A fines del siglo XIX,en la ciudad de Còrdoba,hubo un conservatorio al que acudìan las principales niñas del vecindario para aprender solfeo,canto,piano o violìn.Del nutrido grupo estaban entre ellos,Juanita Gonzàlez que estudiaba violìn y su amiga Mercedes Bengtown en piano,(la llamaban en Còrdoba Benzo).La primera mencionada le atraìa mas lo que estudiaba su compañera y le solicitò a su padre Esteban Gonzàlez,que lo permitiera,y entonces le compraron el piano de cola que pasò a ocupar el mobiliario de la calle Santa Rosa.Por otra parte los hermanos de Juanita,Juan y Nicolàs,quienes se dedicaban a vagabundear y hacer fechorìas junto a otros amigos,entre quienes figuraba Leopoldo Lugones,reconocido por su extravagante melena,un llamativo chaleco blanco y una sombrilla (llamada en la època quitasol),del tamaño de un paraguas y de color negro,que lo acompñaba a todas partes.En 1893,los hermanos Gonzàlez,invitaron a Lugones,(tenìa 19 años) a su casa.En el salòn se encontraba tambièn Juanita y Mercedes,esta ùltima pidiò permiso para ejecutar el piano,y empezò con Claro de Luna de Beethoven.Al final de la interpretaciòn Leopoldo Lugones quedò enamorado de la m`pusica clàsica y de Juanita Gonzàlez,y esta a su vez esta encantada con el joven poeta.El noviazgo empezò a fuego lento,quizàs por razones de economìa;las intenciones de Lugones eran serias,pero sus posibilidades estaban limitadas,debìa conseguir conseguir un buen empleo en el campo del periodismodonde ya habia lo habìa experimentado.En Còrdoba no habìa muchas posiblidades,y el padre de Juana exigìa algo mas que poesìas.Lugones tenìa un plan,viajar a Buenos Aires y tener un buen trabajo y en cuanto pudiera viajarìa a Còrdoba para casarse y volver a la Capital.Por algùn motivo,el viaje propuesto para la primavera de 1895,se retrasò.Al comienzo del siguiente año,Lugones decidiò ir a ver a un hombre influyente,el diputado provincial,poeta y profesor de la Escuela Normal de Maestras,Carlos Romagosa,de 31 años;el mismo le entregò una carta de recomendaciòn para Mariano de Vedia,director del diario La Tribuna,a quien entre otras cosas le comunicò del joven recomendado: “Creo que llegarà a ser pronto uno de los mas renombrados poetas argentinos”.
Con poco equipaje,sus inprescindibles lentes,once pesos y la carta,Lugones tomò el tren con destino a la estaciòn Retiro de la Ciudad de Buenos Aires.Al llegar,se instalò en una pensiòn muy barata,se entrevistò con Vedia,consiguiò trabajo,estableciò diversos contactos,y luego en diciembre consiguiò 2 semanas de licencia;volviò a Còrdoba,se casò con Juanita el domingo 13 de Diciembre de 1896,por civil y no por iglesia como habìan acordado.Pasaron allì 13 dìas de luna de miel y luego viajaron a Buenos Aires.Alquilaron en una pensiòn en la calle San Lorenzo,en el barrio de San Telmo,casi un año despuès se mudaron a un departamento ubicado en la calle Balcarce y Alsina,donde naciò su ùnico hijo Leopoldo.(fuente: Daniel Balmaceda).
UNA “PINTURA” DE MAR DEL PLATA Y SU GENTE A PRINCIPIOS DEL S.XX.
UNA DESOPILANTE VISITA AL “BRISTOL” Y LA SEMBLANZA DE SUS “HABITUÉS”.
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“…Huyendo ,queridísímos lectores , del calor que , extremando sus rigores , derrite en la metrópoli a cualquiera , me vine á Mar del Plata.
Los ardores aquí templa , del sol , brisa ligera , que apenas , cuando pasa rumorosa , del mar la tersa superficie arruga y deja en esta playa deliciosa a la dama más gruesa y calurosa tan fresca que parece una lechuga.
A la moda tiránica ,obediente , en el BRISTOL HOTEL di con mis huesos ,
donde puedo codearme con la gente de más viso , mas “pchutt” y de más pesos.
¡Cuanto confort! ¡que lujo! ¡qué boato!
Hay para hacerse cruces un buen rato.
Y no resulta , a la verdad , ruinosa la vida aquí , ni es de asustar gran cosa , pues si bien se repara , y de fijo no habrá quien me desmienta , no cuesta más que un ojo de la cara ; (sólo a los tuertos no les tiene cuenta).
Hoy llegaron las niñas de Ontiveros , en busca de salud…y de maridos,
es decir , a la pesca de solteros , con quince mundos llenos de vestidos y cuarenta y seis cajas de sombreros.
Y no creáis que es mucho el equipaje , para estos seres por demás felices , que a la etiqueta rinden homenaje ;
¡si hasta para sonarse las narices hay que cambiar , en este Hotel , de traje!
Llegó asimismo una condesa eslava de verdes ojos que despiden lava ,
de trenzas blondas , de elegante busto, esbeltísimo talle y rojos labios, viuda de un sabio que murió al mes justo de casarse… (¡Qué sabios son los sabios!).
y esa mujer coqueta , a quien más de una esposa mira inquieta y cuya belleza ofusca y enloquece a los hombres más corridos, anda también , según parece , en busca de marido …ó maridos.
Ah! ¡qué vida tan dulce y regalada la de este balneario! ¡cómo goza
la gente vieja y moza , ya zambulléndose en la mar solada , ya viendo cual se acerca a ellas , osada.
Y al peligro que encierra , indiferente , tanta beldad gentil , compendio y suma de cuanto hechizo idealizó la mente , mientras la ola de rumores llena , tiende a sus pies , sobre la roja arena brillante alfombra de nevada espuma.
En estas frescas playas argentinas , todo es placer y encantos…y propinas…aquí la gente, con acierto raro , sabe gozar , ya visitando el Faro , ya por la Rambla discurriendo inquieta , ya en el mar , entonando barcarolas ,(siempre hay alguien que pierde la chaveta…) ,
ya jugando en la playa con las olas , ya en el BRISTOL jugando a la ruleta .
A tales distracciones yo prefiero , tras la siesta ardorosa , soy sincero , ver, no lejos de la ola que desmaya y vuelca , entre murmullos prolongados , su tesoro de perlas en la playa , como juegan los chicos , vigilados por la niñera , el fámulo o el aya.
Hoy me acerqué , en la Perla a una nodriza , hermosota , rolliza ,
de mi tranquilidad , tal vez escollo , la cual daba su pecho exuberante
a un raquítico infante que parecía un japonés criollo.
Besé al chico en la nuca con presteza , para entrar con el ama en relaciones…el bebé mientras tanto rompió en terrible llanto , presa de mil y mil retorcijones ; con adorable y sin igual franqueza ,
ella soltó en mis brazos el chiquillo y yo le arrojé al agua de cabeza , comprendiendo , al notar cierto olorcillo , que amagaba a mis pobres pantalones el peligro…amarillo.
En fin , aquí me trajo mi fortuna , que han de envidiarme más de uno y una…(precisamente lo que yo ambiciono)
Al que no se da tono , por más que de recursos ande escaso , no hay Dios que le haga caso , como hace pocas horas , en Palermo me decía un amigo paquidermo…
Pero , ¡mecachis¡ si seré “aturdido”…
ya he metido la pata…
a lo mejor del cuento , eché al olvido…
que yo estaba en Mar del Plata…”
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AUTOR : Prieto , Casimiro ; para Revista “Caras y Caretas” ; Enero de 1906 .
Leopoldo Lugones y Emilia Cadelago:
En 1912,año del casamiento de Victoria Ocampo y el poco efectivo suicidio sentimental de Conrado Nalè Roxlo,Lugones escribiò “El Libro Fiel”,como una forma de respuesta a quienes lo señalaban,junto con su amada Juana Gonzàlez por no haberse casado por iglesia.Lugones los consideraba hipòcratas por que entendìa que los crìticos no calificaban para cuestionarlo;el tìtulo del libro,buscaba expresar que luego de 15 años de matrimonio,era el ùnico marido fiel de toda Buenos Aires.
Nuestro amor sin sombras y sin desengaños
como las doncellas con su gracia en flor,
por sus primaveras cuenta ya quince años
y esta es,a fe mìa,la edad del amor…
Prosigue dichosa su senda florida
dejando que el tiempo,fugaz como un tul,
componga el amable sueño de tu vida,
de un poco de nube y un poco de azul.
Orgulloso,el poeta saliò a gritar sus principios regidos por el amor.Años mas tarde,continuaba llevando adelante su vida con una puntillosa armonìa: se levantaba a las 7,tomaba mates,y leìa el diario,pasaba la mañana en el escritorio de su casa,almorzaba,y partìa a trabajar a la Biblioteca del Maestro,donde fue director de 1915 a 1938.Antes de las 6 se dirigìa a la redacciòn del diario La Naciòn para entregar sus textos,en su mayorìa manuscritos,ya que nunca escribìa a màquina,si alguna vez lo entregaba mecanografiado,era porque el personal de la biblioteca habìa hecho la transcripciòn;luego se dirigia a unas 4 cuadras,hasta el Cìrculo Militar en la calle Florida 770; en sus salones practicaba esgrima,pasadas las 7,se dirigìa a su casa.Por las noches leìa hasta las 11 y media,junto a su cama siempre tenìa una ediciòn francesa de Las Mil Noches y Una Noche,tìtulo que el tiempo modificò por Las Mil y Una Noche.Su rutina se fue repitiendo hasta que se rompiò en 1926.Todo empezò en el Instituto del Profesorado,cuando el docente Jorge Guasch Leguizamòn le pidiò a sus alumnas que leyeran “Lunario Sentimental”,de Lugones,como era una obra de 1909,no se conseguìa con facilidad,por tal motivo Emilia Santiago Cadelago,decidiò buscarlo en la Biblioteca del Maestro,una empleda del lugar le manifestò que todavìa no habìa cedido un ejemplar de ese libro,mientras conversaban,llegò Lugones,la joven veinteañera se acercò al escritor,y este de mala manera le dijo si querìa un autògrafo;ella le contò el motivo de su visita,entonces le dijo que vuelva en un par de dìas.Lugones de 52 años,era malumorado y poco sociable,la monotonìa habìa aùn mas endurecido su estilo;en 6 meses mas cumplirìa 30 años de casado con Juana;pero la tarde del 23 de Junio de 1926,la flecha que lanzò cupido,diò de lleno al poeta,no bien ingresò al sector de libros para niños,creado por èl,donde se encontraba la tìmida estudiante del Profesorado.Esa tarde Emilia Cadelago lucìa impecable vestido verde y sentada en la punta de un sillòn,como demostrando que no le harìa perder tiempo;y surgiò un nuevo horario,porque Lugones,quien en 1924 habìa pronunciado la famosa arenga revolucionaria “La Hora de la espada”,donde anunciaba el fin de las democracias,describìa el encuentro con la alumna en un poema que llamò “La Hora del Destino”.
