Conmovedora muestra de apoyo al sacerdote Luis Albóniga luego de su traslado
Cientos de fieles se expresaron en la misa Crismal y pidieron el regreso del sacerdote marplatense que fue enviado a Jujuy en forma sorpresiva y sin explicaciones.
Una conmovedora muestra de apoyo recibió hoy en la Catedral el sacerdote Luis Albóniga quien hace dos meses fue trasladado en forma intempestiva y sin explicaciones a Jujuy.
Todas las muestras de respaldo que recibió desde ese día el cura marplatense confluyeron ayer con una situación poco habitual en la Iglesia Católica. En la celebración de la Misa Crismal, en el marco de la Semana Santa, cientos de fieles mostraron carteles y pancartas en respaldo a Albóniga.
En una catedral repleta, en el momento de la procesión de entrada del administrador apostólico Ernesto Giobando junto al resto de los sacerdotes de la Diócesis, se levantaron todas las pancartas.
“Padre Luis, presente”, “Luis, te esperamos” eran algunas de las consignas que expresaban religiososos de las distintas parroquias, muchos de ellos con lágrimas en los ojos mientras se daba comienzo la celebración. Entre los manifestantes hubo representación de las comunidades parroquiales, movimientos, instituciones y pastorales de toda la Diócesis.
En el comienzo de la misa Crismal, Giobando hizo alusión a la muestra de apoyo de los fieles. Fue cuando se refirió a los sacerdotes que estaban por renovar su promesas y al hablar de ellos puntualizó en “los que están pasando un momento difícil, especialmente el padre Luis” y enseguida un fuerte y sostenido aplauso.
Asimismo, invitó a los presentes a “unirse en oración para rezar por nuestra Iglesia”. Y agregó: “Entiendo el dolor de muchos de ustedes”, en referencia al respaldo a Albóniga.
Además, el actual administrador apostólico contó que ayer había tenido una comunicación con Albóniga para saludarlo al cumplirse 20 años de su ordenación como sacerdote.
Entre los manifestantes hubo representación de las comunidades parroquiales, movimientos juveniles, instituciones y pastorales de toda la Diócesis. Entre ellos, Pablo, un jóven de la parroquia Cristo Rey remarcó que esta situación “es algo que nos une a los que somos católicos”. “Es defender a alguien que por una causa injusta fue desplazdo y expulsado sin razón alguna”, señaló.
Además, expresó el deseo de que “vuelva ya que lo desterraron sin justa causa” y adelantó que continuarán expresándose en el mismo sentido.
El hecho
Luis Albóniga fue trasladado a Jujuy a fines de enero tras desempeñarse como administrador diocesano de Mar del Plata luego de la salida de Gabriel Mestre, actual arzobispo de La Plata.
Su traslado se produjo a pocos días de la llegada de monseñor Ernesto Giobando, obispo jesuita enviado por el Papa Francisco como administrador apostólico.
La noticia trascendió luego de algunas semanas de cambios que generaron incertidumbre en la diócesis de Mar del Plata, a partir de la renuncia consecutiva de dos obispos antes de tomar posesión de la Iglesia local.
El traslado de Albóniga generó un profundo malestar en casi todos los sectores de la Diócesis que expresaron un contundente apoyo al sacerdote y repudiaron la decisión.
Hubo cartas abiertas rechazando su salida al tiempo que también se produjeron alejamientos de la Diócesis en rechazo a la medida.
El último fue el del abogado Marcelo Abal quien semanas atrás presentó su renuncia a la Comisión de Asuntos Económicos que asesora al Obispado. Según destacó en su carta de renuncia, la salida del padre Luis Albóniga le provoca “un desánimo y consternación de tal magnitud que me lleva a adoptar la decisión de renunciar”. Y agregó: “Me cuesta comprender un mecanismo de tal cancelación con alguien que se ha entregado tan generosamente al servicio de las personas”.