Del album Bonnin 1913
La nueva municipalidad rodeada de marplatenses en el hotel Amistad. 2 -Bendición del Asilo Unzué.- 2 bis Avenida Pueyrredon. 3 – El gobernador en los jardines del Faro de Punta Mogotes – 4. En el Torreón. Enviada por José Alberto Lago
Con respecto al primer pàrrafo del epìgrafe “….rodeada de marplatenses en el hotel Amistad.”,posiblemente se refiere al nombre del antiguo hotel,del cual escribì anteriormente lo mencionado por el Arq. Roberto O. Cova en su libro “El Barrio del Oeste”,pàgina 275:
-Por los últimos años del 70 del siglo XIX,el vasco Pedro Urrutia estableció un hotel criollo en la esquina que mira al N. de Luro y Rioja en la que muchos recordamos el restaurante Francés,de Juan Francese.Y Urrutia bautizó a su negocio como fonda La Vascongada.Algún tiempo después compró la esquina que mira al E. del mismo cruce y edificó allí un hotel,también criollo pero mucho mas cómodo y organizado que el anterior y lo llamó HOTEL AMISTAD.La casa no cerraba en invierno y a la muerte de Urrutia quedó a cargo de su viuda la legendaria Valentina Zapirain.Y cabe dejar constancia,también,de que sobre Rioja se construyó,quizás en los pimeros años del siglo XX un gran salón conocido en el pueblo como comedor del HOTEL AMISTAD,allí funcionó mas tarde el Follies Pigal…”….
-Sobre el mencionado “Restaurante Francès”,su propietario fue Juan B. Francese,y se ubicaba en Luro 3000,con telèfono nº 511,tambièn se registra a fines de la dècada del 20,el HOTEL LA AMISTAD de Valentina Zapirain de Urrutia,en Luro 3024,con telèfono nº 1436.
Interesantes datos. Soy de Buenos Aires pero marplatense por elección desde 2003, profesor de historia e interesado en las genealogías. Haciendo hoy un curso de especialización docente en la ISDF 19 me hice una escapadita al cementerio local. Allí constaté a la entrada del mismo de una vieja bóveda semiderruída con la inscripción “Pedro Urrutia”, su puerta despedazada y entreabierta y su cielo raso casi derrumbado sobre viejos ataúdes apenas cubiertos por polvorientos plásticos. Entre el suelo, la humedad y los cascotes desperdigados, osamentas humanas varias, y sobre una tarima, un pequeño ataúd blanco desvencijado. Una escena sin dudas triste y desoladora de abandono y olvido de las autoridades sobre el propio patrimonio histórico, así como de indignidad hacia lo trágico y patético de la condición humana.
Nieto de Pedro Urrutia y Josefa Nouguez
Bisnieto de Pedro y Valentina