Fotos de Familia
Foto
“Houses”. Tal la inscripción que Beryl Mackintosh hizo debajo de esta foto en su álbum. (Información completa en la foto 8326). Material compartido por su nieto, Federico Morgan.
Chalet de Rafael Ocampo en Bolivar y Viamonte, como vemos en la foto (6977) del Sr. Ladislao Trakal
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/6977
Atte.: Enrique Mario Palacio.
Rafael Ocampo,primo de Manuel,padre de Victoria,hizo construir este chalet,comenzado en 1914.Pero una desafortunada situación lo obligó a venderlo antes de terminarse.El comprador fue Jorge Atucha,de su mismo medio social.Los proyectistas fueron los arquitectos ingleses Walter B. Bassett–Smith y Bertie Collcutt.El magnífico chalet ocupaba la esquina N° 1 de Bolívar y Mendoza y desde su terraza y ventanas altas se veía,en ese tiempo,el mar.Si el exterior era interesante,con sus trabajos de piedra, notoriamente los del cerco con sus muros rampantes y Sus curvas,que servían de contención al terreno superior,no lo era menos el interior del chalet.(Fuente:Arq.Roberto O.Cova/ Toledo con Todos)
-En la década del 50 en Mendoza 2158,figuraba como propietaria Sofía Díaz de Vivar,con Teléfono 2-1787.Algunos historiadores,mencionan que su padre se llamaba Juan J. Díaz de Vivar y su hermana María Josefa,a quienes donó el chalet mencionado.
Esta vivienda que originlmente perteneció a Juan J.Díaz de Vivar,se ubicaba en Mendoza 2158,entre Colón y Bolívar.Fue heredada por sus hijas María Josefa y Sofía,quienes la convirtieron en un chalet pintoresquista.Su reodelación y ampliación estuvo a cargo de Alula Baldassarini en 1930.Se demolió en 1975.(Fuente: La Capital-Nuestra Historia-)
http://lacapital-nuestrahistoria.blogspot.com.ar/2010/06/arquitecturas-ausentes_02.html
Esta ubicado en realidad en Mendoza y Bolivar, como deje dicho en la foto del del Sr. Ladislao Trakal.
Atte.: Enrique Mario Palacio.
No quiero ni imaginar lo que sería eso de noche en invierno con ese foquito colgando en la esquina…
Sandra: recuerdo que en los ’50, en todos los barrios, no había más que una triste lamparita incandescente en cada esquina. La gente se metía temprano en sus casas, no andaba tanto por las calles, que quedaban casi desoladas. A mitad de cuadra, eran bocas de lobo que me aterrorizaba transitar. Mis saludos.