Varias décadas atrás, con otros niños hacíamos verdaderas “expediciones” pasando por debajo de la plataforma que se ve en la fotografía. Toda una aventura ya que a veces el oleaje golpeaba con fuerza y asustaba un poco. Hoy ya no hay esos espacios libres entre las columnas y además obligaron al mar a retirarse muchos metros. Quizá se ganó comercialmente pero el paisaje, a mi parecer, fue estropeado. Buena colección la disponible en delcampe.net, señor Julián, gracias por acercarla.
Pasar por debajo de la pedana del Torreón. Como dice el Sr. Lafra. esas expediciones que eran una gran aventura las hacíamos con los amigos del barrio, a quedado en mi mente el lugar veo el camino serpenteaste esquivando piedras para poder avanzar y en mis oídos el característico ruido del mar producido al golpear las piedras entre las columnas que sostenían la plataforma de tiro, recuerdo el cajón de madera que sobresalía del piso hacia abajo donde se atrincheraba la persona que arrojaba los platillos para el tiro al blanco emulando una paloma, calculo que el techo de la pedana era el que producía el rumor o efecto que atrapaba, un comentario una foto y mi mente me traslada a una epoca pasada. Atte. José Alberto Lago.
Sr. Lafra , muchas gracias por compartir esta anécdota ; y a propósito de ella , recuerdo una ocasión por allá a principios/mediados de los 80´ en la que mi Madre me llevó al Torreón a ver algo así como un “laberinto del terror” o cosa parecida que allí se ofrecía … mi recuerdo es muy vago , pero tengo muy presente ver desde algún punto algo elevado un féretro flotando en la parte baja y siendo azotado por el movimiento de las aguas … claro , todo como parte de la “puesta en escena” , y golpeándose contra esas columnas de concreto.
Sobre el tema de un “espectáculo” de terror que menciona el Profesor Julián D. Mendozzi,recuerdo que la entrada estaba a la derecha mirando hacia el mar,y en las inmediaciones del lugar algunas personas repartían folletos con horarios y precios;y caminando por la vereda junto a ellos aparecía un actor disfrazado del famoso personaje que tenía en la punta de sus dedos cuchillas,vestido con una remera a rayas horizontales de color naranja y negro y con sombrero oscuro.Representaba al personaje llamado Freddy Krueger.(En 1984 se estrenó mundialmente el film de terror “A nightmare on Elm Street” (“Pesadilla en la calle Elm”),del director Wes Craven,y el actor era Robert Englund).Tengo grabado el lugar parcialmente,en un video en VHS donde aparece este personaje que trataba de “asustar” a la gran cantidad de personas que pasábamos por allí,y mi caso particular quizo interpretar a “Freddy” haciendo pasar sus “dedos” cerca del cuello de mi señora,que estaba junto a mi lado,notándose los guantes que llevaba con las puntas de unas “cuchilas” de plástico en color metalizado,lo que provocaba aún mas hilaridad a todos los que estábamos en ese momento.Si encontraría el segmento que grabé sobre este hecho dentro de innumerables videos,podría encontrar mas datos,ya que en la puerta había un cartel donde estaba escrito en letras negras y serpenteantes el nombre con que se presentaba ese “sitio de terror”.
Sres. con placer leo los distintos comentarios. Conjeturo que debo ser yo, el de mayor edad. Conocí de la mano de mis padres el Torreón, cuando todavía se prácticaba el tiro al pichón-(yo recuerdo que así le decían, no sé si esto es correcto)-había muchos tiradores vestidos de camisa, saco deportivo y corbata. Se observaban algunos canastos, supongo que los utilizarían para encerrar las palomas. Que como bién dice el Sr. Lago eran soltadas desde un subsuelo. Las palomas una vez en el aire, los tiradores hacían puntería, con sus escopetas. Esa la parte no tan agradable de mis recuerdos en ese lugar. La otra cara si más agradable, por los años cincuenta, es precisamente las expediciones, como le llaman ustedes, por debajo del Torreón entre las columnas con los otros pibes del barrio. Toda una aventura, recuerdo que se había formado un caminito de tanto transitar por el lugar. Vivencias inolvidables de mi adolescencia, que gracias a ustedes hoy vuelvo a revivir. Bién dice el Sr. Lafra, aquello lucia muy bién en su momento, sobre todo en las noches serenas con el mar planchado. Pero… todo se modifico con la idea o pretexto de hacerlo mejor y ya no luce tan bién. Sí, es beneficioso desde lo comercial, pero desde lo panorámico no estoy de acuerdo. Me dirán que no comulgo con el progreso, nó… bajo ningún punto de vista. Bienvenido el progreso, pero si algo está bién, respetemos y preservemos como está, porque por querer hacerlo mejor lo terminamos estropeando.Y en eso mucho de culpa tenemos nosotros, por permitir que se haga la voluntad del mandamás de turno. No obstante todavía a mis años me animo si se pudiera. mandarme una expedición por ese lugar……….Gracias Sr. Julían por el recuerdo.
Sr. Taboada , creo que todos los visitantes del blog somos los agradecidos cada vez que tenemos la oportunidad de deleitarnos y viajar en el tiempo al encontrarnos con anécdotas y recuerdos como el que en ésta ocasión comparte usted amablemente ; de manera que vaya el agradecimiento a su persona .
Y sí , aquella “práctica” también era conocida como “Tiro al pichón” .
Varias décadas atrás, con otros niños hacíamos verdaderas “expediciones” pasando por debajo de la plataforma que se ve en la fotografía. Toda una aventura ya que a veces el oleaje golpeaba con fuerza y asustaba un poco. Hoy ya no hay esos espacios libres entre las columnas y además obligaron al mar a retirarse muchos metros. Quizá se ganó comercialmente pero el paisaje, a mi parecer, fue estropeado. Buena colección la disponible en delcampe.net, señor Julián, gracias por acercarla.
