Historia del Ocean Club:
Creado en 1912 en la antigua Rambla de la ciudad de Mar del Plata,el Ocean Club desde sus comienzos fue sinónimo de elegancia,prestigio y encuentro social de la alta sociedad de Buenos Aires durante el verano.
Llegaban a la vieja rambla de madera,en carruajes o en los primeros autos de la época.A las cinco de la tarde,la rutina del té era impostergable.Era el momento de las discusiones políticas y el repaso de los acontecimientos sociales.
Estableciéndose definitivamente en el complejo Playa Grande,fundado en la década del cuarenta,la famosa casa de la sede social fue construìda en el año 1912.De corriente estilista-pintorequista inglés,la construcción presenta dos imponentes plantas con amenas galerías, pórticos y una particular terraza en el piso superior,que permite disfrutar uno de los jardines más espectaculares de la ciudad.Su entrada,por la calle Rawson casi esquina Pellegrini del barrio Los Troncos,presenta un pórtico de madera que continúa con un imponente camino de piedra comunicando el acceso con la gran casa. Dos palmeras, oriundas de África,reciben a los socios en su arribo al lugar.
La fachada es de símil piedra,con detalles en ladrillo visto en el basamento,las cadenas y dinteles. Se generan varios mojinetes trabajados con falsos entramados de madera.Sus techos son de tejas de zinc,colocadas en forma diagonal.Al ingresar todo parece revivir la Belle Epoque.Decorada con muebles de época que le hace tener ese encanto especial, a residencia hoy cumple la función de sede social en donde se juegan diariamente los tradicionales torneos de bridge y de canasta, los famosos torneos de bochas y los emocionantes partidos de paddle,entre otras actividades.El Ocean,fuel el primer club que tuvo canchas de paddle.En la actualidad cuenta con 5 y un cancha rápida de tenis que fue re inaugurada en 1976,en la que entrenaban Guillermo Vilas y Bjorn Borg antes de jugar sus famosos partidos de exhibición en la década del 90.Tradicionalmente todos los veranos,desde el inicio de las canchas se juega la “Copa Zavalía” así como también,semanales certámenes auspiciados por empresas relacionadas con el deporte.En lo que anteriormente era la casa de los caseros,funciona hoy la actividad de los adolescentes,donde se organizan torneos de truco, bingo y toda la actividad social.También, los más jóvenes,disponen de dos de los antiguos cuartos de la residencia donde tienen un playroom y una sala de tv.Luego de varios años,el club compró un terreno anexo en la esquina de las calles Garay y Pellegrini,donde actualmente reside la sede social de los más pequeños.La casa principal fue construida en etapas.Sus materiales,fueron traídos prácticamente todos de Europa.
En el año 2006,y gracias a la generosidad de la Sra. Nelly Arrieta de Blaquier,el Ocean Club ha realizado numerosos arreglos de mantenimiento y embellecimiento constructivamente fundamentales.Se han mejorado toda la red de cañerías de la casa principal y el balneario,se han reparado los techos y las zinguerías de la estructura original de la casa,entre otras cosas.Declarada Patrimonio Cultural por sus valores históricos y arquitectónicos bajo ordenanza municipal en el año 1995,sus techos de pizarras plateadas,el estilo denota su fisonomía inglesa y una impronta señorial.Unas de las peculiaridades más tradicionales del Club son sus famosos “Jueves de puchero” aclamados semanalmente por todos los socios y en la era de los 90 las famosas veladas animadas por Donald,hoy retomadas por la familia Bouquet,quienes animan con piano y entretenidas canciones algunas noches de verano.
Verdadero ícono histórico de la ciudad,el Ocean Club es hoy en día una institución en la cual todas las edades conviven en perfecta armonía. Con espacios y actividades especiales para cada edad,los socios encuentran en él un lugar social,cultural y recreativo con el nivel y la prestancia con el que ha sido instaurado en su época.
(Fuente: Ocean Club Argentina)
En la revista Mar del Plata Social,del 19 de Diciembre de 1920,en la seccion “Rambleando” leemos:
-El Ocean Club,ha cambiado su nombre por el de Opium Club.
Esta elegante Cantina,abrirá muy en breve sus persianas metálicas.Esta temporada,la Comisión ha resuelto contratar a Peracca,para que cante El Pañuelito Blanco.La orquesta como los años anteriores,la formarán cinco o seis señores,que con grave aire aburrido,miran chupar y mamarse,desde la filarmónica altura en que se hallan.Estos cinco hombres de apariencia inofensiva,sudan y se derriten haciéndose pedazos,para sacar el mayor ruido posible de sus instrumentos.Al del piano le vienen rachas de locura furiosa,y cuando se echa sobre el teclado,parece que quisiera apretar las teclas hasta con la nariz.
El Colmo de la Audacia: pasearse por la Rambla,con saco a rayas de jugar al Golf,y ser un triste gato que ni juega a los dados-.
RECUERDOS DESDE “EL OCEAN”.
————————————————————————
Un buen gusto que no se termina.
“Pasaron 100 años y el buen gusto no se termina. Al menos para el Ocean, que perdura en el tiempo, espléndido, como la Mar del Plata que supo ser y que resiste en algunos barrios, casas y otros lugares que muy pocos balnearios del mundo tienen.
Más allá de la sede social, que fuera la casa de los Leloir y que con el empuje de Nelly Arrieta de Blaquier se convirtió en club, el sol, el mar y la arena brillan en Playa Grande. Sí, allí, cerca de la escollera, entre el Yacht y el Golf.
¿Cómo olvidar aquellas carpas que nos acompañaron desde chicos? Anaranjadas, con lunares negros y techos abovedados. El puesto de pebetes de Costa y el jugo de tomate en la arena. Eran épocas en que el silencio sólo dejaba paso a la música de las rompientes. Entonces, cuando los chicos se volvían jóvenes escapaban al balneario de al lado. En el Golf se encontraban ellos y las mucho más lindas que ellos. Inclusive, en aquellos carnavales “de guerras de agua” y policía seguían hasta el balneario Mar del Plata o a las piletas del Pueyrredón.
