Conmociona el caso del empresario que fingió el secuestro de su sobrino para robarle a su hermano
Mariano Vizcay (28) es el dueño de la firma de venta de casillas rurales El Yunque. Lo detuvieron tras descubrir la insólita maniobra.
Un empresario fue detenido acusado de haber simulado su propio secuestro, para el cual usó a su sobrino de 8 años, con el fin de obtener dinero de su hermano, quien pagó cerca de 25 mil dólares como recate, en enero de este año en la ciudad de Tandil, informaron fuentes policiales y judiciales.
Además del empresario fueron detenidos dos acusados de haber actuado como cómplices del hecho, de 31 y 33 años, añadieron los voceros.
El empresario detenido fue identificado como Mariano Vizcay (28), dueño junto a su hermano de una firma de venta de casillas rurales llamada El Yunque, quien el 18 de enero último denunció que fue secuestrado junto a su sobrino cuando salieron del cine.
El caso comenzó a ser investigado por la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese) tras la liberación del empresario y, en la pesquisa, surgieron elementos que hicieron sospechar que se había tratado de un autosecuestro, dijeron las fuentes.
Según los voceros, Vizcay tenía un problema de dinero con su hermano y se cree que esa fue la estrategia que empleó para obtenerlo, para lo cual además usó a su sobrino menor de edad.
Los arrestos los llevaron a cabo detectives de la Sub DDI de Tandil durante cuatro allanamientos en los que se incautaron de 17 teléfonos, gorros de lana, cuellos polares, gorras, visera, guantes y plásticos, entre otros elementos.
El día del hecho, Vizcay salió del cine con su sobrino, de 8 años, y cuando ambos iban a bordo de su Ford Focus el auto sufrió una avería en un neumático, por lo que detuvo la marcha.
Según la versión inicial del hombre, en ese momento dos delincuentes lo abordaron, lo obligaron a subir con su sobrino al auto y conducir hasta la empresa familiar, situada en Colectora Pugliese 510.
Allí los captores robaron 30 mil dólares de una caja fuerte y dejaron atado al sobrino de Vizcay, tras lo cual siguieron la marcha con el empresario cautivo, según se creyó en un primero momento.
El niño fue hallado en el establecimiento por su propio padre, quien instantes después recibió un llamado de su hermano, quien le dijo que estaba secuestrado y que los captores querían una suma de dinero en dólares como rescate.
Tras pactar la entrega de 25 mil dólares en cercanías de la Plaza Independencia, de Tandil, Vizcay fue liberado.
Un dato que llamó la atención de los pesquisas es que la supuesta víctima no quiso inicialmente declarar en la causa.
La Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese) intervino en la pesquisa una vez que la supuesta víctima fue liberada, motivo por el cual no participó de ninguna instancia de negociación ni pudo monitorear las comunicaciones telefónicas entre los familiares y los captores.
No obstante, en base a evidencia obtenida, Vizcay terminó por decir que había pergeñado la maniobra por problemas económicos y le devolvió a su hermano el dinero del rescate, aunque no la suma robada de la caja fuerte de la empresa, dijeron los voceros consultados.
El empresario y los dos hombres acusados de haber actuado como cómplices fueron entonces detenidos y quedaron a disposición del fiscal Luis Piotti y el juez José Moragas, ambos pertenecientes al Departamento Judicial Azul.