Hermosa foto de quienes “afeaban” la imagen del Gran y Hermoso Balneario que es hoy.Muy buen aporte (como los anteriores)del Sr. Eduardo, cordiales saludos, atte. Jorge H. Seco
“Mar del Plata tiene un muelle que sirve únicamente para depósito de los botes á remo de algunos pescadores. El lanzamiento se hace por un guinche á mano, y en la recogida se observa el mismo procedimiento; ofreciendo la tal operación vistosos aspectos de comedia y melodrama. Nuestros trabajos hidrográficos nos dieron ocasión de practicar todas las tácticas de aquellos lobos de mar: como ser descenso desde el muelle al bote-ola por medio de una escalenta formada con cabos. Una vez en el bote-ola, no se sabía si nos hallábamos en un bote ó trepados á una ola. El acto de «abrirse»—y de qué manera!— no de través porque estábamos expuestos á volcar, sino corriendo el temporal playero de proa á la marejada; era el momento más solemne.
En Mar del Plata nuestros viejos compañeros de Bahía Blanca y Necochea, el sondador y el encargado de las señales, se alteraron por primera vez.
El desembarque era peor;el acto de pasar del bote á la escalenta, al unísono con el movimiento circular ó elipsoidal del bote, á más el de traslación, era un «pálpito».
De tiempo en tiempo llegan buques de vela de 6 á 12 piés* de calado. Excepcionalmente pueden atracar al muelle, por causa de existir más adelante, en el mar, un cordón litoral; y además, las ondulaciones y rompientes son allí bastantes fuertes.
El muelle se halla en un estado ruinoso. Recientemente se está prolongando para alcanzar profundidades de tres metros en marea baja. Las lanchas pescadoras tienen un ancladero sobre la playa alta, del lado Sud de la bahía del Centro. La operación de entrada y salida es sumamente interesante. Allí actúan algunos caballos, rollos de madera y muchas rompientes sobre los flancos, constituyendo uno de los espectáculos más interesantes para el público madrugador á la hora de salida, y para el público gourmet á la hora de entrada al fondeadero terrestre. La flotilla se compone de 15 á 20 lanchas, todas de dimensiones reducidas, de 8 á 12 metros de longitud por 2 á 3 metros de ancho. Sobre esas frágiles embarcaciones los valientes mocetones, casi todos italianos, hacen lo que pueden para demostrar que la industria nacional de la pesca es hasta hoy un apostolado.”
-El primer pescador de MdP,fue don Francisco Peluzzo;empleaba un caballo para recoger la red y utilizaba un bote,en otros momentos Peluzzo vivía en una construcción de madera al pié de la barranca,de la Receptoría de Rentas,en el mismo lugar donde esta el actual casino.Posteriormente vinieron Giuseppe Narduzzo,ex patrón del lanchón San Pedro,y Francisco Sinagra con una breve cuadrilla de compatriotas del sur de Italia,y utilizaron con ese objeto las primeras embarcaciones a vela.Estas al terminar las tareas,eran izadas al muelle Luro,por medio de una pequeña grúa.Los útiles e implementos que empleaban en la pesca,lo depositaban en un galpón de la barraca vieja,donde vivió el primer plantel de pescadores.
