Ocurrió ayer por la tarde en Monseñor Zabala (Champagnat) y Ayacucho. Había chocado segundos antes en la rotonda de Apand.
Un joven de 29 años, en aparente estado de ebriedad, a poco estuvo de desatar una tragedia al colisionar con cuatro automóviles en dos accidentes separados por algunos segundos.
El episodio, que ocurrió pasadas las 18.45, se inició en la rotonda de Apand, cuando un Toyota Corolla y una camioneta estaban detenidos a la espera de que el semáforo de Monseñor Zabala (Champagnat) les diera paso. En esas circunstancias, un vehículo Peugeot 207 conducido por el joven de 29 años los embistió. En realidad colisionó contra la parte trasera del Toyota y este, a su vez, impactó a la camioneta que se hallaba por delante.
Cuando los conductores del Toyota y de la camioneta descendieron para pedirle los datos, el joven aceleró y escapó.
A las pocas cuadras en el semáforo de Ayacucho, se produjo una situación simular pero mucho más grave, que a punto estuvo de transformarse en un desastre. El Peugeot 207 avanzó a alta velocidad -acaso por el choque anterior- y quiso pasar a un Renault 11 y a un Renault 12 por la izquierda. El problema es que no había lugar y el conductor del Peugeot pretendió subir por el cantero divisor. Sin embargo, embistió al Renault 11, este al Renault 12 y el Peugeot salió despedido por el aire hasta caer volcado algunos metros más adelante.
El único herido resultó ser el conductor del Peugeot que, más allá de la conmoción por el golpe, evidenciaba un comportamiento singular, propio de quienes están ebrios. “Faltan los estudios pero da toda la impresión de estar borracho”, dijo una fuente del HIGA, hasta donde fue trasladado.
En el lugar del accidente trabajaron efectivos del cuartel Monolito de Bomberos, Tránsito y Comando de Patrullas.