En mis mejores recuerdos de niñez en MDP está el furioso golpe del oleaje, en ese mismo lugar, en días de tormenta. Me sentaba para mirar en la baranda de piedra de esa loma, bien protegido con mi capa y botas de goma. Por las casas, probablemente la foto sea de esa época, alrededor del ’50. Señor Rodríguez, gracias por la fotografía.
En mis mejores recuerdos de niñez en MDP está el furioso golpe del oleaje, en ese mismo lugar, en días de tormenta. Me sentaba para mirar en la baranda de piedra de esa loma, bien protegido con mi capa y botas de goma. Por las casas, probablemente la foto sea de esa época, alrededor del ’50. Señor Rodríguez, gracias por la fotografía.