En 1887 el Dr. Marcelino Mesquita formó un consorcio pesquero y contrató a pescadores de la costa francesa,pero un fuerte temporal de ese año provocó el naufragio de toda la flota y se perdieron todos los implementos modernos de que se hallaba dotada,los cascos quedaron en la mayor parte,encallados en los peñascos de la costa,y otros sepultados en el fondo del mar,las pérdidas fueron considerables y los pescadores franceses regresaron a su país,porque estimaron irrealizable la empresa.El intendente Peralta Ramos,dispuso el rellenamiento de la parte de la playa que ocupó mas tarde el paseo Gral. Paz…,en esa época la parte sur de la playa Brístol,estaba ocupada por los pescadores con sus lanchas y viviendas;eran construcciones de madera y zinc,donde funcionaban cantinas,fondas y otros comercios.De noche llegaba el eco a la ciudad de las canzonetas y el rezongo de los acordeones.Costó mucho desarraigarlos,el Intendente Peralta Ramos,a nombre de la Municipalidad,les donó una manzana en la quinta 166,los pescadores beneficiados,aprovechando la gran suba de las tierras hicieron fructuosos negocios,regresando muchos a su país de origen.(Fuente: Roberto T.Barili-reportaje a Julio César Gascón)
Los pioneros de la pesca fueron entre otros: Domingo Sinagra;Nicolás Di Lernia;Vicente Tesoriero;Salvador Panattieri;Juan Polverino;G.Galeppi;Nicolás Ninno;Genaro Ventura;José Valente;Genaro Tito;Pantaleón Piazzolla;N.Dragonetti;Onofrio Caravaglio;Pascual Cavalleri;Cayetano Gaedelini;César Mancini
y Juan Bronzini,este último se había radicado desde 1892 en una modesta casa de San Martín Y Corrientes,y el 25-11-1896,eleva una nota al Intendente Eduardo Peralta Ramos solicitando autorización para la construcción de una cocina destinada a la cocción de mariscos en el sector de la Playa Sur,a los tres días el Agrimensor municipal Victorio E. Denicolini,informa favorablemente,con la salvedad,que como se concedió ya la habilitación de una cocina en ese sector,podría concederse la autorización en otro sector de la ribera.El 2-12-1896,Bronzini inagura la cocina frente a la Plaza Colón.En 1899,una Ordenanza dispone el desalojo de las casillas en esos lugares,por lo tanto Bronzini decide comprar al Sr. Nicolás Trabucco dos solares para instalarle posteriormente a sus hijos Domingo y Luis una carpintería.(Datos Roberto T. Barili y propios)
La pesca como fuente de trabajo: curiosamente se inicia con la presencia de los primeros veraneantes.Pescadores que se han establecido en la Boca o en el Tigre,inician un desplazamiento que sería en el futuro.En verano vienen a MdP,para vender el producto a los hoteles.Y allí van con sus canastas recorriendo las casas del pueblo,las primeras mansiones.Francisco Pelusso;Juan Polverino;Vicente Tesoriero;Francisco Sinagra;José La Cava,Genaro Di Lernia,(que llega solo y luego reúne el dinero para costear el pasaje a su hijo Sabino de 10 años);Juan
Pellissi;Bronzini;Palestini;Sasso,estos y otros con apellidos de origen italiano,son los pescadores que en la Playa Brístol ofrecen un pintoresco espectáculo.Las redes son improvisadas,hasta que Juan Pellegrino,hacen traer de Europa una de trasmallo.Y los métodos de pesca surgen de acuerdo a las posibilidades;algunos de ellos se atan a un estremo de la red a la cintura,nada mas allá de las rompientes,y regresa haciendo un semicírculo.Ahí está la cosecha;la riqueza ictícola ha sido generosa;las primeras lanchas,unas,luego de un corto recorrido no muy lejos de la costa,son izadas por el guinche del Muelle Luro;otras son arrastradas por yuntas de caballos desde la orilla hasta lugar seguro,hay que evitar las crecientes nocturnas.Los veraneantes,desde la Rambla de madera,asisten a esos esfuerzos,ellos toman baños frente al Brístol Hotel,y frente a la plaza Colón los pescadores guardan sus enseres en las casillas.La actividad de los pescadores origina el establecimiento de fondas,tabucos y tabernas en el sector playero,cercano al Torreón;también del otro lado junto a la desembocadura del arroyo Las Chacras,ya conocido por Punta