El municipio intervino hoy junto a la Policía para tratar de impedir el desmadre que suele producirse cada martes en la improvisada feria de la Plaza Rocha.

Desde temprano personal de Inspección General, Transporte, Tránsito, Bromatología y de otras dependencias protagonizan un operativo de control para disuadir la presencia de puesteros y evitar así la venta de alimentos y de otros artículos de dudosa procedencia.

“Había que poner orden porque se había excedido el sentido de esta actividad. Esto se inició para que la gente que se contactaba por Facebook tuviera un punto de encuentro para intercambiar mercadería, pero terminó desvirtuándose“, explicó el director de Inspección General, Emilio Sucar Grau.

Según dijo, en las primeras horas de este martes ya fueron secuestrados distintos productos, así como tablones y caballetes. “Ahora estas personas tendrán que presentarse en el juzgado de faltas para justificar el origen de todos esos elementos”, señaló.

Sucar Grau aclaró que por el momento la actuación del municipio está dirigida contra quienes están realizando una ostensible actividad comercial y no así contra las personas que se acercan hasta el lugar para intercambiar productos usados como ropa, utensillos o antigüedades. “De todos modos sería bueno que esta actividad se regularizara para que podamos recuperar este espacio público que es de todos”, reflexionó.

Por su parte el director de Tránsito, Miguel Grassi Muñóz, describió cuál es la actividad que su dependencia está realizando en el lugar.

Según dijo, los inspectores están abocados a realizar controles entre los vehículos que circulan por la avenida Luro y particularmente sobre aquellos que llegan a la plaza para sumarse a la feria.

“Hemos tenido un resultado altamente positivo, con el secuestro de 16 motos y de otros 4 vehículos que traían mercadería, tablones y caballetes sin estar habilitados para el transporte de cargas”, indicó.