La que aquella tarde me cambiò la vida
dejàndola a la otra para siempre atada
fue una joven suave de vestido verde
que con dulce asombro me mirò callada
Marìa Inès Càrdenas,amiga de Emilia durante 50 años,escribiò un libro con el tìtulo: “Cuando Lugones Conociò el Amor”,allì menciona que faltò a su palabra ya que en aquella apocalìptica tarde,no le consiguiò el famoso Lunario Sentimental,en cambio le regalò “Las Horas Doradas”,que habìa publicado en 1922,dedicado a Emilia,allì terminò la reuniòn.Desgarrados de amor se saludaron y cada cual siguiò su rumbo.Pero habìan quedado atados por un hilo màgico,las cartas,los versos en castellano,inglès y francès,los llamados y encuentros se multiplicaron vertiginosamente,por las tardes disimulando las sesiones de esgrima en el Cìrculo Militar,ubicado cerca del Profesorado.Se encontraban y concurrìan a un departamento donde el poeta se lanzaba a los pies de la estudiante para besarla con adoraciòn.Aquel hombre que alguna vez se habìa jactado de ser el marido mas fiel de Buenos Aires,iniciò un intensa relaciòn clandestina con Emilia.El romance tomò los dos mundos de Lugones,el real y el platònico;en muchas poesìas apareciò Aglaura,el apelativo literario que le diò a su amada;en 1927 dedicò versos,A Emilia mi Novia Adorada.Tambièn aparecieron poemas como el 9 de Julio de 1928,firmados como Osolòn de Ploguel,que es el anagrama de Leopoldo Lugones,dedicados A Clelia de Amoiga,anagrama de Emilia Cadelago.Otros versos los suscribiò con el seudònimo de Ugopoleòn de Sol.En algunas cartas le contaba pormenores de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE),creada en 1928.La pareja empleaba còdigos y eufemismos que ambos entendìan.En una carta,el escritor le pedìa que por favor recordara “El paseo del Rey entre las azucenas de la Princesa”.Emilia guardaba en su còmoda como un tesoro,cada carta,y cada dedicatoria.Nunca revelò a sus padres su relaciòn con el poeta,en cambio en la casa de los Lugones,el hijo percibìa que algo ocurrìa.La pareja llevaba unos 4 años de noviazgo secreto y es probable que el tiempo haya aflojado el estricto cuidado de las apariencias.A pesar que se inventaban nombres como la Sra. de Smith,la Sra. de Arèvalo,etc y se enviaban cartas a travès de una amiga de Emilia,o utilizando como destinatario a Enrique Moràs,empleado de confianza de la Biblioteca;el hijo de Lugones,se ingeniò para registrar las conversaciones telefònicas de su padre con Emilia,consiguìo suficientes pruebas,despuès de hacerlo seguir,revisar su correspondencia etc.Luego concurriò a ver a Santiago Cadelago,en su casa de la calle Nazarre en la Ciudad de Buenos Aires,sorprendidos,los padres escucharon las voces del romance.Leopoldo Lugones (h) de 35 años,solicitò que la alejaran de su padre,sino èl se encargarìa de hacerlo declarar insano y lo encerrarìa en lo que en aquella època se denominaba manicomio.”Polo” como era su apodo,habìa sido nombrado comisario a partir de la revoluciòn del 30,y tenìa poder para manejar la situaciòn,(se lo recuerda en la historia por haber instalado la picana elèctrica para la tortura).Emilia no querìa que su amado terrminara encerrado como insano,sus padres ademàs le comunicaron que no tolerarìan dicha relaciòn,entonces tuvo que tomar una dolorosa determinaciòn,diò por terminado su noviazgo clandestino,conservarìa ademàs de los intensos momentos vividos,las cartas,las poesìas,algunos libros y un gato de peluche que le habìa regalado,tambièn un resto de perfume que tambièn le diò el escritor con la siguiente nota: “Al darte ese perfume,le hago a èl,no a ti el favor.
Pues tù al mismo perfume perfumas,oh mi amor”.
Pero la colecciòn de recuerdos no terminò allì,por que Lugones se valìo de amigos para hacerle llegar nuevas cartas,esquelas y poesìas en las que protestaba por la separaciòn,algunas notas llevaban impregnadas perfumes,otras sangre etc.Eran reclamos de un hombre desesperado que debìa resignarse a volcar su desdicha en textos que llegaran a las manos de la mujer que amaba en secreto,a pesar de conntinuar su matrimonio con Juana.”Ya entre nosotros no hay poder que pueda borrar el encanto que supimos crear querièndonos.Ahora voy,mi pichoncito de rosa,donde tu sabes,a besar lo que me dejaste con tu mas ìntimo perfume.Con tu perfume de azucena que yo encontrè.No quiero nada mas que hablarte de amor como en nuesrtras tardecitas”.
Se llamaban por telèfono con el ùnico fin de sentirse respirar;ninguno de los dos hablaba;hasta bautizaron el sistema como “mudo llamamiento”,frase tomada del libro de la mesa de luz,Las Mil y Una Noches: “Y su mudo llamamiento,en la soledad de aquella gruta,era mas terrible que todos los gritos del delirio”.Alguna conexiòn tuvieron los amantes con aquellos relatos de Medio Oriente,porquè èl le escribiò una poesìa titulada “1001”.Lugones evocaba en sus notas los encuentros: “Tengo sed de oirte gemir como una garcita herida”.
A veces le enviaba poesìas:
Mi amor en tus ojos,el cielo.
Mi amor en tus manos,la suerte.
Mi amor en tu boca,el anhelo.
Mi amor en tu alma,el consuelo.
Mi amor sin el tuyo,la muerte.
Mientras tanto su esposa Juana Gonzàlez,pasaba por una enfermedad psìquica,dentro de su casa se movìa con una cinta con un cascabel,atada a su tobillo,para saber donde estaba y poder asi controlar su seguridad.(Fuente: Daniel Balmaceda).
Me conmueve ver la alegría en los rostros de Leopoldo Lugones y su esposa Juana Agudelo como los comentarios del Lic. Somma sobre la juventud del poeta y quizás sus ùnicos años de felicidad. En realidad, su vida fuera del àmbito de la poesía estaría signada por la tragedia. Su único hijo, Leopoldo Polo Lugones, nombrado Comisario Inspector de Policía habría sido condenado por violación de un menor, y su padre tuvo que rogar para que no lo condenaran. Se dice que tiempo después introdujo el uso de la picana eléctrica .
Finalmente el gran poeta decide suicidarse en el recreo El tropezón de El Tigre con una mezcla de whisky y cianuro, se habla de desilusiones políticas, pero más recientemente se afirma que el verdadero motivo fue el amor por una jovencita, a la que su hijo obligó a dejar. Una vez muerto Lugones la tragedia continuó con los miembros de su familia.Su hijo y un nieto se suicidaron, y su nieta Susana Piri Lugones fue detenida y desparecida en 1978. Qué lejos había quedado la despreocupación que marca esta fotografía en Mar del Plata en 1907.
Llamativo el uso de medias en las damas que vemos , habida cuenta que la aparición de las medias de Nylon se remonta a finales de los años 30´.
El Nylon
El descubridor del nylon y quien lo patentó primeramente fue Wallace Hume Carothers. A la muerte de éste, la empresa Du Pont conservó la patente.
Los Laboratorios Du Pont, en 1938, produjeron esta fibra sintética fuerte y elástica, que reemplazaría en parte a la seda y el rayón.
Había dos ciudades en las que se esperaba que tuviese gran éxito este invento, y por las cuales le pusieron el nombre a la fibra: New York(Ny) y Londres(Lon).
El nylon es una fibra textil elástica y resistente, no la ataca la polilla, no requiere de planchado y se utiliza en la confección de medias, tejidos y telas de punto, también cerdas y sedales. El nylon moldeado se utiliza como material duro en la fabricación de diversos utensilios, como mangos de cepillos, peines, etc.
Se obtiene por polimerización de un derivado del fenol: ácido adípico, y de un derivado del amoníaco, la exametilenodiamina.
Con este invento, se revolucionó en 1938 el mercado de las medias, con la fabricación de las medias de nylon. Las primeras partidas llegaron a Europa en 1945.
FUENTE : educar.org.
Wallace Hume Carothers (1896-1937)
La investigación de los polímeros relacionados con el caucho condujo al descubrimiento del neopreno, que superaba al caucho natural por sus propiedades elastómeras. Más adelante, Carothers fue capaz de obtener largas cadenas de poliamidas a las que llamó nylon. El nylon se utiliza mayoritariamente en la industria textil, y su invento más revolucionario fueron las medias de nylon. Existe una creencia popular de que la palabra nylon es una contracción de NY (de Nueva York) y de LON (de Londres), las dos ciudades donde el material fue manufacturado por primera vez.
FUENTE : quimica2011.es
Seguramente algún forista explicará oportunamente qué prenda es la que visten las protagonistas de la presente.
En el verano de 1925,los poetas de la revista Martìn Fierro se entretenìan publicando epigramas para las tumbas,por ejemplo el siguiente apareciò el 24 de Enero:
En aqueste panteòn
yace Leopoldo Lugones,
Quien,leyendo La Naciòn
Muriò entre las convulsiones
De una auto-intoxicaciòn.
A esa altura Lugones habìa alcanzado gran popularidad y presigio,su palabra era sagrada en el mundo de las letras,de hecho fue quien colocò en el podio de la literatura argentina el Martìn Fierro de Josè Hernandez,o para dar otro ejemplo,su crìtica favorable al Don Segundo Sombra de Guiraldes,transformò el libro en un èxito instantàneo,se vendieron en 4 meses 10 mil ejemplares.Lugones era el poeta nacional,el hombre de la definiciòn justa y gran administrador del vocabulario.Sin embargo todos esos pergaminos no lograban aplacar sus penas de amor a fines de 1930,la feroz herida en el corazòn parecìa ser mortal,a instancias de su hijo se tuvo que separar de su amada,ademàs su matrimonio estaba resquebrajado;por otra parte,entre los mas jòvenes se puso de moda atacar al escritor que fue adorado por generaciones juveniles de antaño.Una de esas cultoras fue Marìa Alicia Domìnguez,estudiante de Letras,con condiciones fìsicas y literarias para destacarse.Tenìa varias poesìas publicadas,con 22 años cumplidos el dìa de la revoluciòn que derrocò a Yrigoyen,el mismo que le habìa conseguido su primer nombramiento como profesora de Instrucciòn Cìvica y Castellano,en la escuela Comercial Sud nº 4.Su juventud belleza y talento eran sus cartas de presentaciòn.En una entrevista para el diario La Razòn opinò de Lugones: no me gusta,carece de humanidad y lirismo;ella misma reconociò mucho tiempo despuès,que solo le importaba aparecer como rebelde,ya que en realidad habìa leìdo muy poco del escritor.Pero en su casa su padre admiraba a Lugones,quien lo consideraba el mas grande de los escritores argentinos.Pero para Marìa Alicia,eso no era problema,se quedò tranquia pese al serio disgusto con su padre,que le reprochò y la puso en ridìculo publicamente,acusàndola de ignorancia e ingratitud.Sin embargo unas dècadas mas tarde reconociò que un mes despuès de aquella manifestaciòn desafortunada,necesitarìa del aquel hombre que criticara.Por ese entonces a Marìa Alicia le habìan otorgado una pocas horas de càtedra con alumnos del secundario,aunque todavìa no sabìa donde se harìan efectivas.Casi a la vez recibiò un nombramiento que esperaba con ansias,el de Auxiliar en la Inspecciòn Tècnica General,pero los dos trabajos se superponìan,por lo tanto debìa optar por alguno de ellos.Se le ocurriò una idea,como la asistencia se hacìa en el Ministerio de Educaciòn,podìa gestionar que las horas de càtedra las cubriera en la Biblioteca del Maestro,para lograrlo debia convencer al Director,que por supuesto era Lugones.Marìa Alicia le escribiò una carta explicando el problema que tenìa,la entregò a un ordenanza y pensò como no la detuvo el temor de dirigirse a alguien que ofendiò,por lo tanto creyò que habìa pocas posibilidades que la ayudara.Al dìa siguiente se encontraba en su oficina,ubicada en el mismo pasillo,pero enfrente de la puerta de ingreso a la biblioteca,cuando apareciò Samuel Glusberg,quien dijo: la llama Lugones,entrò al despacho,y este prefiriò atenderla sin escritorio de por medio.Se sentaron en dos sillones junto a la ventana,detràs del espeso humo del cigarrillo asomaban los ojos del escritor,quien le preguntò si querìa trabajar en la biblioteca,sabiendo que ella dirìa que si,una vez que obtuvo la respuesta que esperaba,cruzò las piernas y marcò el ritmo con su pie derecho,tic caracterìstico de Leopoldo Lugones.Luego de unos instantes de nervioso golpeteo,le respondiò a la deslumbrante morocha: aquì no hay mas que una empleada y eso es porque lleva muchos años en funciòn,(era la que atendiò a Emilia S. Cadelago,cuando fue a buscar el libro y terminò en amante).Lugones continuò: no deseo que haya mujeres en la Biblioteca,no me parece bien que suban y bajen escaleras para buscar libros….Marìa Alicia Dominguez se puso de pie y puso fin a la entrevista,bueno lo mismo le quedo agradecida.Molesta se retiraba,pero Lugones se levantò de inmediato y la interceptò en la puerta,tendiò la la mano para saludarla y le dijo: voy a hablarle al presidente del Consejo de educaciòn para que resuelva su situaciòn de horario dentro de la oficina donde Ud. trabaja.////// continùa…
////Continuaciòn de mi comentario Anterior.
