Las capturas de langostino en las aguas patagónicas ya superaron durante los primeros 15 días del mes de marzo a las registradas durante todo ese mes del año 2016. Las cifras sugieren que a este ritmo los números de 2017 podrían ser aún mejores que los del año pasado, cuando la captura de esta especie batió todos los récords.

De momento las estadísticas oficiales muestran con claridad que los mayores beneficios por la explotación de este recurso se concentran en el puerto de Rawson donde hasta el 15 de marzo habían sido descargadas unas 28 mil toneladas, es decir, más del 93% de las 30 mil acumuladas en total.

Mientras tanto, Mar del Plata recibió apenas 2,7 toneladas. Durante todo 2016 las descargas totales de langostino alcanzaron las 172 mil toneladas, es decir, un 21,1% más que las 142 mil registradas en 2015.

Los datos publicados por la Subsecretaría de Pesca de la Nación, muestran que 2017 promete ser un año con mejores rendimientos aún.

En su Informe de Coyuntura, la dependencia informó que entre enero y febrero habían sido desembarcadas unas 27 mil toneladas, es decir un 61,2% más que las 18 mil descargadas en el mismo período de 2016.

Ahora, los datos disponibles hasta mediados marzo, sugieren que la tendencia de crecimiento permanece firme, generando cada vez mayor interés entre las empresas por dedicarse a la explotación de un recurso que posee un valor comercial muy superior al de otras especies.

Según el Indec, el langostino tiene en la actualidad un precio promedio de 6.227 dólares por tonelada, el calamar de 2.135 dólares y la merluza hubbsi (la principal materia prima para el puerto marplatense) cuenta con un valor promedio de 2.468 dólares.

Si bien aún no se sabe cuál será la decisión que adoptarán las empresas, la expectativa está puesta en lo que suceda una vez que se le dé vía libre a la captura de langostino en aguas nacionales.

De momento la especie es explotada en las aguas jurisdiccionales patagónicas, lo que reserva la exclusividad de las operaciones para aquellas embarcaciones que cuentan con autorizaciones concedidas por esas provincias.

Esos buques monopolizarán la pesca hasta que las autoridades habiliten la temporada en aguas nacionales, una decisión que tendrá que surgir del Consejo Federal Pesquero.

Por lo tanto los buques con permiso para la pesca de langostino que están radicados en Mar del Plata recién podrán acceder a su explotación una vez el organismo abra la temporada, lo que podría suceder recién dentro de varias semanas.

Por lo general, el Consejo otorga vía libre para la zafra del langostino a partir de los meses de abril o mayo, extendiéndola según el caso hasta octubre o noviembre.

En el mejor de los casos, transcurren 7 hasta meses durante los cuales los tangoneros -buques especializados en la captura del crustáceo- así como los fresqueros bonaerenses con permiso pueden dedicarse a la pesca de este recurso, cuyo valor comercial, lo convierte en uno de los más atractivos.

Si bien hay quienes temen que la abundancia y el precio del recurso haga que varios barcos con asiento en el puerto marplatense decidan trasladarse al sur, desatendiendo la pesca de merluza y de otras especies, aún es prematuro para predecir qué sucederá.