Dos hombres fueron condenados en un juicio abreviado por haber asaltado a tres comercios durante la pandemia y recibieron penas de hasta 3 años y 6 meses de prisión.

El fiscal Fernando Berlingeri y la defensa de Jonathan Luquez y Cristian Avellaneda acordaron realizar un juicio abreviado que se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3, donde se fijaron condenados por los delitos de “robo agravado por su comisión aprovechando el estado de conmoción pública y por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se acreditado”.

Puntualmente, por una serie de robos a comercios cometidos durante las primeras semanas del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, Luquez fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión; mientras que Avellaneda a 3 años y 3 meses.

Además, la Justicia consideró a Luquez y Avellaneda como delincuentes “reincidentes”, ya que ambos habían sido condenados en 2018 por otros robos.

Según estas condenadas fijadas, la pena de Luquez vencerá el 7 de noviembre de 2023, mientras que la de Avellaneda el 21 de agosto de ese año.

Luquez fue condenado por haber cometido tres asaltos a mano armada entre el 29 de abril y el 6 de mayo de este años, mientras que Avellaneda por haber participado solo de uno de ellos.

El primero de los robos por los que fue condenado Luquez ocurrió el 29 de abril, a las 15.20. Para el fiscal, Luquez aprovechó “la merma de tránsito peatonal y vehicular por el ASPO” y, armado, ingresó a la carnicería “El Mudo”, ubicada en Figueroa Alcorta y 12 de Octubre. Amenazó a los empleados del lugar y se llevó 4.000 pesos de la recaudación y celulares.

El siguiente asalto ocurrió el 2 de mayo, a las 16, y de este hecho participaron tanto Luquez como Avellaneda. Los delincuentes, armados con un arma de fuego, ingresaron al supermercado DÍA % de 12 de Octubre al 3.400 y amenazaron a una cajera, para robarle 4.500 pesos y huir del lugar.

Finalmente, del último robo participó solo Luquez y ocurrió el 6 de mayo a las 9 de la mañana en la pinturería “Océano”, ubicada en Magallanes al 3300. Allí Luquez simuló tener un arma de fuego entre sus prendas, amenazó a tres empleados y se llevó 9.300 pesos de la caja registradora.

Para confirmar cada robo, el fiscal contó con las imágenes de cámaras de seguridad y testigos que pudieron identificar a los asaltantes.