Mientras en la sede Susana Pérez Irigoyen organizaba torneos de bridge y canasta, los jóvenes volvían a los lunares para ver si ligaban algo. Con suerte un pebete, con algo más: unos cornalitos en el Pajarito o, si los grandes “dejaban saltar la banca”, una comida con clericot en el restaurante.
Y allí están y estaban las mesas de los Pini, los Menéndez Behety, los MIGUENS , los Blaquier o los Ledesma.
El coloradito sigue siendo el trago (50 y 50 Dry Martini y Campari, con cascarita de limón), sólo superado por el Ricardito, más grande y bautizado en homenaje a un hombre que no se lo deja de extrañar: RICARDO MIGUENS.
Mientras Jorge sirve los tragos, el mozo Coria anda por las mesas de manteles blancos y sillas de mimbre. ¿Y qué sirve? Huevos Jeannette (calientes con crema, jamón y pollo); la milanesa Menéndez Behety (de jamón y queso, pero sin carne); o el Zuberbühler (un sándwich con pavita, y el tradicional salpicón (con todo más palmitos).
Pocos recuerdan las fiestas de smoking y largo, pero mucho menos el enfrentamiento armado entre Martín Cossio Salas Oroño y Wenceslao Paunero por los encantos de una mujer: Paunero muerto y Cossio en un internado, para no “caer en un penal”, contaba Ovidio Lagos.
También, el partido de tenis entre Vilas y Borg en la cancha rápida del club. Pero esas son sólo unas pocas historias entre tantas de elegancia, sacos blancos, sombreros, corbatas y, cómo no, bikinis y amores.
Son muchas horas de club y bar para los recuerdos del Ocean. Por eso: “¡Jorge, otro Ricardito por favor”!”.
POR : Wullich , Mariano.
EN : Diario “La Nación” del día 24-01-2013
¿A qué viene usted a Mar del Plata?
No todo el mundo que viene a Mar del Plata trae un mismo propósito,bien que todos se formen el único,de pasar el verano lo más agradablemente posible.Dentro de esta generalidad caben perfectamente innumerables clasificaciones,de acuerdo con el carácter y el temperamento de cada una de las personas.El que mas y el que menos,encuentra siempre antes de salir de Buenos Aires un fácil pretexto para justificar su viaje al balneario.Los políticos que están aquí en mayoría con los miembros del foro,afirman con admirable seriedad que sus complicadas tareas de la capial exigen un descanso.Ni unos ni otros realizan su deseo,porque en el transcurso del día,han hablado doce horas sin cesar.Con rara homogeneidad se ocupan todos de hablar mal del pròjimo hasta el punto de que una mesa del “OCEAN CLUB”,ocupada siempre por ellos,ha sido bautizada con el nombre de: “La Curtiembre”.Allí se saca el cuero a todo el que acierte a pasar por frente a ella.El tema de los polìticos y de los mismos forenses es por ahora la fórmula presidencial.Se barajan nombres con una facilidad extraordinaria y pasan así sobre el tapete de “La Curtiembre”,los doctoros Gómez,de la Torre,Bermejo,Güemes (éste último sostenido con calor por Manuel Ignacio Moreno).Se nombra a Irigoyen sólo para decir no serà presidente.Los políticos socialistas gozan,a la par de los mejores burgueses,los encantos de estas brisas;y asi Palacios y de Tomaso se tienden en la arena contemplar el mar,mientras sus cerebros cambian de fatiga,elaborando discursos para el próximo período.La nota gráfica adjunta sintetiza la ocupaciòn de los veraneantes en Mar del Plata que es ,variada.El programa queda planteado el primer dìa y hasta el fin de la temporada,que cumple con rigurosa contracciòn.-Detective-
(Caras y Caretas/6-2-1915/Nº 853)
Crònica de Mar del Plata-
La Hora del Copetìn-
El ambiente modifica las costumbres.En Buenos Aires las niñas no suelen tomar aperitivo.
—¿Alcohol? ¡El alcohol es malsano!
Pero en Mar del plata los aperitivos cambian,sin duda de naturaleza.
Ademàs el precio de un vermouth se duplica en la Rambla,hacienèndolo mas “chic”.¿Y quien se resiste al placer encantador de vivir la moda?
Hasta los mismos abstemios que en Buenos Aires no toman aperitivos,los toman al mediodìa en Mar del Plata.Por otra parte aquì no se ven enfermos a quienes el vermouth pueda hacer daño.Este clima es mortìfero para los atacados de enfermedades graves,hay un refràn que dice:
El Aire del Mar del Plata
al que no cura lo mata.
El aire marìtimo,afirman los mèdicos,es el tònico mas eficaz de la naturaleza.Y asì debe ser.El apetito despuès del baño y bajo la influencia del aire cargado de yodo,toma caracteres agudos de antropofagia.
Para calmarlo es menester acudir a los aperitivos,pues en algunos hoteles suntuosos,comer con hambre constituye un evidente falta de cultura.
-Mamà,tengo un apetito tremendo!,quisiera un poco mas de arroz.
-No hijita,que va a decir la gente!
-Mañana antes de almorzar,tendràs que tomar algùn aperitivo.De ese modo no seràs tan glotona.
Es bonito el aspecto que ofrece la Rambla desde las 11 y media de la mañana,hasta las 12 y media,no hay una sola mesa disponible.
En las còmodas butacas pajizas del OCEAN CLUB,ademàs de las familias de los socios,se congregan ane las mesitas de caña tacuara,los polìticos en auge y los polìticos en receso.Los dados completan la amenidad de la hora del copetìn,matizàndose el recreo con las novedades extraordinarias que todos los dìas llegan de Buenos Aires,y que no obstante ser novedades extraordinarias,casi nunca,pueden considerarse novedades…
Cada mesa,segùn quienes la rodean,selen tener un nombre.