Lugones mantenìa la postura de no permitirle trabajar en la Biblioteca,pero le daba una soluciòn mejor,fue la ùnica vez que tuvo làgrimas en sus ojos,a causa del escritor,confesarìa tiempo despuès.Porque gracias a èl obtuvo la fusiòn de las tareas.Fue agradecerle su gestiòn,pero ese dìa comenzò una relaciòn que trascendiò la amistad.El propio despacho habrìa sido refugio de amor de esta pareja si se dan ciertas las confidencias que revelaron empleados del edificio y que estaban relacionadas con hallazgos a la hora de la limpieza.No han salido a la luz escritos o correspondencia,como ocurriò con Emilia.Sin embargo la mismìsima protagonista,quien no desconocìa los comentarios que la vinculaban sentimentalmente con el autor de “La Horade la Espada”,jamàs desmintiò una coma.Tampoco lo hizo su amiga y confidente,Marìa Elena Walsh,en oportunidades que se tratò el tema de los posibles amorìos entre la joven y el maduro escritor,solamente aclarò que nada tuvo que ver con la fatal decisiòn que tomò Lugones en 1938.Un antiguo vecino del barrio de Belgrano relatò que Marìa Francisca Hernandez Pinzòn,madre de Marìa Alicia,que vivià sobre Av.Cabildo,echò una noche a Lugones de su casa,el memorioso vecino prefiriò no dar detalles,aunque sus gestos daban a entender que sabìa aun mas.En el Miniserio de Educaciòn,las visitas de Marìa Alicia a Lugones se hicieron habituales,ella no trabajaba en la Biblioteca,pero pasaba mucho tiempo en el despacho del director.Lugones le leìa poesìas,le regalaba libros,le entregaba cartas que le enviaban a èl.A veces Marìa le tipeaba los textos que enviaba al diario La Naciòn;juntos tomaban el tè en el despacho.”Recuerdo una tarde,(son palabras de Maria Alicia)en que vino su ordenanza Sànchez para avisarme: Dice el Sr.Lugones que vaya a ver como està el cielo.Desde la ventana de su despacho,me señalò los colores de las nubes,despuès de una tormenta;y otra vez el lucero de la tarde,que lo conmovìa profundamente”.En aquellos dìas de encuentros y mas encuentros Marìa Alicia publicò una poesìa en “Nosotros” en la que expresaba ciertas situaciones de autocensura,por ejemplo:
Yo sè que no te debo llorar;pero te lloro
como si cada làgrima fuera una gota de oro
con la voy labrando-lenta labor de orfebre-
la urna funeraria de un imposible amor;
y en los bajorrelieves va esculpida una flor,
que flota sobre agua densa y floja de fiebre.
Tu recuerdo es un guante de piel envenenada
que se ajustò a mis dedos y tu nombre me induce,
y es la sombra fatal que sobre mi produce
la luz de toda làmpara que alumbra mi jornada.
Ya sè que no te debo llorar;pero te lloro
como si cada làgrima fuese una gota de oro.
No solo escribiò poesìa,en 1937,cuando la relaciòn con Lugones ya habìa alcanzado su madurez,publicò la primera biografia novelada de Mariquita Sànchez de Thompson,que vendiò 4 mil ejemplares.En el mundo de las letras era conocida como la discìpula de Lugones,tìtulo que la atractiva señorita luciò con orgullo,incluso luego de perder a su maestro.En Enero de 1938,Leopoldo Lugones le regalò una lapicera de madera,muy rudimentaria,y le aclarò: “Es la que usado toda mi vida,tampoco he tenido mas que un par de anteojos”.Se dice que cuando una persona està abatida y entrega un objeto preciado,es aparentemente por que se està despidiendo,aunque lejos estuvo de sospecharlo su joven compañera.Marìa Alicia Dominguez fue la ùltima persona de confianza que estuvo junto al poeta antes que se quitara la vida.”La ùltima vez que vi a Leopoldo Lugones,fue el viernes 18 de Febrero de 1938,a las 2 y media de la tarde mas o menos.Conversamos hasta pasadas las tres.Doy testimonio de la hora porque leì que habìa viajdo por la mañana del dìa de su muerte.Crucè,como tantas veces,el corredor que separaba nuestras oficinas.Me sorprendiò su gravedad,una dulce gravedad,serena,que parecìa volverlo distante;despuès comprendì que su mirada ya no era de la vida.Hecha al hàbito de leer en ella,la advertì como remota y a la vez triste.Vestìa de oscuro y estaba perfectamente rasurado;tenìa un leve corte de navaja en el labio superior”.Aquel viernes de calor sofocante que preanunciaba una tormenta de verano,èl le dijo,sin mirarla a los ojos: “Tengo una seria preocupaciòn;el nuevo gobierno sabe que durante la revoluciòn de Septiembre guardè armas en estos muebles,debo ir a Campo de Mayo,me han citado esta tarde”.Se referìa a la revoluciòn del 6 de Septiembre de 1930,cuando Uriburu derrocò a Yrigoyen,el mueble era un armario en el despacho.Cristina Mucci en su biografia de Lugones,cuenta que habìa guardado,junto a una pistola a la que llamaba “La Nena”,con la que disparaba 5 tiros al aire el 31 de Diciembre a la medianoche,una docena de fusiles Mauser,escopetas y cartuchos de dinamita;en cuanto al nuevo gobierno,se trataba del de Roberto Ortiz,quien ausmirìa en 48 horas./////
Continùa…
/////Continuaciòn de mi comentario anterior.
En voz muy baja,Lugones anunciò a su amiga: “Puede ser grave,quizàs haya un duelo”;estremecida Marìa Alicia atinò a reaccionar con una sùplica: le rogò que le hiciera saber por telèfono si el duelo se realizaba o no.”Si puedo te llamo”,fueron las ùltimas palabras que escuchò de Lugones.En la recontrucciòn de los hechos se estableciò que llamò a su mujer Juana Gonzàlez,dicièndole que tenìa mucho calor y se irìa hacia el Tigre,para descansar y tomar algo fresco.Dejò su despacho dejando su arma (La Nena) y caminò hasta Retiro,en la estaciòn adquiriò un pasaje de ida,aquel caluroso viernes,su ex amante Emilia Canelago se hallaba de vacaciones en Montevideo.Marìa Alicia por su parte se quedò en el consejo de Educaciòn a la expectativa de que llamara el telèfono.El escritor se sentò contra la ventana del coche para fumadores,sus circunstanciales compañeros de viaje expresaron que encendìa un cigarrillo tras otro,y tenìa la mirada perdida hacia afuera.Sumido en pensamientos indescifrables se sobresaltò cuando el guarda lo devolviò a la realidad al pedirle el boleto;a esa altura era el centro de las miradas de todos.Al llegar a la estaciòn San Isidro,se puso de pie,caminò hasta la puerta,pasò al andèn y al darse cuenta que aùn no estaba en Tigre,regresò,hablando entre dientes,y se cambiò de asiento.Una vez llegado a la terminal,preguntò cual era el Recreo que estaba mas alejado,luego subiò a una lancha de pasajeros;llevaba un sombrero de paja y un saco negro,viajò durante 2 horas y media por el Delta.En el Recreo “El Tropezòn”,no se dirigiò de inmediato a un cuarto,sino que tomò un whisky,en una mesa junto al rìo,le pidiò al mozo que dejara la botella,Lugones nunca tomaba ese tipo de bebida,luego de varios vasos,se instalò en una habitaciòn,la nº 19,solicitò que le llevaran la botella de whisky a su cuarto y que no lo molestaran hasta la hora de comer.Al mismo tiempo,en Montevideo,Emilia Candelago conversaba con una amiga y tomò un espejo de mano para peinarse,y se dice que sin motivo aparente el mismo estallò,y fue inevitable que recordara aquella vez que Leopoldo le habìa escrito: “¿Y si un dìa te llamara con un grito incontenible?”.Ocurriò aquel caluroso viernes 18 de Febrero,el dìa que Lugones,encerrado en su cuarto con vista el rìo Paranà de las Palmas,se suicidaba tomando whisky con cianuro.Lo velaron en su casa de la Av. Santa Fè 1391;Juana Gonzàlez recibiò las condolencias enfundada en un vestido colorado.No usò el clasico negro de luto.Marìa Alicia escribiò unos versos:
Claridad absoluta del silencio
sobre el alma que tiene sed de paz
ya cesò tu dolor;
no volverà.
En el cielo de cobre y de oro ardiente
yo lo quemè contigo: ya no està;
era el ocaso,el viento repetìa
en los àlamos de oro: nunca mas.
Amado: el ruiseñor cantò en las rosas
y la hoz de la luna brilla ya;
la vida silenciosa entre sombra
perfumada,te espera;¡Oh,caridad
del silencio,del olvido y la esperanza!
¡Oh,caridad!
Emilia Candelago,continuò soltera,teniendo siempre a la vista la foto de su amado,muriò en 1981,en su ataud,descansa junto a ella el gato de peluche que Leopoldo Lugones le habia obsequiado,lo demàs,cartas,cintas, escritos,guantes,pañuelos etc.fueron incinerados por la familia Lugones.
Marìa alicia Dominguez se casò posteriormente con el editor Fernando Foyatier,pero nunca dejò de exaltar la figura del escritor.(Fuente: Daniel Balmaceda/Romances Argentinos de Escritores Turbulentos).
Leopoldo Lugones fue uno de los hombres de letras mas destacados y tambièn mas controvertidos que dio el paìs.Influyente como pocos en la literatura hispanoamericana,su vida conociò pocos puntos intermedios: con la misma pasiòn con la que abrazò la causa socialista en su juventud,se volcò luego a una posiciòn ultraconservadora.Para los dìas del Centenario,en Mayo de 1910,Lugones produjo una serie de textos en los que aporta un registro poètico completamente diferente de su estilo,para homenajear a su tierra y a su gente.El escritor,entonces de 36 años,ya era conocido como una de las mas destacadas figuras del modernismo universal.Entonces llevaba publicado “Las Montañas de Oro” (1897);”Los Crepùsculos del Jardìn” (1905) y “Lunario Sentimental”(1909).Habìa escrito tambièn “La Guerra Gaucha”,una novela que aborda las guerras de la independencia y que ocupa un lugar destacado en las letras argentinas.Tambièn para entonces,habìa sido expulsado del partido socialista.Otros ejemplos de la producciòn en este perìodo son “Odas Seculares” (1910) e “Historia de Sarmiento” (1911).(Fuente: La Naciòn(135 años/4-1-2005).
Enrique García Velloso: Naciò en Rosario Provincia de Santa Fe el 2-9-1880-Falleciò en Buenos Aires,el 27 de Enero de 1938.Fue Dramaturgo,Director de Cine y Teatro;Guionista etc.
Obras de Teatro
La Loca del Azul
El Tango en París
El Zapato de Cristal
En el Barrio de las Ranas
Gabino,el Mayoral
Veinticuatro Horas Dictador
Morriña…Morriña Mia!
La Bengalí
En la Tierra de la Paz y del Amor
La Palomita de la Puñalada
La Sombra
Las Termas de Colo Colo
Mama Culepina
El Mascoton
Oran al Freno
Jesús Nazareno
Gabino el Mayoral
El Dios de la Suerte
Eclipse de Sol
Armenonville (1920)
Caín
Instituto Internacional de Señoritas
Chispas de la Hoguera
Eclipse de Sol
El Chiripá Rojo
El Copetín
Criollo Viejo!,junto con Humberto Cairo
El Club Pueyrredon,junto con Armando García Velloso
Los Conquistadores del Desierto,junto con José González Castillo y Folco Testena
Dios!,junto con José González Castillo y Folco Testena
Filmografía:
Como Guionista;
El Tango en París (1955)
El Baño de Afrodita (1949)
Eclipse de Sol (1943)
Besos Brujos (1937)
Te Quiero con Locura (1935)
Mariano Moreno y la Revolución de Mayo (1915)
Como Director:
El Movimiento Continuo (1916)
Un Romance Argentino (1916)
Mariano Moreno y la Revolución de Mayo (1915)
Amalia (1914)
Director de fotografía:
Amalia (1914)
Mitos en el cementerio de la Recoleta en la Ciudad Autònoma de Buenos Aires:
Luz María García Velloso:
Hija del dramaturgo Enrique García Velloso, tenía 15 años cuando murió de leucemia en 1925.Una escultura tamaño natural la representa dormida,bajo un crucifijo.Su madre,deprimida después de la muerte de la hija,obtuvo permiso especial para permanecer junto a esta tumba por las noches.Su bóveda se encuentra a la derecha de la avenida principal de la Recoleta.Allí hay una estatua yacente de una criatura de pecho plano,muy hermosa,muerta en su lecho.