Iglesia,se abigarran precarias construcciones,propias del movimiento pesquero.Entre un lugar y el otro,en verano,los iniciadores del turismo comienzan una gastronomía práctica;los pescadores preparan olladas de chupines,y el aroma invade el sector de la Playa Brístol.Entonces los veraneantes se acercan donde comen los parlanchines italianos,¡Vengan,acérquense!.La pesca produce escasas ganancias,apenas para sostenerse,de ahí que muchos como Fernando Catuogno y Nicolás Sasso,dejen las barcas para instalar casas de comida.Y prosperan aceleradamente,ya han iniciado (igual que aquellos convertidos en bañeros),un floreciente servicio turístico,En 1900 el arribo de los veraneantes aumenta considerablemente;ya la colina del sur,donde luego se construirá la iglesia de Stella Maris,presenta signos de progreso,levantan su elegante arquitectura los chalets y palacetes;eso influye en el desplazamiento de los pescadores,las casitas rodantes ubicadas en la arena,para que los veraneantes cambien su ropal,han formado la primera Rambla,y exigen mas espacio,ese que ocupa el caserío de tabernas y galpones de los pescadores,un centenar de metros hacia Punta Piedras.Y los pescadores se van,un caso testimonial: José La cava (padre)se alojó en 1884 en la esquina de Santa Fé y Rivadavia,pasando poco después a dependencias del chalet Guerrero,en Rivadavia y Buenos Aires,hasta 1888;en ese año compró la casilla donde vivían los albañiles que construyeron el chalet de Zamboni,hasta 1907 permaneció en ese sector ribereño con su familia;luego se trasladó al lado opuesto cerca de La Perla,cuando se dispuso el desalojo de las construcciones precarias.Mas tarde trasladó su casilla,con ruedas a las calles Olavarría y Alberti.Lo mismo sucedió con los restantes pescadores,y así nació el barrio de Tierra del fuego,se llamaba así por estar muy distante del centro.La presencia en los veranos de familias porteñas adineradas,va originando halagadoras fuentes de ingresos,ayuda a esto la fabricación de hielo por José Deyaccobi,(pionero en la materia)para remitir partidas de pejerreyes,corvinas,besugos,palometas o según la especie que ofrezca la estación,a Buenos Aires;la misma se hace por tren,langostinos,camarones y hasta cangrejos forman parte de tales remesas. Sin embargo,las perspectivas de bienestar aparecen mas promisorias en otras actividades;Sasso y Catuogno,como se dijo instalan casas de comida y hospedajes;Genaro Ventura se convierte en bañero,Sabino Di Lernia,se dedica al arreglo de carruajes.Los descendientes de La Cava inician su futuro logrando experiencia en materia de construcciones,otros incursionan en hoteleria como Carbone,etc.Fácil es comprobar que la mayoría de esos apellidos prolongan el basamento humano,moral y trabajador de MdP.
(Fuente: Diario La Capital 25 de Mayo de 1980-Libro Diamante)
“Es de actualidad en Mar del Plata el conflicto que se ha suscitado entre la Municipalidad local y los escasos pescadores que explotan la riqueza piscívora de aquel puerto. Debido á la gentileza del señor Alberto Paillot, podemos presentarla serie de instantáneas que reproducen nuestros grabados y que dan idea de las comodidades que en Mar del Plata se ofrecen á aquellos modestos industriales para sus arriesgadas operaciones. Echar una barca al mar o traerla hacia la costa, representa más labor y más dificultades para los pescadores, que tirar y recoger sus redes, y á la verdad que es inexplicable que las autoridades de la nación dejen en tan grande abandono una industria que pudiera alcanzar en el país proporciones muy grandes dada la riqueza de los mares que bañan las costas. El profesor Labille, del personal del Museo de La Plata, hace años que estimula con estudios concienzudos la acción de los particulares y del gobierno; pero hasta hoy sus esfuerzos son casi nulos en sus resultados, pues todos permanecen sordos y las cosas siguen como á principios del pasado siglo. Buenos Aires no consume hoy más pescado que el poco que se trae de Europa ó de Montevideo y el que se saca de nuestros arroyos y ríos.”
