Jajajaaaa, esta foto me hace recordar una vez más algo que jamás he podido olvidar: yo iba a la escuela Mar del Plata Day School, que queda por Falucho frente a la plaza; de la escuela siempre nos llevaban a la plaza a jugar un rato, y una de esas veces, en 1978, se me ocurrió entrar a jugar a esos caños (que había 3: uno grande, uno mediano y otro pequeño); entré al pequeño y me quedé atorada allí dentro en una posición muy incómoda, con los codos hacia arriba. Nadie se había dado cuenta hasta que escuché que la maestra llamaba a formarse para regresar, y empecé a gritar desesperada que me sacaran de allí. Demoraron unos 15 minutos en poder sacarme, y salí con todos los brazos raspados de manera tal que las mangas de la camisa blanca estaban rojas de la sangre… y rasgadas de tanto tironear! Vaya susto que me di, que jamás volví a jugar en esos caños! Aunque sentí tristeza el día que los sacaron…
Yo iba a la Escuela Nº 6, que estaba (y sigue estando aún) a media cuadra de la plaza. Recuerdo que luego de las obras de la estación de Obras Sanitarias, que habían convertido la plaza en un gran obrador, al finalizarlas hicieron ellos mismos estos juegos en los que tantos niños de los 70 y 80 jugamos. Y lo que le pasó a Verónika nos pasó a mas de uno, ya que uno iba creciendo y no se daba cuenta que el juego quedaba chico. Lindo recuerdo de la niñez, gracias por publicar esta foto.
Jajajaaaa, esta foto me hace recordar una vez más algo que jamás he podido olvidar: yo iba a la escuela Mar del Plata Day School, que queda por Falucho frente a la plaza; de la escuela siempre nos llevaban a la plaza a jugar un rato, y una de esas veces, en 1978, se me ocurrió entrar a jugar a esos caños (que había 3: uno grande, uno mediano y otro pequeño); entré al pequeño y me quedé atorada allí dentro en una posición muy incómoda, con los codos hacia arriba. Nadie se había dado cuenta hasta que escuché que la maestra llamaba a formarse para regresar, y empecé a gritar desesperada que me sacaran de allí. Demoraron unos 15 minutos en poder sacarme, y salí con todos los brazos raspados de manera tal que las mangas de la camisa blanca estaban rojas de la sangre… y rasgadas de tanto tironear! Vaya susto que me di, que jamás volví a jugar en esos caños! Aunque sentí tristeza el día que los sacaron…
Yo iba a la Escuela Nº 6, que estaba (y sigue estando aún) a media cuadra de la plaza. Recuerdo que luego de las obras de la estación de Obras Sanitarias, que habían convertido la plaza en un gran obrador, al finalizarlas hicieron ellos mismos estos juegos en los que tantos niños de los 70 y 80 jugamos. Y lo que le pasó a Verónika nos pasó a mas de uno, ya que uno iba creciendo y no se daba cuenta que el juego quedaba chico. Lindo recuerdo de la niñez, gracias por publicar esta foto.