La madre,desesperada,durmió durante meses a los pies de la imagen,en un pequeño espacio detrás de las rejas.A Luz María también se le atribuye el protagonismo de la leyenda urbana más popular del mundo: la Dama de Blanco.Se sabe: un joven se encuentra con una bella chica,la lleva a bailar o a tomar algo,ella siente frío,él le presta su saco,ella lo mancha de café.Al día siguiente,cuando el joven quiere recuperar su saco en casa de la chica,la madre le comunica que está muerta, enterrada en la Recoleta.El joven va al cementerio y encuentra su saco sobre la bóveda.Enloquece.O se suicida.Hay una versión que prescinde del encuentro con la madre: la chica entra al cementerio una vez terminada la salida y se pierde entre las bóvedas,mientras el joven la sigue y comprueba que estuvo paseando con un espectro.
La Bella Durmiente
Blanca nívea reposa sobre un lecho de rosas,
la acaricia la brisa donde flota su aroma,
Luz María,una tierna y dulce adolescente
yace frente a tus ojos,como bella durmiente.
Duerme su sueño eterno, el sueño de la muerte
esperando tal vez que un beso la despierte,
el beso que quizás ella siempre ha esperado,
el beso del amor,de un príncipe encantado.
Sigue soñando niña,los ángeles te cuidan
mientras todos admiran tu pálida belleza
y una lágrima empaña el mirar de unos ojos
que lloran tu partida,vertiendo su tristeza.
Los escritores y el poder:
Entre 1937 y 1938,hace setenta años,la noticia de los suicidios de tres de nuestros más grandes escritores conmocionó el país.Horacio Quiroga,Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni se quitaron la vida con diferencia de meses.
Quiroga había vuelto a Buenos Aires de su exilio en la selva de Misiones y se había internado en el Hospital de Clínicas para tratarse de un cáncer de próstata.Se mató con cianuro de potasio,tuvo un triste velatorio en la Casa del Teatro y los gastos del servicio fúnebre los afrontó el empresario periodístico Natalio Botana.El gobierno del Uruguay,donde había nacido, propuso enterrarlo en ese país,y allí fue en parte resarcido: se organizó una gran ceremonia y más de 5 mil personas se sumaron al cortejo.
Unos años antes,Alfonsina Storni había dicho en un reportaje aparecido en Crítica: “El uruguayo endiosa a sus escritores,mientras que el argentino los baja del pedestal a pedradas.El ímpetu creativo ha disminuido mucho en esta Argentina gobernada por el general Justo,en la que importan más los negociados que la creación de los escritores”.
Alfonsina despidió a su amigo con un poema:
“Morir como tú,Horacio,en tus cabales,
y así como en tus cuentos,no está mal.
Un rayo a tiempo y se acabó la feria
Allá dirán…”.
Leopoldo Lugones,en cambio,se limitó a comentar:
“Se mató como una sirvienta”,sin comprender aún que en realidad no importaba la manera.Lugones y Quiroga se habían conocido en uno de los viajes habituales del uruguayo,cuando se animó a tocar el llamador de la casa del poeta,y se estableció una amistad.Lugones era apenas mayor,pero hacía un año que vivía en Buenos Aires y ya había publicado Las montañas del oro,libro que lo convertiría en el símbolo del modernismo en el Río de la Plata.Se distanciarían muchos años después,cuando el ya indiscutido poeta nacional declaró en Ayacucho que había llegado la hora de la espada.Fue en
tonces cuando el uruguayo,que habitualmente no opinaba sobre política,escribió: “Subleva el alma que sea a veces un alto intelectual -un amigo- quien se expresa de esa atroz manera”.A partir de entonces,ya no se verían más.Lugones se suicidó un año después que Quiroga,apelando al mismo procedimiento.”En esa época abundaban los suicidios de domésticas con cianuro de potasio en polvo,producto que se adquiría con facilidad en las ferreterías”,explicaba César Tiempo.Luego sería el turno de Alfonsina.Operada de un cáncer de mama,pasó su convalecencia en la quinta Los Naranjos,del benefactor de los artistas de la época,Natalio Botana (en realidad,era íntima amiga de Salvadora Medina Onrubia,su mujer),y sólo aceptó someterse a una única sesión de rayos,que la dejó exhausta.A partir de allí,sufrió fuertes dolores y cambió su carácter,tradicionalmente alegre.Una madrugada,dejó su habitación de hotel en Mar del Plata y algunas horas después la encontrarían flotando a doscientos metros de la playa.A diferencia de Quiroga,su cuerpo fue recibido en Buenos Aires por una multitud que la acompañó hasta el cementerio de la Recoleta,en el que fue enterrada (¿dónde, si no?) en la bóveda de la familia Botana.Fue entonces cuando el senador Alfredo Palacios se decidió a hablar en el Congreso de la Nación: “Nuestro progreso material asombra a propios y extraños…,pero con frecuencia subordinamos los valores del espíritu a los utilitarios y no hemos conseguido crear una atmósfera propicia donde pueda prosperar esa planta delicada que es un poeta.En dos años han desertado de la existencia tres de nuestros grandes espíritus,cada uno de los cuales bastaría para dar gloria a un país: Leopoldo Lugones,Horacio Quiroga y Alfonsina Storni.Algo anda mal en la vida de una nación cuando,en vez de cantarla,los poetas parten,con un gesto de amargura y de desdén,en medio de una glacial indiferencia del Estado”.Al igual que Horacio Quiroga,Palacios se había desencantado del poeta -de quien había sido amigo en sus inicios- por sus virajes políticos,aunque no vaciló en dolerse por su muerte.Jorge Luis Borges,por su parte,comentó: “Lo esencial es la sensación de inutilidad que tienen en este país las personas que se dedican a las letras”.¿Influyeron de algún modo en estos suicidios la indiferencia del Estado que denunció Palacios o,lo que es lo mismo,la sensación de inutilidad que planteó Borges? Seguramente tuvieron algún peso en el caso de Quiroga,que murió en la soledad y la pobreza y,en menor grado,en el de Alfonsina.Lugones,en cambio,trabajó siempre desde un lugar distinto: el del artista que desarrolla su obra y, paralelamente,aspira a convertirse en el ideólogo de su tiempo y ocupar un lugar de cercanía del poder.La relación entre escritores y política nunca fue sencilla.Salvando las distancias,hubo otra escritora con un recorrido similar al de Leopoldo Lugones.Marta Lynch desarrolló paralelamente a su carrera literaria (de fuerte contenido político,con títulos como La alfombra roja y La señora Ordóñez) un pretendido papel en la política activa que,sin embargo, nunca logró alcanzar.Comenzó apoyando la candidatura presidencial de Arturo Frondizi,de quien se distanció pronto,al no obtener el protagonismo al que aspiraba.Luego se declaró partidaria de la revolución cubana,del peronismo revolucionario y del gobierno de Héctor J. Cámpora,en el que tampoco encontró un lugar.En 1976,consideró que los militares nos traerían un “orden necesario” y terminó relacionándose con el almirante Emilio Massera,quien al poco tiempo comenzó a evitarla.Finalmente,con la llegada de la democracia,intentó integrarse a los sectores que rodeaban al presidente Raúl Alfonsín,pero su cercanía de la dictadura impidió que le dieran espacio.Pese a que unos meses antes había presentado su último libro con gran éxito,se suicidó en 1985, después de algunos desengaños amorosos y en medio de una enorme sensación de frustración personal. Leopoldo Lugones también asumió el riesgo de sus cambios ideológicos,a tono con las tendencias de la época.En sus comienzos como socialista,fue aclamado en mitines partidarios en la plaza Herrera,de Barracas,y fundó el periódico La Montaña,junto a José Ingenieros y Roberto Payró.Luego conoció a Julio Argentino Roca y se entusiasmó con el proyecto de la generación del 80,con el que colaboró desde distintos cargos.Finalmente, terminaría apelando al militarismo y convirtiéndose en ideólogo de la revolución de 1930.Le cupo,como dijo Juan José Sebreli,”el triste mérito de descubrir -o inventar- al nuevo sujeto histórico,destinado a reemplazar tanto a la oligarquía liberal ilustrada como a las masas electorales: el Ejército”.
Sin embargo,el gobierno de José Félix Uriburu jamás lo convocó.Y con la asunción de Agustín P. Justo (quien arrojó sus innumerables proyectos al cesto de papeles) perdió la esperanza de asumir el cargo para el que se consideraba destinado.Al igual que Marta Lynch,la frustración se sumó a una serie de desengaños y pérdidas personales.Tal vez Lugones pretendió un lugar imposible en la Argentina,donde,salvo en la época de la organización del Estado,y por razones diversas,los intelectuales no han tenido incidencia en el poder real.
(Fuente: Cristina Mucci/La Naciòn/4-10-2008)
Sobre la decisiòn de Lugones de quitarse la vida,hasta ahora,pese a tantos historiadores y biògrafos,no encontraron el motivo fundamental,ya que unos se refieren a un fracaso sentimental,otros a la polìtica etc.,pero a mi criterio nadie tratò el tema a nivel psicològico,que puede haber distintas teorìas como por ejemplo que desea destruir un objeto internalizado,u otra serìa que su acciòn de matarse,serìa para èl seguir viviendo en el recuerdo de todos.Como profesional lo puedo ver de una de estas maneras,ya que he tratado el tema,estudiàndolo profundamente y por haber atendido a personas con ese tipo de problemas.
En una nota en la revista Todo es Historia,nº 254,Horacio Sanguinetti,entre otros comentarios,destaca:
…entre los ùltimos versos que escribiò,que anticipan su trascendental decisiòn:
“Hasta que al fin del propio destino soberano
cuando sean ya inùtiles la lucha y el martirio,
pondràs serenamente,como quien corta un lirio,
sobre tu ùltimo dìa libertadora mano.
Y superior a toda pena y todo reproche,
tocada ya la frente por el azul postrero,
con su llave de oro te franqearà el lucero
las compasivas puertas del sueño y de la noche.
….hasta el marxista Anibal Ponce,escribiò,impresionado desde Mexico: “yo lo odiaba con toda el alma,pero tenìa talento para regalar.
La de Baldomero Fernandez Moreno destaca el magisterio inapelable de don Leopoldo:
Tal vez el pàjaro cante
para las ramas del roble.
Tal vez el rìo murmure
para las piedras que roe.
Tal vez el viento se queje
para la cruz de la torre.
Tal vez nosotros callemos,
puesto que tù no nos oyes.
La elejìa de Enrique Larreta:
Doblen doblen campanas por Lugones,Lugones;
y serraniegas flores sepulcrales de aromo,
con sus blancas espinas,cubran el suelo,como,
como sus amarguras,como sus ilusiones.
Llamadores de Còrdoba,silencio de crespones.
Ya le llevan a pulso.Ya sellaron el plomo.
¡Ah,su piedad aquella de la faz del Ecce Homo
y aquel nuevo perfume de Dios en sus canciones!
-¿Por que,por que,por que?,todos se han preguntado.
Callad y daos con una piedra en el pecho.
El abreviò su pena con su propio despecho;
mas no se crucifica sòlo el crucificado ni fueron forasteras las manos que esto han hecho.
Tù destructora tierra,tu misma le has matado.
Estaria interesado en contactarme con el lic Somma , estoy invesitagndo la amistad de Leopoldo lugones con Ruebn Dario , fueron compañeros de trabajo en el correo central , fue Dario testigo de su casamiento en Cordoba y DArio le hizo un poema a la SRa de Lugones .. necesitaria fuentes para verificar esto .. si me puede ayudra yo soy uno de los bisnietos de Ruben Dario que vivie en Argentina
el proximo año se cumplen 100 años de la muerte de Ruben Dario es por eso que estoy haciendo esta investigacion muchas gracias
Quisiera conocer algún dato que pueda contribuir a alumbrar la hipótesis de un posible hijo extra matrimonial, que Leopoldo Lugones habría tenido con Emilia Santiago Cadelago; eventualmente criado por padres adoptivos a cuyo cargo fuera cedido; y quien ya adulto viviera junto a su esposa e hijas, entre las décadas de 1960 y 1970, en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe.