Hay por ejemplo la “mesa de los ancianos”,donde a menudo suelen reunirse hombres jòvenes como el Dr. Ayerza el Gral. Vallèe,etc.
Hay tambièn la “mesa de los filòsofos”,con Benito Villanueva;Gren;Pancho Beazley…y Vicente Gallo.
El que nunca se sienta en la Rambla,es de Dr. Estanislao Zeballos.Por nada del mundo se le hace tomar un copetìn,todos los dìas,poco antes del mediodìa,se le vè pasar inquieto,nervioso,lleno de juventud.Camina a saltitos,irreprochablemente vestido,luce el ùnico sombrero panamà que existe en el paìs,a su lado va un canillita con una canasta llena de pescado.
-¿De donde viene doctor?
-¡Del Muelle de Lavorante.Amigo miò! ¿Viera Ud. que pescado fresquito! Todas las mañanas voy yo mismo a elegirlo.
¡Admirables los pejerreyes,admirables!
Vèalos,algunos estàn vivos todavìa.
Y el ilustre estadista pasa,lleno de ilusiones,con su lìrica juventud a cuestas,ante el respetuoso saludo de de todos.En tanto los pejerreyes que van en la canasta,se mueven,agitan las aletas.Tienen esperanzas todavìa.
-Juan Josè de Soiza Reilly. (Caras y Caretas/26-2-1921/Nº 1169).
….Muchos asuntos de la política o el gobierno del país se debatían en los balnearios,los clubes o las confiterías de la Rambla.
Sobre esta planta de balnearios se desarrollaba la planta principal del edificio,con su paseo descubierto,su galería cubierta y sus 45 locales; entre ellos sobresalían cuatro,por su tamaño,disposición y carácter especial.Eran,del Norte al Sur: la confitería La Brasileña,el Ocean Club, la confitería del Yacht Club y la Galería Witcomb….(Arq. Roberto O. Cova).
-Wenceslao Paunero,asesinado en el Ocean Club de Mar del Plata.1937.
Luego de que el propio Bartolomé Mitre le concediera el título de general en el campo de batalla de Pavón,Wenceslao Paunero fue enviado a Córdoba para afirmar el poder del nuevo gobierno.Allí fue donde chocó con el Chacho Peñaloza,un caudillo que resistía al avance unitario desde hacía algunos meses.Guerrearon en la batalla de Las Playas,el 28 de Junio de 1863,donde Paunero venció al Chacho y apresuró su final. Pero la historia es generosa: 74 años más tarde,el nieto del general Paunero no se vanagloriaba ya de la batalla de Las Playas sino de su membresía en el OCEAN CLUB de Playa Grande,un reducto de la aristocracia que veraneaba en Mar del Plata.
El nieto se llamaba como su abuelo,Wenceslao,pero su vida transcurría hacia 1937 con más deleites,entre la abogacía y el rugby,entre Europa y el campo,entre sus dos hijos y su mujer,Mercedes Peña Unzué de Paunero.
Nunca ha quedado del todo claro por qué fue: si por aburrimiento,por tristeza o por buscar una aventura.Si fue porque el joven Martín Cossio Salas Oroño la incitó o porque la propia Mercedes lo buscó a él.No importa.Pero se hicieron amantes.Y en la sociedad cerrada y encumbrada que invadía Mar del Plata entre Diciembre y Marzo,y que se reunía en bailes y salones,pronto se corrió la voz.El nieto del general no tardó en enterarse y comprendió que su honor estaba en juego.El traidor no tenía ni 30 años.Y Paunero,que ya era un señor,lo buscó,lo encontró y le advirtió.Pero el joven no se acobardó;por el contrario,consiguió un revólver.Ese joven estaba enamorado.Sobre el final de la temporada se volvieron a cruzar.Fue entre tragos Negroni y Demaría,el 12 de Marzo, en el OCEAN CLUB;Paunero y el joven Cossio se midieron en un áspero duelo verbal,y aunque era de mala educación golpearse en la terraza del bungalow no había otra salida.El primero en caer fue Paunero.El joven podría haber festejado,pero se intimidó cuando vio que al otro se le había soltado un revólver que llevaba en la cintura.El escándalo de los socios los separó y el amante aprovechó para correr hacia el vestuario. Allí buscó su arma,nervioso,para gatillar primero.Corrió hacia afuera e interceptó al marido,que ya había abordado su Buick Peaton.Lo desafió una vez más.Sabía que llevaba balas en el tambor.
Pero el nieto del general era rápido: sacó su revólver y le voló el sombrero de un balazo.Esos pocos centímetros torcieron su destino.
Si la bala se hubiera clavado entre esos ojos conjurados,Paunero habría terminado con el asunto.Pero el joven no había perdido la vida,sino el sombrero,y respondió con una descarga que agotó el cargador,muy propia de un mozuelo enamorado como él.
Envió a Paunero al cementerio de la Recoleta sin escalas.Y el sol aún no se había escondido.
Un aristòcrata hermitaño:
Ovidio Lagos cuenta esta misma historia en su libro “Siete elegantes crímenes de pasión” y agrega que el joven Martín Cossio Salas Oroño pasó dos años internado en el hospital de Dolores,a donde sus padres lograron derivarlo para evitar la cárcel.La mujer del difunto Paunero no volvió a darse cita con él.Con los años,Cossio se convirtió en un ermitaño,un viejo triste que parecía haber matado por nada.
(Fuente: Criminis causa/Javier Sinay-Norberto Chab,/”100 Crímenes Resonantes que Conmovieron a la Sociedad Argentina”).
