El intendente presentó un proyecto para multar a quienes arrojen líquidos en la calle o abandonen enseres domésticos, artefactos o animales muertos.
Preocupado por lo que consideró un “alarmante aumento de roedores e insectos” en las calles, el intendente Carlos Arroyo buscará cumplir su promesa de una ciudad más limpia a través de un proyecto de ordenanza que prevé multar a quienes arrojen líquidos y abandonen enseres domésticos, artefactos electrónicos o animales muertos en la vía pública.
Así se desprende de una iniciativa presentada ayer en el Concejo Deliberante, que incluye el decomiso de los vehículos que transporten cargas que sobresalgan o no estén debidamente cubiertas.
No es la primera vez que el jefe comunal predica la necesidad de sancionar a los que arrojen residuos en la calle. En su primer año de gestión sostuvo que “arrojar basura en la vía pública es una actitud delictiva”. Incluso su administración ya ha multado a vecinos que fueron detectados mediante las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) tirando basura en el espacio público.
El nuevo proyecto da un paso más en ese sentido. Establece la prohibición de “arrojar o hacer llegar a la vía pública líquidos de cualquier naturaleza, en especial originados en el desagote de piletas portátiles”. También la de diseminar “detergentes, lixiviados de cualquier tipo de productos orgánicos, ácidos, productor clorados o alcalinos”.
La propuesta ratifica que sólo deberán lavarse las veredas dentro del horario previsto (de 4 a 8 entre noviembre y abril y de 5 a 9 entre mayo y diciembre).
De aprobarse el proyecto, tampoco se podrá “arrojar, canalizar o diseminar en la vía pública o en el interior de inmuebles de cualquier tipo líquidos cloacales provenientes de pozos ciegos”. Además, prohíbe tirar residuos sólidos, desperdicios, estiércol y aguas en estado de putrefacción en las calles, terrenos baldíos, canteras y cavas.
En todos los casos en que se utilicen vehículos para trasladar o descargar residuos no autorizados “procederá el secuestro”, señala la iniciativa.
En general, podrán ser sancionados quienes abandonen enseres domésticos, artefactos electrónicos o mecánicos, automóviles o animales muertos en la vía pública, baldíos, descampados o casas abandonadas.
El proyecto lleva las firmas del intendente y del presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur), Eduardo Leitao. Entre los argumentos aseguran que comprobaron “los problemas ocasionados por la presencia de residuos y toda índole de elementos descartables en la vía pública”, y que constataron “un alarmante aumento en la población de roedores e insectos que generan un riesgo total para el estado sanitario de la comuna en todos sus aspectos”.
Por eso le solicitan al Concejo “en forma urgente” esta legislación para permitir a la Justicia “actuar debidamente, con la rigurosidad y firmeza que el caso requiere”.
Para los funcionarios, “una de las posibles soluciones pasará por generar niveles de conciencia y educación en las generaciones presentes y futuras”. Pero afirman que ese el proceso de enseñanza y aprendizaje demanda “un tiempo muy extenso”, que no permite eliminar de forma urgente “los vectores transmisores de graves enfermedades a las que se exponen los ciudadanos del partido”.