Posible Anécdota sobre “Tierra del Fuego” y Una Pregunta Correspondiente: Con respeto a “Tierra del Fuego”, quisiera primero comentar que Jorge Luis Borges en su libro Evaristo Carriego (1930) escribió que a fines del siglo XIX y principios del XX, se denominaba “Tierra del Fuego” a una zona de la ciudad de Buenos Aires entre lo que hoy serían los barrios de Recoleta y Palermo. Entonces, esa zona era considerada muy lejana del centro, poco desarrollada e incluso peligrosa dada la presencia de guapos y malevos. Parece que era costumbre en Argentina llamar “Tierra del Fuego” a barrios alejados del centro y un tanto rústicos. En cuanto a la “Tierra del Fuego” marplatense, tengo la siguiente posible anécdota (posible si resulta cierta) y una correspondiente pregunta. Hacia 1972, un compañero mío de cuarto grado en la Escuela número 27, Eduardo Peralta Ramos, vivía en una casa relativamente modesta en la calle Alvear entre Garay y Rawson, sobre el lado este de Alvear y a tan solo una casa mediante de la esquina de Alvear y Garay. Es la casa que se ve con una casa rodante al frente en Google Maps si se busca allí “Alvear y Garay” en Mar del Plata (no puedo ver la numeración de esa casa en la fotografía de Google Maps). La casa entonces era chica y en el fondo tenía un pequeño patio terminado con una medianera. Uno pensaría que el terreno terminaba allí. Sin embargo, había un a puerta en ese muro y si uno la atravesaba, el terreno se alargaba varios metros hacia el interior de la manzana cuesta arriba. Lo que allí había eran dos filas, a derecha y a izquierda, de viejas casillas de madera con restos de pintura de varios colores. Las casillas eran de planta casi cuadrada, de 3-4 metros de lado, y cada casilla poseía una puerta y algunas ventanas pequeñas. Todo parecía como una reproducción en escala reducida del barrio porteño de La Boca. La familia de mi compañero usaba las casillas como bauleras, para usar un término contemporáneo. Allí se guardaban negligentemente muchas cosas, por ejemplo una interminable colección de las viejas revistas Anteojito y Paturuzú que hoy tendría mucho valor entre coleccionistas. Siempre me intrigó esa insospechada ciudadela de casillas oculta en el interior de una manzana. Pero hoy me pregunto: dada la ubicación de esa casa, ¿no serían esas casillas los restos de la “Tierra del Fuego” marplatense? La casa cambió de dueños hacia fines de los setenta o inicios de los ochentas y los nuevos ocupantes la remodelaron substancialmente. Viendo la imagen satelital en Google Maps desde arriba, noto que el fondo de esa casa fue también modificado y que aparentemente las casillas no están más allí. ¿Qué habrá pasado con ellas? ¿Eran esas casillas los últimos vestigios de nuestra “Tierra del Fuego”?
Hermosa foto de quienes “afeaban” la imagen del Gran y Hermoso Balneario que es hoy.Muy buen aporte (como los anteriores)del Sr. Eduardo, cordiales saludos, atte. Jorge H. Seco
“Mar del Plata tiene un muelle que sirve únicamente para depósito de los botes á remo de algunos pescadores. El lanzamiento se hace por un guinche á mano, y en la recogida se observa el mismo procedimiento; ofreciendo la tal operación vistosos aspectos de comedia y melodrama. Nuestros trabajos hidrográficos nos dieron ocasión de practicar todas las tácticas de aquellos lobos de mar: como ser descenso desde el muelle al bote-ola por medio de una escalenta formada con cabos. Una vez en el bote-ola, no se sabía si nos hallábamos en un bote ó trepados á una ola. El acto de «abrirse»—y de qué manera!— no de través porque estábamos expuestos á volcar, sino corriendo el temporal playero de proa á la marejada; era el momento más solemne.
En Mar del Plata nuestros viejos compañeros de Bahía Blanca y Necochea, el sondador y el encargado de las señales, se alteraron por primera vez.
El desembarque era peor;el acto de pasar del bote á la escalenta, al unísono con el movimiento circular ó elipsoidal del bote, á más el de traslación, era un «pálpito».
De tiempo en tiempo llegan buques de vela de 6 á 12 piés* de calado. Excepcionalmente pueden atracar al muelle, por causa de existir más adelante, en el mar, un cordón litoral; y además, las ondulaciones y rompientes son allí bastantes fuertes.
El muelle se halla en un estado ruinoso. Recientemente se está prolongando para alcanzar profundidades de tres metros en marea baja. Las lanchas pescadoras tienen un ancladero sobre la playa alta, del lado Sud de la bahía del Centro. La operación de entrada y salida es sumamente interesante. Allí actúan algunos caballos, rollos de madera y muchas rompientes sobre los flancos, constituyendo uno de los espectáculos más interesantes para el público madrugador á la hora de salida, y para el público gourmet á la hora de entrada al fondeadero terrestre. La flotilla se compone de 15 á 20 lanchas, todas de dimensiones reducidas, de 8 á 12 metros de longitud por 2 á 3 metros de ancho. Sobre esas frágiles embarcaciones los valientes mocetones, casi todos italianos, hacen lo que pueden para demostrar que la industria nacional de la pesca es hasta hoy un apostolado.”
