoy sólo los gimnasios -en realidad en muchos se está trabajando ilegalmente, sin la autorización, con el riesgo que eso conlleva- y la hotelería esperan el ok para reanudar actividades tras cuatro meses cerrados.

Conciencia, responsabilidad social, extremar los cuidados y tomar precauciones… “Lamentablemente hay gente que se junta, organiza asados, mateadas, bingos familiares. Esto lo hemos escuchado de boca de muchos pacientes en tratamiento cuando realizamos las entrevistas para establecer los nexos epidemiológicos”, señala la secretaria de Salud, Viviana Bernabei. La funcionaria hace hincapié en la necesidad de trabajar el concepto de burbuja. “Hay que entender que si en nuestro grupo familiar somos 5, eso es una burbuja y allí generamos nuestro aislamiento. Cuando alguno de los cinco incorpora a otro que es externo a esa burbuja, nos lleva a que se rompa esa capa familiar. Y allí ya todo el grupo familiar queda expuesto”, advierte Bernabei.

Su antecesor en el cargo, el doctor Gustavo Blanco, considera que en Mar del Plata “hace rato que hay circulación viral”, destaca que el virus ya llegó a los barrios más vulnerables y coincide con otro ex secretario de Salud, Alejandro Ferro, en que es imperioso realizar una mayor cantidad de hisopados. Las autoridades municipales, en tanto, hasta el día de hoy no han reconocido que haya circulación viral en la ciudad. No obstante, paralelamente crece el número de contagios sin nexo epidemiológico claro. En las últimas jornadas, en el parte de salud que difunde la comuna, aparecen casos cuyo origen de contagio no se especifica. Ya hay más de una veintena de este tipo de infectados. En tanto, la curva se dispara y los casos crecen en todo el país justamente en la temporada alta de enfermedades respiratorias.

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Con la misma lógica que el Presidente de la Nación, el gobernador y el jefe de gobierno porteño emplearon en su momento para justificar la restricción de actividades para contener la circulación del coronavirus, el pasado viernes la aplicaron para avalar las medidas anunciadas tendientes a flexibilizar la cuarentena, reconociéndose que estos más de 120 días fueron útiles para prepararse sanitariamente en todos los niveles. Se da el choque del pico de contagios con el agravamiento de la delicada situación económica que ya venía tambaleando desde antes de la irrupción del “tsunami” del Covid-19, más un agotamiento social que se visualizaba en las calles de las principales ciudades del país. Una controversia compleja por cierto. En sintonía, el intendente municipal, Guillermo Montenegro, cree que no se puede paralizar la actividad comercial y de hecho impulsó la apertura de los restaurantes y bares, con estrictos protocolos y en horarios similares a los de los cafés. Este miércoles volverán a abrir sus puertas. de hecho se “equilibran” situaciones ya que en muchos cafés se estaban ofreciendo “adorables” platos pese a la prohibición. “Sería un error castigar a los sectores comerciales de Mar del Plata cuando los brotes de contagios no surgieron desde allí sino desde sectores esenciales. Casos en los que fallaron los protocolos”, repite el jefe comunal.

El viernes se encendieron todas las alarmas en el despacho del intendente pero también en las sedes de las entidades empresariales y entre los representantes de los distintos sectores productivos de la ciudad. Desde los desarrolladores inmobiliarios hasta los comerciantes reaccionaron a partir de lo que se informó en la conferencia de prensa desarrollada por el ministro de Salud de la provincia, Daniel Gollán, y el jefe de gabinete, Carlos Bianco, cuando se brindaron detalles de la nueva modalidad del aislamiento y el distanciamiento social, preventivo y obligatorio en la provincia de Buenos Aires. Tras los casos de coronavirus crecientes en el distrito, Mar del Plata aparecía prácticamente con todas las características para ser ubicada en la fase 3 y no en la 4 en la que se encuentra. Pasar a la 3 implicaba, entre otras cosas, la suspensión de las obras privadas de construcción, el cierre de los comercios de cercanía y los cafés y hasta la interrupción de las salidas de esparcimiento. “Para la economía marplatense sería un golpe mortal”, admitían en la noche del viernes cerca de Montenegro.

