Por Sebastián Plaza

BALCARCE (Corresponsal).- Los científicos saben que el cambio climático vino para quedarse y profundizar sus efectos nocivos: grandes sequías, inundaciones y episodios de tormentas violentas.

“La idea es cómo podemos afrontarlo y mitigarlo con sistemas de producción más resilientes y de esa manera estar mejor parados ante sus inclemencias”, expresó el titular del Ce3ntro Regional Buenos Aires Sur del Inta, Horacio Berger.

Y para ello desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) planean un cambio de paradigma en su adquisición de conocimientos. “Con una inversión del orden de los 2 millones de dólares vamos a construir un banco de recursos genéticos en la experimental de Balcarce como parte de la ubicación de diferentes nodos que apuntan a lograr líneas de trabajo que contribuyen al abordaje del cambio climático”, comentó el profesional.

Es que ya se encuentran en la etapa de preproyecto que tiene que ver con diseños de la estructura y capacidades que tendrá el banco para luego pasar a la construcción propiamente dicha. Se espera que a medida que vayan avanzando los distintos pasos vayan recibiendo las partidas desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Uno de los ejes estratégicos para trabajar con los sistemas de producción es mejorar las variedades de los cultivos y de las razas animales. Tanto con las líneas de mejoramiento tradicionales como con los laboratorios de biotecnología que nos aportan la edición génica”, apuntó Berger.

El referente de seis experimentales del sur bonaerense explicó que con la edición génica se logran características productivas o de industrialización que mejoran la calidad del producto alimenticio. “Para ello, necesitamos contar con variedades genéticas que es nuestro material de trabajo”. advirtió.

También puntualizó que el banco permitirá “resguardar con distintas tecnologías material genético de animales como óvulos, semen y microorganismos” que será “una fuente de recursos para trabajar la epidemiologia y la sanidad, tanto vegetal como animal”.

Nuevo paradigma

La aplicación de toda esta tecnología será un cambio de los procesos de investigación que desarrolla el Inta. Se estima que su implementación podrá demandar de uno a dos años.

“Es un cambio de paradigma para la experimental porque nos va a dar la posibilidad de darle un abordaje multidisciplinario a la investigación. Lograremos integrar las disciplinas tradicionales para dar respuesta a cómo enfrentamos el cambio climático y creamos recursos naturales para las próximas generaciones”, argumentó.

Por último, puntualizó que el futuro mediato es conseguir variedades de cultivos o razas de animales que “se adapten a las condiciones de estrés calórico e hídrico” y también medidas que permitan “aprovechar mejor los recursos del suelo”.