-El marido,la mujer y el amante-
Por Ovidio Lagos:
Hacia 1937 Mar del Plata era la ciudad menos indicada para que se desatara un crimen pasional entre miembros de la clase alta porteña: los terratenientes la habían convertido en un santuario de la discreción.Aunque los escándalos amorosos no sólo eran mal vistos,sino que,prácticamente,no existían,eso no excluía el adulterio,siempre que fuera secreto.A diferencia de la Riviera francesa,en particular Niza y Montecarlo,no transitaban por la costa marplatense cazadoras de fortunas,ni aventureras internacionales de origen vagamente centroeuropeo,sino familias porteñas y del interior con una abrumadora apariencia de respetabilidad.Es que aún imperaban resabios finiseculares donde el hombre podía tener aventuras —o una amante fija— siempre y cuando guardara las formas.Las mujeres,en cambio,debían ser fieles a sus maridos.
Si bien los códigos sociales habían comenzado a volverse más laxos a partir de la década del 30,las apariencias seguían marcando las conductas y,por lo mismo,tenían una importancia superlativa.Bajo estas reglas,algunas señoras se convirtieron en maestras del disimulo.Como las dueñas de casa no tomaban taxis ni transportes públicos,sino que se desplazaban en suntuosos Buick o Cadillac con sus correspondientes choferes,las citas sentimentales resultaban peligrosas.Era impensable que una dama hiciera esperar a su chofer mientras se encontraba con su amante.Surgían,entonces,falsas visitas al dentista o al médico,lo cual permitía dedicar un par de horas a las pasiones subrepticias sin despertar sospechas.
Por otra parte,el carácter secretísimo de una relación amorosa le otorgaba una particular emoción a los encuentros.¡Qué excitante la clandestinidad! ¡Qué placer producían esos escasos minutos!
Esas aventuras,por supuesto,no interferían con los deberes de esposa y madre,ni con la rigurosa misa de los domingos;como pertenecían al reino de lo privado,solo habría que rendirle cuentas algún día a Dios.Y aunque resultaba una posibilidad remota,el mayor peligro consistía en que esos arrebatos adquirieran carácter público.
Transgrediendo lo esperable,al final del verano de 1937,concretamente el 12 de Marzo a las seis de la tarde,un hecho de sangre tiñó la respetabilidad de dos socios del Ocean Club de Playa Grande,reducto exclusivo de la aristocracia.Fue,sin duda,un crimen de pasión,que se estructuró sobre la base de un terceto de enorme prestigio social, integrado por el marido,su mujer y el amante.
Nadie hubiera soñado que Wenceslao Paunero,nieto del general y conocido abogado y sportsman,se iba a tirotear en el Ocean Club con Martín Cossio Salas Oroño,joven perteneciente a la dorada juventud porteña. Paunero recibió cuatro balazos y una muerte casi inmediata.Cossio, apenas un insignificante disparo en una pierna.¿El porqué de este duelo? Una incorregible seductora,de sorprendente belleza.Mercedes Peña Unzué de Paunero.
De espaldas al mundo: (…)Era una generación que por entonces vivía de espaldas a lo que ocurría en el mundo.¿Qué importancia podía tener para ellos la Guerra Civil Española,o el rearme alemán y la amenaza que implicaba Adolfo Hitler? ¿Qué formación tenían para interpretar correctamente el damero político europeo? La invasión de Abisinia por parte de Benito Mussolini,en 1936,carecía del mínimo interés y,con seguridad,apenas se comentaba en los salones.Lo importante era saber qué decir en el momento oportuno —una cualidad que se denominaba tener mundo—,hablar francés,comportarse impecablemente y recurrir a frases ingeniosas.El problema entre Mercedes y Martín fue que la relación duró demasiado tiempo o,tal vez,que no fueron cuidadosos y permitieron que el secreto pronto dejara de serlo.Quizás los ímpetus del joven lo llevaron a cometer imperdonables pasos en falso,a no respetar las reglas del juego y,también,a no soportar los celos.Martín se había enamorado y ese romance era trascendental en su vida.En cambio,para la señora de Paunero el apasionado Cossio era una pieza más en sus múltiples actividades,donde existían sobre todo las obligaciones;tenía un marido y dos hijos;una casa que dirigir;brindar comidas y asistir a fiestas,como también estar presente en acontecimientos vinculados con la profesión de su esposo.Y habría que agregar en esa apretada lista las prolongadas estadías en algunas de las estancias.
El hecho es que un día Wenceslao Paunero tuvo sus sospechas.Acaso alguien le deslizó al oído la posible naturaleza de la relación,o descubrió él mismo que su mujer miraba con ojos soñadores a un hombre mucho más joven que ella.Sea como fuerte,Paunero no era un intelectual que podía haber racionalizado ese amorío,ni una persona pasiva a la que la supuesta infidelidad de su cónyuge le resultaba indiferente.Por el contrario, tenía mentalidad de jugador de rubgy y un costado bien machista.¿Cómo él,un nieto del legendario general,un hombre de acción, un prominente abogado,un activista político que no temía a las armas de fuego,iba a permanecer impasible ante ese rumor que,cada día,se hacía más verosímil? Un hombre rudo y varonil como él no iba a hablar de frente con su mujer ni a exigirle que pusiera fin de inmediato a esa relación. ¿Cómo se iba a rebajar de ese modo, admitiendo, sin más, que su esposa suspiraba por otro hombre? Por la peculiar psicología de Wenceslao,la hipótesis más convincente es que amenazó a Cossio, creyendo que era un mocoso fácilmente disuadible.Y ese error fue fatal.
-Ovidio Lagos,en su nuevo libro,relata casos de amor y muerte que involucraron a personajes de la aristocracia.Siete elegantes crímenes de pasión-Emecé,Buenos Aires,2009,276 páginas.
