Sr. Lago,excelente foto documental,gracias por difundirla,no abunda mucho material històrico sobre este tema,y esto es una joya.
Como mencionè anteriormente Termas Huincó,fue un sitio con aguas termales que se consideraban curativas,con pozos semi surgentes y con piscinas y Hotel de descanso,siendo su propietario Aldo Marcone,que fue Director del Diario El Atlántico,este lugar tuvo su brillo turístico en la década del 40,anteriormente desde 1936,funcionaba una embotelladora de agua mineral,que solo se comercializaba en Buenos Aires,enviándolas por el F.C.Sud.El lugar se extendía desde Edison hasta Juramento,y desde Vértiz hasta Trpulantes del Fournier,era un inmenso predio rodeado de árboles y atravesados por los arroyos Del Barco y Huincó,muchos turistas recordaban haber conocido un lugar paradisíaco,que duró aproximadamente una década.
Posteriormente,en el lugar,Monseñor Rau creò el complejo educacional Huincó,donde en la actualidad,dentro y fuera de la escuela,se encuentran numerosas pruebas de aquel lugar,como una piscina interna,y algunas construcciones.
Que bueno que vayan apareciendo material de un emprendimiento que supo ser muy importante, pero que sucumbió a la especulación inmobiliaria. Mi abuelo Cayetano Otero fué obrero de La campagnola, que era la empresa que embotellaba el agua al pié del pozo, primero trabajó en esa planta y cuando los Benvenuto comenzaron con el enlatado de pescados, cedieron el predio al Sr. Marcone que lo explotó en forma de baños termales, hay tambien una historia de amor en la cual ambas familias se unen, seguro alguien de la zona portuaria sabrá de ella, el crecimiento geométrico de la industria pesquera hizo que los propietarios de las tierras encomendaran a Marcone un loteo, ya que la demanda de terrenos era muy grande, aqui se cometieron muchos errores desde el punto de vista hidráulico que aún hoy se siguen pagando, ya que se intentó desviar los cursos de las cuencas de los arroyos. Las aguas termales eran semisurgentes, de calidad potable y mineral en forma natural, sin procesos de filtrado, la única máquina aparte de la llenadora y cerradora de botellas era una lavadora con la que se limpiaban y esterilizaban los envases. En algunos lugares como la actual Diagonal In Vado, el agua surgía en forma de manantial, y desembocaba en el arroyo Del Barco. Al llegar el final de la explotación termal para dar paso al loteo tal como se lo conoce hoy, antes de la cesión de una parte a la Iglesia; para evitar la saturación de agua y acumulación en forma de lagunas, la empresa manda a abatir los pozos de agua que habían perforado, y lo mismo con los manantiales naturales, los taponan con piedras y concreto. Así terminó esa etapa, mi abuelo fué trasladado a la planta de Sarmiento y Martín Rodriguez, se afincó ahi cerca en Lamadrid y O’Higgins, con mi abuela, mi viejo y mis tíos (eran 7 hermanos en total), y se jubiló en el año del mundial de futbol 1978. Lamento mucho que no hemos encontrado material fotográfico de su paso por La Campagnola, pero este relato es un resumen de los historias que nos contaba a los nietos. En un momento en el que el turismo de salud y termal está en pleno auge, me extraña mucho que ningún emprendedor haga una perforación, si bien ese lecho debe ser rocoso, con la tecnología actual debe ser un simple trabajito que seguramente alguna empresa de perforaciones local puede ejecutar sin mucha dificultad. Que lindo sería tener en nuestra ciudad un parque termal ! eso cambiaría radicalmente la economía turística local, extendiendo las temporadas medias a todo el año.
Un cordial saludo, Mario Otero del barrio San Carlos.
Sr. Lago,excelente foto documental,gracias por difundirla,no abunda mucho material històrico sobre este tema,y esto es una joya.
Como mencionè anteriormente Termas Huincó,fue un sitio con aguas termales que se consideraban curativas,con pozos semi surgentes y con piscinas y Hotel de descanso,siendo su propietario Aldo Marcone,que fue Director del Diario El Atlántico,este lugar tuvo su brillo turístico en la década del 40,anteriormente desde 1936,funcionaba una embotelladora de agua mineral,que solo se comercializaba en Buenos Aires,enviándolas por el F.C.Sud.El lugar se extendía desde Edison hasta Juramento,y desde Vértiz hasta Trpulantes del Fournier,era un inmenso predio rodeado de árboles y atravesados por los arroyos Del Barco y Huincó,muchos turistas recordaban haber conocido un lugar paradisíaco,que duró aproximadamente una década.
Posteriormente,en el lugar,Monseñor Rau creò el complejo educacional Huincó,donde en la actualidad,dentro y fuera de la escuela,se encuentran numerosas pruebas de aquel lugar,como una piscina interna,y algunas construcciones.
Es cierto que el agua era calentada con caldera? o verdaderamente el agua termal sigue estando??
Que bueno que vayan apareciendo material de un emprendimiento que supo ser muy importante, pero que sucumbió a la especulación inmobiliaria. Mi abuelo Cayetano Otero fué obrero de La campagnola, que era la empresa que embotellaba el agua al pié del pozo, primero trabajó en esa planta y cuando los Benvenuto comenzaron con el enlatado de pescados, cedieron el predio al Sr. Marcone que lo explotó en forma de baños termales, hay tambien una historia de amor en la cual ambas familias se unen, seguro alguien de la zona portuaria sabrá de ella, el crecimiento geométrico de la industria pesquera hizo que los propietarios de las tierras encomendaran a Marcone un loteo, ya que la demanda de terrenos era muy grande, aqui se cometieron muchos errores desde el punto de vista hidráulico que aún hoy se siguen pagando, ya que se intentó desviar los cursos de las cuencas de los arroyos. Las aguas termales eran semisurgentes, de calidad potable y mineral en forma natural, sin procesos de filtrado, la única máquina aparte de la llenadora y cerradora de botellas era una lavadora con la que se limpiaban y esterilizaban los envases. En algunos lugares como la actual Diagonal In Vado, el agua surgía en forma de manantial, y desembocaba en el arroyo Del Barco. Al llegar el final de la explotación termal para dar paso al loteo tal como se lo conoce hoy, antes de la cesión de una parte a la Iglesia; para evitar la saturación de agua y acumulación en forma de lagunas, la empresa manda a abatir los pozos de agua que habían perforado, y lo mismo con los manantiales naturales, los taponan con piedras y concreto. Así terminó esa etapa, mi abuelo fué trasladado a la planta de Sarmiento y Martín Rodriguez, se afincó ahi cerca en Lamadrid y O’Higgins, con mi abuela, mi viejo y mis tíos (eran 7 hermanos en total), y se jubiló en el año del mundial de futbol 1978. Lamento mucho que no hemos encontrado material fotográfico de su paso por La Campagnola, pero este relato es un resumen de los historias que nos contaba a los nietos. En un momento en el que el turismo de salud y termal está en pleno auge, me extraña mucho que ningún emprendedor haga una perforación, si bien ese lecho debe ser rocoso, con la tecnología actual debe ser un simple trabajito que seguramente alguna empresa de perforaciones local puede ejecutar sin mucha dificultad. Que lindo sería tener en nuestra ciudad un parque termal ! eso cambiaría radicalmente la economía turística local, extendiendo las temporadas medias a todo el año.
Un cordial saludo, Mario Otero del barrio San Carlos.
Hola que gusto saber más del barrio donde vivieron mis abuelos y hoy mis primos , donde voy desde chico un abrazo, gracias