por Víctor Molinero

Su llegada sobre el cierre del mercado de pases asomó como un doble acierto para Aldosivi. La trayectoria de los hermanos Emiliano y Emanuel Insúa en el mundo del fútbol significaban una muy buena carta de presentación. Claro que en el fútbol, se sabe, no siempre mandan los pergaminos. Y la que parece a prioiri una gran incorporación hay que confirmarla en la cancha, cuando la pelota empieza a rodar.

Y cuando la pelota rodó y ellos estuvieron en cancha, los hermanos Insúa no defraudaron. Lamentablemente para los intereses de Aldosivi, algunas lesiones les impidieron estar presente todo lo que Fernando Gago y su cuerpo técnico hubiesen querido.

De los once partidos que el conjunto portuense lleva disputados en esta Copa de la Liga Profesional, Emanuel pudo jugar 6 y Emiliano sólo 4. Sin embargo, cuando estuvieron, la prestación del equipo creció.

Emiliano estuvo en cancha contra Racing (2-2 en Avellaneda en una de las mejores producciones de Aldosivi), contra Arsenal (3-0 como local), estuvo menos de 40′ en la derrota contra Patronato (volvía de una lesión muscular, ingresó en el segundo tiempo y se resintió) y reapareció el lunes en Vicente López, en el triunfo frente a Platense.

Emiliano Insúa.

Emiliano, que supo jugar en grandes equipos como Liverpool, Atlético de Madrid, Stuttgart, Sporting de Lisboa o Galatasaray demuestra en cada ocasión la jerarquía que fue incorporando en esos sitios. Y la confianza que lo lleva además a sumarse con convicción al ataque, como en aquella jugada contra Platense en la que se proyectó por el centro, abrió para Lautaro Guzmán y Rodrigo Contreras cerca estuvo de convertir tras el centro del cordobés. Contra Racing, en el Cilindro, metió un par de cambios de frente notables, que allanaron el camino ofensivo cuando el local intentaba cerrar pasos en el medio. Con él a su lado crece también la labor de Jonathan Schunke, quien queda menos expuesto.

Emanuel también tiene sobre sus espaldas una carrera envidiable. Como su hermano mayor se formó en Boca pero a diferencia de Emiliano llegó a debutar en primera con el “xeneize”. En Argentina también jugó en Racing, Newell’s y Godoy Cruz. Y fuera del país lo hizo en el Udinese italiano, el Granada español y los griegos Panathinaikos y AEK Atenas.

Emanuel Insúa.

Y como a su hermano las lesiones (inclusive una fractura en la cara lo hizo pasar por el quirófano) no le permitieron estar más con la camiseta de Aldosivi en esta Copa de la Liga. Juntos solo pudieron jugar dos partidos: contra Racing y contra Platense. Emanuel pudo estar también ante Colón (1-2 en Santa Fe), Central Córdoba (1-2 en el Minella), San Lorenzo (2-1 en el Nuevo Gasómetro) y Banfield (1-1 en una muy buena tarde del equipo de Gago). Su presencia fue un arma ofensiva más, trepando siempre con fuerza y decisión desde el lateral izquierdo, buscando sociedades con Malcom Braida, Lautaro Guzmán o Francisco Grahl y llegando al fondo.

Con sus participaciones, aún en menor grado de lo esperado, los hermanos Insúa dejaron en claro que son capaces de rendir todo aquello que sus pergaminos prometían en la previa. Y con ellos en cancha el Aldosivi de Fernando Gago tiene más herramientas para crecer como equipo.