(Publicado en la Ediciòn Impresa del Diario LA CAPITAL/10-10-2010)
Historia del Ocean Club:
Creado en 1912 en la antigua Rambla de la ciudad de Mar del Plata,el Ocean Club desde sus comienzos fue sinónimo de elegancia,prestigio y encuentro social de la alta sociedad de Buenos Aires durante el verano.
Llegaban a la vieja rambla de madera,en carruajes o en los primeros autos de la época.A las cinco de la tarde,la rutina del té era impostergable.Era el momento de las discusiones políticas y el repaso de los acontecimientos sociales.
Estableciéndose definitivamente en el complejo Playa Grande,fundado en la década del cuarenta,la famosa casa de la sede social fue construìda en el año 1912.De corriente estilista-pintorequista inglés,la construcción presenta dos imponentes plantas con amenas galerías, pórticos y una particular terraza en el piso superior,que permite disfrutar uno de los jardines más espectaculares de la ciudad.Su entrada,por la calle Rawson casi esquina Pellegrini del barrio Los Troncos,presenta un pórtico de madera que continúa con un imponente camino de piedra comunicando el acceso con la gran casa. Dos palmeras, oriundas de África,reciben a los socios en su arribo al lugar.
La fachada es de símil piedra,con detalles en ladrillo visto en el basamento,las cadenas y dinteles. Se generan varios mojinetes trabajados con falsos entramados de madera.Sus techos son de tejas de zinc,colocadas en forma diagonal.Al ingresar todo parece revivir la Belle Epoque.Decorada con muebles de época que le hace tener ese encanto especial, a residencia hoy cumple la función de sede social en donde se juegan diariamente los tradicionales torneos de bridge y de canasta, los famosos torneos de bochas y los emocionantes partidos de paddle,entre otras actividades.El Ocean,fuel el primer club que tuvo canchas de paddle.En la actualidad cuenta con 5 y un cancha rápida de tenis que fue re inaugurada en 1976,en la que entrenaban Guillermo Vilas y Bjorn Borg antes de jugar sus famosos partidos de exhibición en la década del 90.Tradicionalmente todos los veranos,desde el inicio de las canchas se juega la “Copa Zavalía” así como también,semanales certámenes auspiciados por empresas relacionadas con el deporte.En lo que anteriormente era la casa de los caseros,funciona hoy la actividad de los adolescentes,donde se organizan torneos de truco, bingo y toda la actividad social.También, los más jóvenes,disponen de dos de los antiguos cuartos de la residencia donde tienen un playroom y una sala de tv.Luego de varios años,el club compró un terreno anexo en la esquina de las calles Garay y Pellegrini,donde actualmente reside la sede social de los más pequeños.La casa principal fue construida en etapas.Sus materiales,fueron traídos prácticamente todos de Europa.
En el año 2006,y gracias a la generosidad de la Sra. Nelly Arrieta de Blaquier,el Ocean Club ha realizado numerosos arreglos de mantenimiento y embellecimiento constructivamente fundamentales.Se han mejorado toda la red de cañerías de la casa principal y el balneario,se han reparado los techos y las zinguerías de la estructura original de la casa,entre otras cosas.Declarada Patrimonio Cultural por sus valores históricos y arquitectónicos bajo ordenanza municipal en el año 1995,sus techos de pizarras plateadas,el estilo denota su fisonomía inglesa y una impronta señorial.Unas de las peculiaridades más tradicionales del Club son sus famosos “Jueves de puchero” aclamados semanalmente por todos los socios y en la era de los 90 las famosas veladas animadas por Donald,hoy retomadas por la familia Bouquet,quienes animan con piano y entretenidas canciones algunas noches de verano.
Verdadero ícono histórico de la ciudad,el Ocean Club es hoy en día una institución en la cual todas las edades conviven en perfecta armonía. Con espacios y actividades especiales para cada edad,los socios encuentran en él un lugar social,cultural y recreativo con el nivel y la prestancia con el que ha sido instaurado en su época.
(Fuente: Ocean Club Argentina)
En la revista Mar del Plata Social,del 19 de Diciembre de 1920,en la seccion “Rambleando” leemos:
-El Ocean Club,ha cambiado su nombre por el de Opium Club.
Esta elegante Cantina,abrirá muy en breve sus persianas metálicas.Esta temporada,la Comisión ha resuelto contratar a Peracca,para que cante El Pañuelito Blanco.La orquesta como los años anteriores,la formarán cinco o seis señores,que con grave aire aburrido,miran chupar y mamarse,desde la filarmónica altura en que se hallan.Estos cinco hombres de apariencia inofensiva,sudan y se derriten haciéndose pedazos,para sacar el mayor ruido posible de sus instrumentos.Al del piano le vienen rachas de locura furiosa,y cuando se echa sobre el teclado,parece que quisiera apretar las teclas hasta con la nariz.
El Colmo de la Audacia: pasearse por la Rambla,con saco a rayas de jugar al Golf,y ser un triste gato que ni juega a los dados-.
RECUERDOS DESDE “EL OCEAN”.
————————————————————————
Un buen gusto que no se termina.
“Pasaron 100 años y el buen gusto no se termina. Al menos para el Ocean, que perdura en el tiempo, espléndido, como la Mar del Plata que supo ser y que resiste en algunos barrios, casas y otros lugares que muy pocos balnearios del mundo tienen.
Más allá de la sede social, que fuera la casa de los Leloir y que con el empuje de Nelly Arrieta de Blaquier se convirtió en club, el sol, el mar y la arena brillan en Playa Grande. Sí, allí, cerca de la escollera, entre el Yacht y el Golf.
¿Cómo olvidar aquellas carpas que nos acompañaron desde chicos? Anaranjadas, con lunares negros y techos abovedados. El puesto de pebetes de Costa y el jugo de tomate en la arena. Eran épocas en que el silencio sólo dejaba paso a la música de las rompientes. Entonces, cuando los chicos se volvían jóvenes escapaban al balneario de al lado. En el Golf se encontraban ellos y las mucho más lindas que ellos. Inclusive, en aquellos carnavales “de guerras de agua” y policía seguían hasta el balneario Mar del Plata o a las piletas del Pueyrredón.
