DESPUES DE 1910 (FECHA INAUGURACIÓN DEL CLUB MAR DEL PLATA QUE VEMOS A LA DERECHA) Y ANTES DE 1913 (VEMOS LA RAMBLA LASALLE, QUE DURÓ HASTA ESE AÑO). A LA DERECHA DEL BRISTOL LA PLAZA MESQUITA Y ATRÁS EL GRAN HOTEL DE LURO. EXCELENTE COLOREADO.
Para complementar, una vista del mismo sector pero a nivel del suelo y quizás unos años antes, en la 7202 enviada por el Sr. Iriarte. Muy buen material como de costumbre Sr. Palacio.
Comparto la oipinión del Sr. Marcelo. El ángulo es muy original. A mi entender el fotógrafo tuvo que subirse a alguno de los techos o aleros de la rambla Lasalle. Mirando la foto 5264 enviada por el Sr. Isidro Delponte vemos una panorámica de la zona que nos permitirá orientarnos sobre la ubicación del autor de esta espectacular toma.
Obviamente cuando el epígrafe de esta hermosa postal se refiere a “Casino y Club Mar del Plata” hace referencia a los dos edificios principales que observamos en la imagen. A la izquierda el comedor y salón de fiestas del Bristol Hotel donde llegó a funcionar una sala de juegos que fue regenteada por los hermanos Lasalle bajo la forma legal de un club privado que fue el Club Pueyrredon. A la derecha el Club Mar del Plata que al incendiarse en 1961 pertenecía a Casinos sin que allí funcionaran salas de juego. Había sí dependenicias administrativas y archivos muy importantes que alentaron la creencia urbana de que el incendio fue intencional para hacer desaparecer esa documentación. Al día de hoy mucha gente cree por error en la transmisión oral de los hechos que al producirse el incendio en el Club Mar del Plata funcionaba un casino. Al Sr. Enrique Palacios mis felicitaciones al igual que a los muchos colaboradores que ha reunido este espacio.
Club Mar del Plata: La institución fue una obra de porteños de la llamada,por algunos sociólogos,clase alta de Buenos Aires,y a ella estaba dedicada En sus buenos tiempos,de todos modos,contribuyó a mejorar la realidad local,particularmente en la zona cercana a su sede.
Colaboró así con crecidas sumas para pavimentar las avenidas Luro y Colón y para entubar el arroyo de las Chacras desde la calle San Martín hasta el mar.Según el folleto titulado: Club Mar del Plata.Su obra de progreso y cultura a favor de la gran ciudad balnearia.Un poco de historia; publicado en 1933,se detallan las contribuciones para las referidas mejoras urbanas.Y con respecto al entubamiento del arroyo se informa que es una obra de aliento que,al mismo tiempo que ha embellecido la ciudad, transformó un zanjón de aguas pútridas en una gran avenida,suprimiendo así un foco de infección.
En efecto,todo andaba bien mientras no lloviera mucho.Y al respecto,los marplatenses sabemos algunas historias menudas –o no tanto- que en los porteños no hicieron mella porque el veraneo duraba tres meses y durante los otros nueve la vida local seguía su curso.
Sucedió,sin embargo,que desde el 1° de junio de 1910 hasta el 17 de febrero de 1913 gobernó los destinos ciudadanos César Ceretti,un comisionado nombrado por la Provincia.Y en ese tiempo hubo irregularidades varias que motivaron la creación de una Junta Popular de Resistencia Civil a los Comisionados que acabó con ese gobierno.
Y uno de los más crasos errores de Ceretti fue el entubamiento del Arroyo,hecho sin el estudio de su cuenca,con un conducto exiguo.Durante el desempeño de los comisionados no funcionaba el Concejo Deliberante de modo que hoy es imposible conocer la marcha de los hechos que transformaron el centro marplatense en una pequeña Venecia cada vez que llovía intensamente.
Ceretti tuvo que huir durante la presión de la Junta Popular y el error de las obras del arroyo se puso de manifiesto algunos meses después de esa fuga durante las desastrosas lluvias de agosto de 1913.Y las fotografías de la hoy Plaza San Martín convertida en un lago no mienten.
Por supuesto,el Club que estudiamos no era responsable de la situación aunque quizás debió ocuparse del destino de sus –en este caso- malogrados aportes.
