Decenas de miles de chilenos se volcaron hoy a las calles del centro de Santiago y llegaron hasta las puertas del palacio presidencial de La Moneda, en cuyas inmediaciones hubo otra vez choques entre carabineros y manifestantes, y varias detenciones.
La manifestación fue convocada con la pretensión de que fuera “la marcha más grande de todas”, aprovechando que hoy es feriado en Chile, y tuvo réplicas en otras ciudades del país.
Los disturbios, tanto en Santiago como en Valparaíso, comenzaron cuando los carabineros intentaron dispersar a la multitud, incluso con gases lacrimógenos y el agua de los carros hidrantes, según el diario santiaguino El Mercurio.
La televisora CNN Chile mostró imágenes de uniformados llevando detenidos a varios manifestantes, sin que hasta esta noche hubiera un reporte oficial al respecto.
Con todo, las crónicas de los medios locales consignaban que los incidentes eran aislados y no habían alcanzado una magnitud similar a la de jornadas precedentes, que dejaron un saldo de al menos 20 muertos, cientos de heridos y más de 9.000 detenidos.
Hoy, unas 200 mujeres, vestidas de negro, con pañuelos blancos al cuello y una pancarta que las identificaba como “Mujeres de luto”, marcharon en silencio por la Alameda Bernardo O’Higgins, la avenida principal del centro de Santiago, en homenaje a las personas fallecidas durante las protestas.
También se vieron manifestantes que portaban carteles con leyendas tales como “Gracias, valiente juventud” y “Dinero en educación y no represión”, y, como ya se hizo usual en este ciclo de protestas, grupos de barras bravas de diversos clubes de fútbol congregados en la Plaza Italia.
A la manifestación en Santiago convergió la marcha “De la Quinta a La Moneda”, una caminata que comenzó en Limache, en la región Valparaíso, a poco más de 100 kilómetros al noroeste de la capital, iniciada anteayer por unas 40 personas a las que fueron sumándose decenas por el camino.
Esos caminantes buscaban instalarse frente al palacio presidencial pero fueron dispersados por los carabineros, informó la radio Bío Bío.
Por primera vez desde que se desató el estallido y a pesar de que así lo establecen los protocolos de seguridad, los carabineros pidieron a los manifestantes a retirarse del frente de La Moneda, según la radio Cooperativa.
En paralelo, por la tarde, bomberos sofocaron un incendio en una discoteca ubicada frente al Centro Cultural Gabriela Mistral, sobre la Alameda.
En Iquique, en el norte del país, al menos cuatro personas no identificadas realizaron un ataque incendiario a la catedral, que sufrió algunos daños en su fachada.
En la misma ciudad, un grupo de encapuchados saqueó, destrozó y quemó varias cabinas de peaje, según revelaron autoridades comunales que exhibieron los videos registrados por las cámaras de seguridad del lugar.
Mientras tanto, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, afirmó que el gobierno no rechaza la posibilidad de efectuar reformas estructurales pero evitó hablar de una asamblea constituyente, tal como piden parte de la oposición y muchos de los manifestantes que hoy volvieron a las calles.
“No vamos a poder tener todas las respuestas inmediatamente, eso sería mentirle a la gente; las respuestas las tenemos que construir en conjunto y a través de un diálogo participativo”, dijo Blumel tras reunirse con un grupo de alcaldes de la Región Metropolitana, según el diario local La Tercera.
“Hemos planteado que estamos abiertos a revisar la reintegración tributaria, hay que tener marcos de entendimiento idealmente los próximos días; nosotros tenemos voluntad real de llegar a acuerdos”, agregó.
Desde hace más de dos semanas, un estallido de protestas callejeras en todo el país, pero en especial en Santiago, paralizaron la vida política del país y pusieron en jaque al gobierno del presidente Sebastián Piñera, quien se vio obligado a cambiar su gabinete y a comenzar a hablar y proponer reformas en materia de salud, educación, jubilaciones e impuestos.