La foto prometida: el Sr. Muela, famoso lustrador que se desempeñó en el centro marplatense. Fotografía tomada y aportada a Fotos de Familia por Stella Maris Taddio. Agradecemos la gestión de José Alberto Lago para incorporar esta imagen a nuestro blog.
Humilde, modesto trabajador. Presentable desde sus ropas a su cajoncito y banco. Experto en su trabajo de dar lustre al calzado. Perseverante en su tarea. Un ejemplo de como ganarse la vida dignamente, cuando hay voluntad de asì hacerlo. Lindo el recuerdo que nos dejò el Sr. Muela.
Gracias Sra.Stella Maris por permitirnos el placer de volver en la memoria a ver esta imagen que solamente evocaba el recuerdo.
Está tomada en la Calle San Martín 3180, puerta que antiguamente pertenecía al acceso del médico M. Giordano Etchegoyen; contigua a su izquierda la puerta de acceso al local partidario de la UCR (en el primer piso de la Florería el Rosedal) y sobre su izquierda, el recientemente cerrado Banco Argentino del Atlántico.
En mi memoria, el famoso “silbido” del Sr.Muela cuando lustraba los zapatos (ya sea por Sn Martín o por Av. Independencia). Muchos nos atendíamos con él o nos quedábamos cerca escuchando su alegre y seguro “trinar”…
Cordialmente
Eduardo
No se si habra sido el, pero cuando era mas joven recuerdo en las temporadas veraniegas que por las noches se escuchaba gritar sobre belgrano y corrientes: “LUSTRA..LUSTRA!!”..habra sido este señor?, ya fallecio este modesto pero gran trabajador?, gracias..
Si SR, estaba en la esquina de San Martín e Independencia,Con mi padre solíamos ir a que nos lustrara los zapatos,década del 60.Que recuerdos…la pucha que pasa el tiempo.
Creo que la primera parada del Señor Muela estuvo en la zona de Luro y San Juan y luego se trasladó al centro. Es cierta y distintiva su característica de gran silbador…una virtud que en otras épocas era valorada y que se ha perdido.
El Sr. Muela cuanto habrá visto y oído de toda la gente que pasó a su lado y cuantas cosas habrá dialogado con sus clientes, es una parte de la historia de esta Mdp, misteriosa y eterna.
Como homenaje a estos trabajadores podemos ver la foto 4780, enviada por el Sr. Roque Martinez y publicada el 11 de abril de 2011 y la foto 2522, enviada por Yamila Finamore, donde vemos a su padre a la edad de 13 años, en 1958, donde realizaba la tarea de Lustranotas.
Reiterando mi comentario de la foto 4768 podemos decir que los Lustrabotas o Limpiabotas,en un oficio muy antiguo,pero no muy bien documentado,se encuentran referencias en el siglo XIX en las grandes ciudades de Inglaterra,esta profesión, casi siempre fue ejercidda por hombres,en la actualidad se ve en todo el mundo, en lugares muy urbanizados,por las calles y locales apropiados.
Algunos personajes famosos confesaron que alguna vez, trabajaron en esta tarea,Ozzy Osbourne, cantante de Heavy Metal, Lula da Silva ,ex presidente de Brasil, Alejandro Toledo, que fue presidente de Perú, etc.
El tema de este trabajo, fue referido en distintos medios,por ejemplo en cine, en 1954, Película de la India,denominada Boot Polish.
En una canción cantada por Bing Crosby y Frank Sinatra,”Chattanoogie Shoe Shine Boy”.
En una novela de Doug Stumpf,”Confesiones de un Limpiabotas de Wall Street”.
Un film mexicano, de comedia,con parodia,llamado ” El Bolero de Raquel”, Bolero significa limpiabotas en ese país y fue interpretada por Cantinflas en 1956.
En dibujos e historietas de Disney, vemos a Tio Rico (Mac Pato)famoso por ganar su primer moneda como lustrador de calzado.
