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Policiales 2 de marzo de 2025

Condenan a ladrón que hizo de chofer en un asalto en el que fue abatido su cómplice

Michael Iván Pinto, que estuvo prófugo hasta 2022, recibió la pena de 4 años y 6 meses de cárcel. El hecho había ocurrido en junio de 2020 en Matheu al 2900, cuando los delincuentes intentaron robarle al contador Pablo Chifflet: su hijo Santiago salió en su defensa y mató a uno de ellos, identificado como Juan Gabriel Gómez.

Un delincuente que hizo de chofer en el asalto contra un contador que finalizó con un cómplice suyo abatido por una de las víctimas fue condenado a la pena de 4 años y 6 meses de prisión tras un juicio abreviado.

Michael Iván Pinto, que estuvo prófugo hasta 2022, acordó el monto mencionado a través de su defensa con la fiscal María Florencia Salas y el trato fue homologado por el juez Juan Facundo Gómez Urso, días atrás.

Vale recordar que Pinto está detenido desde 2022, cuando la policía lo capturó en la autopista Panamericana y ruta 202. Momentos antes, había intentado sustraer un automóvil en el partido de Vicente López.

Cuando los efectivos lo identificaron, supieron que sobre él pesaba un pedido de captura por haber sido uno de los ladrones que asaltó al contador Pablo Chifflet en junio de 2020 en Mar del Plata. En esa oportunidad, Santiago, el hijo de la víctima, abatió de siete tiros a su cómplice, Juan Gabriel Gómez.

Tanto Pinto como el otro delincuente que participó de ese intento de robo, Leonardo Estarli, escaparon del lugar. Sin embargo, ambos fueron apresados luego, en 2021, y 2022 -como se explicó antes-, respectivamente.

El caso

En la mañana del 18 de junio de 2020 Pablo Chifflet llegaba a su oficina de Matheu al 2900 a bordo de su camioneta. En otro vehículo lo hacía su hijo Santiago, quien entre sus prendas de vestir llevaba una pistola calibre Bersa 380 sin el cargador, que guardaba en otro bolsillo. En ese momento el delincuente de frondoso prontuario en Necochea, Juan Gabriel Gómez (38) se acercó al contador y tras encañonarlo con un arma calibre 45 le exigió la entrega de la llave de la camioneta.

Fue en ese momento que Santiago Chifflet, quien ya estaba sobre el umbral de ingreso a la oficina, cargó el arma y salió en defensa de su padre. Realizó siete disparos que impactaron en distintas partes del cuerpo de Gómez y, cuando éste cayó, regresó y lo remató de otros dos disparos en la cabeza.

Para el fiscal Fernando Castro -ya jubilado- los dos últimos tiros fueron realizados con Gómez ya neutralizado e impedido de seguir siendo una amenaza. Sin embargo, los peritos confrontaron esa hipótesis y también el relato concordante del imputado y del contador, si bien estos testimonios son naturalmente desincriminatorios.

La jueza de Garantías, Lucrecia Bustos, resolvió, por lo tanto, sobreseer a Chifflet del delito de homicidio y de la vinculada figura de la portación ilegal de arma de fuego. Si bien el imputado no tenía autorización para portarla, se le creyó que la llevaba descargada y que solo la puso activa para defender a su padre. Que ni antes, ni después de esa secuencia de 14 segundos, se comprobó que la hubiera portado en condiciones de disparo.