“Contrafrente de la residencia de Don Antonio Valentini, en Av Luro y Córdoba (aprox año 1900), donde funcionaba la botica fundada en 1881. De pie de izquierda a derecha: María Zaccagni; Mario; y Don Antonio Valentini.
Sentados de izquierda a derecha: Italo; Alberto; Antoñieta (Tonetta); Argentino;Albertina (Quica);e Italia”. César Adran.
Gracias por compartir esta foto que ya forma parte de la historia de Mar del Plata.
Antonio Valentini, nació el 19 de noviembre de 1852 en Belforte all’Isauro , provincia de Pessaro Urbino. A los 19 años completo los estudios secundarios, estudiando además griego, latín y literatura italiana.
El 7 de julio de 1876 obtuvo su título en Urbino , y el pasaporte, el 7 de mayo de 1881, para viajar a la Argentina, donde se radicó.
Revalidó su título de farmacéutico en la Universidad de Bs. As. el 4 de mayo de 1882.
Se trasladó posteriormente a Las Flores, luego a 9 de Julio, San Antonio de Areco y finalmente a Gral. Pueyrredón, donde ejerce a partir de 1887.
Se asoció co el Sr. Hugo Galbiati que tenía un negocio de fotografía, situado en la actual calle San Martín entre Santiago del Estero y Santa Fé. Poco después habilitó La Botica del Puerto, llamada así porque se había proyectado la construcción de un puerto en la zona de Punta Iglesia.Mas tarde se denominó Farmacia Valentini, ubicada en Av. Luro y Córdoba.
Don Antonio Valentini siempre fué un gran colaborador de los médicos, pues siendo escasos los que se radicaban en la zona,él tenía que ayudar a los enfermos que llegaban de la campaña a la ciudad,aconsejando los tratamientos que debían seguir, Como complemento de su profesión aplicaba sangrías, extraía muelas etc.obteniendo el título de flebótomo.
Los antiguos vecinos recuerdan la atención que prestaba a los niños enfermos y las madres acudían al Sr. Valentini requiriendo su consejo.
También tenía gran práctica en el arte de curar a los que se clavaban anzuelos, pues Valentini había iniciado un nuevo procedimiento que consistía en hacer avanzar el anzuelo hasta que apareciera del otro lado, y una vez perforada la salida, se procedía a cortar con un alicate la punta en flecha, sacándolo recién por el punto de entrada, pero ya con facilidad, pues ya no desgarraba, este sistema fue aplicado después por médicos y cirujanos de la época.
El prestigio de este caracterizado vecino cobró pronto proyecciones extraordinarias y la población depositó su confianza en esa figura patriarcal conquistando el Sr. Valentini la simpatía y respeto por sus vastísimos conocimientos, por su proverbial generosidad y nobles sentimientos, era Don Antonio, como se lo llamaba cariñosamente,el protector de todos sus clientes, y el estímulo de los desalentados.Fuente Roberto T. Barili.
Qué linda foto,César! Por cierto,somos parientes. Yo soy hija de Heberto Calabrese y nieta de Valentina Valentini,hija de Anacleto Valentini y Rachele Nanni.Cariños!