Con un sueldo de 336.387 pesos, para Carlos Arroyo lo primero es su familia…
Tras el reciente incremento salarial obtenido por el Sindicato de Trabajadores Municipales, el intendente municipal Carlos Arroyo pasó a percibir un sueldo básico de 336.387,04 pesos.
Suena obsceno pero es real. El intendente que gobierna la ciudad que cuenta con 157 mil pobres y 41 mil indigentes (casi un tercio de la población), acaba de cobrar un sueldo de 336.387,04 pesos.
El doctor Carlos Fernando Arroyo, con los recientes incrementos salariales, percibe un sueldo básico (bruto) de 336.387,04 pesos, entre los más altos de la provincia, superando incluso el de la gobernadora María Eugenia Vidal. Para ser concretos, a marplatenses y batanenses, el intendente les sale 336 mil pesos mensuales (el neto que percibe el jefe comunal es de 196.100 pesos), de acuerdo a la última liquidación.
Cabe destacar que el nuevo básico en base al cual se calcula la remuneración del nutrido staff de funcionarios políticos de la gestión de Arroyo pasó de 19.112,9 pesos a 21.025,2. En el caso del intendente, se trata de 16 de esas unidades.
Escuela de funcionarios
Se trata, sin dudas, de un sueldo que supera holgadamente al de la mayoría de los intendentes de la provincia. Más ofensivo resulta aun saber que Arroyo percibe tal remuneración, cuando Mar del Plata es hoy, con el 12,8 por ciento de sus habitantes sin trabajo, la ciudad con mayor desocupación del país.
No obstante, el jefe comunal logró hallarle solución al tema del desempleo, al menos para sus familiares y amigos. Excompañeros de trabajo de la Escuela de Enseñanza Media N`2, donde se desempeñó como director, tuvieron la posibilidad de convertirse en funcionarios durante su gestión.
Tal fue el caso, aunque efímero, de Miguel Angel Guzmán, su primer titular del Emvial, quien a las pocas semanas de asumir tuvo que ser despedido cuando LA CAPITAL publicó que había estrellado una camioneta municipal en un viaje privado por el sur del país, hecho que intentó ocultar.
También desde la escuela llego la ex secretaria de Educación, Ana María Crovetto, el actual secretario de Educación, Luis Distéfano (todavía no se dedicaba a quitarle bonificaciones a sus pares reduciéndoles los haberes) y, entre otros, una ex asistente social del turno noche, María Teresa Capurro, que también aterrizó en la Secretaría de Educación, esta última, de la mano de la actual compañera del intendente, Susana Rivero, actual subsecretaria de Educación, proveniente también del “semillero” de la escuela generadora de funcionarios.
Una pyme que siguió creciendo
La pyme del clan Arroyo fue creciendo con el correr de la gestión. Susana Rivero, su actual compañera, tiene tres hijos de su anterior matrimonio.
Los hijastros de Arroyo también son empleados municipales y de hecho, para que no tengan que sufrir sobresaltos económicos cuando el lord mayor deje de ocupar el sillón principal de la comuna, todos quedaran designados como jefes de departamentos, uno de los cargos más altos del escalafón municipal, a los que llegaron, claro está, sin necesidad de concursar como el resto de los mortales.
En tal sentido, Evangelina Tedros (inspector general II), Nicolás Tedros (técnico especializado IV) y Mariano Tedros (inspector especializado), en todos los casos se convierten en jefes de departamento, saltándose al menos cinco cargos.
En definitiva, Arroyo le pudo dar trabajo a su compañera, a los hijos de ésta y a los maridos demostrando que se puede derrotar a la desocupación. La equidad y el ejemplo comienzan por casa…
Hermana y novia
La plantilla municipal, aquella que absorbe prácticamente todo el dinero de los contribuyentes a través de los altísimos impuestos de esta gestión también incluye a más familiares del jefe comunal.
Su hijo Guillermo es concejal, y entre el plantel de asesores, con un sueldo que superaba los 42 mil pesos, figuró su hermana Virginia Alejandra (legajo 32671/1).
La hija de Arroyo, que cumple tareas en el IPS, alguna vez tuvo inconvenientes por cobrar simultáneamente dos sueldos del Estado. Virginia fue esposa de Mauricio Loria, actual concejal.
En cuanto a Guillermo, a punto de convertirse en padre, se puso de novio hace algunos meses con Luciana Yamila Pastore (foto superior), quien inmediatamente fue destinada como asesora del concejal con un salario que superaba los 42 mil pesos.