Ingeniero Figueroa. 1896
-El primer pescador de MdP,fue don Francisco Peluzzo;empleaba un caballo para recoger la red y utilizaba un bote,en otros momentos Peluzzo vivía en una construcción de madera al pié de la barranca,de la Receptoría de Rentas,en el mismo lugar donde esta el actual casino.Posteriormente vinieron Giuseppe Narduzzo,ex patrón del lanchón San Pedro,y Francisco Sinagra con una breve cuadrilla de compatriotas del sur de Italia,y utilizaron con ese objeto las primeras embarcaciones a vela.Estas al terminar las tareas,eran izadas al muelle Luro,por medio de una pequeña grúa.Los útiles e implementos que empleaban en la pesca,lo depositaban en un galpón de la barraca vieja,donde vivió el primer plantel de pescadores.
En 1887 el Dr. Marcelino Mesquita formó un consorcio pesquero y contrató a pescadores de la costa francesa,pero un fuerte temporal de ese año provocó el naufragio de toda la flota y se perdieron todos los implementos modernos de que se hallaba dotada,los cascos quedaron en la mayor parte,encallados en los peñascos de la costa,y otros sepultados en el fondo del mar,las pérdidas fueron considerables y los pescadores franceses regresaron a su país,porque estimaron irrealizable la empresa.El intendente Peralta Ramos,dispuso el rellenamiento de la parte de la playa que ocupó mas tarde el paseo Gral. Paz…,en esa época la parte sur de la playa Brístol,estaba ocupada por los pescadores con sus lanchas y viviendas;eran construcciones de madera y zinc,donde funcionaban cantinas,fondas y otros comercios.De noche llegaba el eco a la ciudad de las canzonetas y el rezongo de los acordeones.Costó mucho desarraigarlos,el Intendente Peralta Ramos,a nombre de la Municipalidad,les donó una manzana en la quinta 166,los pescadores beneficiados,aprovechando la gran suba de las tierras hicieron fructuosos negocios,regresando muchos a su país de origen.(Fuente: Roberto T.Barili-reportaje a Julio César Gascón)
Los pioneros de la pesca fueron entre otros: Domingo Sinagra;Nicolás Di Lernia;Vicente Tesoriero;Salvador Panattieri;Juan Polverino;G.Galeppi;Nicolás Ninno;Genaro Ventura;José Valente;Genaro Tito;Pantaleón Piazzolla;N.Dragonetti;Onofrio Caravaglio;Pascual Cavalleri;Cayetano Gaedelini;César Mancini
y Juan Bronzini,este último se había radicado desde 1892 en una modesta casa de San Martín Y Corrientes,y el 25-11-1896,eleva una nota al Intendente Eduardo Peralta Ramos solicitando autorización para la construcción de una cocina destinada a la cocción de mariscos en el sector de la Playa Sur,a los tres días el Agrimensor municipal Victorio E. Denicolini,informa favorablemente,con la salvedad,que como se concedió ya la habilitación de una cocina en ese sector,podría concederse la autorización en otro sector de la ribera.El 2-12-1896,Bronzini inagura la cocina frente a la Plaza Colón.En 1899,una Ordenanza dispone el desalojo de las casillas en esos lugares,por lo tanto Bronzini decide comprar al Sr. Nicolás Trabucco dos solares para instalarle posteriormente a sus hijos Domingo y Luis una carpintería.(Datos Roberto T. Barili y propios)
La pesca como fuente de trabajo: curiosamente se inicia con la presencia de los primeros veraneantes.Pescadores que se han establecido en la Boca o en el Tigre,inician un desplazamiento que sería en el futuro.En verano vienen a MdP,para vender el producto a los hoteles.Y allí van con sus canastas recorriendo las casas del pueblo,las primeras mansiones.Francisco Pelusso;Juan Polverino;Vicente Tesoriero;Francisco Sinagra;José La Cava,Genaro Di Lernia,(que llega solo y luego reúne el dinero para costear el pasaje a su hijo Sabino de 10 años);Juan
Pellissi;Bronzini;Palestini;Sasso,estos y otros con apellidos de origen italiano,son los pescadores que en la Playa Brístol ofrecen un pintoresco espectáculo.Las redes son improvisadas,hasta que Juan Pellegrino,hacen traer de Europa una de trasmallo.Y los métodos de pesca surgen de acuerdo a las posibilidades;algunos de ellos se atan a un estremo de la red a la cintura,nada mas allá de las rompientes,y regresa haciendo un semicírculo.Ahí está la cosecha;la riqueza ictícola ha sido generosa;las primeras lanchas,unas,luego de un corto recorrido no muy lejos de la costa,son izadas por el guinche del Muelle Luro;otras son arrastradas por yuntas de caballos desde la orilla hasta lugar seguro,hay que evitar las crecientes nocturnas.Los veraneantes,desde la Rambla de