En 1943 también se filma una película musical ” Shoe Shine Boy”.
En 1946, un film italiano llamado “Shoeshine”,que luego recibió un premio.
También existe un dibujo animado como serie de TV,donde un perro, resguarda su identidad secreta trabajando de Lustrabotas.
Letra de la canción
Lustrabotas de avenida
Intérprete:
Pastoral
Lustrador de las miserias ambulantes
sé que todos usan guantes
para estrechar tu mano
sucia desde el antebrazo
hasta todos tus dedos
que aunque sean diez
impotentes son
que aunque sean diez
tus manos son dos
Luchador de la ironía cotidiana
entre tus manos mugrientas
oprimes tu arma de cerda
como todas las mañanas
en la calle o en el bar
te llaman a vos sin saber quien sos
alumno sin maestro
quien te dio a luz a oscuras
Si pensamos que tu vida es ignorante
entre frascos de tintura
entre pobres y avenidas
tienes tu epitafio listo
y un diez de graduado en
en la vida
lustrando al sol
cuanto te amé, pequeño
cuanto lloré tu muerte
entre diarios y franelas
Podemos leer a continuación un trabajo de la historiadora María Inés Garrido de Solá, que nos da una pincelada de estos trabajadores en la Provincia de Salta, Argentina, para tener en cuenta el origen,y en estos relatos podemos ver reflejadas situaciones similares a lo largo de todo nuestro páis.
El oficio de lustrabotas es tan viejo como el uso del calzado de cuero, especialmente botas. Las botas que se usaron por primera vez en este lugar de América fueron las botas españolas de tacón alto, que usaban los militares hispanos que cruzaron el mar en busca de oro y aventuras.
Ya se usaban untándoles sebos animales, los que le devolvían la lozanía, al hacerlas más flexibles, pues el polvo y los rayos del sol -sobre la humedad- ejercían una acción lenta de deterioro que comenzaba con rajaduras en el cuero, hasta llegar a la rotura de la misma.
Junto con el calzado llegaron, como es de suponer, los primeros artesanos de la zapatería. Este oficio en alguna medida pasó a los aborígenes. Muy pocos lo adoptaron porque no usaban calzado de cuero. Preferían andar descalzos o usar las “ushutas”, sandalia india que usaban los súbditos de los inca.
El oficio de zapatero que ejercieron los artesanos españoles tenía cierto tono aristocrático, elegante. Los que hacían el calzado, no eran remendones por lo general. Los lustrabotas propiamente dichos proliferaron en Salta allá por la década de los años 20. Fue cuando llegaron los inmigrantes italianos quienes después de desembarcar en Buenos Aires, juntándose en grupos no muy reducidos, se aventuraron hacia el interior del país desconocido y semisalvaje, que imaginaban. Así llegaron a Salta. Se establecieron en pequeñas piezas de las casas coloniales de paredes de anchos adobes. Pusieron los primeros salones de lustrar, remedo local de las instalaciones similares que había en Europa. Un estrado, unos sillones de madera y los estribos para colocar los pies, fueron el inicio de ello.
Se constituyeron en un complemento de las peluquerías, verdaderos cetros de reunión social de aquellos días. Mientras esperaban turnos, o les lustraban el calzado, los clientes, generalmente semiocultos tras los grandes mostachos, eran provistos de revistas para que pasaran el rato en forma amena. De esta atención que se prestaba a la clientela, surgió la idea de combinar el negocio con la venta de revistas. Entonces era dable ver algunos de los lustrabotas italianos aguardar en la estación del ferrocarril la llegada del tren de Retiro, a cuyo bordo se enviaban las revistas porteñas que llegaban a Salta con tres días de retraso. Entonces al día siguiente, las revistas flamantes colgaban de pequeñas sogas tendidas contra las paredes, flanqueado la puerta de entrada de la “lustrería”.