Mientras en la sede Susana Pérez Irigoyen organizaba torneos de bridge y canasta, los jóvenes volvían a los lunares para ver si ligaban algo. Con suerte un pebete, con algo más: unos cornalitos en el Pajarito o, si los grandes “dejaban saltar la banca”, una comida con clericot en el restaurante.
Y allí están y estaban las mesas de los Pini, los Menéndez Behety, los MIGUENS , los Blaquier o los Ledesma.
El coloradito sigue siendo el trago (50 y 50 Dry Martini y Campari, con cascarita de limón), sólo superado por el Ricardito, más grande y bautizado en homenaje a un hombre que no se lo deja de extrañar: RICARDO MIGUENS.
Mientras Jorge sirve los tragos, el mozo Coria anda por las mesas de manteles blancos y sillas de mimbre. ¿Y qué sirve? Huevos Jeannette (calientes con crema, jamón y pollo); la milanesa Menéndez Behety (de jamón y queso, pero sin carne); o el Zuberbühler (un sándwich con pavita, y el tradicional salpicón (con todo más palmitos).
Pocos recuerdan las fiestas de smoking y largo, pero mucho menos el enfrentamiento armado entre Martín Cossio Salas Oroño y Wenceslao Paunero por los encantos de una mujer: Paunero muerto y Cossio en un internado, para no “caer en un penal”, contaba Ovidio Lagos.
También, el partido de tenis entre Vilas y Borg en la cancha rápida del club. Pero esas son sólo unas pocas historias entre tantas de elegancia, sacos blancos, sombreros, corbatas y, cómo no, bikinis y amores.
Son muchas horas de club y bar para los recuerdos del Ocean. Por eso: “¡Jorge, otro Ricardito por favor”!”.
POR : Wullich , Mariano.
EN : Diario “La Nación” del día 24-01-2013
Prof. Julián Mendozzi.
¿A qué viene usted a Mar del Plata?
No todo el mundo que viene a Mar del Plata trae un mismo propósito,bien que todos se formen el único,de pasar el verano lo más agradablemente posible.Dentro de esta generalidad caben perfectamente innumerables clasificaciones,de acuerdo con el carácter y el temperamento de cada una de las personas.El que mas y el que menos,encuentra siempre antes de salir de Buenos Aires un fácil pretexto para justificar su viaje al balneario.Los políticos que están aquí en mayoría con los miembros del foro,afirman con admirable seriedad que sus complicadas tareas de la capial exigen un descanso.Ni unos ni otros realizan su deseo,porque en el transcurso del día,han hablado doce horas sin cesar.Con rara homogeneidad se ocupan todos de hablar mal del pròjimo hasta el punto de que una mesa del “OCEAN CLUB”,ocupada siempre por ellos,ha sido bautizada con el nombre de: “La Curtiembre”.Allí se saca el cuero a todo el que acierte a pasar por frente a ella.El tema de los polìticos y de los mismos forenses es por ahora la fórmula presidencial.Se barajan nombres con una facilidad extraordinaria y pasan así sobre el tapete de “La Curtiembre”,los doctoros Gómez,de la Torre,Bermejo,Güemes (éste último sostenido con calor por Manuel Ignacio Moreno).Se nombra a Irigoyen sólo para decir no serà presidente.Los políticos socialistas gozan,a la par de los mejores burgueses,los encantos de estas brisas;y asi Palacios y de Tomaso se tienden en la arena contemplar el mar,mientras sus cerebros cambian de fatiga,elaborando discursos para el próximo período.La nota gráfica adjunta sintetiza la ocupaciòn de los veraneantes en Mar del Plata que es ,variada.El programa queda planteado el primer dìa y hasta el fin de la temporada,que cumple con rigurosa contracciòn.-Detective-
(Caras y Caretas/6-2-1915/Nº 853)
Crònica de Mar del Plata-
La Hora del Copetìn-
El ambiente modifica las costumbres.En Buenos Aires las niñas no suelen tomar aperitivo.
—¿Alcohol? ¡El alcohol es malsano!
Pero en Mar del plata los aperitivos cambian,sin duda de naturaleza.
Ademàs el precio de un vermouth se duplica en la Rambla,hacienèndolo mas “chic”.¿Y quien se resiste al placer encantador de vivir la moda?
Hasta los mismos abstemios que en Buenos Aires no toman aperitivos,los toman al mediodìa en Mar del Plata.Por otra parte aquì no se ven enfermos a quienes el vermouth pueda hacer daño.Este clima es mortìfero para los atacados de enfermedades graves,hay un refràn que dice:
El Aire del Mar del Plata
al que no cura lo mata.
El aire marìtimo,afirman los mèdicos,es el tònico mas eficaz de la naturaleza.Y asì debe ser.El apetito despuès del baño y bajo la influencia del aire cargado de yodo,toma caracteres agudos de antropofagia.
Para calmarlo es menester acudir a los aperitivos,pues en algunos hoteles suntuosos,comer con hambre constituye un evidente falta de cultura.
-Mamà,tengo un apetito tremendo!,quisiera un poco mas de arroz.
-No hijita,que va a decir la gente!
-Mañana antes de almorzar,tendràs que tomar algùn aperitivo.De ese modo no seràs tan glotona.
Es bonito el aspecto que ofrece la Rambla desde las 11 y media de la mañana,hasta las 12 y media,no hay una sola mesa disponible.
En las còmodas butacas pajizas del OCEAN CLUB,ademàs de las familias de los socios,se congregan ane las mesitas de caña tacuara,los polìticos en auge y los polìticos en receso.Los dados completan la amenidad de la hora del copetìn,matizàndose el recreo con las novedades extraordinarias que todos los dìas llegan de Buenos Aires,y que no obstante ser novedades extraordinarias,casi nunca,pueden considerarse novedades…
Cada mesa,segùn quienes la rodean,selen tener un nombre.
