De menor a mayor. Así pensó el concierto para esta noche el trompetista y compositor Valentín Garvie. Primero presentará un dúo, luego un trío musical, más tarde un quinteto, también pasará un septeto hasta llegar a ejecutar sus partituras con ocho músicos. Con ésta última formación mostrará cómo suena “Octeto”, tal como se llama la obra que empezó a crear antes de la pandemia de Covid-19.

Todas esas músicas sonarán este viernes, desde las 21, en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium, en un recital que además incorporará el espacio como elemento narrativo y que además sumará otro condimento a esta música que también tiene nudos dramáticos potentes.

“Para mi es como un paisaje cambiante, una caminata donde van pasando cosas diferentes”, definió Garvie a su obra. “Incorporé en Octeto muchas de las cosas que me pasaron en los últimos años, accidentes felices, música que ocurrieron o en las que participé, elementos de esas músicas se agregaron a mi trabajo de composición”, reconoció este joven autor que regressó a Mar del Plata tras tener una rica experiencia en Alemania, donde fue trompetista del Ensemble Modern de Frankfurt, entre otros trayectos.

“Octeto” sonará de la mano de un grupo de reconocidos músicos y músicas marplatenses: Federico Viceconte (saxo tenor y soprano), Manuela Berardi (saxo tenor), Leo Cubiella (bandoneón), Daniel Rivara (trombón), Teby Frontera (guitarra eléctrica), Martín de Lassaletta (contrabajo), Luciano Monte (batería). Además, Garvie intervendrá con su trompeta y cumplirá el rol de director.

Como ejemplo de que toda obra de arte suele estar abierta y viva, Garvie confió a LA CAPITAL que hoy retitularía esta composición. “Ahora lo llamaría Concierto para Octeto, en vez de Octeto solo”.

El motivo del cambio obedece a ajustar el concepto que atraviesa toda la pieza. “Concerté diferentes mundos, los mundos del jazz contemporáneo, la música barroca, el espacio…”. También los y las intérpretes vienen de mundos musicales diversos y lograron convivir, armonizar en una obra que hace de la diferencia su esencia. “Vienen del jazz, del tango, de la música clásica, y hay una idea de concertar, de que no todo sea uniforme”, dijo el autor.

Cabe señalar que “Octeto” nació a pedido de la Orquesta Sinfónica Nacional, organismo que le solicitó a Garvie una obra que pudiera ejecutarse con músicos solistas. Aquel proyecto se postergó varias veces -a causa de la pandemia-, aunque derivó en esta experiencia “de bolsillo”, como la calificó.

Finalmente, el 18 de marzo pasado la obra se ejecutó en el CCK junto a la Sinfónica Nacional en una versión para solistas de trompeta, saxo tenor y órgano. Y hasta viajó a Porto Alegre, Brasil, donde también se ejecutó con la Sinfónica de esa ciudad y el acompañamiento de la trompeta, que estuvo a cargo del mismo Garvie.