Un policía de la comisaría tercera fue condenado este jueves a 2 años de prisión en suspenso y el doble de inhabilitación para cargos públicos por haber golpeado a un hombre en la calle y causarle severos daños en su salud durante un operativo para disuadir una confrontación en la zona portuaria de la ciudad.

“La materialidad de los sucesos oportunamente delimitados se encuentra probada más allá de tdoa duda, y como se ha venido sosteniendo, esas mismas evidencias permiten tener por acreditada la autoría de Sebastián Leiva, que en ningún momento ha sido controvertida”, dijo el juez Leonardo Celsi, del juzgado en lo correccional N°1.

El debate tuvo finalmente solo como imputado a Leiva, porque su compañera, Florencia Macchioli, unos días antes fue sobreseida del delito de “falsedad de documento público”, por la sospecha de adulteración de un acta, acción que nunca quedó del todo acreditada.

Según la investigación que llevó adelante el fiscal Juan Pablo Lódola, en la madrugada del 25 de noviembre de 2021, ambos fueron convocados a la zona de Fleming y Azopardo, donde a través de un llamado al 911 se había reportado una confrontación. Al arribar al lugar, los entonces uniformados -posteriormente fueron desafectados de la fuerza- procedieron a identificar a un hombre. Y fue entonces cuando ocurrieron los hechos: el policía agredió Angel Ariztimuño (37), quien cayó al piso y un severo traumatismo de cráneo.

Ariztimuño había sido sometido, antes de la agresión a una traqueotomía. Por su cuadro de salud anterior y las lesiones que le ocasionó el golpe contra el asfalto al caer después de recibir el ataque de Leiva, permaneció internado por varias semanas en estado delicado. Pese a ello, logró sobrevivir.

En las imágenes de video se pudo observar cómo Leiva había agredido casi sin mediar palabra ni acción a Ariztimuño que, en efecto, cayó al piso y sufrió el grave traumatismo de cráneo.

El juez consideró como un atenuante el hecho de que una vez “producido el comportamiento ilícito, Leiva y los demás agentes permanecieron en el lugar, brindando asistencia a la víctima, tolerando los justos reproches de los vecinos e insistieron para que la asistencia médica, llegara rápido”.

Por eso se lo condenó a 2 años de prisión en suspenso y cuatro de inabilitación especial para ejercer cargos públicos por el delito de vejaciones en acto de servicio, agravadas por haber causado un grave daño en la salud.