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El domingo a la tarde se hizo saber a través de voceros de la Provincia, y el lunes se oficializó en el Boletín Oficial, que Mar del Plata seguía en la fase 4, lo cual le da la potestad al intendente de permitir la apertura de la gastronomía. Respiraron aliviados quienes “operaron” durante todo el sábado y gran parte de la mañana del domingo para impedir el cambio. El intendente Guillermo Montenegro mantuvo varias charlas con el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, analizando la situación sanitaria y epidemiológica del distrito. El viernes y el sábado habían bajado los casos de nuevos contagios (21 y 16 respectivamente) y ello constituía un hecho auspicioso de alguna manera, que avalaba el pedido y la negociación. También Fernanda Raverta, titular de la Anses y ex candidata a intendenta hizo lo suyo. Atendió en su teléfono a varios hombres y mujeres de Mar del Plata que le pidieron que intercediera ante el gobernador Axel Kicillof. Algunos hasta prácticamente se lo rogaron. Incluso el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, escuchó algunas de esas inquietudes. La Provincia finalmente aceptó mantener, al menos por una semana más, a General Pueyrredon en fase 4. Pero la preocupación volvió a aparecer el domingo por la noche. 52 nuevos contagios de coronavirus en Mar del Plata establecían un nuevo récord desde el inicio de la pandemia. “Si continúa esta tendencia no va a ser nada fácil mantenernos en la fase 4”, reconocían varios de los que “rosquearon” durante todo el fin de semana. Los 12 casos del lunes trajeron cierto alivio. Momentáneo por cierto.

La Unión del Comercio, la Industria y la Producción incluso elevó un documento señalando que el comercio ha sido “tremendamente perjudicado”, con riesgos ciertos de desaparición de cientos de establecimientos, como así también el sector gastronómico. A esta situación, revelaron, se suman los shoppings, la hotelería, la construcción etc. Y recordaron que la población marplatense “ha demostrado tener responsabilidad ciudadana y hemos respondido a lo que solicitaron las autoridades, con actitud positiva”. Asimismo, no dejaron de remarcar que lo sucedido en los últimos días -por el crecimiento de los casos- “no ha sido por inconducta social sino por irresponsabilidad de sectores más sensibles y también por la no asistencia del Estado en establecimientos estatales de la salud”. Una alusión clara y directa a lo sucedido en el Hospital Houssay, dependiente del PAMI, donde se llevan registrados 141 casos de coronavirus (un médico, 4 trabajadores de seguridad, 23 pacientes, 54 trabajadores de salud, 57 contactos estrechos y dos fallecimientos).

Asimismo, el Houssay, según autoridades municipales, tuvo relación con lo sucedido en el geriátrico Namasté -allí trabajaba la hija de una enfermera del Hospital- donde los casos llegaron a 89 (44 residentes, 18 trabajadores y 27 contactos) con nueve personas fallecidas. Y también en la comuna insisten en que tienen perfectamente detectado el caso cero de la pesquera trucha -donde los contagiados en forma directa e indirecta llegaron a 75 entre trabajadores y nexos- con nexo con el Houssay. Las críticas contra dicho hospital se multiplican en distintos ámbitos. “Está claro que fallaron todos los protocolos. Lo que pasó allí fue un desastre y se reaccionó muy tarde. En otros hospitales, como en el Privado de Comunidad, la Clínica del Niño y la Familia y la Pueyrredon, ante la aparición de los primeros casos se trabajó con profesionalismo y celeridad y todo pudo controlarse”, señala el director de una de esas clínicas. Los mismos trabajadores del hospital venían advirtiendo desde hace meses sobre la falta de insumos y la precarización. “Las autoridades del PAMI -denunció por su parte el ex director del CEMA, Julio Tuseddo- no escucharon las observaciones sobre los desmanejos que se estaban produciendo en el Houssay. Hoy, con un brote que ya parece afectará a la ciudad toda, se intenta ocultar lo evidente. Háganse cargo, hicieron todo mal. Hoy una compañera enfermera está en estado crítico, cuestión que supera lo tolerable”, escribió indignado Tuseddo en sus redes sociales, quien también recordó que los casos que se produjeron en otros centros de salud “no gatillaron el contagio masivo del personal” como en el Houssay.

“La situación del Houssay es alarmante porque pone en peligro la vida no sólo de los trabajadores, que padecen la falta de respuesta a las problemáticas que atraviesan prestando servicios en el Hospital, sino también de los pacientes y las respectivas familias y por consiguiente todos los marplatenses en general”, sostuvo el diputado nacional Juan Aicega a través de un proyecto presentado en la Cámara. “Es necesario saber con detalle la cantidad de insumos sanitarios y equipos de protección que el establecimiento tiene para el personal de salud y los pacientes del hospital”, expresó. Laura Delpir, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad de Mar del Plata dijo que en la ciudad hay más de cien trabajadores de la salud afectados y en diálogo con María Delia Sebastiani, en la mañana de LU6, hizo hincapié en el caso de la enfermera del Houssay que se encuentra internada con respirador. “Sigue delicada”, dijo.

