“El otro día en no sé qué periódico venía en un listado de esos veraniegos: cómo evitar que tus vacaciones te cuesten un riñon, o cómo viajar baratito. Lo que me llamó la atención fue una de las primeras reglas, no recuerdo incluso si era la primera. Decía lo siguiente: cuatro es el número mágico para ahorrar. Me llegó al alma. Porque si cuatro es el número mágico para que las vacaciones te salgan más baratas, se deduce, o no, que a partir de esa cifra todo se multiplica con muchos ceros. Es decir, que viajar siendo cinco sale por un congo de cuando el congo era belga. Esto me lo sé ya muy bien. Para empezar no cabes en un taxi, así que en el hipotético caso de que decidas tirar la casa por la ventana e irte a algún lado en avión, tendrás que ir en dos taxis al aeropuerto, o meterte tú en el taxi con todos los niños y mil maletas -y el otro, el padre o tú irse en transporte público- y convencer al taxista de que no te estás dando a la fuga ni te has enloquecido, porque a ver dónde vas a ir tú con tanto muchacho y tanta maleta, que no te dan las manos ni para la mitad, que la última vez que lo hice casi tengo que ponerle a mi marido al teléfono al taxista para que le tranquilizara.
Luego está el tema del alojamiento: no sé si os habreis fijado que en las ofertas de las agencias siempre pone un niño gratis, el segundo al 50%, y el tercero? ja, queridos, eso no lo dice ni la letra pequeña más pequeña, es algo que sencillamente no está contemplado en ninguna oferta y aquí os lo voy a contar yo: el tercero compensa lo que te ahorras con todos los anteriores y te sale la familia numerosa por el mismo precio que irte tú con cuatro colegas en plena temporada alta a un resort de lujo. Cuatro se meten en una sola habitación, a partir de cinco ya no hay habitación doble o triple que resista y te dan dos habitaciones como dos casas, que los niños flipan pero tú no paras de hacer cuentas.
Y ya sé que habrá quienes me direis que con la que está cayendo es una frivolidad hablar de irse de vacaciones y de coger aviones, y de reservar hoteles, y tendrán razón, pero a ver qué voy a hacer si mi familia política es extranjera y nos toca viajar para visitar a la abuela, y además una tiene la costumbre de hacerse de vez en cuando, cada vez más de vez en cuando, para qué nos vamos a engañar, una escapadita a la playa a que los niños arrasen en el buffet como si hubieran hecho ayuno durante una semana para llegar todavía con más hambre. Otros años esta escapada era de una semanita, incluso de diez días, pero este año ha sido solo de un fin de semana, y total, como la noción del tiempo de los niños es completamente aleatoria y subjetiva, les ha cundido como si fuera un mes, que para ellos ya cuenta como que hemos estado en la playa, y así con un par de días ya los hemos engañado a los pobrecitos.
Pero a lo que iba, que sale muy caro movilizar y desplazarse con tanta criatura, porque aliméntalos tú por esos mundos de dios, con el hambre que les da el cambio de aires. Así que hay que tirar todo lo que se pueda de casa de amigos, y de casas de familiares, el problema es que es muy difícil meterse todos, así que este año no os digo más que he desempolvado la tienda de campaña y me voy a echar a los chinos con el padre de las criaturas a quién le toca dormir dentro con alguno de los niños”
AUTORA : García Zarza , Isabel .
Periodista. Madre de dos niños y una niña, y autora del libro ‘Diario de una madre imperfecta’. Casada con el padre de las criaturas. Vive intensa y caóticamente en un apartamento en el centro de Madrid, uno de los lugares más hostiles del mundo para criar niños.
LAS VACACIONES DE LA FAMILIA NUMEROSA…
———————————————————————-
“El otro día en no sé qué periódico venía en un listado de esos veraniegos: cómo evitar que tus vacaciones te cuesten un riñon, o cómo viajar baratito. Lo que me llamó la atención fue una de las primeras reglas, no recuerdo incluso si era la primera. Decía lo siguiente: cuatro es el número mágico para ahorrar. Me llegó al alma. Porque si cuatro es el número mágico para que las vacaciones te salgan más baratas, se deduce, o no, que a partir de esa cifra todo se multiplica con muchos ceros. Es decir, que viajar siendo cinco sale por un congo de cuando el congo era belga. Esto me lo sé ya muy bien. Para empezar no cabes en un taxi, así que en el hipotético caso de que decidas tirar la casa por la ventana e irte a algún lado en avión, tendrás que ir en dos taxis al aeropuerto, o meterte tú en el taxi con todos los niños y mil maletas -y el otro, el padre o tú irse en transporte público- y convencer al taxista de que no te estás dando a la fuga ni te has enloquecido, porque a ver dónde vas a ir tú con tanto muchacho y tanta maleta, que no te dan las manos ni para la mitad, que la última vez que lo hice casi tengo que ponerle a mi marido al teléfono al taxista para que le tranquilizara.
Luego está el tema del alojamiento: no sé si os habreis fijado que en las ofertas de las agencias siempre pone un niño gratis, el segundo al 50%, y el tercero? ja, queridos, eso no lo dice ni la letra pequeña más pequeña, es algo que sencillamente no está contemplado en ninguna oferta y aquí os lo voy a contar yo: el tercero compensa lo que te ahorras con todos los anteriores y te sale la familia numerosa por el mismo precio que irte tú con cuatro colegas en plena temporada alta a un resort de lujo. Cuatro se meten en una sola habitación, a partir de cinco ya no hay habitación doble o triple que resista y te dan dos habitaciones como dos casas, que los niños flipan pero tú no paras de hacer cuentas.
Y ya sé que habrá quienes me direis que con la que está cayendo es una frivolidad hablar de irse de vacaciones y de coger aviones, y de reservar hoteles, y tendrán razón, pero a ver qué voy a hacer si mi familia política es extranjera y nos toca viajar para visitar a la abuela, y además una tiene la costumbre de hacerse de vez en cuando, cada vez más de vez en cuando, para qué nos vamos a engañar, una escapadita a la playa a que los niños arrasen en el buffet como si hubieran hecho ayuno durante una semana para llegar todavía con más hambre. Otros años esta escapada era de una semanita, incluso de diez días, pero este año ha sido solo de un fin de semana, y total, como la noción del tiempo de los niños es completamente aleatoria y subjetiva, les ha cundido como si fuera un mes, que para ellos ya cuenta como que hemos estado en la playa, y así con un par de días ya los hemos engañado a los pobrecitos.
Pero a lo que iba, que sale muy caro movilizar y desplazarse con tanta criatura, porque aliméntalos tú por esos mundos de dios, con el hambre que les da el cambio de aires. Así que hay que tirar todo lo que se pueda de casa de amigos, y de casas de familiares, el problema es que es muy difícil meterse todos, así que este año no os digo más que he desempolvado la tienda de campaña y me voy a echar a los chinos con el padre de las criaturas a quién le toca dormir dentro con alguno de los niños”
AUTORA : García Zarza , Isabel .
Periodista. Madre de dos niños y una niña, y autora del libro ‘Diario de una madre imperfecta’. Casada con el padre de las criaturas. Vive intensa y caóticamente en un apartamento en el centro de Madrid, uno de los lugares más hostiles del mundo para criar niños.
Prof. Julián Mendozzi.