Club Mar del Plata:
“…Personajes como Florencio Parravicini,un actor cómico de verdadero talento;Olinda Bozán,una cantante y actriz muy discutida;Josué Quesada,periodista enamorado de Mar del Plata,Baldomero Fernández Moreno;Arturo Capdevilla;Pedro Miguel Obligado;Horacio Rega Molina;Margarita Abella Caprille;Alfonsina Storni;todos poetas y poetisas que desfilaron anualmente por sus salones….”
(Arq. Roberto O. Cova)
“…Otro humorista,Florencio Parravicini,acostumbra a pasear por la Rambla.Precisamente el senador Fontana reclama que la Rambla Brìstol pase a ser propiedad de la Municipalidad y de ahì sus desvelos en la Càmara de la cual forma parte.¿Como le fue? Cuarenta años despuès,rambla y playas seguìan siendo de la provincia…”
(Diario La Capital/10/2/1974/Pàg.8/3ra. Secciòn).
Montevideo:
Un trago amargo para el alegre actor Florencio Parravicini.El automóvil de que es propietario atropelló hace pocos días á dos niñitas,causando la muerte de una ellas hiriendo a la otra.La niña fallecida,de 12 años, se llama Angela Stupinan y la herida es su hermanit a Aída,de ocho.
El señor Parravicini no ocupaba el automóvil en el momento de producirse el accidente.Iban solo su secretario Contestabile y el chauffeur.El primero sufrió contusiones varias.
(Caras y Caretas 29-1-1910).
La novela de un desaparecido:
La vida novelesca de Florencio Parravicini tiene un nuevo capítulo. Desde hace una semana el popular actor sirve de tema á las conversaciones de loa camarines y de los cafés.Se dice que,hostigado por sus implacables acreedores y por una nube de usureros que han sabido explotar su inexperiencia comercial,vióse obligado a huir quien sabe adonde.¿Qué habrá de verdad en esto? Unos afirman que Parravicini se ha ido a Europa.Otros creen que está oculto,esperando que pase la tormenta,en la estancia de un joven millonario amigo suyo.Alguien piensa en un suicidio y hasta se mezcla a la fuga la silueta de una dama extranjera y diplomática y hermosa.En fin,sea lo que fuere,es el caso que la desaparición del gracioso artista,ha conmovido á muchos.El empresario señor Serrador se ha presentado ante la justicia acusando a Parravicini como depositario infiel.Los artistas que con él trabajaron en el teatro Argentino buscan con desesperación una manera de que “Parra” regrese lo más pronto posible.Sin su director,vislumbran en el próximo invierno un porvenir bastante nebuloso,por cuanto es sabido que Parravicini era el alma de su compañía.Cuando él está en escena,no sólo se ríe el público,sino que también los actores,las actrices,los porteros y hasta el apuntador se olvidan de trabajar para reírse.Además,el carácter desinteresado,bohemio y lírico de Parravicini,le ha conquistado valiosas simpatías en nuestros círculos periodísticos é intelectuales.Su fuga se discute en mil y una formas diferentes. Desde la fantástica y risueña hipótesis de su casamiento secreto con una dama de fortuna hasta la de su triste desaparición ó fuga,perseguido por esos mismos “ingleses” y “rusos” que él sabe interpretar tan hábilmente.Nosotros,no pensamos nada.No opinamos nada.¿Para qué? Hemos descubierto que la mejor manera de no.equivocarse nunca,es la que pone en práctica el presidente.Pero, como una coincidencia,recordamos “El patio de don Simón”,sainete dado por Parravicini.Sólo que aquí el “ruso” que quiere cobrar es el empresario,y Parravicini el “náúfrago del Sirio”.