El Club Mar del Plata organizó actividades de muy diversa índole durante las temporadas veraniegas.Se dieron bailes con el concurso de las orquestas de moda de su tiempo,se brindaron conferencias sobre temas varios,se invitó a personas notorias en su momento,poetas, conferenciantes,artistas,visitantes de diverso orden,argentinos o extranjeros destacados que llegaban al país,entre ellos aviadores, capitanes de barcos,diplomáticos,prelados de nota,huéspedes ilustres,en fin.Para los lectores jóvenes de estas notas –si los hay- ciertos nombres no significarán nada,pero para los ya no jóvenes fueron conocidos,según las circunstancias de cada uno,personalmente o a través de los medios de la época,como el periodismo,la radio,el cine o el teatro.Personajes como Florencio Parravicini,un actor cómico de verdadero talento;Olinda Bozán, una cantante y actriz muy discutida;Josué Quesada,periodista enamorado de Mar del Plata,Baldomero Fernández Moreno,Arturo Capdevilla,Pedro Miguel Obligado,Horacio Rega Molina,Margarita Abella Caprille,Alfonsina Storni, todos poetas y poetisas que desfilaron anualmente por sus salones.
En cuanto a la cultura física,en 1911 se habilitaron la sala de ejercicios físicos,la pileta de natación y la escuela infantil de baile y esgrima para los hijos de socios,al mismo tiempo que se practicaban ejercicios al aire libre en el Paseo General Paz,donde luego se inauguraron una cancha de fútbol y cuatro de tenis.
Y cabe consignar también que poco tiempo después de la inauguración del Club,Juan Pedro Camet,propietario de la Estancia La Trinidad,le donó algo menos de 100 hectáreas sobre la costa –el Parque Camet actual-,que fueron convenientemente forestadas,y en ellas se practicaron polo y golf.
En el Club funcionó también la ruleta.Y oficializado el juego bajo la llamada Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos,en 1948 la Nación expropió el edificio que tratamos y luego el Parque Camet.La otrora descollante construcción fue perdiendo puntos y aunque siguió siendo sede de actividades varias,nunca volvió a ser lo que había sido.
Creados la Escuela de Artes Visuales y el Conservatorio de Música de la provincia,el profesor Alberto Torres –egresado de la Escuela de Bellas Artes de La Plata- obtuvo del presidente de Lotería la concesión del antes mencionado entresuelo,en el que funcionaron ambos establecimientos: la escuela sobre el B. Marítimo y el Conservatorio sobre Luro.Las clases comenzaron el 4 de junio de 1960 sin que nadie pudiera presentir el próximo y triste final.
El edificio del Club desapareció,pero la institución no ha muerto:el Club Mar del Plata Sociedad Anónima sigue firme en la brecha en el Golf Club Los Acantilados.
El Club Mar del Plata era un bunker –en alemán: refugio antiaéreo a prueba de bombas-al que le faltaba una sola cosa: un servicio contra incendios.El fuego se inició en el Salón Dorado cerca del mediodía del 10 de febrero de 1961.y no se pudo –o no se quiso-detener,intentaremos analizarlo aquí: La mampostería del edificio,con muros de considerable espesor,era,seguramente,de una dureza de primer orden.Agote,sin duda,habrá especificado el punto en el legajo de la obra,y la cal de la época,apagada en el sitio,con la batea y el pozo,como siguió haciéndose durante varios decenios,adquiría una consistencia pétrea.
Los forjados –así se llamaba a las estructuras horizontales o entrepisos- era,de acuerdo con su época y su medio,de bovedillas de ladrillo sostenidas por perfiles metálicos doble T,seguramente ingleses o alemanes.Y una fotografía que acompañó a la pasada nota de nuestra revista sobre el mismo tema da una prueba palpable de su empleo.Pero en el edificio había una gran cantidad de madera,ya aquí radica el quid de la cuestión.Los grandes salones tenían un piso de parquet de roble de Eslovenia,según la costumbre de la época para los locales principales de las construcciones de gran categoría.Pero,según hemos visto reiteradamente en demoliciones varias,el piso,entarimado en español castizo,era más complicado de lo que podemos imaginar.Sobre los perfiles de hierro se colocaban,a 90 grados de ellos,tirantes de madera,pensamos que allí se utilizó pinotea,como en todos los pisos de época,enganchados a los perfiles con grampas de hierro clavadas alternativamente en las caras laterales de esos tirantes.Sobre ellos se clavaban un entablonado de madera liviana,como el pino blanco,y sobre él se clavaba el parquet.
Los cielorrasos,por su parte,con grandes cornisas perimetrales,no se aplicaban directamente a la estructura sino que se armaban con tablas y los llamados listones de yesero, pues el material desplegado,que no sabemos si existía,no era común en el medio.