madera,asisten a esos esfuerzos,ellos toman baños frente al Brístol Hotel,y frente a la plaza Colón los pescadores guardan sus enseres en las casillas.La actividad de los pescadores origina el establecimiento de fondas,tabucos y tabernas en el sector playero,cercano al Torreón;también del otro lado junto a la desembocadura del arroyo Las Chacras,ya conocido por Punta Iglesia,se abigarran precarias construcciones,propias del movimiento pesquero.Entre un lugar y el otro,en verano,los iniciadores del turismo comienzan una gastronomía práctica;los pescadores preparan olladas de chupines,y el aroma invade el sector de la Playa Brístol.Entonces los veraneantes se acercan donde comen los parlanchines italianos,¡Vengan,acérquense!.La pesca produce escasas ganancias,apenas para sostenerse,de ahí que muchos como Fernando Catuogno y Nicolás Sasso,dejen las barcas para instalar casas de comida.Y prosperan aceleradamente,ya han iniciado (igual que aquellos convertidos en bañeros),un floreciente servicio turístico,En 1900 el arribo de los veraneantes aumenta considerablemente;ya la colina del sur,donde luego se construirá la iglesia de Stella Maris,presenta signos de progreso,levantan su elegante arquitectura los chalets y palacetes;eso influye en el desplazamiento de los pescadores,las casitas rodantes ubicadas en la arena,para que los veraneantes cambien su ropal,han formado la primera Rambla,y exigen mas espacio,ese que ocupa el caserío de tabernas y galpones de los pescadores,un centenar de metros hacia Punta Piedras.Y los pescadores se van,un caso testimonial: José La cava (padre)se alojó en 1884 en la esquina de Santa Fé y Rivadavia,pasando poco después a dependencias del chalet Guerrero,en Rivadavia y Buenos Aires,hasta 1888;en ese año compró la casilla donde vivían los albañiles que construyeron el chalet de Zamboni,hasta 1907 permaneció en ese sector ribereño con su familia;luego se trasladó al lado opuesto cerca de La Perla,cuando se dispuso el desalojo de las construcciones precarias.Mas tarde trasladó su casilla,con ruedas a las calles Olavarría y Alberti.Lo mismo sucedió con los restantes pescadores,y así nació el barrio de Tierra del fuego,se llamaba así por estar muy distante del centro.La presencia en los veranos de familias porteñas adineradas,va originando halagadoras fuentes de ingresos,ayuda a esto la fabricación de hielo por José Deyaccobi,(pionero en la materia)para remitir partidas de pejerreyes,corvinas,besugos,palometas o según la especie que ofrezca la estación,a Buenos Aires;la misma se hace por tren,langostinos,camarones y hasta cangrejos forman parte de tales remesas. Sin embargo,las perspectivas de bienestar aparecen mas promisorias en otras actividades;Sasso y Catuogno,como se dijo instalan casas de comida y hospedajes;Genaro Ventura se convierte en bañero,Sabino Di Lernia,se dedica al arreglo de carruajes.Los descendientes de La Cava inician su futuro logrando experiencia en materia de construcciones,otros incursionan en hoteleria como Carbone,etc.Fácil es comprobar que la mayoría de esos apellidos prolongan el basamento humano,moral y trabajador de MdP.
(Fuente: Diario La Capital 25 de Mayo de 1980-Libro Diamante)
“Es de actualidad en Mar del Plata el conflicto que se ha suscitado entre la Municipalidad local y los escasos pescadores que explotan la riqueza piscívora de aquel puerto. Debido á la gentileza del señor Alberto Paillot, podemos presentarla serie de instantáneas que reproducen nuestros grabados y que dan idea de las comodidades que en Mar del Plata se ofrecen á aquellos modestos industriales para sus arriesgadas operaciones. Echar una barca al mar o traerla hacia la costa, representa más labor y más dificultades para los pescadores, que tirar y recoger sus redes, y á la verdad que es inexplicable que las autoridades de la nación dejen en tan grande abandono una industria que pudiera alcanzar en el país proporciones muy grandes dada la riqueza de los mares que bañan las costas. El profesor Labille, del personal del Museo de La Plata, hace años que estimula con estudios concienzudos la acción de los particulares y del gobierno; pero hasta hoy sus esfuerzos son casi nulos en sus resultados, pues todos permanecen sordos y las cosas siguen como á principios del pasado siglo. Buenos Aires no consume hoy más pescado que el poco que se trae de Europa ó de Montevideo y el que se saca de nuestros arroyos y ríos.”