Pasar por debajo de la pedana del Torreón. Como dice el Sr. Lafra. esas expediciones que eran una gran aventura las hacíamos con los amigos del barrio, a quedado en mi mente el lugar veo el camino serpenteaste esquivando piedras para poder avanzar y en mis oídos el característico ruido del mar producido al golpear las piedras entre las columnas que sostenían la plataforma de tiro, recuerdo el cajón de madera que sobresalía del piso hacia abajo donde se atrincheraba la persona que arrojaba los platillos para el tiro al blanco emulando una paloma, calculo que el techo de la pedana era el que producía el rumor o efecto que atrapaba, un comentario una foto y mi mente me traslada a una epoca pasada. Atte. José Alberto Lago.
Sr. Lafra , muchas gracias por compartir esta anécdota ; y a propósito de ella , recuerdo una ocasión por allá a principios/mediados de los 80´ en la que mi Madre me llevó al Torreón a ver algo así como un “laberinto del terror” o cosa parecida que allí se ofrecía … mi recuerdo es muy vago , pero tengo muy presente ver desde algún punto algo elevado un féretro flotando en la parte baja y siendo azotado por el movimiento de las aguas … claro , todo como parte de la “puesta en escena” , y golpeándose contra esas columnas de concreto.
Mis saludos de siempre hacia Ud.
Atte. Julián Mendozzi.
Sr. Lago , ya hubiera deseado anotarme en alguna de aquellas expediciones …
Muchas gracias por compartir sus recuerdos .
Lo saludo cordialmente .
Julián Mendozzi.
Sobre el tema de un “espectáculo” de terror que menciona el Profesor Julián D. Mendozzi,recuerdo que la entrada estaba a la derecha mirando hacia el mar,y en las inmediaciones del lugar algunas personas repartían folletos con horarios y precios;y caminando por la vereda junto a ellos aparecía un actor disfrazado del famoso personaje que tenía en la punta de sus dedos cuchillas,vestido con una remera a rayas horizontales de color naranja y negro y con sombrero oscuro.Representaba al personaje llamado Freddy Krueger.(En 1984 se estrenó mundialmente el film de terror “A nightmare on Elm Street” (“Pesadilla en la calle Elm”),del director Wes Craven,y el actor era Robert Englund).Tengo grabado el lugar parcialmente,en un video en VHS donde aparece este personaje que trataba de “asustar” a la gran cantidad de personas que pasábamos por allí,y mi caso particular quizo interpretar a “Freddy” haciendo pasar sus “dedos” cerca del cuello de mi señora,que estaba junto a mi lado,notándose los guantes que llevaba con las puntas de unas “cuchilas” de plástico en color metalizado,lo que provocaba aún mas hilaridad a todos los que estábamos en ese momento.Si encontraría el segmento que grabé sobre este hecho dentro de innumerables videos,podría encontrar mas datos,ya que en la puerta había un cartel donde estaba escrito en letras negras y serpenteantes el nombre con que se presentaba ese “sitio de terror”.
¡Excelente Lic. Somma! Muchas gracias por estar siempre atento ; no guardo un claro recuerdo en mi memoria de aquella experiencia .
Atte. Julián Mendozzi.
Sres. con placer leo los distintos comentarios. Conjeturo que debo ser yo, el de mayor edad. Conocí de la mano de mis padres el Torreón, cuando todavía se prácticaba el tiro al pichón-(yo recuerdo que así le decían, no sé si esto es correcto)-había muchos tiradores vestidos de camisa, saco deportivo y corbata. Se observaban algunos canastos, supongo que los utilizarían para encerrar las palomas. Que como bién dice el Sr. Lago eran soltadas desde un subsuelo. Las palomas una vez en el aire, los tiradores hacían puntería, con sus escopetas. Esa la parte no tan agradable de mis recuerdos en ese lugar. La otra cara si más agradable, por los años cincuenta, es precisamente las expediciones, como le llaman ustedes, por debajo del Torreón entre las columnas con los otros pibes del barrio. Toda una aventura, recuerdo que se había formado un caminito de tanto transitar por el lugar. Vivencias inolvidables de mi adolescencia, que gracias a ustedes hoy vuelvo a revivir. Bién dice el Sr. Lafra, aquello lucia muy bién en su momento, sobre todo en las noches serenas con el mar planchado. Pero… todo se modifico con la idea o pretexto de hacerlo mejor y ya no luce tan bién. Sí, es beneficioso desde lo comercial, pero desde lo panorámico no estoy de acuerdo. Me dirán que no comulgo con el progreso, nó… bajo ningún punto de vista. Bienvenido el progreso, pero si algo está bién, respetemos y preservemos como está, porque por querer hacerlo mejor lo terminamos estropeando.Y en eso mucho de culpa tenemos nosotros, por permitir que se haga la voluntad del mandamás de turno. No obstante todavía a mis años me animo si se pudiera. mandarme una expedición por ese lugar……….Gracias Sr. Julían por el recuerdo.
Sr. Taboada , creo que todos los visitantes del blog somos los agradecidos cada vez que tenemos la oportunidad de deleitarnos y viajar en el tiempo al encontrarnos con anécdotas y recuerdos como el que en ésta ocasión comparte usted amablemente ; de manera que vaya el agradecimiento a su persona .
Y sí , aquella “práctica” también era conocida como “Tiro al pichón” .
Estupenda su reflexión final .
Mis atentos saludos .
Julián Mendozzi.