Las aberturas,obviamente,también eran de madera,lo mismo que los llamados marcos-cajón,de gran tamaño dado el espesor de los muros.Asimismo,eran madereras las grandes cortinas de enrollar,de las que diremos también que eran subidas y bajadas,un gran alarde de modernidad para la época,por motores eléctricos.Las cortinas implicaban taparrollos,un motivo más para utilizar la madera,con bastidores y tableros,dado su gran tamaño.
Y por si todo esto fuera poco,los muros de los salones estaban decorados con recuadros hechos con varillas molduradas de madera,recuadros cuyos bajo fondos estaban empapelados o tapizados con ricas telas de buen grosor.Algunos muros,por su parte,estaban decorados con el famoso treillage,palabra francesa que califica al llamado enrejado por los carpinteros locales,uno de cuyos ejemplos aquí subsistentes es el quiosco del jardinero de Villa Silvina,próximo a la esquina que mira al Este de Saavedra y Arenales.Y aclaramos que el auténtico treillage,ligeramente separado del muro que lo sostenía,era una estructura jardinera apta para que en sus listones enredaran guías vegetales.
Los salones,además de gruesos cortinados,contenían muebles de madera… y cuando todo eso tomó fuego no se pudo detener.Y las cosas fueron más graves de lo que pudieron haber sido en un edificio con estructura de hormigón.Una ley física especifica que el calor dilata los cuerpos: los perfiles de hierro,con un bosque ardiente encima de ellos,primero se dilataron y rajaron los muros en los que sus cabeceras se apoyaban.Esa fue la primera etapa.Pero cuando el fuego aumenta el hierro se ablanda… Consecuencia: los gruesos perfiles se retorcieron y se desplomaron sobre lo que estaba debajo,otra estructura que repitió el proceso hasta que cayó toda la zona que daba a la calle Entre Ríos.
En los muros que quedaron en pie se desprendieron los revoques,la escalera de servicio se atomizó,la gran escalera de nuestros desvelos se partió en mil pedazos.(fuente: Arq.Roberto O.Cova)
Sr Enrique. Sus postales nos acercan al pasado, esta fue impresa en dos oportunidades la misma pero mas cerca y se alcanza a leer en el carro de reparto la propaganda de la confiteria La Brasileña, la puso Jorge Redondo y es la N° 4556. Atte. Lo saluda Atte. Jose Alberto Lago.
Reitero mis comentarios de la foto 6118,enviada por el Sr. Enrique M.Palacio.
En la “Semana de Mar del Plata”,revista que aparecía los domingos,en la temporada 1926/27,un nota dice: ”Hagamos memoria de una bacanal de hace unos 4 años,en el mismo Club Mar del Plata,donde la mañana siguiente, fueron halladas prendas de vestir,envoltorios y ampollas vacías de drogas estupefacientes,y la vereda contigua llena de los restos de la vajilla y cristal,arrojados por la ventana,y entenderemos que estas bofetadas que se pretenden dar a la sociedad culta traen irremisiblemente sus frutos, y que es imposible prever lo que nos depara el futuro sino atajamos este loco galope espoleados por el chic y chicoteado por el modernismo. Tiremos fuertemente de la rienda.Hay que hacer sentir a los ofuscados las responsabilidades en que han incurrido,al hacer tratos repudiados por toda persona de bien con quienes,seguro estamos,no pasearían públicamente diez metros,y menos quisieran verlos tocando timbre de la puerta de calle de su hogar.”Se ha alegado como una poderosa razón,que hay que proteger los derechos de los accionistas,noosotros respondemos a ese argumento pueril que si la moral social ha de estimarse en el valor nominal de $ 1.500,reputado valor de las acciones del Club,entonces ha muerto la moral.Estos son los resultados que logicamente pueden esperarse de esa clubomanía que hace elecciones en las cuales votan los sirvientes y los chauffeurs y se obstaculiza todo voto consciente del accionista que desea ejercitar su derecho de desaprobar la C. D. por medio del sufragio.
Hemos recibido ciertas insinuaciones y no está de mas recalcar a nuestros lectores que pueden estar bien tranquilos de que no nos guía otro propósito que no sea el de velar por la sanidad moral,tarea que ojalá ejercitaran con la misma entereza todos los que ejerzan el periodismo.No deseamoa entrar a analizar los aspectos materiales desastrosos de esta censurada combinación,pero si llamamos a la cordura a los responsables de este estado de cosas,asegurándoles que el momento que reaccionen de su error,hallarán el apoyo desinteresado de esta publicación para reorganizar el Club sobre bases firmes y estables y traerles el apoyo necesario,que por su propia falta de iniciativa no han sabido conquistar” .