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“Siento impotencia por lo que pasa en el Hospital Houssay. Nadie se ocupa del personal, no hay nadie que se haga cargo de cuidar al personal de salud, y eso es desidia”, disparó. Para Delpir, en el hospital dependiente del PAMI, el virus entró “porque no tuvieron los insumos necesarios. El personal de salud se lo tenía que comprar de su bolsillo”, denunció en los micrófonos de LU6. Las críticas, en la mayoría de los casos, se centralizan en la gestión del director anterior José Horni. En el medio del “incendio” se produjo el cambio de autoridades. Le toca al doctor Roberto Fidel ahora lograr la cohesión y unidad del personal, garantizarles la seguridad sanitaria a los trabajadores -la planta aparece diezmada por la pandemia- y volver a convertir a ese Hospital en un espacio seguro. No es poca la tarea que le espera. Fidel, para asumir, puso una serie de condiciones, especialmente en lo referente a la necesidad de contar con material, equipamiento y recursos como para que el Hospital pueda funcionar adecuadamente en un contexto tan delicado.

En la Municipalidad, en tanto, causó malestar el documento que dieron a conocer efectores de salud criticando la ampliación de horarios de comercio en la ciudad en momentos en que crecían los casos. La nota lleva las firmas de las autoridades de la Zona Sanitaria VIII, el Materno Infantil, el Hospital Interzonal General de Agudos, el Instituto Nacional de Epidemiología y el PAMI. “En realidad que el PAMI venga a criticarnos en lugar de ocuparse del desastre que tienen es increíble. Además, habría que recordar que la ampliación del horario contó con el apoyo y la adhesión de la oposición, entre ellos los concejales del Frente de Todos con quienes venimos trabajando mancomunadamente”, sostuvo un funcionario de la Secretaría de Salud, quien añadió que no es momento de salir a alimentar polémicas. “Ahora hay que mirar para adelante”, señaló, aunque admitió que hay tensión entre las entidades de Nación y Provincia con la comuna. “Hay cortocircuitos y pases de facturas entre todos y eso no me gusta. Menos en el medio de una pandemia. Ojo, es de acá para allá y de allá para acá. Si fuese por mí los sentaría a todos pidiéndoles que al menos en esta, Nación, Provincia y municipio tiren parejos para el mismo lado”, reconoció.

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Hay heridas que sólo con el tiempo cicatrizan. En el inicio de la pandemia, cuando en Mar del Plata se producían pocos casos y era fácil realizar el seguimiento de cada uno de ellos, causó malestar y preocupación en el Instituto Nacional de Epidemiología (INE) que se pusiera en discusión el resultado de sus testeos. Cuando aún poco se conocía sobre el comportamiento de los asintomáticos, hubo varios casos de positivos determinados por el INE que a las 48 horas se convertían en negativos en los laboratorios privados. “En ambos casos estaban bien hechos y los resultados eran los reales”, se señala. Lo cierto es que en el INE todo ello generó inquietud. “Habría que hacer una mejor vigilancia de la población. No se ha hecho el ‘modelaje’, que es predecir la cantidad de casos que va a haber, cuando eso se puso a disposición de las autoridades municipales”, sostuvo días atrás el jefe de laboratorio del INE, Osvaldo Ues. De paso, avisó que el INE “está sufriendo un vaciamiento de personal y de presupuesto”.


Se señaló insistentemente, cuando aparecían los primeros casos de coronavirus en el distrito, que el principal objetivo era preservar a los sectores más vulnerables y especialmente a los adultos mayores, un franja etaria más que importante en la ciudad, que alcanzaría al 21 por ciento de la población, una de las cifras más altas del país. Menos del 3 por ciento se encuentra en geriátricos. De hecho el PAMI registra más de 120 mil afiliados. Por eso, generó dolor el hecho de que en una semana hayan fallecido 13 adultos mayores en Mar del Plata. El número total de fallecidos ya llega a 17. “Actuar ahora en la prevención es sin duda un arma no valorada suficientemente aún en nuestro querido país. El numeroso grupo de personas mayores de Argentina debe ser un objetivo prioritario en la prevención”, aseguró el doctor Gerardo Passera, director de la Unidad Gerontológica de Mar del Plata. En tal sentido añadió que “es simple, si no se infectan los vulnerables, los que requerirán cuidados intensivos, el sistema podrá afrontar mejor este desafío”.