Hay por ejemplo la “mesa de los ancianos”,donde a menudo suelen reunirse hombres jòvenes como el Dr. Ayerza el Gral. Vallèe,etc.
Hay tambièn la “mesa de los filòsofos”,con Benito Villanueva;Gren;Pancho Beazley…y Vicente Gallo.
El que nunca se sienta en la Rambla,es de Dr. Estanislao Zeballos.Por nada del mundo se le hace tomar un copetìn,todos los dìas,poco antes del mediodìa,se le vè pasar inquieto,nervioso,lleno de juventud.Camina a saltitos,irreprochablemente vestido,luce el ùnico sombrero panamà que existe en el paìs,a su lado va un canillita con una canasta llena de pescado.
-¿De donde viene doctor?
-¡Del Muelle de Lavorante.Amigo miò! ¿Viera Ud. que pescado fresquito! Todas las mañanas voy yo mismo a elegirlo.
¡Admirables los pejerreyes,admirables!
Vèalos,algunos estàn vivos todavìa.
Y el ilustre estadista pasa,lleno de ilusiones,con su lìrica juventud a cuestas,ante el respetuoso saludo de de todos.En tanto los pejerreyes que van en la canasta,se mueven,agitan las aletas.Tienen esperanzas todavìa.
-Juan Josè de Soiza Reilly. (Caras y Caretas/26-2-1921/Nº 1169).
….Muchos asuntos de la política o el gobierno del país se debatían en los balnearios,los clubes o las confiterías de la Rambla.
Sobre esta planta de balnearios se desarrollaba la planta principal del edificio,con su paseo descubierto,su galería cubierta y sus 45 locales; entre ellos sobresalían cuatro,por su tamaño,disposición y carácter especial.Eran,del Norte al Sur: la confitería La Brasileña,el Ocean Club, la confitería del Yacht Club y la Galería Witcomb….(Arq. Roberto O. Cova).
-Wenceslao Paunero,asesinado en el Ocean Club de Mar del Plata.1937.
Luego de que el propio Bartolomé Mitre le concediera el título de general en el campo de batalla de Pavón,Wenceslao Paunero fue enviado a Córdoba para afirmar el poder del nuevo gobierno.Allí fue donde chocó con el Chacho Peñaloza,un caudillo que resistía al avance unitario desde hacía algunos meses.Guerrearon en la batalla de Las Playas,el 28 de Junio de 1863,donde Paunero venció al Chacho y apresuró su final. Pero la historia es generosa: 74 años más tarde,el nieto del general Paunero no se vanagloriaba ya de la batalla de Las Playas sino de su membresía en el OCEAN CLUB de Playa Grande,un reducto de la aristocracia que veraneaba en Mar del Plata.
El nieto se llamaba como su abuelo,Wenceslao,pero su vida transcurría hacia 1937 con más deleites,entre la abogacía y el rugby,entre Europa y el campo,entre sus dos hijos y su mujer,Mercedes Peña Unzué de Paunero.
Nunca ha quedado del todo claro por qué fue: si por aburrimiento,por tristeza o por buscar una aventura.Si fue porque el joven Martín Cossio Salas Oroño la incitó o porque la propia Mercedes lo buscó a él.No importa.Pero se hicieron amantes.Y en la sociedad cerrada y encumbrada que invadía Mar del Plata entre Diciembre y Marzo,y que se reunía en bailes y salones,pronto se corrió la voz.El nieto del general no tardó en enterarse y comprendió que su honor estaba en juego.El traidor no tenía ni 30 años.Y Paunero,que ya era un señor,lo buscó,lo encontró y le advirtió.Pero el joven no se acobardó;por el contrario,consiguió un revólver.Ese joven estaba enamorado.Sobre el final de la temporada se volvieron a cruzar.Fue entre tragos Negroni y Demaría,el 12 de Marzo, en el OCEAN CLUB;Paunero y el joven Cossio se midieron en un áspero duelo verbal,y aunque era de mala educación golpearse en la terraza del bungalow no había otra salida.El primero en caer fue Paunero.El joven podría haber festejado,pero se intimidó cuando vio que al otro se le había soltado un revólver que llevaba en la cintura.El escándalo de los socios los separó y el amante aprovechó para correr hacia el vestuario. Allí buscó su arma,nervioso,para gatillar primero.Corrió hacia afuera e interceptó al marido,que ya había abordado su Buick Peaton.Lo desafió una vez más.Sabía que llevaba balas en el tambor.
Pero el nieto del general era rápido: sacó su revólver y le voló el sombrero de un balazo.Esos pocos centímetros torcieron su destino.
Si la bala se hubiera clavado entre esos ojos conjurados,Paunero habría terminado con el asunto.Pero el joven no había perdido la vida,sino el sombrero,y respondió con una descarga que agotó el cargador,muy propia de un mozuelo enamorado como él.
Envió a Paunero al cementerio de la Recoleta sin escalas.Y el sol aún no se había escondido.
Un aristòcrata hermitaño:
Ovidio Lagos cuenta esta misma historia en su libro “Siete elegantes crímenes de pasión” y agrega que el joven Martín Cossio Salas Oroño pasó dos años internado en el hospital de Dolores,a donde sus padres lograron derivarlo para evitar la cárcel.La mujer del difunto Paunero no volvió a darse cita con él.Con los años,Cossio se convirtió en un ermitaño,un viejo triste que parecía haber matado por nada.
(Fuente: Criminis causa/Javier Sinay-Norberto Chab,/”100 Crímenes Resonantes que Conmovieron a la Sociedad Argentina”).