(Caras y Caretas 18-3-1911)
Bohemia Criolla:
¿Otro más?..pero…Sí.Uno más,y aún quedan muchos,muchísimos.¡Os parece muy raro! Pues es muy natural.Buenos Aires está repleto de estos bohemios de existencia lírica y de prosapia noble que viven locamente.Forman legión.Son seres de alma
triste,vagabunda,nerviosa,atormentada.Almas llenas de la inquieta,de la dulce,de la infantil demencia de los pájaros.Son almas que navegan,sin saber hacia que oriente.Por mares de silencio de sombra,de tempestad, de enigma.Son enfermos de ideal.Los sueños impregnan la sangre de celeste ponzoña,su mal no tiene cura.Lo llevan en la médula,es eterno.Por eso no equivocó Cané.Nuestra bohemia criolla no “murió en el suicidio de Matías Behety”.Tampoco pudo morir con Goycoechea Menéndez.Y mucho menos ha de morir con Carlos de Soussens.Los conventillos ocultan todavía,bajo su roña hostil,a muchos adoradores de la luna.Los Cafés literarios tienen otra cabezas pensativas que si ya no se engríen,—cual las testas de antaño,—bajo el encanto de las melenas formidables,siendo las mismas cubezas melenudas.¡Melenudas por dentro!.Podrá la bohemia modificar sus vicios.Podrá mudar el traje a sus virtudes.Podrá dar mas belleza a sus pecados.Pero concluir,no.La bohemia nunca,jamás podrá extinguirse.La bohemia es el refinamienlo de los desgraciados.Y así como el acero se pule con las asperezas de la piedra,el cerebro solo afina con las crueldades del dolor.Por consiguiente,mientras sobre la tierra el dolor se eternice no será posible hacer la biografía del “último bohemio”.Y no creáis que hablo del bohemio vulgar.No penséis que me refiero a esos rudos atorrantes sin inteligencia que se pasea con una bolsa llena de basura y la frente vacía de pensares.Hablo de esos que según el decir de la hija de Dalmiro Costa,pertenecen “al orden de los exquisitos”.Hablo de esos misioneros que predican con sus propios ejemplos y que ambulan por la tierra sin códigos,sin leyes,llevando en cada bolsillo una quimera,y en los ojos un resplandor de fuego de volcán.Florencio Parravicini es uno estos,es tal vez el personaje mas extraño,mas peligroso,mas terrible de toda la bohemia bonaerense.Yo creo que que está loco.Pero no penséis que su locura tenga nombre científico.Su locura está por descubrirse.
Parravicini no es nn literato.Sin embargo,tiene talento.Es noble,desciende de la vetusta casa austríaca de los Casanova de Parravicini.La risa de este melancólico bohemio,sugestiona.Y es admirable ver la candidez con que él habla de su espantosa risa.Cuando desde el proscenio derrama sobre el público una de sus muecas macabras, la gente ríe con estruendo para no asustarse de sí misma.Hace ya tiempo,Parravicini díjome: —Yo se que mi risa no es agradable;y por eso me gusta Estoy enamorado de mi risa.La gente sufre sed de fuertes emociones.Por eso acudo a verme con el mismo interés con que escucho en Palermo los rugidos del tigre.De noche,cuando después de la función me echo A llorar.Mi cara debe causar mucha risa.Cuando lo oí decir esto, pensé en todos los que sufrimos idéntico castigo.Y con pena vi su gesto diabólico.Lo lleva marcado en la comisura de los labios como una cicatriz que nunca ha de borrarse.Parravicini cursó estudios teológicos.Sentía irremediable vocación sacerdotal.Después sufrió un cambio enorme.Modificó sus creencias.Hijo del coronel Reinaldo Parravicini,pudo saborear desde joven los besos del placer.Fue feliz. gozó.Heredó de su abuelo,don Jacobo Parravicini una bella suma de esterlinas.Su caudal pasaba de un millón.En un año todo ese oro se derritió en la hoguera de su fogosa juventud.En ese tiempo vivió una vida de sultán.Fué rey de países de ensueño.En Monte Cario dejó su última esterlina.No se suicidó.Regresó a París.Allí se hizo cantor de estilos criollos.Vino a Buenos Aires.En el Puerto Deseado empleóse con el subprefecto.Cuando se aburrió,se hizo pirata,a las órdenes del célebre Maine,capitán de la barca “Fazil Ferrara”.Lo tomaron preso. Probó su inocencia.Trabajó como cicerone,como chauffeur,y como artista cómico en los cafés cantantes.Fué tirador.En el Casino de Montevideo, por imitar a Guillermo Tell,hirió de un balazo a su ayudante.Después ha seguido rodando.Siempre febril.Sin rumbo,riéndose de la vida,de la muerte y de los hombres.Ahora,trabaja en el teatro Apolo,y con Alberto Zabalúa compone romanzas para ninfas bonitas.Ayer,cuando lo vi,me dijo: “¿Sabés lo que me pasa?,me estoy haciendo hombre tranquilo.Comprendo que debo vestir el hábito de fraile.¡No crees que al fin debo ser razonable! No pude contestarle.Pensé en el manicomio.Y lo miré como se mira a un muerto.
(Juan José Soiza Reilly/24-11-1906/Caras y Caretas).