A fines del siglo XIX,en la ciudad de Còrdoba,hubo un conservatorio al que acudìan las principales niñas del vecindario para aprender solfeo,canto,piano o violìn.Del nutrido grupo estaban entre ellos,Juanita Gonzàlez que estudiaba violìn y su amiga Mercedes Bengtown en piano,(la llamaban en Còrdoba Benzo).La primera mencionada le atraìa mas lo que estudiaba su compañera y le solicitò a su padre Esteban Gonzàlez,que lo permitiera,y entonces le compraron el piano de cola que pasò a ocupar el mobiliario de la calle Santa Rosa.Por otra parte los hermanos de Juanita,Juan y Nicolàs,quienes se dedicaban a vagabundear y hacer fechorìas junto a otros amigos,entre quienes figuraba Leopoldo Lugones,reconocido por su extravagante melena,un llamativo chaleco blanco y una sombrilla (llamada en la època quitasol),del tamaño de un paraguas y de color negro,que lo acompñaba a todas partes.En 1893,los hermanos Gonzàlez,invitaron a Lugones,(tenìa 19 años) a su casa.En el salòn se encontraba tambièn Juanita y Mercedes,esta ùltima pidiò permiso para ejecutar el piano,y empezò con Claro de Luna de Beethoven.Al final de la interpretaciòn Leopoldo Lugones quedò enamorado de la m`pusica clàsica y de Juanita Gonzàlez,y esta a su vez esta encantada con el joven poeta.El noviazgo empezò a fuego lento,quizàs por razones de economìa;las intenciones de Lugones eran serias,pero sus posibilidades estaban limitadas,debìa conseguir conseguir un buen empleo en el campo del periodismodonde ya habia lo habìa experimentado.En Còrdoba no habìa muchas posiblidades,y el padre de Juana exigìa algo mas que poesìas.Lugones tenìa un plan,viajar a Buenos Aires y tener un buen trabajo y en cuanto pudiera viajarìa a Còrdoba para casarse y volver a la Capital.Por algùn motivo,el viaje propuesto para la primavera de 1895,se retrasò.Al comienzo del siguiente año,Lugones decidiò ir a ver a un hombre influyente,el diputado provincial,poeta y profesor de la Escuela Normal de Maestras,Carlos Romagosa,de 31 años;el mismo le entregò una carta de recomendaciòn para Mariano de Vedia,director del diario La Tribuna,a quien entre otras cosas le comunicò del joven recomendado: “Creo que llegarà a ser pronto uno de los mas renombrados poetas argentinos”.
Con poco equipaje,sus inprescindibles lentes,once pesos y la carta,Lugones tomò el tren con destino a la estaciòn Retiro de la Ciudad de Buenos Aires.Al llegar,se instalò en una pensiòn muy barata,se entrevistò con Vedia,consiguiò trabajo,estableciò diversos contactos,y luego en diciembre consiguiò 2 semanas de licencia;volviò a Còrdoba,se casò con Juanita el domingo 13 de Diciembre de 1896,por civil y no por iglesia como habìan acordado.Pasaron allì 13 dìas de luna de miel y luego viajaron a Buenos Aires.Alquilaron en una pensiòn en la calle San Lorenzo,en el barrio de San Telmo,casi un año despuès se mudaron a un departamento ubicado en la calle Balcarce y Alsina,donde naciò su ùnico hijo Leopoldo.(fuente: Daniel Balmaceda).
UNA “PINTURA” DE MAR DEL PLATA Y SU GENTE A PRINCIPIOS DEL S.XX.
UNA DESOPILANTE VISITA AL “BRISTOL” Y LA SEMBLANZA DE SUS “HABITUÉS”.
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“…Huyendo ,queridísímos lectores , del calor que , extremando sus rigores , derrite en la metrópoli a cualquiera , me vine á Mar del Plata.
Los ardores aquí templa , del sol , brisa ligera , que apenas , cuando pasa rumorosa , del mar la tersa superficie arruga y deja en esta playa deliciosa a la dama más gruesa y calurosa tan fresca que parece una lechuga.
A la moda tiránica ,obediente , en el BRISTOL HOTEL di con mis huesos ,
donde puedo codearme con la gente de más viso , mas “pchutt” y de más pesos.
¡Cuanto confort! ¡que lujo! ¡qué boato!
Hay para hacerse cruces un buen rato.
Y no resulta , a la verdad , ruinosa la vida aquí , ni es de asustar gran cosa , pues si bien se repara , y de fijo no habrá quien me desmienta , no cuesta más que un ojo de la cara ; (sólo a los tuertos no les tiene cuenta).
Hoy llegaron las niñas de Ontiveros , en busca de salud…y de maridos,
es decir , a la pesca de solteros , con quince mundos llenos de vestidos y cuarenta y seis cajas de sombreros.
Y no creáis que es mucho el equipaje , para estos seres por demás felices , que a la etiqueta rinden homenaje ;
¡si hasta para sonarse las narices hay que cambiar , en este Hotel , de traje!
Llegó asimismo una condesa eslava de verdes ojos que despiden lava ,
de trenzas blondas , de elegante busto, esbeltísimo talle y rojos labios, viuda de un sabio que murió al mes justo de casarse… (¡Qué sabios son los sabios!).
y esa mujer coqueta , a quien más de una esposa mira inquieta y cuya belleza ofusca y enloquece a los hombres más corridos, anda también , según parece , en busca de marido …ó maridos.
Ah! ¡qué vida tan dulce y regalada la de este balneario! ¡cómo goza
la gente vieja y moza , ya zambulléndose en la mar solada , ya viendo cual se acerca a ellas , osada.
Y al peligro que encierra , indiferente , tanta beldad gentil , compendio y suma de cuanto hechizo idealizó la mente , mientras la ola de rumores llena , tiende a sus pies , sobre la roja arena brillante alfombra de nevada espuma.
En estas frescas playas argentinas , todo es placer y encantos…y propinas…aquí la gente, con acierto raro , sabe gozar , ya visitando el Faro , ya por la Rambla discurriendo inquieta , ya en el mar , entonando barcarolas ,(siempre hay alguien que pierde la chaveta…) ,
ya jugando en la playa con las olas , ya en el BRISTOL jugando a la ruleta .
A tales distracciones yo prefiero , tras la siesta ardorosa , soy sincero , ver, no lejos de la ola que desmaya y vuelca , entre murmullos prolongados , su tesoro de perlas en la playa , como juegan los chicos , vigilados por la niñera , el fámulo o el aya.
Hoy me acerqué , en la Perla a una nodriza , hermosota , rolliza ,
de mi tranquilidad , tal vez escollo , la cual daba su pecho exuberante
a un raquítico infante que parecía un japonés criollo.
Besé al chico en la nuca con presteza , para entrar con el ama en relaciones…el bebé mientras tanto rompió en terrible llanto , presa de mil y mil retorcijones ; con adorable y sin igual franqueza ,
ella soltó en mis brazos el chiquillo y yo le arrojé al agua de cabeza , comprendiendo , al notar cierto olorcillo , que amagaba a mis pobres pantalones el peligro…amarillo.
En fin , aquí me trajo mi fortuna , que han de envidiarme más de uno y una…(precisamente lo que yo ambiciono)
Al que no se da tono , por más que de recursos ande escaso , no hay Dios que le haga caso , como hace pocas horas , en Palermo me decía un amigo paquidermo…
Pero , ¡mecachis¡ si seré “aturdido”…
ya he metido la pata…
a lo mejor del cuento , eché al olvido…
que yo estaba en Mar del Plata…”
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AUTOR : Prieto , Casimiro ; para Revista “Caras y Caretas” ; Enero de 1906 .
Prof. Julián Mendozzi.
Leopoldo Lugones y Emilia Cadelago:
En 1912,año del casamiento de Victoria Ocampo y el poco efectivo suicidio sentimental de Conrado Nalè Roxlo,Lugones escribiò “El Libro Fiel”,como una forma de respuesta a quienes lo señalaban,junto con su amada Juana Gonzàlez por no haberse casado por iglesia.Lugones los consideraba hipòcratas por que entendìa que los crìticos no calificaban para cuestionarlo;el tìtulo del libro,buscaba expresar que luego de 15 años de matrimonio,era el ùnico marido fiel de toda Buenos Aires.
Nuestro amor sin sombras y sin desengaños
como las doncellas con su gracia en flor,
por sus primaveras cuenta ya quince años
y esta es,a fe mìa,la edad del amor…
Prosigue dichosa su senda florida
dejando que el tiempo,fugaz como un tul,
componga el amable sueño de tu vida,
de un poco de nube y un poco de azul.
Orgulloso,el poeta saliò a gritar sus principios regidos por el amor.Años mas tarde,continuaba llevando adelante su vida con una puntillosa armonìa: se levantaba a las 7,tomaba mates,y leìa el diario,pasaba la mañana en el escritorio de su casa,almorzaba,y partìa a trabajar a la Biblioteca del Maestro,donde fue director de 1915 a 1938.Antes de las 6 se dirigìa a la redacciòn del diario La Naciòn para entregar sus textos,en su mayorìa manuscritos,ya que nunca escribìa a màquina,si alguna vez lo entregaba mecanografiado,era porque el personal de la biblioteca habìa hecho la transcripciòn;luego se dirigia a unas 4 cuadras,hasta el Cìrculo Militar en la calle Florida 770; en sus salones practicaba esgrima,pasadas las 7,se dirigìa a su casa.Por las noches leìa hasta las 11 y media,junto a su cama siempre tenìa una ediciòn francesa de Las Mil Noches y Una Noche,tìtulo que el tiempo modificò por Las Mil y Una Noche.Su rutina se fue repitiendo hasta que se rompiò en 1926.Todo empezò en el Instituto del Profesorado,cuando el docente Jorge Guasch Leguizamòn le pidiò a sus alumnas que leyeran “Lunario Sentimental”,de Lugones,como era una obra de 1909,no se conseguìa con facilidad,por tal motivo Emilia Santiago Cadelago,decidiò buscarlo en la Biblioteca del Maestro,una empleda del lugar le manifestò que todavìa no habìa cedido un ejemplar de ese libro,mientras conversaban,llegò Lugones,la joven veinteañera se acercò al escritor,y este de mala manera le dijo si querìa un autògrafo;ella le contò el motivo de su visita,entonces le dijo que vuelva en un par de dìas.Lugones de 52 años,era malumorado y poco sociable,la monotonìa habìa aùn mas endurecido su estilo;en 6 meses mas cumplirìa 30 años de casado con Juana;pero la tarde del 23 de Junio de 1926,la flecha que lanzò cupido,diò de lleno al poeta,no bien ingresò al sector de libros para niños,creado por èl,donde se encontraba la tìmida estudiante del Profesorado.Esa tarde Emilia Cadelago lucìa impecable vestido verde y sentada en la punta de un sillòn,como demostrando que no le harìa perder tiempo;y surgiò un nuevo horario,porque Lugones,quien en 1924 habìa pronunciado la famosa arenga revolucionaria “La Hora de la espada”,donde anunciaba el fin de las democracias,describìa el encuentro con la alumna en un poema que llamò “La Hora del Destino”.