Más a las afueras se dispersaron los remendones, que día y noche trabajaban duro en su oficio, reparando a nuevo el calzado de los de los vecinos. Pero la laboriosidad de esta gente no se limitaba a ello. Solía salir de gira por las poblaciones del Valle de Lerma, llevando sus herramientas en un tosco maletín, y casa por casa ofrecían sus servicios, los vieron llegar en las mañanas frías del otoño, ubicarse junto a la pared de la casa donde habían aceptado su ofrecimiento trabajar incansables hasta terminar el arreglo de varios pares de zapato,los lustraban alegres, como si recién comenzaran, ofrecían sus servicios en la casa colindante. Regresaban en el último tren cuando ya el cielo estaba cuajado de estrellas. Casi no comían, para llegar hasta sus casas con todo lo recaudado y entregarlo a la familia, núcleo sagrado que realmente veneraban como un auténtico don de Dios.
Estos incansables remendones, de parla alegre y sonora, gritaban más que contaban las peripecias vividas para llegar a la Argentina, que aprendieron querer y a sentir como propia. De su patrimonio étnico, y brindaron lo que más querían a esta tierra; sus hijos. Hoy subsisten algunos de estos inmigrantes que envejecieron manejando la trincheta y mirando en silencio los cielos.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/2522
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/4768
EL LUSTRABOTAS
Un domingo por la mañana, cuando tenía 6 años, un vecino de casa me llevó a un café cercano; pidió un vermouth, y llenó un vaso pequeño con soda, le colocó una gota de bitter diciéndome: “éste es tu vermouth”, dejándome el triolet con maníes, papas fritas y galletitas. Unos minutos más tarde, llamó a un lustrabotas que tenía su parada en la puerta del café diciéndole:
“Lústrele los zapatos al señor”. Azorado, sorprendido y feliz, percibí por primera vez, las sensaciones del cepillado y lustrado de los zapatos. Ese día conocí al lustrabotas, en vivo y en directo.
La salida laboral para los menores y adolescentes en la década del 30 era como canillita o lustrabotas. Este viejo oficio que comenzó con el uso de los zapatos y botas de cuero, fue una importante colaboración para “parar la olla” en las familias de condición precaria. El mini emprendimiento se centraba en el cajón que llevaba las tintas, pinceles, ceras y betunes, con los cepillos marrón, negro y las franelas de lustrado.
El lustrabotas llevaba su cajón bajo el brazo hasta ubicarse en su parada ubicada en un cafe, al lado de un kiosko de diarios, en la estación de tren, o en una esquina barrial. El lustrabotas miraba los pies de los transeuntes, como al descuido, buscando al posible cliente.
Una vez apoyado el pie en el cajón, colocaba un protector de cuero en los tobillos para no embadurnarlos con betún. El manejo de los cepillos iba acompañado de movimientos de malabarista que culminaba con el empleo de las franelas para dar brillo mientras producía unos ruidos aparatosos, dejando los zapatos como un espejo.
En los salones de lustrar la situación era distinta, era otra categoría. Estaban ubicados como anexos de peluquerías masculinas. Los clientes se sentaban en un sillón cómodo y apoyaban los pies sobre unos soportes elevados, de bronce, que permitían al lustrabotas trabajar de pie.Eran tres o cuatro clientes simultáneos que mientras esperaban su turno, se entretenían leyendo diarios y revistas o escuchando música de una victrola. La tarifa era superior pero los resultados similares a los brindados por el lustrabotas callejero cuando decía: “Señor, aquí se lustra mejor que en el salón”, reflejado en el tango “Se lustra señor” de Marvil, Dalessio y Del Piano, cantado por Alberto Castillo en ese Buenos Aires que se fue.(fuente:El Lustrabotas,de Carlos Araujo.)
Para saber la fecha debemos asociar, la propaganda de Pappo, del 12 de junio y el afiche de la izquierda de Posse.