Durante la temporada de verano de diciembre de 1911 a abril del 12,no funcionó la ruleta en MdP,el gobernador Ignacio D.Irigoyen,dictó la resolución de prohibirla,lo que trajo un un gran malestar social,y especialmente en los lugares,como el Brístol Hotel,donde en sus salones la aristocracia,se entretenía con este juego.
Jorge Cabral,escribió en el diario La Nación:
-Se cenaba de smoking en los amplios comedores de ese lujoso hotel debido a la iniciativa progresista del Dr.José Luro y luego damas y caballeros pasaban a la sala de juego;aquellas lujosamente ataviadas.El espectáculo era un placer en los sentidos:todo respiraba distinción y elegancia.Así había sido hasta entonces desde los días iniciales del veraneo marplatense,reservado por natural gravitación de las cosas a las familias pudientes.Pocos años después todo cambió,creció MdP con ritmo acelerado;en los días que corren no existe el Brístol y la ruleta tiene otro régimen.En el ambiente de aquella época,de núcleos reducidos pero selectos,el insólito episodio monopolizó por entero el comentario.
Toda suerte de rumores y explicaciones acerca del motivo constituyeron la comidilla obligada.Se recorrió la escala,desde lo mas verosímeles a los mas extrafalarios y absurdos.
La verdad,la causa recóndida del ucasa gubernativo,probablemente nunca se sabrá.Elcomentario zumbón,sin emargo,giró la causa a la promesa que el mandatario bonaerense habría formulado a una dama atribulada por la malasuerte de su marido en el juego.Y no faltó quien le diera una versión escrita en una “versada” que circuló mucho y estuvo a la venta en hojita suelta,al precio de 20 centavos,en el comercio de cigarrería y venta de loterías instalado en la Rambla Brístol y propiedad de Manuel Acosta.
El autor de las décimas,pues tales eran,fue el Dr. Matías Calandrelli,con la colaboración del Dr. Arturo Alió,médicos ambos y finos humoristas,de acuerdo a una referencia precisa del caracterizado y talentoso vecino Dr.Francisco Rodriguez Etcheto,cuya actuación en MdP desde fines del siglo anterior,fue destacada y brillante,de positivo beneficio para la ciudad.Los versos del Dr. Caldarelli se han perdido en el tiempo.Solo por tradición oral se recuerdan algunas de sus estrofas,que abre el lamento popular y recuerda con notable didelidad el Dr. Rodriguez Etcheto:
-El Sr. Gobernador
-No quiere que la Ruleta
-Haga perder la chaveta
-Al ricacho jugador
-Dice que es mucho mejor
-por la arena caminar
-deteniéndose a pescar
-uno que otro surubí
-o a jugar al tateti
-con las piedritas del mar.
El poeta hace hablar a hoteleros,comerciantes etc.Todos se quejan de la mala suerte y destacan los perjucios que la medida oficial trae a sus negocios y a la economía en general de la ciudad.Queja que se repitió también,años mas tarde,cuando el presidente Yrigoyen volvió a prohibir la ruleta,inspirado en motivos de tranquilidad y salud moral de la sociedad,pero con el efecto contraproducente de volcar el turismo hacia el Uruguay.Y como en aquellos años la travesía al Faro era uno de los paseos obligados,en una décima habla y también se queja una figura pintoresca y peculiar de MdP de antaño: don Fernando Muller el Capitán del Faro,por autonomasia.Era este un ex oficial de la marina mercante de Austria,su país natal.De modales suaves y distinguidos,siempre afable y servicial,con sus patillas blancas,era figura difundida y querida,particularmente entre las familias veraneantes.
Fragmento del verso que hace conocer el Dr. F.Rodriguez Etcheto:
-Y habla el Capitán del Faro
-Que brilla en Punta Mogotes
-Yo no estoy para estos trotes
-Y rebelde me declaro
-Como no juegan,es claro
-Vienen al Faro a embromar
……………………….
-Y Corren peligro los buques
-de perderse y encallar
……………………
-A una dama dió su fé
-de suprimir la ruleta
-Y a menos que comprometa
-su palabra en una plancha
-Don Ignacio de la Mancha
-su compromiso respeta
(Fuente:Roberto T. Barili)
–
Enrique: Muy buena serie de postales. Cordiales saludos.
Nunca antes la había visto! Gracias por compartir!