La que aquella tarde me cambiò la vida
dejàndola a la otra para siempre atada
fue una joven suave de vestido verde
que con dulce asombro me mirò callada
Marìa Inès Càrdenas,amiga de Emilia durante 50 años,escribiò un libro con el tìtulo: “Cuando Lugones Conociò el Amor”,allì menciona que faltò a su palabra ya que en aquella apocalìptica tarde,no le consiguiò el famoso Lunario Sentimental,en cambio le regalò “Las Horas Doradas”,que habìa publicado en 1922,dedicado a Emilia,allì terminò la reuniòn.Desgarrados de amor se saludaron y cada cual siguiò su rumbo.Pero habìan quedado atados por un hilo màgico,las cartas,los versos en castellano,inglès y francès,los llamados y encuentros se multiplicaron vertiginosamente,por las tardes disimulando las sesiones de esgrima en el Cìrculo Militar,ubicado cerca del Profesorado.Se encontraban y concurrìan a un departamento donde el poeta se lanzaba a los pies de la estudiante para besarla con adoraciòn.Aquel hombre que alguna vez se habìa jactado de ser el marido mas fiel de Buenos Aires,iniciò un intensa relaciòn clandestina con Emilia.El romance tomò los dos mundos de Lugones,el real y el platònico;en muchas poesìas apareciò Aglaura,el apelativo literario que le diò a su amada;en 1927 dedicò versos,A Emilia mi Novia Adorada.Tambièn aparecieron poemas como el 9 de Julio de 1928,firmados como Osolòn de Ploguel,que es el anagrama de Leopoldo Lugones,dedicados A Clelia de Amoiga,anagrama de Emilia Cadelago.Otros versos los suscribiò con el seudònimo de Ugopoleòn de Sol.En algunas cartas le contaba pormenores de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE),creada en 1928.La pareja empleaba còdigos y eufemismos que ambos entendìan.En una carta,el escritor le pedìa que por favor recordara “El paseo del Rey entre las azucenas de la Princesa”.Emilia guardaba en su còmoda como un tesoro,cada carta,y cada dedicatoria.Nunca revelò a sus padres su relaciòn con el poeta,en cambio en la casa de los Lugones,el hijo percibìa que algo ocurrìa.La pareja llevaba unos 4 años de noviazgo secreto y es probable que el tiempo haya aflojado el estricto cuidado de las apariencias.A pesar que se inventaban nombres como la Sra. de Smith,la Sra. de Arèvalo,etc y se enviaban cartas a travès de una amiga de Emilia,o utilizando como destinatario a Enrique Moràs,empleado de confianza de la Biblioteca;el hijo de Lugones,se ingeniò para registrar las conversaciones telefònicas de su padre con Emilia,consiguìo suficientes pruebas,despuès de hacerlo seguir,revisar su correspondencia etc.Luego concurriò a ver a Santiago Cadelago,en su casa de la calle Nazarre en la Ciudad de Buenos Aires,sorprendidos,los padres escucharon las voces del romance.Leopoldo Lugones (h) de 35 años,solicitò que la alejaran de su padre,sino èl se encargarìa de hacerlo declarar insano y lo encerrarìa en lo que en aquella època se denominaba manicomio.”Polo” como era su apodo,habìa sido nombrado comisario a partir de la revoluciòn del 30,y tenìa poder para manejar la situaciòn,(se lo recuerda en la historia por haber instalado la picana elèctrica para la tortura).Emilia no querìa que su amado terrminara encerrado como insano,sus padres ademàs le comunicaron que no tolerarìan dicha relaciòn,entonces tuvo que tomar una dolorosa determinaciòn,diò por terminado su noviazgo clandestino,conservarìa ademàs de los intensos momentos vividos,las cartas,las poesìas,algunos libros y un gato de peluche que le habìa regalado,tambièn un resto de perfume que tambièn le diò el escritor con la siguiente nota: “Al darte ese perfume,le hago a èl,no a ti el favor.
Pues tù al mismo perfume perfumas,oh mi amor”.
Pero la colecciòn de recuerdos no terminò allì,por que Lugones se valìo de amigos para hacerle llegar nuevas cartas,esquelas y poesìas en las que protestaba por la separaciòn,algunas notas llevaban impregnadas perfumes,otras sangre etc.Eran reclamos de un hombre desesperado que debìa resignarse a volcar su desdicha en textos que llegaran a las manos de la mujer que amaba en secreto,a pesar de conntinuar su matrimonio con Juana.”Ya entre nosotros no hay poder que pueda borrar el encanto que supimos crear querièndonos.Ahora voy,mi pichoncito de rosa,donde tu sabes,a besar lo que me dejaste con tu mas ìntimo perfume.Con tu perfume de azucena que yo encontrè.No quiero nada mas que hablarte de amor como en nuesrtras tardecitas”.
Se llamaban por telèfono con el ùnico fin de sentirse respirar;ninguno de los dos hablaba;hasta bautizaron el sistema como “mudo llamamiento”,frase tomada del libro de la mesa de luz,Las Mil y Una Noches: “Y su mudo llamamiento,en la soledad de aquella gruta,era mas terrible que todos los gritos del delirio”.Alguna conexiòn tuvieron los amantes con aquellos relatos de Medio Oriente,porquè èl le escribiò una poesìa titulada “1001”.Lugones evocaba en sus notas los encuentros: “Tengo sed de oirte gemir como una garcita herida”.
A veces le enviaba poesìas:
Mi amor en tus ojos,el cielo.
Mi amor en tus manos,la suerte.
Mi amor en tu boca,el anhelo.
Mi amor en tu alma,el consuelo.
Mi amor sin el tuyo,la muerte.
Mientras tanto su esposa Juana Gonzàlez,pasaba por una enfermedad psìquica,dentro de su casa se movìa con una cinta con un cascabel,atada a su tobillo,para saber donde estaba y poder asi controlar su seguridad.(Fuente: Daniel Balmaceda).
Me conmueve ver la alegría en los rostros de Leopoldo Lugones y su esposa Juana Agudelo como los comentarios del Lic. Somma sobre la juventud del poeta y quizás sus ùnicos años de felicidad. En realidad, su vida fuera del àmbito de la poesía estaría signada por la tragedia. Su único hijo, Leopoldo Polo Lugones, nombrado Comisario Inspector de Policía habría sido condenado por violación de un menor, y su padre tuvo que rogar para que no lo condenaran. Se dice que tiempo después introdujo el uso de la picana eléctrica .
Finalmente el gran poeta decide suicidarse en el recreo El tropezón de El Tigre con una mezcla de whisky y cianuro, se habla de desilusiones políticas, pero más recientemente se afirma que el verdadero motivo fue el amor por una jovencita, a la que su hijo obligó a dejar. Una vez muerto Lugones la tragedia continuó con los miembros de su familia.Su hijo y un nieto se suicidaron, y su nieta Susana Piri Lugones fue detenida y desparecida en 1978. Qué lejos había quedado la despreocupación que marca esta fotografía en Mar del Plata en 1907.
Llamativo el uso de medias en las damas que vemos , habida cuenta que la aparición de las medias de Nylon se remonta a finales de los años 30´.
El Nylon
El descubridor del nylon y quien lo patentó primeramente fue Wallace Hume Carothers. A la muerte de éste, la empresa Du Pont conservó la patente.
Los Laboratorios Du Pont, en 1938, produjeron esta fibra sintética fuerte y elástica, que reemplazaría en parte a la seda y el rayón.
Había dos ciudades en las que se esperaba que tuviese gran éxito este invento, y por las cuales le pusieron el nombre a la fibra: New York(Ny) y Londres(Lon).
El nylon es una fibra textil elástica y resistente, no la ataca la polilla, no requiere de planchado y se utiliza en la confección de medias, tejidos y telas de punto, también cerdas y sedales. El nylon moldeado se utiliza como material duro en la fabricación de diversos utensilios, como mangos de cepillos, peines, etc.
Se obtiene por polimerización de un derivado del fenol: ácido adípico, y de un derivado del amoníaco, la exametilenodiamina.
Con este invento, se revolucionó en 1938 el mercado de las medias, con la fabricación de las medias de nylon. Las primeras partidas llegaron a Europa en 1945.
FUENTE : educar.org.
Wallace Hume Carothers (1896-1937)
La investigación de los polímeros relacionados con el caucho condujo al descubrimiento del neopreno, que superaba al caucho natural por sus propiedades elastómeras. Más adelante, Carothers fue capaz de obtener largas cadenas de poliamidas a las que llamó nylon. El nylon se utiliza mayoritariamente en la industria textil, y su invento más revolucionario fueron las medias de nylon. Existe una creencia popular de que la palabra nylon es una contracción de NY (de Nueva York) y de LON (de Londres), las dos ciudades donde el material fue manufacturado por primera vez.
FUENTE : quimica2011.es
Seguramente algún forista explicará oportunamente qué prenda es la que visten las protagonistas de la presente.
Prof. Julián Mendozzi.
En el verano de 1925,los poetas de la revista Martìn Fierro se entretenìan publicando epigramas para las tumbas,por ejemplo el siguiente apareciò el 24 de Enero:
En aqueste panteòn
yace Leopoldo Lugones,
Quien,leyendo La Naciòn
Muriò entre las convulsiones
De una auto-intoxicaciòn.
A esa altura Lugones habìa alcanzado gran popularidad y presigio,su palabra era sagrada en el mundo de las letras,de hecho fue quien colocò en el podio de la literatura argentina el Martìn Fierro de Josè Hernandez,o para dar otro ejemplo,su crìtica favorable al Don Segundo Sombra de Guiraldes,transformò el libro en un èxito instantàneo,se vendieron en 4 meses 10 mil ejemplares.Lugones era el poeta nacional,el hombre de la definiciòn justa y gran administrador del vocabulario.Sin embargo todos esos pergaminos no lograban aplacar sus penas de amor a fines de 1930,la feroz herida en el corazòn parecìa ser mortal,a instancias de su hijo se tuvo que separar de su amada,ademàs su matrimonio estaba resquebrajado;por otra parte,entre los mas jòvenes se puso de moda atacar al escritor que fue adorado por generaciones juveniles de antaño.Una de esas cultoras fue Marìa Alicia Domìnguez,estudiante de Letras,con condiciones fìsicas y literarias para destacarse.Tenìa varias poesìas publicadas,con 22 años cumplidos el dìa de la revoluciòn que derrocò a Yrigoyen,el mismo que le habìa conseguido su primer nombramiento como profesora de Instrucciòn Cìvica y Castellano,en la escuela Comercial Sud nº 4.Su juventud belleza y talento eran sus cartas de presentaciòn.En una entrevista para el diario La Razòn opinò de Lugones: no me gusta,carece de humanidad y lirismo;ella misma reconociò mucho tiempo despuès,que solo le importaba aparecer como rebelde,ya que en realidad habìa leìdo muy poco del escritor.Pero en su casa su padre admiraba a Lugones,quien lo consideraba el mas grande de los escritores argentinos.Pero para Marìa Alicia,eso no era problema,se quedò tranquia pese al serio disgusto con su padre,que le reprochò y la puso en ridìculo publicamente,acusàndola de ignorancia e ingratitud.Sin embargo unas dècadas mas tarde reconociò que un mes despuès de aquella manifestaciòn desafortunada,necesitarìa del aquel hombre que criticara.Por ese entonces a Marìa Alicia le habìan otorgado una pocas horas de càtedra con alumnos del secundario,aunque todavìa no sabìa donde se harìan efectivas.Casi a la vez recibiò un nombramiento que esperaba con ansias,el de Auxiliar en la Inspecciòn Tècnica General,pero los dos trabajos se superponìan,por lo tanto debìa optar por alguno de ellos.Se le ocurriò una idea,como la asistencia se hacìa en el Ministerio de Educaciòn,podìa gestionar que las horas de càtedra las cubriera en la Biblioteca del Maestro,para lograrlo debia convencer al Director,que por supuesto era Lugones.Marìa Alicia le escribiò una carta explicando el problema que tenìa,la entregò a un ordenanza y pensò como no la detuvo el temor de dirigirse a alguien que ofendiò,por lo tanto creyò que habìa pocas posibilidades que la ayudara.Al dìa siguiente se encontraba en su oficina,ubicada en el mismo pasillo,pero enfrente de la puerta de ingreso a la biblioteca,cuando apareciò Samuel Glusberg,quien dijo: la llama Lugones,entrò al despacho,y este prefiriò atenderla sin escritorio de por medio.Se sentaron en dos sillones junto a la ventana,detràs del espeso humo del cigarrillo asomaban los ojos del escritor,quien le preguntò si querìa trabajar en la biblioteca,sabiendo que ella dirìa que si,una vez que obtuvo la respuesta que esperaba,cruzò las piernas y marcò el ritmo con su pie derecho,tic caracterìstico de Leopoldo Lugones.Luego de unos instantes de nervioso golpeteo,le respondiò a la deslumbrante morocha: aquì no hay mas que una empleada y eso es porque lleva muchos años en funciòn,(era la que atendiò a Emilia S. Cadelago,cuando fue a buscar el libro y terminò en amante).Lugones continuò: no deseo que haya mujeres en la Biblioteca,no me parece bien que suban y bajen escaleras para buscar libros….Marìa Alicia Dominguez se puso de pie y puso fin a la entrevista,bueno lo mismo le quedo agradecida.Molesta se retiraba,pero Lugones se levantò de inmediato y la interceptò en la puerta,tendiò la la mano para saludarla y le dijo: voy a hablarle al presidente del Consejo de educaciòn para que resuelva su situaciòn de horario dentro de la oficina donde Ud. trabaja.////// continùa…
////Continuaciòn de mi comentario Anterior.
