Escuelas de Mar del Plata comenzaron a implementar hoy la actualización del Plan Jurisdiccional para el regreso seguro a las clases presenciales y de esta forma cursos completos volvieron a estar juntos dentro de un aula, aunque manteniendo con diferentes protocolos por la pandemia de coronavirus.

Tras la disposición del gobierno bonaerense de nuevas medidas para ampliar la presencialidad en los colegios de la provincia, tras un acuerdo alcanzado en el Consejo Federal de Educación, diferentes establecimientos educativos de la ciudad volvieron a tener una dinámica más cercana a la que tenían antes de la llegada del Covid-19, ya sin los cursos divididos en burbujas y con la asistencia que se espera que permanezca de lunes a viernes, semana a semana.

Sin embargo, para que esto sea posible, debieron mantenerse cuidados para evitar contagios, como la toma de la temperatura al ingresar a los establecimientos, higiene y desinfección constante de manos, uso de barbijo, ventilación de las aulas, donde también se colocaron medidores de dióxido de carbono para testear la calidad del aire, y mantenimiento de distancia social, la cual dentro de los salones pasó a ser de 90 centímetros como mínimo, cuando antes era de 1.5 metros.

El cambio en la distancia de referencia provocó que las escuelas tengan que readaptarse para poder volver a recibir a todos sus alumnos, tal como pasó en la Escuela Nº 10 General Manuel Belgrano, ubicada en Entre Ríos 3112, donde su directora, Marcela Ward, contó: “Tuvimos que hacer ajustes en el mobiliario, medimos todas las aulas, nos fijamos las distancias que podíamos tener, marcamos los sectores de los patios y brindamos otros espacios por si pasamos el aforo, como la biblioteca y el sum (salón de usos múltiples), para poder dar las clases”.

En este sentido, Ward aseguró que la respuesta a estos cambios de parte de los alumnos “fue buena”. “Los chicos vienen muy contentos, ansiosos y vamos bien, siempre siguiendo el Plan Jurisdiccional”, dijo en diálogo con LA CAPITAL.

En tanto, Marcela Ullo, la directora del Colegio San Antonio, emplazado en la diagonal Elpidio González y Hernandarias Sur, consideró que el retorno de la presencialidad plena trae consigo “distintos desafíos”.

“Uno de ellos es poder organizar el mobiliario, porque antes teníamos dos chicos por banco, cosa que ahora no se puede, y tenemos que combinar los bancos de diferentes maneras para mantener las distancias. Eso en cuanto a la organización más material”, dijo Ullo y agregó que “en cuanto a la realidad dentro del aula, para los chicos ha sido fuerte el impacto social y emocional de estar aislados o venir una semana sí y otra no”.

“El tenerlos a todos juntos implica una vuelta real a la dinámica de escuela”, destacó la directora del San Antonio y remarcó que hay “muchos” alumnos que “la han pasado mal la pandemia”. “A todos nos afectó estar aislados, pero a algunas personas, tanto chicos como adultos, los ha afectado desde lo emocional. Entonces aparecen situaciones de pánico social, depresión, que ahora al volver hay que readaptar y no es tan fácil”, sostuvo.

Sin embargo, Ullo también destacó que observó que estos cuadros pueden durar “unos diez o quince días y después los chicos entran en dinámica de nuevo”, pero recalcó que “hay que acompañarlos desde lo emocional”.

Por su parte, Ward remarcó que “el compromiso de las familias es importante en todo esto”. “Ayer mandamos una nota explicando toda esta situación y cómo nos íbamos a manejar en este nuevo desafío”, contó la directora de la escuela Belgrano, que cuenta con una matrícula de 687 alumnos.

“Antes venían burbujas de 15 chicos y ahora en promedio tenemos 28 chicos por grado”, agregó sobre la principal diferencia que provocó en la cotidianidad la actualización del Plan Jurisdiccional.

En tanto, Ullo contó que el San Antonio, contando el jardín, la primaria y la secundaria, tiene una matrícula de cerca de mil alumnos, por lo que tanto los recreos, como los ingresos y egresos, debieron organizarlos de manera escalonada.

En este marco, Ward no quiso dejar de destacar que los docentes se fueron “reinventando día a día” hasta lograr volver a la presencialidad plena en las aulas. “Fuimos adaptándonos a las nuevas propuestas, nuevas circunstancias y hoy estamos acá dando este pasito, pero no sabemos que va a pasar, aunque obviamente el docente siempre quiere tener a sus alumnos en las aulas porque el intercambio es otro”, aseguró.

Por último, Ullo subrayó lo “valioso” que es poder volver a tener esta dinámica escolar. “Quizás los que no tienen adolescentes o jóvenes en casa no han visto la faceta de sufrimiento emocional en ellos”, señaló la directora y manifestó que incluso hubo casos de chicos que se acostumbraron a “no socializar”.

“Si bien socializan en otros lados, lo hacen con amigos o familiares. La importancia de estar en un aula con los que no son amigos, los que piensan igual o los que piensan diferente, te da un crecimiento en lo social que en el único lugar donde se da es en la escuela y esto es sumamente importante para el resto de la vida”, concluyó.