La joven, pese a encontrarse embarazada, pudo ingresar a la Municipalidad, algo con casi nulos antecedentes, habiéndosele asignado ahora tareas en la Secretaría Privada, muy cerca de su suegro, el intendente municipal, reteniendo el cargo técnico1 (legajo 33243/1).
Hay, en definitiva, amigos, novios, parejas de todos los familiares nombrados también cobrando sueldos en la comuna, la mayor parte de ellos designados durante la gestión del intendente que se jacta de cuidar el bolsillo de marplatenses y batanenses. Lo cierto es que al menos en lo familiar, la desocupación para Arroyo no existe.
Casi 300 mil kilos de queso
En cuanto a la pobreza e indigencia, para el jefe comunal solo es un título en los diarios, aunque a decir verdad, días atrás Arroyo sorprendió a sus interlocutores, en una audiencia, cuando en el despacho principal se quejó porque le quisieron cobrar 100 pesos un trozo de queso.
Quienes lo escuchaban, claro está, desconocían que haciendo un fondo común entre su sueldo básico bruto y el de su compañera de vida, la subsecretaria de Educación, llegan a los 500 mil pesos mensuales, 300 mil de bolsillo para ser justos. Apenas como para comprar 3.000 pedazos de queso.
Sin dudas, muchos mejores haberes que los que percibían en sus épocas juntos en la Escuela de Enseñanza Media N°2 de Mar del Plata.
¿Y la desocupación?
Sumar todos los sueldos del clan Arroyo constituiría un cachetazo para esos miles y miles de marplatenses que no pueden conseguir trabajo desde hace meses y pasan a engrosar los fríos números de la pobreza y la indigencia.
El intendente, a 240 días del final de su mandato, poco parece preocuparse por el sitial que ocupa Mar del Plata, en lo más alto del podio de la desocupación en Argentina.
Fue un concejal de la oposición el que tuvo que convocar al Consejo Económico Social para analizar la delicada situación social del distrito.
Pero es hasta comprensible la pasividad que se visualiza en torno a este tema en el Ejecutivo. “¿Cuánto le puede importar esta acuciante situación a alguien que tiene un sueldo básico de 336 mil pesos por mes?, se pregunta un representante de los sectores más castigados que semana tras semana acude a la Municipalidad en busca de bolsos de comida.
Transparencia en la gestión
Sería más que auspicioso que con pruebas contundentes se determine que estos datos aportados por LA CAPITAL son falsos o incorrectos.
En tal sentido, nada más contundente que publicar en las redes sociales del municipio el recibo de sueldo del jefe comunal, como oportunamente se anunció desde la oficina de prensa de la Municipalidad.
En aquel momento se informó, con bombos y platillos, que en honor a la transparencia, se había decidido que mensualmente se publicaría el recibo de sueldo del intendente Carlos Arroyo. Nunca se hizo, claro está. Hubiese sido una cachetada a los marplatenses y batanenses. De todos modos, para desmentir estas líneas sería una medida para aplaudir que, al menos por un mes, se transparentaran los haberes de los funcionarios públicos, es decir, aquellos a los que la comunidad les paga sus sueldos.
Una desmentida a LA CAPITAL que sería un orgullo poder publicar.
Malas noticias
¿Más malas noticias? En 2018, por irregularidades detectadas solo en su primer año de gestión (en realidad la tarea desarrollada en 2016) el Tribunal de Cuentas de la provincial le formuló cargo a Arroyo por más de 15 millones de pesos, y una multa de 60.769 pesos.
En estas horas está por conocerse el nuevo fallo del Tribunal de Cuentas de la Provincia sobre el ejercicio 2017. Según pudo saber LA CAPITAL, en este caso también habrá multas para el intendente, al tiempo que volverán a formularle cargos por cifras económicas “muy importantes” como consecuencia de distintas irregularidades detectadas por ese Tribunal que también observa algunas anomalías en el accionar del secretario de Economía y Hacienda de la comuna, Hernán Mourelle (también deberá pagar una multa) quien sigue sin publicar su declaración jurada como lo estipula la ley.
Al justificar la formulación de cargos económicos contra el intendente, el Tribunal de Cuentas se basa en el inciso 3 del artículo 16 que establece “cargos pecuniarios hasta un importe igual a los valores sometidos a juicio”.
Trabajo en la Privada
Otro expediente seguramente que le tocará analizar al contador Ricardo Gutiérrez –¿se tratará del mismo Gutiérrez acusado de pedir coimas a empresarios del sector turístico durante la gestión del ex intendente Elio Aprile?- de ardua tarea en los últimos meses.
Gutiérrez estaba a punto de jubilarse en la Secretaría de Obras cuando el intendente lo rescató y se lo llevó a la oficina privada con su staff de confianza para que le realizara trabajos personales y específicos.
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