Club Mar del Plata:
“…Personajes como Florencio Parravicini,un actor cómico de verdadero talento;Olinda Bozán,una cantante y actriz muy discutida;Josué Quesada,periodista enamorado de Mar del Plata,Baldomero Fernández Moreno;Arturo Capdevilla;Pedro Miguel Obligado;Horacio Rega Molina;Margarita Abella Caprille;Alfonsina Storni;todos poetas y poetisas que desfilaron anualmente por sus salones….”
(Arq. Roberto O. Cova)
“…Otro humorista,Florencio Parravicini,acostumbra a pasear por la Rambla.Precisamente el senador Fontana reclama que la Rambla Brìstol pase a ser propiedad de la Municipalidad y de ahì sus desvelos en la Càmara de la cual forma parte.¿Como le fue? Cuarenta años despuès,rambla y playas seguìan siendo de la provincia…”
(Diario La Capital/10/2/1974/Pàg.8/3ra. Secciòn).
Montevideo:
Un trago amargo para el alegre actor Florencio Parravicini.El automóvil de que es propietario atropelló hace pocos días á dos niñitas,causando la muerte de una ellas hiriendo a la otra.La niña fallecida,de 12 años, se llama Angela Stupinan y la herida es su hermanit a Aída,de ocho.
El señor Parravicini no ocupaba el automóvil en el momento de producirse el accidente.Iban solo su secretario Contestabile y el chauffeur.El primero sufrió contusiones varias.
(Caras y Caretas 29-1-1910).
La novela de un desaparecido:
La vida novelesca de Florencio Parravicini tiene un nuevo capítulo. Desde hace una semana el popular actor sirve de tema á las conversaciones de loa camarines y de los cafés.Se dice que,hostigado por sus implacables acreedores y por una nube de usureros que han sabido explotar su inexperiencia comercial,vióse obligado a huir quien sabe adonde.¿Qué habrá de verdad en esto? Unos afirman que Parravicini se ha ido a Europa.Otros creen que está oculto,esperando que pase la tormenta,en la estancia de un joven millonario amigo suyo.Alguien piensa en un suicidio y hasta se mezcla a la fuga la silueta de una dama extranjera y diplomática y hermosa.En fin,sea lo que fuere,es el caso que la desaparición del gracioso artista,ha conmovido á muchos.El empresario señor Serrador se ha presentado ante la justicia acusando a Parravicini como depositario infiel.Los artistas que con él trabajaron en el teatro Argentino buscan con desesperación una manera de que “Parra” regrese lo más pronto posible.Sin su director,vislumbran en el próximo invierno un porvenir bastante nebuloso,por cuanto es sabido que Parravicini era el alma de su compañía.Cuando él está en escena,no sólo se ríe el público,sino que también los actores,las actrices,los porteros y hasta el apuntador se olvidan de trabajar para reírse.Además,el carácter desinteresado,bohemio y lírico de Parravicini,le ha conquistado valiosas simpatías en nuestros círculos periodísticos é intelectuales.Su fuga se discute en mil y una formas diferentes. Desde la fantástica y risueña hipótesis de su casamiento secreto con una dama de fortuna hasta la de su triste desaparición ó fuga,perseguido por esos mismos “ingleses” y “rusos” que él sabe interpretar tan hábilmente.Nosotros,no pensamos nada.No opinamos nada.¿Para qué? Hemos descubierto que la mejor manera de no.equivocarse nunca,es la que pone en práctica el presidente.Pero, como una coincidencia,recordamos “El patio de don Simón”,sainete dado por Parravicini.Sólo que aquí el “ruso” que quiere cobrar es el empresario,y Parravicini el “náúfrago del Sirio”.
