En un juicio abreviado en el Tribunal N° 3 se acordó una pena de 10 años por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal agravado y corrupción de menores agravada". Además el juez dispuso que la víctima reciba "la adecuada atención psíquica".
El Tribunal N° 3 condenó a 10 años de prisión a un hombre de 82 años por haber abusado sexualmente y filmado durante las violaciones a su nieta, cuando la niña tenía entre 11 y 13 años.
En un juicio abreviado, el juez Fabián Riquert avaló el acuerdo entre las partes y condenó a R.D.F. (su nombre no trascenderá para preservar la identidad de la víctima) a 10 años de prisión por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado y corrupción de menores agravada, una pena que vencerá el 6 de febrero de 2030, ya que el hombre se encuentra ininterrumpidamente privado de su libertad desde el 07 de febrero de 2020.
Los hechos ventilados durante el juicio abreviado ocurrieron aproximadamente desde 2018 hasta septiembre de 2019, cuando la víctima tenía entre 11 y 13 años. Los abusos ocurrieron en incontables oportunidades, en el interior de la casa del condenado y en diferentes lugares en los que el hombre aprovechaba la confianza depositada en él por ser el abuelo de la niña.
Además, el condenado llegó a golpear a la menor para abusarla sexualmente y también la amenazó de muerte a ella y a sus hermanos. “Aseguró que le iba a pegar un tiro en la cabeza a su hermano y a su hermanita le iba a hacer lo mismo que a ella”, expresó un perito que analizó a la menor.
Además de los abusos, los golpes y las amenazas, el hombre filmaba a su nieta mientras la violaba. Esas imágenes fueron extraídas tanto en un celular que le había comprado a la víctima como del teléfono del condenado, pruebas que no dejan lugar a dudas de la existencia de los abusos.
“La edad de la menor, la reiteración de la conducta descripta y su prolongación en el tiempo alteraron el normal desarrollo de la sexualidad de la niña por haber sido iniciada prematuramente en ella, toda vez que su comienzo fue
aproximadamente a sus 11 años de edad con su abuelo, obligando a la menor a filmar los encuentros sexuales”, remarcó el juez.
“La integridad sexual de la menor de 11 años al momento de los hechos ha sido claramente vulnerada; no sólo por los abusos con acceso carnal que se ven en el video, sino también el hecho de hacerla filmar; estas conductas atentan directamente con su maduración como mujer, saltando la etapa de niña/adolescente. Secuelas que seguirán
seguramente por siempre, sino se aborda un tratamiento terapéutico”, expresó Riquert en la sentencia y agregó: “Está claro que el juzgamiento con perspectiva de género en estos delitos contra la integridad sexual es una obligación convencional asumida por el Estado argentino”.
Para el juez, en este hecho se advierte una “una doble vulneración ya que la víctima es mujer y niña, lo que corresponde una especial diligencia reforzada del Estado”. Y, tras analizar las contundentes pruebas presentadas por la Fiscalía, Riquert entendió que estaba bien fundamentado la doble imputación tanto por abuso sexual agravada como por corrupción de menores agravada.
Sentencia
Si bien la avanzada edad del imputado, de 82 años, convierte la pena de 10 años en casi una prisión perpetua, no es un atenuante para el caso, sino todo lo contrario, porque el grado de confianza por ser el abuelo septuagenario -al momento de los abusos- es justamente lo que le facilitó las oportunidades de violar a la niña.
Además de la condena a 10 años de prisión, el juez Riquert solicitó que como medida de reparación integral a la víctima, se le brinde a través de los organismos competentes administrativos (municipal y provincial) la
adecuada atención psíquica.