En el segundo fin de semana de las vacaciones de invierno, Mar del Plata registra una ocupación hotelera y extrahotelera que ronda entre el 50 y el 55%, cifra que si bien es más baja que el año pasado, satisface a los operadores turísticos, considerando la crisis económica.

Históricamente, el receso invernal genera movimiento turístico en la ciudad pero, sin dudas, no es el período más fuerte del año. Las vacaciones, además, se desarrollan en medio de un complejo panorama económico nacional que afecta el presupuesto de muchas familias para viajar. En principio, a la espera de los números oficiales, habría llegado menos gente que el año pasado y el consumo, según destacan en distintos sectores, es moderado. “El turista se cuida en los gastos lo más que puede”, coincidieron los operadores.

En el Ente Municipal de Turismo y Cultura se muestran optimistas. Tienen registro de la caída de la actividad en otros destinos, y subrayan que “a pesar de la crisis y el momento tan difícil que estamos viviendo”, Mar del Plata “está teniendo una temporada invernal muy buena”.

“Estamos conformes”, aseguró el presidente del Emturyc, Bernardo Martín, en diálogo con LA CAPITAL, y reveló que en lo que va de julio “la ciudad superó los 300.000 turistas; es una cifra muy buena” en medio del actual contexto.

Por cierto, más del 75% del público proviene de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, y al menos el 80% del total arriba en vehículo propio, mientras que el resto se distribuye entre los trenes, micros y vuelos a la ciudad.

En materia de ocupación, según el Emturyc hoy “ronda el 50%” aunque “es bastante dispar”. Martín precisó que “hay establecimientos hoteleros que están con una ocupación más alta”, mientras que al mismo tiempo “hay otros con niveles de ocupación bastante más bajos”.

La Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica informó una cifra similar. Durante la primera semana del receso la ocupación rondó entre el 40 y el 45%, y este fin de semana, en función de las reservas, creció al 55%. A esto se suma el público que, en muchos casos, arriba sin reserva.

“Estamos con una ocupación promedio similar a la del fin de semana pasado, en el orden del 55%”, indicó el vicepresidente de la entidad, Hernán Szkrohal. Las estadías siguen siendo breves, de entre tres y cuatro días.
Sin embargo, tanto por razones económicas como por el tipo de público que recibe Mar del Plata en esta fecha, compuesto principalmente por grupos familias, muchos de los visitantes se inclinan por el sector extrahotelero y alquilan departamentos.

Desde el Emturyc indicaron en ese sentido que en estas vacaciones de invierno “hay preponderancia del sector extrahotelero”. Bernardo Martín reafirmó que quienes en mayor medida arriban en esta época a Mar del Plata “son familias”, y advirtió que “muchos eligen alojarse en departamentos”, sobre todo “para reducir costos de almuerzos y cenas”.

El “ahorro” que marcó el funcionario municipal se refleja directamente en la actividad gastronómica. Muchas familias optan por cocinar en el departamento en vez de salir a comer, para gastar menos. Los locales trabajan y “sienten el impulso del turismo”, pero con un consumo “muy cuidado”.

Respecto a la predilección por alojarse en departamentos, Oscar Cherú, secretario general del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, destacó que la demanda se da principalmente en el centro, el macrocentro y la costa, con “una ocupación del 50%” en el caso de los departamentos, mientras que “son pocas las casas que se alquilan”, según precisó en declaraciones a LU6 Radio Atlántica.

“El movimiento es similar al del año pasado. Pero tenemos que tener en cuenta que el contexto económico del país no es el mejor. El dinero a la gente no le alcanza para cubrir todas sus necesidades y recorta gastos, salidas, se cuida lo más que puede. Y en Mar del Plata, este período no es el fuerte, así que las expectativas se cubren de cierto modo”, dijo.

En cuanto a los precios, el martillero indicó que los departamentos de un ambiente se alquilan por entre 30.000 y 40.000 pesos por día, mientras que un dos ambientes cuesta entre 40.000 y 50.000 pesos por día, y los de tres ambientes entre 50.000 y 60.000 por día, con la salvedad de que, en general, las inmobiliarias piden una estadía “no menor a cinco días”.

En paralelo, muchos turistas optan por contratar alojamiento por fuera del mercado hotelero y extrahotelero, y acuden directamente a plataformas como Airbnb o Alohar, entre otras.

Consumo

El fin de semana pico de las vacaciones de invierno coincidió con la celebración del Día del Amigo, y los festejos en muchos casos comenzaron el viernes 19.

“Hubo muchas reservas por esta fecha”, señalaron desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica en función de la demanda que tuvieron restaurantes, parrillas, cervecerías y demás establecimientos del sector, de grupos de amigos que salieron a celebrar. No obstante, según pudo saber LA CAPITAL, este año muchos optaron por reunirse en una casa.

Incluso en el Día del Amigo, el consumo “viene siendo moderado, cuidado” en la gastronomía, según indicaron desde la asociación, reconfirmando el impacto de la crisis económica en el turismo y en la actividad gastronómica en general.

Esto mismo viene marcando hace tiempo Uthgra Mar del Plata, que ya anticipaba “un consumo moderado” para este receso en función del contexto nacional.

“Las vacaciones de invierno dan un respiro. Pero el consumo está planchado, la gente se cuida lo más que puede porque no le alcanza, es un reflejo de la crisis económica que está viviendo”, apuntó el secretario general del gremio de trabajadores hoteleros y gastronómicos, Pablo Santín.

Expectativas

A las vacaciones de invierno 2024, después de este fin de semana, les queda una semana más, la última en la provincia de Buenos Aires antes del reinicio del ciclo lectivo.

Entre los principales operadores turísticos, las expectativas son buenas y se espera que la afluencia turística se mantenga en los mismos niveles.

En general, tanto en la hotelería como entre las inmobiliarias e incluso en el municipio, prevén que sigan llegando familias para disfrutar del cierre del receso con los mismos niveles de ocupación que hubo hasta el momento, es decir, con una ocupación promedio de entre el 40 y el 50%.