(Caras y Caretas 18-3-1911)
PROCER DEL TEATRO ARGENTINO , PRECURSOR DEL CINE CRIOLLO , INOLVIDABLE …
Bohemia Criolla:
¿Otro más?..pero…Sí.Uno más,y aún quedan muchos,muchísimos.¡Os parece muy raro! Pues es muy natural.Buenos Aires está repleto de estos bohemios de existencia lírica y de prosapia noble que viven locamente.Forman legión.Son seres de alma
triste,vagabunda,nerviosa,atormentada.Almas llenas de la inquieta,de la dulce,de la infantil demencia de los pájaros.Son almas que navegan,sin saber hacia que oriente.Por mares de silencio de sombra,de tempestad, de enigma.Son enfermos de ideal.Los sueños impregnan la sangre de celeste ponzoña,su mal no tiene cura.Lo llevan en la médula,es eterno.Por eso no equivocó Cané.Nuestra bohemia criolla no “murió en el suicidio de Matías Behety”.Tampoco pudo morir con Goycoechea Menéndez.Y mucho menos ha de morir con Carlos de Soussens.Los conventillos ocultan todavía,bajo su roña hostil,a muchos adoradores de la luna.Los Cafés literarios tienen otra cabezas pensativas que si ya no se engríen,—cual las testas de antaño,—bajo el encanto de las melenas formidables,siendo las mismas cubezas melenudas.¡Melenudas por dentro!.Podrá la bohemia modificar sus vicios.Podrá mudar el traje a sus virtudes.Podrá dar mas belleza a sus pecados.Pero concluir,no.La bohemia nunca,jamás podrá extinguirse.La bohemia es el refinamienlo de los desgraciados.Y así como el acero se pule con las asperezas de la piedra,el cerebro solo afina con las crueldades del dolor.Por consiguiente,mientras sobre la tierra el dolor se eternice no será posible hacer la biografía del “último bohemio”.Y no creáis que hablo del bohemio vulgar.No penséis que me refiero a esos rudos atorrantes sin inteligencia que se pasea con una bolsa llena de basura y la frente vacía de pensares.Hablo de esos que según el decir de la hija de Dalmiro Costa,pertenecen “al orden de los exquisitos”.Hablo de esos misioneros que predican con sus propios ejemplos y que ambulan por la tierra sin códigos,sin leyes,llevando en cada bolsillo una quimera,y en los ojos un resplandor de fuego de volcán.Florencio Parravicini es uno estos,es tal vez el personaje mas extraño,mas peligroso,mas terrible de toda la bohemia bonaerense.Yo creo que que está loco.Pero no penséis que su locura tenga nombre científico.Su locura está por descubrirse.
Parravicini no es nn literato.Sin embargo,tiene talento.Es noble,desciende de la vetusta casa austríaca de los Casanova de Parravicini.La risa de este melancólico bohemio,sugestiona.Y es admirable ver la candidez con que él habla de su espantosa risa.Cuando desde el proscenio derrama sobre el público una de sus muecas macabras, la gente ríe con estruendo para no asustarse de sí misma.Hace ya tiempo,Parravicini díjome: —Yo se que mi risa no es agradable;y por eso me gusta Estoy enamorado de mi risa.La gente sufre sed de fuertes emociones.Por eso acudo a verme con el mismo interés con que escucho en Palermo los rugidos del tigre.De noche,cuando después de la función me echo A llorar.Mi cara debe causar mucha risa.Cuando lo oí decir esto, pensé en todos los que sufrimos idéntico castigo.Y con pena vi su gesto diabólico.Lo lleva marcado en la comisura de los labios como una cicatriz que nunca ha de borrarse.Parravicini cursó estudios teológicos.Sentía irremediable vocación sacerdotal.Después sufrió un cambio enorme.Modificó sus creencias.Hijo del coronel Reinaldo Parravicini,pudo saborear desde joven los besos del placer.Fue feliz. gozó.Heredó de su abuelo,don Jacobo Parravicini una bella suma de esterlinas.Su caudal pasaba de un millón.En un año todo ese oro se derritió en la hoguera de su fogosa juventud.En ese tiempo vivió una vida de sultán.Fué rey de países de ensueño.En Monte Cario dejó su última esterlina.No se suicidó.Regresó a París.Allí se hizo cantor de estilos criollos.Vino a Buenos Aires.En el Puerto Deseado empleóse con el subprefecto.Cuando se aburrió,se hizo pirata,a las órdenes del célebre Maine,capitán de la barca “Fazil Ferrara”.Lo tomaron preso. Probó su inocencia.Trabajó como cicerone,como chauffeur,y como artista cómico en los cafés cantantes.Fué tirador.En el Casino de Montevideo, por imitar a Guillermo Tell,hirió de un balazo a su ayudante.Después ha seguido rodando.Siempre febril.Sin rumbo,riéndose de la vida,de la muerte y de los hombres.Ahora,trabaja en el teatro Apolo,y con Alberto Zabalúa compone romanzas para ninfas bonitas.Ayer,cuando lo vi,me dijo: “¿Sabés lo que me pasa?,me estoy haciendo hombre tranquilo.Comprendo que debo vestir el hábito de fraile.¡No crees que al fin debo ser razonable! No pude contestarle.Pensé en el manicomio.Y lo miré como se mira a un muerto.
(Juan José Soiza Reilly/24-11-1906/Caras y Caretas).