El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 condenó a tres hombres que integraban una banda por un violento asalto a una herrería en septiembre del 2020 de la que se llevaron 30.000 dólares y 500.000 mil pesos.

El juez Néstor Jesús Conti condenó a Lautaro Nahuel Bonanno (28) a 6 años de prisión y a Francisco Octavio Vilchez Muñoz (5) y a Miguel Iván Huici (34) a 5 años, a los tres por encontrarlos culpables por el delito de “robo doblemente agravado por su comisión en lugar poblado y en banda y por la utilización de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha podido ser acreditada“. Además, ordenó la inmediata detención de los tres.

Según quedó demostrado durante el debate, el hecho ocurrió el martes 15 de septiembre de 2020 en el taller de una herrería del barrio Malvinas Argentinas, cuando una banda de delincuentes a bordo de un Peugeot 307 llegó al lugar.

Con los roles distribuidos y coordinados, unos de los hombres se quedó en el auto, mientras los restantes golpearon el portón de acceso hasta que fueron atendidos por el propietario del local, a quien redujeron a golpes e intimidaron con la exhibición de armas de fuego.

Luego, los asaltantes redujeron a otras tres personas que estaban en el lugar y con la situación controlado ingresaron a la vivienda que estaba en el fondo del taller, donde estaba la hija de la víctima. De una de las habitaciones, los ladrones tomaron 30.000 dólares y 500.000 pesos, documentación personal y teléfonos celulares, para finalmente darse a la fuga.

“Nunca me pude recuperar”

El dueño de la herrería explicó que nunca se pudo recuperar del robo y que si bien intentó olvidar lo sucedido, resultó muy perjudicado económica y emocionalmente. “Me tuve que mudar por mi hija, pero después volví”, explicó el hombre quien agregó que tras el robo no contó con ninguna ayuda del seguro, que todo el dinero que tenía era por los trabajos que había hecho o que habían señado sus clientes.

“Después del robo quedamos muy mal, tuve que sacar empleados. A mí me arruinó”, dijo y agregó: “Todavía me acuerdo del revólver que llevaba uno en la zurda”.

“No me descanses perrito”

Los investigadores tuvieron acceso a los teléfonos de dos de los condenados, que al analizar los mensajes entre ellos hallaron las pruebas que los vinculaban como parte de una banda de asaltantes.

-Ey compa, ¿qué onda, qué andás haciendo?. Hay laburo fácil y rápido.

-Me dijiste hoy a la mañana, no me descansés perrito, no me gusta que me digas boludeces, te aviso.

El intercambio de mensajes es justamente entre Vilchez y Huici, quien le dice que no hará a las apuradas lo que planean. Ese mismo 14 de septiembre -es decir un día antes del robo- hay un último mensaje: “Ahí me hablaron otra vez por eso, para ir a verlo mañana más tranqui, temprano”.

Para el investigador y para el juez, esto demuestra a las claras la planificación del robo y el interés de participar, esto sumado que ese mismo 15 de septiembre de 2020 hubo unos llamados de Vilchez a Bonanno.

Atenuantes y agravantes

En su alegato, desde la Fiscalía consideraron como atenuantes la extensión del proceso y el correcto
comportamiento de los imputados, sin embargo el planteo fue rechazado por el abogado de la víctima, Martín Bernat.

El juez Conti entendió la situación como la planteó el abogado Bernat, ya que la prolongación en el tiempo del proceso -pandemia de por medio- no puede beneficiar de manera alguna a quien lo transita en libertad. “Por el contrario, quien más se ha visto perjudicado por el transcurso del tiempo han sido las víctimas del delito, no los
causantes. Del mismo modo, el comportamiento de los imputados ha hecho que puedan llegar a juicio sin privación de libertad, por lo que no corresponde valorarlo en el sentido propuesto”.

En cuanto a los agravantes, el magistrado entendió que se debe tomar en consideración la pluralidad de víctimas, el hecho que una de ellas fuese de diez años, la extensión del daño causado y la excesiva e infundada violencia.