Caras y caretas 1901
¡Bravo Eduardo! La foto podría ser más bien del 1910 ca…
Posible Anécdota sobre “Tierra del Fuego” y Una Pregunta Correspondiente: Con respeto a “Tierra del Fuego”, quisiera primero comentar que Jorge Luis Borges en su libro Evaristo Carriego (1930) escribió que a fines del siglo XIX y principios del XX, se denominaba “Tierra del Fuego” a una zona de la ciudad de Buenos Aires entre lo que hoy serían los barrios de Recoleta y Palermo. Entonces, esa zona era considerada muy lejana del centro, poco desarrollada e incluso peligrosa dada la presencia de guapos y malevos. Parece que era costumbre en Argentina llamar “Tierra del Fuego” a barrios alejados del centro y un tanto rústicos. En cuanto a la “Tierra del Fuego” marplatense, tengo la siguiente posible anécdota (posible si resulta cierta) y una correspondiente pregunta. Hacia 1972, un compañero mío de cuarto grado en la Escuela número 27, Eduardo Peralta Ramos, vivía en una casa relativamente modesta en la calle Alvear entre Garay y Rawson, sobre el lado este de Alvear y a tan solo una casa mediante de la esquina de Alvear y Garay. Es la casa que se ve con una casa rodante al frente en Google Maps si se busca allí “Alvear y Garay” en Mar del Plata (no puedo ver la numeración de esa casa en la fotografía de Google Maps). La casa entonces era chica y en el fondo tenía un pequeño patio terminado con una medianera. Uno pensaría que el terreno terminaba allí. Sin embargo, había un a puerta en ese muro y si uno la atravesaba, el terreno se alargaba varios metros hacia el interior de la manzana cuesta arriba. Lo que allí había eran dos filas, a derecha y a izquierda, de viejas casillas de madera con restos de pintura de varios colores. Las casillas eran de planta casi cuadrada, de 3-4 metros de lado, y cada casilla poseía una puerta y algunas ventanas pequeñas. Todo parecía como una reproducción en escala reducida del barrio porteño de La Boca. La familia de mi compañero usaba las casillas como bauleras, para usar un término contemporáneo. Allí se guardaban negligentemente muchas cosas, por ejemplo una interminable colección de las viejas revistas Anteojito y Paturuzú que hoy tendría mucho valor entre coleccionistas. Siempre me intrigó esa insospechada ciudadela de casillas oculta en el interior de una manzana. Pero hoy me pregunto: dada la ubicación de esa casa, ¿no serían esas casillas los restos de la “Tierra del Fuego” marplatense? La casa cambió de dueños hacia fines de los setenta o inicios de los ochentas y los nuevos ocupantes la remodelaron substancialmente. Viendo la imagen satelital en Google Maps desde arriba, noto que el fondo de esa casa fue también modificado y que aparentemente las casillas no están más allí. ¿Qué habrá pasado con ellas? ¿Eran esas casillas los últimos vestigios de nuestra “Tierra del Fuego”?
Ampliando la referencia del Sr. Pascualino….vemos sobre el fondo los chalet:
Chalet de Pedro Anchorena (1902), Av. Boulevard y Alsina, Arq. Adán Gandolfi Denominado “Tres Miradores”.
Villa Alvear de María de los Remedios Unzué de Alvear (1908), Boulevard y Alsina, Arq. Francés Louis Faure-
Dujarric.
Chalet Polledo (1907), Av. Av.Boulevard y Sarmiento, Arq. Pedro Guichot.
Atte.: Enrique Mario Palacio.
Sr. Eduardo Bronzini. Gracias esta foto que es todo un documento para el recuerdo de Mar del Plata. Atte. José Alberto Lago.