DESPUES DE 1910 (FECHA INAUGURACIÓN DEL CLUB MAR DEL PLATA QUE VEMOS A LA DERECHA) Y ANTES DE 1913 (VEMOS LA RAMBLA LASALLE, QUE DURÓ HASTA ESE AÑO). A LA DERECHA DEL BRISTOL LA PLAZA MESQUITA Y ATRÁS EL GRAN HOTEL DE LURO. EXCELENTE COLOREADO.
Para complementar, una vista del mismo sector pero a nivel del suelo y quizás unos años antes, en la 7202 enviada por el Sr. Iriarte. Muy buen material como de costumbre Sr. Palacio.
Comparto la oipinión del Sr. Marcelo. El ángulo es muy original. A mi entender el fotógrafo tuvo que subirse a alguno de los techos o aleros de la rambla Lasalle. Mirando la foto 5264 enviada por el Sr. Isidro Delponte vemos una panorámica de la zona que nos permitirá orientarnos sobre la ubicación del autor de esta espectacular toma.
Obviamente cuando el epígrafe de esta hermosa postal se refiere a “Casino y Club Mar del Plata” hace referencia a los dos edificios principales que observamos en la imagen. A la izquierda el comedor y salón de fiestas del Bristol Hotel donde llegó a funcionar una sala de juegos que fue regenteada por los hermanos Lasalle bajo la forma legal de un club privado que fue el Club Pueyrredon. A la derecha el Club Mar del Plata que al incendiarse en 1961 pertenecía a Casinos sin que allí funcionaran salas de juego. Había sí dependenicias administrativas y archivos muy importantes que alentaron la creencia urbana de que el incendio fue intencional para hacer desaparecer esa documentación. Al día de hoy mucha gente cree por error en la transmisión oral de los hechos que al producirse el incendio en el Club Mar del Plata funcionaba un casino. Al Sr. Enrique Palacios mis felicitaciones al igual que a los muchos colaboradores que ha reunido este espacio.
Club Mar del Plata: La institución fue una obra de porteños de la llamada,por algunos sociólogos,clase alta de Buenos Aires,y a ella estaba dedicada En sus buenos tiempos,de todos modos,contribuyó a mejorar la realidad local,particularmente en la zona cercana a su sede.
Colaboró así con crecidas sumas para pavimentar las avenidas Luro y Colón y para entubar el arroyo de las Chacras desde la calle San Martín hasta el mar.Según el folleto titulado: Club Mar del Plata.Su obra de progreso y cultura a favor de la gran ciudad balnearia.Un poco de historia; publicado en 1933,se detallan las contribuciones para las referidas mejoras urbanas.Y con respecto al entubamiento del arroyo se informa que es una obra de aliento que,al mismo tiempo que ha embellecido la ciudad, transformó un zanjón de aguas pútridas en una gran avenida,suprimiendo así un foco de infección.
En efecto,todo andaba bien mientras no lloviera mucho.Y al respecto,los marplatenses sabemos algunas historias menudas –o no tanto- que en los porteños no hicieron mella porque el veraneo duraba tres meses y durante los otros nueve la vida local seguía su curso.
Sucedió,sin embargo,que desde el 1° de junio de 1910 hasta el 17 de febrero de 1913 gobernó los destinos ciudadanos César Ceretti,un comisionado nombrado por la Provincia.Y en ese tiempo hubo irregularidades varias que motivaron la creación de una Junta Popular de Resistencia Civil a los Comisionados que acabó con ese gobierno.
Y uno de los más crasos errores de Ceretti fue el entubamiento del Arroyo,hecho sin el estudio de su cuenca,con un conducto exiguo.Durante el desempeño de los comisionados no funcionaba el Concejo Deliberante de modo que hoy es imposible conocer la marcha de los hechos que transformaron el centro marplatense en una pequeña Venecia cada vez que llovía intensamente.
Ceretti tuvo que huir durante la presión de la Junta Popular y el error de las obras del arroyo se puso de manifiesto algunos meses después de esa fuga durante las desastrosas lluvias de agosto de 1913.Y las fotografías de la hoy Plaza San Martín convertida en un lago no mienten.
Por supuesto,el Club que estudiamos no era responsable de la situación aunque quizás debió ocuparse del destino de sus –en este caso- malogrados aportes.
