Condenaron a un policía que simuló un allanamiento para asaltar a una pareja
Maximiliano Miguel Bentacor recibió una pena de 4 años y 3 meses de prisión en un juicio abreviado desarrollado en el Tribunal N° 2 por un robo cometido en el 2021 en el que, junto a otro policía y otros dos hombres, robaron 2.000.000 de pesos.
Un policía que se desempeñaba en la Delegación de Custodia y Traslado fue condenado por haber simulado un allanamiento para asaltar a una pareja y robarle cerca de 2.000.000 de pesos.
En un juicio abreviado del que participó el juez Alexis Simaz, Maximiliano Miguel Bentacor fue condenado a 4 años y 3 meses de prisión por ser culpable de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por simular orden de autoridad pública y robo agravado por su comisión en lugar poblado y en banda, por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se pudo acreditar y por el carácter de funcionario público.
El juez consideró como agravantes la logística desplegada para la comisión de los hechos, que incluyó la utilización de un vehículo policial, vestimenta e insignias de la policía, como también las tareas de inteligencia y vigilancia previas, que sin dudas mermaron las posibilidad de que las víctimas sospecharan de la falsedad del presunto procedimiento y opusieran alguna defensa.
Por otra parte, como atenuante, el juez destacó el ofrecimiento planteado por la defensa de Bentacor, el abogado Martín Bernat, quien expuso que el imputado se dispuso a devolver el dinero que le hubiere correspondido, lo que fue aceptada por los damnificados. Para el juez, esta actitud reparadora asumida ameritó ser tenida en cuenta.
Además, ordenó que se comunique la sentencia a la Auditoria General de Asuntos Internos dependiente del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
El falso procedimiento
El robo ocurrió en octubre de 2021. En ese entonces, Bentacor hacía custodias dinámicas y tenía horario laboral discontinuo. Justamente por el tipo de trabajo que tenía, él estaba a cargo de una camioneta de la policía, ya que debía mantener contacto con víctimas y acudir a sus domicilios ante cualquier eventualidad.
El 29 de octubre de 2021 a la noche, Bentacor se reunió con el capitán de policía Fabián Melgar -con quien había trabajado unos 3 años- en la plaza ubicada en Mac Gaul y Ayolas, donde acordaron, junto a otros dos hombres, un plan criminal en perjuicio de una pareja de comerciantes.
Según declararía luego Bentacor, Melgar le había dicho que se trataba de una pareja de narcos y que tenía que “arreglar” algo con ellos o allanarles la vivienda y que necesitaba apoyo con la camioneta de la policía, a lo que accedió.
Así, el 30 de octubre a la mañana se encontraron en la estación de servicio YPF situada en Ruta 88 y Solís y esperaron la llegada del comerciante, que iba a buscar su camioneta Ford Ranger, que había estacionado allí la noche anterior.
Al llegar al lugar, el hombre fue abordado por dos personas con ropas distintivas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, quienes le dijeron que tenían una orden de allanamiento respecto de su domicilio, por lo que le indicaron que subiera a su camioneta junto a ellos y se dirigiera a su vivienda, en 12 de Octubre al 9300.
La víctima acató la orden y llevó a los supuestos policías hasta su casa. Además fue seguido por un Peugeot 206, en el que iba Melgar y una camioneta de la policía, con Bentacor al volante, lo que le daba al operativo un viso de legalidad y licitud.
Al llegar a la vivienda, los delincuentes fueron recibidos por la pareja de la víctima, a quien le dijeron que tenían una orden de allanamiento e ingresaron.
Las víctimas en ningún momento vieron la orden de allanamiento y las dudas que tenían se despejaron en el momento en que los policías los esposaron y los ataron a ambos con prendes de vestir. Acto seguido se pusieron a revisar la casa para robarles.
Luego de unos 40 minutos, en los que los amenazaron de muerte, los delincuentes vestidos de policías se fueron tras robarles unos 2.000.000 de pesos, celulares y otros objetos de valor.
Las víctimas luego dijeron que comenzaron a asustarse cuando entendieron que estos policías sabían todo de ellas, sus nombres, movimientos y actividades comerciales. “Me dijeron que me quedara quito porque me iban a pegar un tiro”, diría el hombre luego en su declaración.