Artículo publicado por el medio de prensa El Diario de Buenos Aires en febrero de 1908. Edición especial dedicada a Mar del Plata. Se refiere a la evolución del Grand Hotel, primer establecimiento que recibió en Mar del Plata al turismo de elite. Material enviado por José Alberto Lago.
El epígrafe de la foto superior(derecha) dice : Casa Levantada hace cuarenta y cinco años por don Patricio Peralta Ramos y que fué base del actual Grand Hotel.En la foto del medio leemos Comedor del Grand Hotel, y en la foto inferior ,El Salon de Fiestas.
El texto dice: Recuerdos de antaño-Como nació el Grand Hotel- Un inteligente rotisseur-Un hombre de mundo-Barrió y su obra-Un centro de distinción.
“Hace muchos años cuando Mar del Plata aún no había dejado mostrar sus enérgicos alientos de gran ciudad, existía en la esquina noroeste de lo que es hoy Grand Hotel, una modesta casa de ladrillos, que es la misma que se ve en la fotografía reproducida en la parte superior de esta página.
Fué levantada por el fundador de Mar del Plata y pasó a poder de don Pedro Luro después de la compra que hizo éste de la mitad del pueblo a los señores Jacinto Peralta Ramos y Barreiro.El señor Luro sentó sus reales allí, dió ensanche a la casa y al dejar a Mar del Plata dejó sentados los cimientos de un moderno hotel.Pero el Sr. Luro antes de retirarse hizo una profecía. Aseguró-dijo-que esto que es solo una modesta casa de húespedes, será con el tiempo un gran hotel donde los viajeros llegarán a centenares.
Y la profecía se cumplió. La fama de Mar del Plata como magnífica playa para veranear comenzó a trascender. El ferrocarril acortó las distancias y era fácil trasladarse al balneario, y antes que el Brístol alzara sus monumentales construcciones, el Grand Hotel era ya el lugar obligado de cita de la high-life porteña.
Poco a poco siguió extendiéndose.Al primitivo cuerpo de edificios siguió otro y después otro.Mas tarde fué aquello insuficiente para las necesidades y se construyó otro cuerpo y un salón de fiestas. La profecía se iba cumpliendo y llegó a ser una realidad completa cuando se construyó el gran comedor. El hotel invadió entonces los diez mil metros cuadrados de superficie que mide toda la manzana.
Hoy esta el Grand Hotel en poder del señor A. Barrió, inteligentísimo rotisseur y hotelero, gran hombre de mundo, de finos e insinuantes modales y que ha sabido dar al Grand Hotel, tal carácter de distinción y elegancia, que es muy difícil que otro establecimiento similar pueda igularla.
No ha muchos días hemos estado en el Grand Hotel.Se hallaba completo.Los amplios corredores eran estrechos para contener la concurrencia de alojados.
Vimos allí a diplomáticos, senadores, diputados, miembros de la banca y del comercio,intelectuales de nota y extranjeros de distinción. Las damas con sus blancos trajes de verano y sus vaporosas gasas daban la nota clara sobre el fondo verde de los jardines, tan extensos y floridos, como no los tiene iguales ni siquiera parecidos,ningún otro hotel de Sud América.
Llegamos al gran comedor.Un ejército de mozos a las órdenes de un maitre de reconocida eficiencia, atiende a los comensales.El servicio es magnífico,sobre toda ponderación. No nos admira haber visto a varios alojados que dejaban el hotel para volver a la capital,despidiéndose afable y atentamente de Barrió al que no escatimaban frases de agradecimiento por el trato sin rival que habían recibido en el hotel.
en la noche hemos visto en el salón de fiestas un cuadro lleno de vida, de color y de animación.Era la hora del baile, tan esperada por el elemento joven.La orquesta dejaba oir sus agradables melodías y las parejas se entregaban a los placeres de la danza en un ambiente fino, muy aristocrático, aunque justo es decirlo,sin llegar a los límites de la exageración.
Barrió es un hombre incansable.Antes que aclare el día ya está en pie y corre y va y viene, visita todas las dependencias de su establecimiento, observa todo, corrige las deficiencias y vuelve a ir y a venir y sigue en su labor sin desfallecimientos hasta altas horas de la noche. Parece que Barrió solo halla descanso en su misma actividad.
No es extraño pues,que el Grand Hotel sea uno de los lugares predilectos de los paseantes y centro obligado de reunión de gran parte de la sociedad aristócrática porteña que se reune en Mar del Plata.
Lic. . Agradezco su labor desinteresada y que podamos contar con Usted en el Blog. Agradezco su tiempo para completar la fotografia publicada, le puedo asegurar que para muchos es de interes poder compartir las palabras de una epoca ya pasada. Atte. lo saluda Jose Alberto Lago.
En la 3756, podemos ver también la foto que está en la parte superior derecha, publicada el 30 de diciembre de 2010, con el epígrafe ” Propiedad que fuera de Peralta Ramos, luego sirvió para el Grand Hotel”. http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/3756
TODO LO QUE ESTOY VIENDO, NO TIENE DESPERDICIO.PERO SERÍA INTERESANTE QUE TODOS AQUELLOS QUE ENVIARON Y ENVIAN SUS FOTOS, JUNTO CON TODOS AQUELLOS QUE RECURRIMOS A ESTA PÁG.;MÁS TODOS LOS QUE QUIERAN ADHERIR, FIRMÁSEMOS UN PETITORIO PARA QUE DESLA LA MUNICIPALIDAD Y DESDE EL GOBIERNO DE LA PCIA. DE BS.AS., SE PROTEJAN Y SEAN DECLARADAS MONUMENTOS, LAS POCAS CONSTRUCCIONES ANTIGUAS QUE QUEDAN EN MAR DEL PLATA.ME GUSTARÍA CONTACTARME CON ELLIC. ANGEL F.SOMMA.ATTE.DANIEL