El Club Mar del Plata organizó actividades de muy diversa índole durante las temporadas veraniegas.Se dieron bailes con el concurso de las orquestas de moda de su tiempo,se brindaron conferencias sobre temas varios,se invitó a personas notorias en su momento,poetas, conferenciantes,artistas,visitantes de diverso orden,argentinos o extranjeros destacados que llegaban al país,entre ellos aviadores, capitanes de barcos,diplomáticos,prelados de nota,huéspedes ilustres,en fin.Para los lectores jóvenes de estas notas –si los hay- ciertos nombres no significarán nada,pero para los ya no jóvenes fueron conocidos,según las circunstancias de cada uno,personalmente o a través de los medios de la época,como el periodismo,la radio,el cine o el teatro.Personajes como Florencio Parravicini,un actor cómico de verdadero talento;Olinda Bozán, una cantante y actriz muy discutida;Josué Quesada,periodista enamorado de Mar del Plata,Baldomero Fernández Moreno,Arturo Capdevilla,Pedro Miguel Obligado,Horacio Rega Molina,Margarita Abella Caprille,Alfonsina Storni, todos poetas y poetisas que desfilaron anualmente por sus salones.
En cuanto a la cultura física,en 1911 se habilitaron la sala de ejercicios físicos,la pileta de natación y la escuela infantil de baile y esgrima para los hijos de socios,al mismo tiempo que se practicaban ejercicios al aire libre en el Paseo General Paz,donde luego se inauguraron una cancha de fútbol y cuatro de tenis.
Y cabe consignar también que poco tiempo después de la inauguración del Club,Juan Pedro Camet,propietario de la Estancia La Trinidad,le donó algo menos de 100 hectáreas sobre la costa –el Parque Camet actual-,que fueron convenientemente forestadas,y en ellas se practicaron polo y golf.
En el Club funcionó también la ruleta.Y oficializado el juego bajo la llamada Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos,en 1948 la Nación expropió el edificio que tratamos y luego el Parque Camet.La otrora descollante construcción fue perdiendo puntos y aunque siguió siendo sede de actividades varias,nunca volvió a ser lo que había sido.
Creados la Escuela de Artes Visuales y el Conservatorio de Música de la provincia,el profesor Alberto Torres –egresado de la Escuela de Bellas Artes de La Plata- obtuvo del presidente de Lotería la concesión del antes mencionado entresuelo,en el que funcionaron ambos establecimientos: la escuela sobre el B. Marítimo y el Conservatorio sobre Luro.Las clases comenzaron el 4 de junio de 1960 sin que nadie pudiera presentir el próximo y triste final.
El edificio del Club desapareció,pero la institución no ha muerto:el Club Mar del Plata Sociedad Anónima sigue firme en la brecha en el Golf Club Los Acantilados.
El Club Mar del Plata era un bunker –en alemán: refugio antiaéreo a prueba de bombas-al que le faltaba una sola cosa: un servicio contra incendios.El fuego se inició en el Salón Dorado cerca del mediodía del 10 de febrero de 1961.y no se pudo –o no se quiso-detener,intentaremos analizarlo aquí: La mampostería del edificio,con muros de considerable espesor,era,seguramente,de una dureza de primer orden.Agote,sin duda,habrá especificado el punto en el legajo de la obra,y la cal de la época,apagada en el sitio,con la batea y el pozo,como siguió haciéndose durante varios decenios,adquiría una consistencia pétrea.
Los forjados –así se llamaba a las estructuras horizontales o entrepisos- era,de acuerdo con su época y su medio,de bovedillas de ladrillo sostenidas por perfiles metálicos doble T,seguramente ingleses o alemanes.Y una fotografía que acompañó a la pasada nota de nuestra revista sobre el mismo tema da una prueba palpable de su empleo.Pero en el edificio había una gran cantidad de madera,ya aquí radica el quid de la cuestión.Los grandes salones tenían un piso de parquet de roble de Eslovenia,según la costumbre de la época para los locales principales de las construcciones de gran categoría.Pero,según hemos visto reiteradamente en demoliciones varias,el piso,entarimado en español castizo,era más complicado de lo que podemos imaginar.Sobre los perfiles de hierro se colocaban,a 90 grados de ellos,tirantes de madera,pensamos que allí se utilizó pinotea,como en todos los pisos de época,enganchados a los perfiles con grampas de hierro clavadas alternativamente en las caras laterales de esos tirantes.Sobre ellos se clavaban un entablonado de madera liviana,como el pino blanco,y sobre él se clavaba el parquet.
Los cielorrasos,por su parte,con grandes cornisas perimetrales,no se aplicaban directamente a la estructura sino que se armaban con tablas y los llamados listones de yesero, pues el material desplegado,que no sabemos si existía,no era común en el medio.