-El marido,la mujer y el amante-
Por Ovidio Lagos:
Hacia 1937 Mar del Plata era la ciudad menos indicada para que se desatara un crimen pasional entre miembros de la clase alta porteña: los terratenientes la habían convertido en un santuario de la discreción.Aunque los escándalos amorosos no sólo eran mal vistos,sino que,prácticamente,no existían,eso no excluía el adulterio,siempre que fuera secreto.A diferencia de la Riviera francesa,en particular Niza y Montecarlo,no transitaban por la costa marplatense cazadoras de fortunas,ni aventureras internacionales de origen vagamente centroeuropeo,sino familias porteñas y del interior con una abrumadora apariencia de respetabilidad.Es que aún imperaban resabios finiseculares donde el hombre podía tener aventuras —o una amante fija— siempre y cuando guardara las formas.Las mujeres,en cambio,debían ser fieles a sus maridos.
Si bien los códigos sociales habían comenzado a volverse más laxos a partir de la década del 30,las apariencias seguían marcando las conductas y,por lo mismo,tenían una importancia superlativa.Bajo estas reglas,algunas señoras se convirtieron en maestras del disimulo.Como las dueñas de casa no tomaban taxis ni transportes públicos,sino que se desplazaban en suntuosos Buick o Cadillac con sus correspondientes choferes,las citas sentimentales resultaban peligrosas.Era impensable que una dama hiciera esperar a su chofer mientras se encontraba con su amante.Surgían,entonces,falsas visitas al dentista o al médico,lo cual permitía dedicar un par de horas a las pasiones subrepticias sin despertar sospechas.
Por otra parte,el carácter secretísimo de una relación amorosa le otorgaba una particular emoción a los encuentros.¡Qué excitante la clandestinidad! ¡Qué placer producían esos escasos minutos!
Esas aventuras,por supuesto,no interferían con los deberes de esposa y madre,ni con la rigurosa misa de los domingos;como pertenecían al reino de lo privado,solo habría que rendirle cuentas algún día a Dios.Y aunque resultaba una posibilidad remota,el mayor peligro consistía en que esos arrebatos adquirieran carácter público.
Transgrediendo lo esperable,al final del verano de 1937,concretamente el 12 de Marzo a las seis de la tarde,un hecho de sangre tiñó la respetabilidad de dos socios del Ocean Club de Playa Grande,reducto exclusivo de la aristocracia.Fue,sin duda,un crimen de pasión,que se estructuró sobre la base de un terceto de enorme prestigio social, integrado por el marido,su mujer y el amante.
Nadie hubiera soñado que Wenceslao Paunero,nieto del general y conocido abogado y sportsman,se iba a tirotear en el Ocean Club con Martín Cossio Salas Oroño,joven perteneciente a la dorada juventud porteña. Paunero recibió cuatro balazos y una muerte casi inmediata.Cossio, apenas un insignificante disparo en una pierna.¿El porqué de este duelo? Una incorregible seductora,de sorprendente belleza.Mercedes Peña Unzué de Paunero.
De espaldas al mundo: (…)Era una generación que por entonces vivía de espaldas a lo que ocurría en el mundo.¿Qué importancia podía tener para ellos la Guerra Civil Española,o el rearme alemán y la amenaza que implicaba Adolfo Hitler? ¿Qué formación tenían para interpretar correctamente el damero político europeo? La invasión de Abisinia por parte de Benito Mussolini,en 1936,carecía del mínimo interés y,con seguridad,apenas se comentaba en los salones.Lo importante era saber qué decir en el momento oportuno —una cualidad que se denominaba tener mundo—,hablar francés,comportarse impecablemente y recurrir a frases ingeniosas.El problema entre Mercedes y Martín fue que la relación duró demasiado tiempo o,tal vez,que no fueron cuidadosos y permitieron que el secreto pronto dejara de serlo.Quizás los ímpetus del joven lo llevaron a cometer imperdonables pasos en falso,a no respetar las reglas del juego y,también,a no soportar los celos.Martín se había enamorado y ese romance era trascendental en su vida.En cambio,para la señora de Paunero el apasionado Cossio era una pieza más en sus múltiples actividades,donde existían sobre todo las obligaciones;tenía un marido y dos hijos;una casa que dirigir;brindar comidas y asistir a fiestas,como también estar presente en acontecimientos vinculados con la profesión de su esposo.Y habría que agregar en esa apretada lista las prolongadas estadías en algunas de las estancias.
El hecho es que un día Wenceslao Paunero tuvo sus sospechas.Acaso alguien le deslizó al oído la posible naturaleza de la relación,o descubrió él mismo que su mujer miraba con ojos soñadores a un hombre mucho más joven que ella.Sea como fuerte,Paunero no era un intelectual que podía haber racionalizado ese amorío,ni una persona pasiva a la que la supuesta infidelidad de su cónyuge le resultaba indiferente.Por el contrario, tenía mentalidad de jugador de rubgy y un costado bien machista.¿Cómo él,un nieto del legendario general,un hombre de acción, un prominente abogado,un activista político que no temía a las armas de fuego,iba a permanecer impasible ante ese rumor que,cada día,se hacía más verosímil? Un hombre rudo y varonil como él no iba a hablar de frente con su mujer ni a exigirle que pusiera fin de inmediato a esa relación. ¿Cómo se iba a rebajar de ese modo, admitiendo, sin más, que su esposa suspiraba por otro hombre? Por la peculiar psicología de Wenceslao,la hipótesis más convincente es que amenazó a Cossio, creyendo que era un mocoso fácilmente disuadible.Y ese error fue fatal.
-Ovidio Lagos,en su nuevo libro,relata casos de amor y muerte que involucraron a personajes de la aristocracia.Siete elegantes crímenes de pasión-Emecé,Buenos Aires,2009,276 páginas.
(Publicado en la Ediciòn Impresa del Diario LA CAPITAL/10-10-2010)