A mediados de la década del 60,figuran en San Martín, por esta vereda par los siguientes locales y consultorios:
3102-Café crema-Boncafé
3108-Calzados Leopoldo
3110-Acciarini Sport, Art. de Deportes
3120-Jorge A. Dreón, Inmobiliaria
3134-Perrier-Art. para Hombres
3140-La Ardillita-Art. para Bebés
3144-Joyería Folgado
3158-Casa Muñoz
3160-Aldo Bolognesi-Médico
3166-Florería El Rosedal
3178-Luis Lacour-Médico
3180-E.Ballina Benites-Administracciones
3180-C.Giordano Echegoyen-Administraciones
3180-Mario G. Giordano Echegoyen-Médico
3180-Antonio N. Menegazzi-Médico
Lic. Somma, hice lo que sugirió en cuanto a la asociación de afiches y dio como resultado una fecha aproximada de mediados de 1999.
Esta data, está signada por una elección cercana en la que Posse se presentaba como candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires (Meijide-Posse) para las elecciones del 24 de octubre de 1999. Para esos días,(y de acuerdo al estado del afiche de Pappo, donde se lee “Sábado 12 de Junio pero aparece deteriorado como si ya el evento hubiera pasado) coincide con ese año y no con otro.
En tercer lugar, la edad avanzada del Sr. Muela nos revela que fue antes del 2000.
El día de la foto…quizá esté en el reverso de la misma
Cordialmente
Eduardo
Hola a todos:
Que hermoso y merecido HOMENAJE a este senor que lustro durante 40 anos.
Les comento que la unica vez que hable con el fue el dia que le saque la foto,hacia mucho frio y el sentado en el escalon con su cajon de lustrar zapatos esperando un cliente,pase delante de el lo salude y al llegar a la esquina de la Av. Independencia me volvi y le pregunte si me dejaba sacarle una foto me contesto que si,al otro dia volvi con mi maquinita y es esta que hoy estan publicando.
La fecha no la recuerdo pero podemos sacar el ano por los dos afiches publicados,si recuerdo que era INVIERNO y ese dia hacia mucho frio.
Perdonen la falta de ortografia pero no encuentro el acento ni el palito de la n ja,ja,ja.
Gracias al Sr.LAGO y a Fotos de familia ,tambien al Lic Angel J SOMMA por sus comentarios.Graciassss
Que hermoso recuerdo!!!! siempre lo recuerdo en la esquina de Independencia y San Martín, con su alegría y su silbido, organizaba a los que esperaban para lustrar a la derecha y los que miraban a la izquierda, también recuerdo que con la franela marcaba el compás del malambo. Merecido recuerdo a un trabajador de nuestra ciudad.
Hola amigos: encontre un articulo de la revista TOLEDO donde habla de Enrique MUELAS el lustrabotas, la publicacion es del 4 de abril del ano 2000.Carinos a todos
Hola amigos:
Lamentablemente no anote cuando le saque esta foto al senor MUELAS pero tenemos un dato importante, el afiche de Pappo dice s’abado 12 de junio que corresponde al ano 1999 otro dato que estoy averiguando es cuando fallecio.Carinos a todos.
Hola a todos,en el local de LA ARDILLITA casa de ropa para bebe solian tener una jaula con una ardilla de verdad.
Como yo vivía a la vuelta (Luro y Rioja) solía lustrarme los zapatos con él y aunque no lo hiciera lo veía cotidianamente dada la cercanía. Me acuerdo que a cada rato repentinamente gritaba “¡Guarda el cable!”, “¡Guarda el cable!” y la gente que por allí pasaba -generalmente mujeres- pegaba unas espantadas bárbaras para sortear un cable inexistente.
Alguien sabe algo de la floreria El Rosedal? Mi papá trabajo muchos años ahí!
hola Fernando hace mucho tiempo que no entraba a esta pagina pero vi tu comentario, creo que una de las senoras que atendia en ese lugar tiene un quiosco de flores por la Av.Libertad,tengo correo pero casi no lo abroporque uso mucho facebook,figuro con mi nombre y apellido.