Las aberturas,obviamente,también eran de madera,lo mismo que los llamados marcos-cajón,de gran tamaño dado el espesor de los muros.Asimismo,eran madereras las grandes cortinas de enrollar,de las que diremos también que eran subidas y bajadas,un gran alarde de modernidad para la época,por motores eléctricos.Las cortinas implicaban taparrollos,un motivo más para utilizar la madera,con bastidores y tableros,dado su gran tamaño.
Y por si todo esto fuera poco,los muros de los salones estaban decorados con recuadros hechos con varillas molduradas de madera,recuadros cuyos bajo fondos estaban empapelados o tapizados con ricas telas de buen grosor.Algunos muros,por su parte,estaban decorados con el famoso treillage,palabra francesa que califica al llamado enrejado por los carpinteros locales,uno de cuyos ejemplos aquí subsistentes es el quiosco del jardinero de Villa Silvina,próximo a la esquina que mira al Este de Saavedra y Arenales.Y aclaramos que el auténtico treillage,ligeramente separado del muro que lo sostenía,era una estructura jardinera apta para que en sus listones enredaran guías vegetales.
Los salones,además de gruesos cortinados,contenían muebles de madera… y cuando todo eso tomó fuego no se pudo detener.Y las cosas fueron más graves de lo que pudieron haber sido en un edificio con estructura de hormigón.Una ley física especifica que el calor dilata los cuerpos: los perfiles de hierro,con un bosque ardiente encima de ellos,primero se dilataron y rajaron los muros en los que sus cabeceras se apoyaban.Esa fue la primera etapa.Pero cuando el fuego aumenta el hierro se ablanda… Consecuencia: los gruesos perfiles se retorcieron y se desplomaron sobre lo que estaba debajo,otra estructura que repitió el proceso hasta que cayó toda la zona que daba a la calle Entre Ríos.
En los muros que quedaron en pie se desprendieron los revoques,la escalera de servicio se atomizó,la gran escalera de nuestros desvelos se partió en mil pedazos.(fuente: Arq.Roberto O.Cova)
Sr Enrique. Sus postales nos acercan al pasado, esta fue impresa en dos oportunidades la misma pero mas cerca y se alcanza a leer en el carro de reparto la propaganda de la confiteria La Brasileña, la puso Jorge Redondo y es la N° 4556. Atte. Lo saluda Atte. Jose Alberto Lago.
En la foto 6374,enviada por el Sr. Enrique M. Palacio,podemos ver el Club MdP,desde otro ángulo,y además leer algunos comentarios sobre el mismo.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/6374
Reitero mis comentarios de la foto 6118,enviada por el Sr. Enrique M.Palacio.
En la “Semana de Mar del Plata”,revista que aparecía los domingos,en la temporada 1926/27,un nota dice: ”Hagamos memoria de una bacanal de hace unos 4 años,en el mismo Club Mar del Plata,donde la mañana siguiente, fueron halladas prendas de vestir,envoltorios y ampollas vacías de drogas estupefacientes,y la vereda contigua llena de los restos de la vajilla y cristal,arrojados por la ventana,y entenderemos que estas bofetadas que se pretenden dar a la sociedad culta traen irremisiblemente sus frutos, y que es imposible prever lo que nos depara el futuro sino atajamos este loco galope espoleados por el chic y chicoteado por el modernismo. Tiremos fuertemente de la rienda.Hay que hacer sentir a los ofuscados las responsabilidades en que han incurrido,al hacer tratos repudiados por toda persona de bien con quienes,seguro estamos,no pasearían públicamente diez metros,y menos quisieran verlos tocando timbre de la puerta de calle de su hogar.”Se ha alegado como una poderosa razón,que hay que proteger los derechos de los accionistas,noosotros respondemos a ese argumento pueril que si la moral social ha de estimarse en el valor nominal de $ 1.500,reputado valor de las acciones del Club,entonces ha muerto la moral.Estos son los resultados que logicamente pueden esperarse de esa clubomanía que hace elecciones en las cuales votan los sirvientes y los chauffeurs y se obstaculiza todo voto consciente del accionista que desea ejercitar su derecho de desaprobar la C. D. por medio del sufragio.
Hemos recibido ciertas insinuaciones y no está de mas recalcar a nuestros lectores que pueden estar bien tranquilos de que no nos guía otro propósito que no sea el de velar por la sanidad moral,tarea que ojalá ejercitaran con la misma entereza todos los que ejerzan el periodismo.No deseamoa entrar a analizar los aspectos materiales desastrosos de esta censurada combinación,pero si llamamos a la cordura a los responsables de este estado de cosas,asegurándoles que el momento que reaccionen de su error,hallarán el apoyo desinteresado de esta publicación para reorganizar el Club sobre bases firmes y estables y traerles el apoyo necesario,que por su propia falta de iniciativa no han sabido conquistar” .