Lugones mantenìa la postura de no permitirle trabajar en la Biblioteca,pero le daba una soluciòn mejor,fue la ùnica vez que tuvo làgrimas en sus ojos,a causa del escritor,confesarìa tiempo despuès.Porque gracias a èl obtuvo la fusiòn de las tareas.Fue agradecerle su gestiòn,pero ese dìa comenzò una relaciòn que trascendiò la amistad.El propio despacho habrìa sido refugio de amor de esta pareja si se dan ciertas las confidencias que revelaron empleados del edificio y que estaban relacionadas con hallazgos a la hora de la limpieza.No han salido a la luz escritos o correspondencia,como ocurriò con Emilia.Sin embargo la mismìsima protagonista,quien no desconocìa los comentarios que la vinculaban sentimentalmente con el autor de “La Horade la Espada”,jamàs desmintiò una coma.Tampoco lo hizo su amiga y confidente,Marìa Elena Walsh,en oportunidades que se tratò el tema de los posibles amorìos entre la joven y el maduro escritor,solamente aclarò que nada tuvo que ver con la fatal decisiòn que tomò Lugones en 1938.Un antiguo vecino del barrio de Belgrano relatò que Marìa Francisca Hernandez Pinzòn,madre de Marìa Alicia,que vivià sobre Av.Cabildo,echò una noche a Lugones de su casa,el memorioso vecino prefiriò no dar detalles,aunque sus gestos daban a entender que sabìa aun mas.En el Miniserio de Educaciòn,las visitas de Marìa Alicia a Lugones se hicieron habituales,ella no trabajaba en la Biblioteca,pero pasaba mucho tiempo en el despacho del director.Lugones le leìa poesìas,le regalaba libros,le entregaba cartas que le enviaban a èl.A veces Marìa le tipeaba los textos que enviaba al diario La Naciòn;juntos tomaban el tè en el despacho.”Recuerdo una tarde,(son palabras de Maria Alicia)en que vino su ordenanza Sànchez para avisarme: Dice el Sr.Lugones que vaya a ver como està el cielo.Desde la ventana de su despacho,me señalò los colores de las nubes,despuès de una tormenta;y otra vez el lucero de la tarde,que lo conmovìa profundamente”.En aquellos dìas de encuentros y mas encuentros Marìa Alicia publicò una poesìa en “Nosotros” en la que expresaba ciertas situaciones de autocensura,por ejemplo:
Yo sè que no te debo llorar;pero te lloro
como si cada làgrima fuera una gota de oro
con la voy labrando-lenta labor de orfebre-
la urna funeraria de un imposible amor;
y en los bajorrelieves va esculpida una flor,
que flota sobre agua densa y floja de fiebre.
Tu recuerdo es un guante de piel envenenada
que se ajustò a mis dedos y tu nombre me induce,
y es la sombra fatal que sobre mi produce
la luz de toda làmpara que alumbra mi jornada.
Ya sè que no te debo llorar;pero te lloro
como si cada làgrima fuese una gota de oro.
No solo escribiò poesìa,en 1937,cuando la relaciòn con Lugones ya habìa alcanzado su madurez,publicò la primera biografia novelada de Mariquita Sànchez de Thompson,que vendiò 4 mil ejemplares.En el mundo de las letras era conocida como la discìpula de Lugones,tìtulo que la atractiva señorita luciò con orgullo,incluso luego de perder a su maestro.En Enero de 1938,Leopoldo Lugones le regalò una lapicera de madera,muy rudimentaria,y le aclarò: “Es la que usado toda mi vida,tampoco he tenido mas que un par de anteojos”.Se dice que cuando una persona està abatida y entrega un objeto preciado,es aparentemente por que se està despidiendo,aunque lejos estuvo de sospecharlo su joven compañera.Marìa Alicia Dominguez fue la ùltima persona de confianza que estuvo junto al poeta antes que se quitara la vida.”La ùltima vez que vi a Leopoldo Lugones,fue el viernes 18 de Febrero de 1938,a las 2 y media de la tarde mas o menos.Conversamos hasta pasadas las tres.Doy testimonio de la hora porque leì que habìa viajdo por la mañana del dìa de su muerte.Crucè,como tantas veces,el corredor que separaba nuestras oficinas.Me sorprendiò su gravedad,una dulce gravedad,serena,que parecìa volverlo distante;despuès comprendì que su mirada ya no era de la vida.Hecha al hàbito de leer en ella,la advertì como remota y a la vez triste.Vestìa de oscuro y estaba perfectamente rasurado;tenìa un leve corte de navaja en el labio superior”.Aquel viernes de calor sofocante que preanunciaba una tormenta de verano,èl le dijo,sin mirarla a los ojos: “Tengo una seria preocupaciòn;el nuevo gobierno sabe que durante la revoluciòn de Septiembre guardè armas en estos muebles,debo ir a Campo de Mayo,me han citado esta tarde”.Se referìa a la revoluciòn del 6 de Septiembre de 1930,cuando Uriburu derrocò a Yrigoyen,el mueble era un armario en el despacho.Cristina Mucci en su biografia de Lugones,cuenta que habìa guardado,junto a una pistola a la que llamaba “La Nena”,con la que disparaba 5 tiros al aire el 31 de Diciembre a la medianoche,una docena de fusiles Mauser,escopetas y cartuchos de dinamita;en cuanto al nuevo gobierno,se trataba del de Roberto Ortiz,quien ausmirìa en 48 horas./////
Continùa…
/////Continuaciòn de mi comentario anterior.
En voz muy baja,Lugones anunciò a su amiga: “Puede ser grave,quizàs haya un duelo”;estremecida Marìa Alicia atinò a reaccionar con una sùplica: le rogò que le hiciera saber por telèfono si el duelo se realizaba o no.”Si puedo te llamo”,fueron las ùltimas palabras que escuchò de Lugones.En la recontrucciòn de los hechos se estableciò que llamò a su mujer Juana Gonzàlez,dicièndole que tenìa mucho calor y se irìa hacia el Tigre,para descansar y tomar algo fresco.Dejò su despacho dejando su arma (La Nena) y caminò hasta Retiro,en la estaciòn adquiriò un pasaje de ida,aquel caluroso viernes,su ex amante Emilia Canelago se hallaba de vacaciones en Montevideo.Marìa Alicia por su parte se quedò en el consejo de Educaciòn a la expectativa de que llamara el telèfono.El escritor se sentò contra la ventana del coche para fumadores,sus circunstanciales compañeros de viaje expresaron que encendìa un cigarrillo tras otro,y tenìa la mirada perdida hacia afuera.Sumido en pensamientos indescifrables se sobresaltò cuando el guarda lo devolviò a la realidad al pedirle el boleto;a esa altura era el centro de las miradas de todos.Al llegar a la estaciòn San Isidro,se puso de pie,caminò hasta la puerta,pasò al andèn y al darse cuenta que aùn no estaba en Tigre,regresò,hablando entre dientes,y se cambiò de asiento.Una vez llegado a la terminal,preguntò cual era el Recreo que estaba mas alejado,luego subiò a una lancha de pasajeros;llevaba un sombrero de paja y un saco negro,viajò durante 2 horas y media por el Delta.En el Recreo “El Tropezòn”,no se dirigiò de inmediato a un cuarto,sino que tomò un whisky,en una mesa junto al rìo,le pidiò al mozo que dejara la botella,Lugones nunca tomaba ese tipo de bebida,luego de varios vasos,se instalò en una habitaciòn,la nº 19,solicitò que le llevaran la botella de whisky a su cuarto y que no lo molestaran hasta la hora de comer.Al mismo tiempo,en Montevideo,Emilia Candelago conversaba con una amiga y tomò un espejo de mano para peinarse,y se dice que sin motivo aparente el mismo estallò,y fue inevitable que recordara aquella vez que Leopoldo le habìa escrito: “¿Y si un dìa te llamara con un grito incontenible?”.Ocurriò aquel caluroso viernes 18 de Febrero,el dìa que Lugones,encerrado en su cuarto con vista el rìo Paranà de las Palmas,se suicidaba tomando whisky con cianuro.Lo velaron en su casa de la Av. Santa Fè 1391;Juana Gonzàlez recibiò las condolencias enfundada en un vestido colorado.No usò el clasico negro de luto.Marìa Alicia escribiò unos versos:
Claridad absoluta del silencio
sobre el alma que tiene sed de paz
ya cesò tu dolor;
no volverà.
En el cielo de cobre y de oro ardiente
yo lo quemè contigo: ya no està;
era el ocaso,el viento repetìa
en los àlamos de oro: nunca mas.
Amado: el ruiseñor cantò en las rosas
y la hoz de la luna brilla ya;
la vida silenciosa entre sombra
perfumada,te espera;¡Oh,caridad
del silencio,del olvido y la esperanza!
¡Oh,caridad!
Emilia Candelago,continuò soltera,teniendo siempre a la vista la foto de su amado,muriò en 1981,en su ataud,descansa junto a ella el gato de peluche que Leopoldo Lugones le habia obsequiado,lo demàs,cartas,cintas, escritos,guantes,pañuelos etc.fueron incinerados por la familia Lugones.
Marìa alicia Dominguez se casò posteriormente con el editor Fernando Foyatier,pero nunca dejò de exaltar la figura del escritor.(Fuente: Daniel Balmaceda/Romances Argentinos de Escritores Turbulentos).
Leopoldo Lugones fue uno de los hombres de letras mas destacados y tambièn mas controvertidos que dio el paìs.Influyente como pocos en la literatura hispanoamericana,su vida conociò pocos puntos intermedios: con la misma pasiòn con la que abrazò la causa socialista en su juventud,se volcò luego a una posiciòn ultraconservadora.Para los dìas del Centenario,en Mayo de 1910,Lugones produjo una serie de textos en los que aporta un registro poètico completamente diferente de su estilo,para homenajear a su tierra y a su gente.El escritor,entonces de 36 años,ya era conocido como una de las mas destacadas figuras del modernismo universal.Entonces llevaba publicado “Las Montañas de Oro” (1897);”Los Crepùsculos del Jardìn” (1905) y “Lunario Sentimental”(1909).Habìa escrito tambièn “La Guerra Gaucha”,una novela que aborda las guerras de la independencia y que ocupa un lugar destacado en las letras argentinas.Tambièn para entonces,habìa sido expulsado del partido socialista.Otros ejemplos de la producciòn en este perìodo son “Odas Seculares” (1910) e “Historia de Sarmiento” (1911).(Fuente: La Naciòn(135 años/4-1-2005).
Enrique García Velloso: Naciò en Rosario Provincia de Santa Fe el 2-9-1880-Falleciò en Buenos Aires,el 27 de Enero de 1938.Fue Dramaturgo,Director de Cine y Teatro;Guionista etc.
Obras de Teatro
La Loca del Azul
El Tango en París
El Zapato de Cristal
En el Barrio de las Ranas
Gabino,el Mayoral
Veinticuatro Horas Dictador
Morriña…Morriña Mia!
La Bengalí
En la Tierra de la Paz y del Amor
La Palomita de la Puñalada
La Sombra
Las Termas de Colo Colo
Mama Culepina
El Mascoton
Oran al Freno
Jesús Nazareno
Gabino el Mayoral
El Dios de la Suerte
Eclipse de Sol
Armenonville (1920)
Caín
Instituto Internacional de Señoritas
Chispas de la Hoguera
Eclipse de Sol
El Chiripá Rojo
El Copetín
Criollo Viejo!,junto con Humberto Cairo
El Club Pueyrredon,junto con Armando García Velloso
Los Conquistadores del Desierto,junto con José González Castillo y Folco Testena
Dios!,junto con José González Castillo y Folco Testena
Filmografía:
Como Guionista;
El Tango en París (1955)
El Baño de Afrodita (1949)
Eclipse de Sol (1943)
Besos Brujos (1937)
Te Quiero con Locura (1935)
Mariano Moreno y la Revolución de Mayo (1915)
Como Director:
El Movimiento Continuo (1916)
Un Romance Argentino (1916)
Mariano Moreno y la Revolución de Mayo (1915)
Amalia (1914)
Director de fotografía:
Amalia (1914)
http://www.youtube.com/watch?v=nmBDQq0atFg
Mitos en el cementerio de la Recoleta en la Ciudad Autònoma de Buenos Aires:
Luz María García Velloso:
Hija del dramaturgo Enrique García Velloso, tenía 15 años cuando murió de leucemia en 1925.Una escultura tamaño natural la representa dormida,bajo un crucifijo.Su madre,deprimida después de la muerte de la hija,obtuvo permiso especial para permanecer junto a esta tumba por las noches.Su bóveda se encuentra a la derecha de la avenida principal de la Recoleta.Allí hay una estatua yacente de una criatura de pecho plano,muy hermosa,muerta en su lecho.