Mientras tanto, al menos ocho geriátricos, según pudo confirmar LA CAPITAL, ya han tenido casos de coronavirus. En todos los casos prácticamente, los primeros afectados son los trabajadores, que luego contagian a los residentes. Así sucedió en el Hogar Namasté, por ejemplo. Pero también ya hubo casos en el Hogar los Abuelos de la calle Alberti (cerca de 200 residentes), donde 5 trabajadores dieron resultado positivo en los testeos siendo rápidamente aislados. Lo mismo sucedió con una trabajadora del geriátrico Otoñal, de la calle España al 800. “No tengo idea dónde pude haberme contagiado”, admitió ante LA CAPITAL. En Esquiú al 1200 hubo un caso en el Hogar Santa Rita, al tiempo que un paciente de 82 años del Hogar de Eve, Alvarado al 1400, debió ser internado en la Clínica 25 de Mayo donde falleció en la tarde del lunes. Asimismo, una trabajadora de La Casona del Mar, de 25 de Mayo y Guido, al tener síntomas se hizo un hisopado confirmándose que se había contagiado. En el geriátrico Santiago Apóstol, de Garay al 1700 fue una enfermera la contagiada, al tiempo que en la Residencia David, de Rivadavia al 4000, una trabajadora corrió la misma suerte. En todos los casos, al detectarse casos, se procede, en primer lugar, a hisopar a todo el personal. Muchos de esos resultados se conocerán en las próximas horas..

Mientras a nivel nacional, fallecieron más hombres que mujeres, en Mar del Plata la situación es inversa. Un total de 10 mujeres y 7 hombres murieron desde el inicio de la pandemia, siendo 77 años la edad promedio. La hipertensión fue el factor de riesgo más frecuente en los casos de decesos, seguido por diabetes y problemas neurológicos crónicos. “Si no se ven los muertos es como si no existieran. Cuando no se está en contacto con esa parte, en la trinchera, no es posible entender. Uno si está en contacto con personal de salud tanto en el ámbito público o privado, y ellos la están pasando difícil”, aseguró el ex secretario de Salud, Alejandro Cristaldi, en el programa “Vencedores y vencidos”, al tiempo que también coincidió con Gustavo Blanco en el sentido de que hay circulación viral en Mar del Plata. “Pensar que los casos provienen de afuera no es así. Hay que testar todas las residencias para mayores de manera urgente”, aseveró.

A propósito de los testeos, al tiempo que desde distintos sectores se escuchan quejas por la “poca cantidad” que se están realizando, se conoció una notificación que lleva la firma de la directora de Vigilancia Epidemiológica y Control de Brotes del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Teresa Beatriz Varela, en la cual se resalta que resulta “imperativo optimizar el uso recurso para el diagnóstico no estando indicada la toma de muestras a personas que no encuadran en las definiciones del caso emanadas en el Protocolo preparación para la respuesta ante la contingencia de enfermedad por coronavirus 2019”. En ese contexto se refuerza que no está indicada la realización de pruebas diagnósticas (PCR) en personas asintomáticas que arriben de áreas de transmisión local del virus, dentro y fuera del país, o que ingresan a residencias de adultos mayores, niñez o residencias juveniles, establecimientos de estancia prolongada o penitenciarias, así como tampoco como requisito para la derivación o recepción en establecimientos de salud de personas asintomáticas provenientes de áreas de transmisión comunitaria”.

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En cambio, se manifiesta que “resulta imprescindible que dichas personas cumplan en su lugar de ingreso el debido aislamiento durante 14 días (correspondiente al período de incubación máximo de la enfermedad), evitando el contacto estrecho con otras personas (distancia mínima de 2 metros), a fin de evitar un brote institucional, familiar o en la comunidad. La sensibilidad de la técnica disminuye significativamente en personas asintomáticas y no exime del aislamiento preventivo ante resultados negativos. Asimismo –se añade- no está indicado el estudio por PCR en personas asintomáticas como parte de la evaluación prequirúrgica”. Ya en otra comunicación anterior, las autoridades sanitarias bonaerenses habían señalado que no se indicaba el estudio por rt-PCR en contactos estrechos. “Un resultado negativo en un contacto estrecho no descarta el diagnóstico, debiendo completar el período de aislamiento de 14 días desde el último contacto”, se aclaró.

En otro aspecto, se estableció que el 44 por ciento de los infectados en el país ya se recuperaron del virus. Es una cifra inferior a la mundial, que alcanza al 58%. En tanto, los epidemiólogos señalan que el 25% de los argentinos que no se recuperaron no tienen anticuerpos o sus valores están por debajo de la media. Este último es el caso de al menos seis trabajadores de la salud de Mar del Plata que se realizaron las correspondientes pruebas serológicas, determinándose que pese a haber dado positivo de Covid-19 no generaron anticuerpos. En consecuencia, tampoco son aptos para donar plasma. En la ciudad, en tanto, a partir de la irrupción de casos en los últimos días, el 82 por ciento del total de los casos detectados se encuentra en tratamiento, siendo 14 por ciento los recuperados y 4 por ciento los fallecidos. La edad promedio del total de los casos es de 49 años, siendo el 60 por ciento mujeres y el 40 por ciento hombres. La franja etaria con más casos es la que va de los 30 a los 39 años, con el 20,8 por ciento del total de los casos.



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