Durante la temporada de verano de diciembre de 1911 a abril del 12,no funcionó la ruleta en MdP,el gobernador Ignacio D.Irigoyen,dictó la resolución de prohibirla,lo que trajo un un gran malestar social,y especialmente en los lugares,como el Brístol Hotel,donde en sus salones la aristocracia,se entretenía con este juego.
Jorge Cabral,escribió en el diario La Nación:
-Se cenaba de smoking en los amplios comedores de ese lujoso hotel debido a la iniciativa progresista del Dr.José Luro y luego damas y caballeros pasaban a la sala de juego;aquellas lujosamente ataviadas.El espectáculo era un placer en los sentidos:todo respiraba distinción y elegancia.Así había sido hasta entonces desde los días iniciales del veraneo marplatense,reservado por natural gravitación de las cosas a las familias pudientes.Pocos años después todo cambió,creció MdP con ritmo acelerado;en los días que corren no existe el Brístol y la ruleta tiene otro régimen.En el ambiente de aquella época,de núcleos reducidos pero selectos,el insólito episodio monopolizó por entero el comentario.
Toda suerte de rumores y explicaciones acerca del motivo constituyeron la comidilla obligada.Se recorrió la escala,desde lo mas verosímeles a los mas extrafalarios y absurdos.
La verdad,la causa recóndida del ucasa gubernativo,probablemente nunca se sabrá.Elcomentario zumbón,sin emargo,giró la causa a la promesa que el mandatario bonaerense habría formulado a una dama atribulada por la malasuerte de su marido en el juego.Y no faltó quien le diera una versión escrita en una “versada” que circuló mucho y estuvo a la venta en hojita suelta,al precio de 20 centavos,en el comercio de cigarrería y venta de loterías instalado en la Rambla Brístol y propiedad de Manuel Acosta.
El autor de las décimas,pues tales eran,fue el Dr. Matías Calandrelli,con la colaboración del Dr. Arturo Alió,médicos ambos y finos humoristas,de acuerdo a una referencia precisa del caracterizado y talentoso vecino Dr.Francisco Rodriguez Etcheto,cuya actuación en MdP desde fines del siglo anterior,fue destacada y brillante,de positivo beneficio para la ciudad.Los versos del Dr. Caldarelli se han perdido en el tiempo.Solo por tradición oral se recuerdan algunas de sus estrofas,que abre el lamento popular y recuerda con notable didelidad el Dr. Rodriguez Etcheto:
-El Sr. Gobernador
-No quiere que la Ruleta
-Haga perder la chaveta
-Al ricacho jugador
-Dice que es mucho mejor
-por la arena caminar
-deteniéndose a pescar
-uno que otro surubí
-o a jugar al tateti
-con las piedritas del mar.
El poeta hace hablar a hoteleros,comerciantes etc.Todos se quejan de la mala suerte y destacan los perjucios que la medida oficial trae a sus negocios y a la economía en general de la ciudad.Queja que se repitió también,años mas tarde,cuando el presidente Yrigoyen volvió a prohibir la ruleta,inspirado en motivos de tranquilidad y salud moral de la sociedad,pero con el efecto contraproducente de volcar el turismo hacia el Uruguay.Y como en aquellos años la travesía al Faro era uno de los paseos obligados,en una décima habla y también se queja una figura pintoresca y peculiar de MdP de antaño: don Fernando Muller el Capitán del Faro,por autonomasia.Era este un ex oficial de la marina mercante de Austria,su país natal.De modales suaves y distinguidos,siempre afable y servicial,con sus patillas blancas,era figura difundida y querida,particularmente entre las familias veraneantes.
Fragmento del verso que hace conocer el Dr. F.Rodriguez Etcheto:
-Y habla el Capitán del Faro
-Que brilla en Punta Mogotes
-Yo no estoy para estos trotes
-Y rebelde me declaro
-Como no juegan,es claro
-Vienen al Faro a embromar
……………………….
-Y Corren peligro los buques
-de perderse y encallar
……………………
-A una dama dió su fé
-de suprimir la ruleta
-Y a menos que comprometa
-su palabra en una plancha
-Don Ignacio de la Mancha
-su compromiso respeta
(Fuente:Roberto T. Barili)
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Siguiendo el tema Casinos,en la Foto 3842 podemos ver el del Brístol,antes que el edificio fuera modificado.
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