La madre,desesperada,durmió durante meses a los pies de la imagen,en un pequeño espacio detrás de las rejas.A Luz María también se le atribuye el protagonismo de la leyenda urbana más popular del mundo: la Dama de Blanco.Se sabe: un joven se encuentra con una bella chica,la lleva a bailar o a tomar algo,ella siente frío,él le presta su saco,ella lo mancha de café.Al día siguiente,cuando el joven quiere recuperar su saco en casa de la chica,la madre le comunica que está muerta, enterrada en la Recoleta.El joven va al cementerio y encuentra su saco sobre la bóveda.Enloquece.O se suicida.Hay una versión que prescinde del encuentro con la madre: la chica entra al cementerio una vez terminada la salida y se pierde entre las bóvedas,mientras el joven la sigue y comprueba que estuvo paseando con un espectro.
La Bella Durmiente
Blanca nívea reposa sobre un lecho de rosas,
la acaricia la brisa donde flota su aroma,
Luz María,una tierna y dulce adolescente
yace frente a tus ojos,como bella durmiente.
Duerme su sueño eterno, el sueño de la muerte
esperando tal vez que un beso la despierte,
el beso que quizás ella siempre ha esperado,
el beso del amor,de un príncipe encantado.
Sigue soñando niña,los ángeles te cuidan
mientras todos admiran tu pálida belleza
y una lágrima empaña el mirar de unos ojos
que lloran tu partida,vertiendo su tristeza.
Los escritores y el poder:
Entre 1937 y 1938,hace setenta años,la noticia de los suicidios de tres de nuestros más grandes escritores conmocionó el país.Horacio Quiroga,Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni se quitaron la vida con diferencia de meses.
Quiroga había vuelto a Buenos Aires de su exilio en la selva de Misiones y se había internado en el Hospital de Clínicas para tratarse de un cáncer de próstata.Se mató con cianuro de potasio,tuvo un triste velatorio en la Casa del Teatro y los gastos del servicio fúnebre los afrontó el empresario periodístico Natalio Botana.El gobierno del Uruguay,donde había nacido, propuso enterrarlo en ese país,y allí fue en parte resarcido: se organizó una gran ceremonia y más de 5 mil personas se sumaron al cortejo.
Unos años antes,Alfonsina Storni había dicho en un reportaje aparecido en Crítica: “El uruguayo endiosa a sus escritores,mientras que el argentino los baja del pedestal a pedradas.El ímpetu creativo ha disminuido mucho en esta Argentina gobernada por el general Justo,en la que importan más los negociados que la creación de los escritores”.
Alfonsina despidió a su amigo con un poema:
“Morir como tú,Horacio,en tus cabales,
y así como en tus cuentos,no está mal.
Un rayo a tiempo y se acabó la feria
Allá dirán…”.
Leopoldo Lugones,en cambio,se limitó a comentar:
“Se mató como una sirvienta”,sin comprender aún que en realidad no importaba la manera.Lugones y Quiroga se habían conocido en uno de los viajes habituales del uruguayo,cuando se animó a tocar el llamador de la casa del poeta,y se estableció una amistad.Lugones era apenas mayor,pero hacía un año que vivía en Buenos Aires y ya había publicado Las montañas del oro,libro que lo convertiría en el símbolo del modernismo en el Río de la Plata.Se distanciarían muchos años después,cuando el ya indiscutido poeta nacional declaró en Ayacucho que había llegado la hora de la espada.Fue en
tonces cuando el uruguayo,que habitualmente no opinaba sobre política,escribió: “Subleva el alma que sea a veces un alto intelectual -un amigo- quien se expresa de esa atroz manera”.A partir de entonces,ya no se verían más.Lugones se suicidó un año después que Quiroga,apelando al mismo procedimiento.”En esa época abundaban los suicidios de domésticas con cianuro de potasio en polvo,producto que se adquiría con facilidad en las ferreterías”,explicaba César Tiempo.Luego sería el turno de Alfonsina.Operada de un cáncer de mama,pasó su convalecencia en la quinta Los Naranjos,del benefactor de los artistas de la época,Natalio Botana (en realidad,era íntima amiga de Salvadora Medina Onrubia,su mujer),y sólo aceptó someterse a una única sesión de rayos,que la dejó exhausta.A partir de allí,sufrió fuertes dolores y cambió su carácter,tradicionalmente alegre.Una madrugada,dejó su habitación de hotel en Mar del Plata y algunas horas después la encontrarían flotando a doscientos metros de la playa.A diferencia de Quiroga,su cuerpo fue recibido en Buenos Aires por una multitud que la acompañó hasta el cementerio de la Recoleta,en el que fue enterrada (¿dónde, si no?) en la bóveda de la familia Botana.Fue entonces cuando el senador Alfredo Palacios se decidió a hablar en el Congreso de la Nación: “Nuestro progreso material asombra a propios y extraños…,pero con frecuencia subordinamos los valores del espíritu a los utilitarios y no hemos conseguido crear una atmósfera propicia donde pueda prosperar esa planta delicada que es un poeta.En dos años han desertado de la existencia tres de nuestros grandes espíritus,cada uno de los cuales bastaría para dar gloria a un país: Leopoldo Lugones,Horacio Quiroga y Alfonsina Storni.Algo anda mal en la vida de una nación cuando,en vez de cantarla,los poetas parten,con un gesto de amargura y de desdén,en medio de una glacial indiferencia del Estado”.Al igual que Horacio Quiroga,Palacios se había desencantado del poeta -de quien había sido amigo en sus inicios- por sus virajes políticos,aunque no vaciló en dolerse por su muerte.Jorge Luis Borges,por su parte,comentó: “Lo esencial es la sensación de inutilidad que tienen en este país las personas que se dedican a las letras”.¿Influyeron de algún modo en estos suicidios la indiferencia del Estado que denunció Palacios o,lo que es lo mismo,la sensación de inutilidad que planteó Borges? Seguramente tuvieron algún peso en el caso de Quiroga,que murió en la soledad y la pobreza y,en menor grado,en el de Alfonsina.Lugones,en cambio,trabajó siempre desde un lugar distinto: el del artista que desarrolla su obra y, paralelamente,aspira a convertirse en el ideólogo de su tiempo y ocupar un lugar de cercanía del poder.La relación entre escritores y política nunca fue sencilla.Salvando las distancias,hubo otra escritora con un recorrido similar al de Leopoldo Lugones.Marta Lynch desarrolló paralelamente a su carrera literaria (de fuerte contenido político,con títulos como La alfombra roja y La señora Ordóñez) un pretendido papel en la política activa que,sin embargo, nunca logró alcanzar.Comenzó apoyando la candidatura presidencial de Arturo Frondizi,de quien se distanció pronto,al no obtener el protagonismo al que aspiraba.Luego se declaró partidaria de la revolución cubana,del peronismo revolucionario y del gobierno de Héctor J. Cámpora,en el que tampoco encontró un lugar.En 1976,consideró que los militares nos traerían un “orden necesario” y terminó relacionándose con el almirante Emilio Massera,quien al poco tiempo comenzó a evitarla.Finalmente,con la llegada de la democracia,intentó integrarse a los sectores que rodeaban al presidente Raúl Alfonsín,pero su cercanía de la dictadura impidió que le dieran espacio.Pese a que unos meses antes había presentado su último libro con gran éxito,se suicidó en 1985, después de algunos desengaños amorosos y en medio de una enorme sensación de frustración personal. Leopoldo Lugones también asumió el riesgo de sus cambios ideológicos,a tono con las tendencias de la época.En sus comienzos como socialista,fue aclamado en mitines partidarios en la plaza Herrera,de Barracas,y fundó el periódico La Montaña,junto a José Ingenieros y Roberto Payró.Luego conoció a Julio Argentino Roca y se entusiasmó con el proyecto de la generación del 80,con el que colaboró desde distintos cargos.Finalmente, terminaría apelando al militarismo y convirtiéndose en ideólogo de la revolución de 1930.Le cupo,como dijo Juan José Sebreli,”el triste mérito de descubrir -o inventar- al nuevo sujeto histórico,destinado a reemplazar tanto a la oligarquía liberal ilustrada como a las masas electorales: el Ejército”.
Sin embargo,el gobierno de José Félix Uriburu jamás lo convocó.Y con la asunción de Agustín P. Justo (quien arrojó sus innumerables proyectos al cesto de papeles) perdió la esperanza de asumir el cargo para el que se consideraba destinado.Al igual que Marta Lynch,la frustración se sumó a una serie de desengaños y pérdidas personales.Tal vez Lugones pretendió un lugar imposible en la Argentina,donde,salvo en la época de la organización del Estado,y por razones diversas,los intelectuales no han tenido incidencia en el poder real.
(Fuente: Cristina Mucci/La Naciòn/4-10-2008)
Sobre la decisiòn de Lugones de quitarse la vida,hasta ahora,pese a tantos historiadores y biògrafos,no encontraron el motivo fundamental,ya que unos se refieren a un fracaso sentimental,otros a la polìtica etc.,pero a mi criterio nadie tratò el tema a nivel psicològico,que puede haber distintas teorìas como por ejemplo que desea destruir un objeto internalizado,u otra serìa que su acciòn de matarse,serìa para èl seguir viviendo en el recuerdo de todos.Como profesional lo puedo ver de una de estas maneras,ya que he tratado el tema,estudiàndolo profundamente y por haber atendido a personas con ese tipo de problemas.
En una nota en la revista Todo es Historia,nº 254,Horacio Sanguinetti,entre otros comentarios,destaca:
…entre los ùltimos versos que escribiò,que anticipan su trascendental decisiòn:
“Hasta que al fin del propio destino soberano
cuando sean ya inùtiles la lucha y el martirio,
pondràs serenamente,como quien corta un lirio,
sobre tu ùltimo dìa libertadora mano.
Y superior a toda pena y todo reproche,
tocada ya la frente por el azul postrero,
con su llave de oro te franqearà el lucero
las compasivas puertas del sueño y de la noche.
….hasta el marxista Anibal Ponce,escribiò,impresionado desde Mexico: “yo lo odiaba con toda el alma,pero tenìa talento para regalar.
La de Baldomero Fernandez Moreno destaca el magisterio inapelable de don Leopoldo:
Tal vez el pàjaro cante
para las ramas del roble.
Tal vez el rìo murmure
para las piedras que roe.
Tal vez el viento se queje
para la cruz de la torre.
Tal vez nosotros callemos,
puesto que tù no nos oyes.
La elejìa de Enrique Larreta:
Doblen doblen campanas por Lugones,Lugones;
y serraniegas flores sepulcrales de aromo,
con sus blancas espinas,cubran el suelo,como,
como sus amarguras,como sus ilusiones.
Llamadores de Còrdoba,silencio de crespones.
Ya le llevan a pulso.Ya sellaron el plomo.
¡Ah,su piedad aquella de la faz del Ecce Homo
y aquel nuevo perfume de Dios en sus canciones!
-¿Por que,por que,por que?,todos se han preguntado.
Callad y daos con una piedra en el pecho.
El abreviò su pena con su propio despecho;
mas no se crucifica sòlo el crucificado ni fueron forasteras las manos que esto han hecho.
Tù destructora tierra,tu misma le has matado.
Estaria interesado en contactarme con el lic Somma , estoy invesitagndo la amistad de Leopoldo lugones con Ruebn Dario , fueron compañeros de trabajo en el correo central , fue Dario testigo de su casamiento en Cordoba y DArio le hizo un poema a la SRa de Lugones .. necesitaria fuentes para verificar esto .. si me puede ayudra yo soy uno de los bisnietos de Ruben Dario que vivie en Argentina
el proximo año se cumplen 100 años de la muerte de Ruben Dario es por eso que estoy haciendo esta investigacion muchas gracias
Quisiera conocer algún dato que pueda contribuir a alumbrar la hipótesis de un posible hijo extra matrimonial, que Leopoldo Lugones habría tenido con Emilia Santiago Cadelago; eventualmente criado por padres adoptivos a cuyo cargo fuera cedido; y quien ya adulto viviera junto a su esposa e hijas, entre las décadas de 1960 y 1970, en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe.