Por Pablo Garcilazo
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Jorge quiere dar testimonio de la vida diaria de los primeros habitantes de la zona semirrural que hoy es conocida como Parque Palermo. Qué elementos utilizaban en el hogar, en el trabajo. Hizo un museo donde encontramos herramientas de campo, planchas, juguetes de principio del siglo XX y la década del 50, mapas y pobladores de la zona, notas periodísticas, estufas, utensilios, herramientas hogareñas donadas por vecinos e instituciones del barrio.

En ese lugar también hay una biblioteca, juegos para niños, instrumentos y ropa de carnaval. Un lugar en el mundo para él, junto a la historia de los pueblos, sus museos, las historias de los trabajadores y su vida cotidiana que, de tanto en tanto, gusta presentar esas porciones de la identidad de Mar del Plata.

Un protagonista central de Parque Palermo son los árboles. Jorge hizo una investigación de los años 50 hasta la actualidad que lo plasmó en “Apuntes sobre el arbolado de Parque Palermo”. Ahí Jorge aclara que se fue desarrollando sin ningún tipo de planificación y orientación preservacionista tanto desde las políticas públicas como de quienes invirtieron en el sector privado e inmobiliario. En los años 70 se publicaba sobre el barrio: “Soberbio lote zona boscosa en Parque Palermo en especial fin de semana para deportistas”.

“El barrio posee alrededor de veinte especies y unos mil ejemplares, las especies que se destacan son el pino, el eucaliptus y los fresnos que fueron plantados por iniciativa de la asociación vecinal de fomento, hay hasta especies venenosas” me dice Jorge. Ante esto el propone una regulación y orientación al vecino sobre que árbol plantar en cada sector del barrio, que suele traer como principal problema caídas por los vientos o perjudique el desarrollo urbanístico de las veredas, las cloacas, etc.

Jorge Agüero también ha colaborado con un trabajo en homenaje a los trabajadores portuarios desaparecidos por la última dictadura militar, está investigando sobre la historia del ferrocarril en Mar del Plata. También sobre los barrios Parque y Valle Hermoso y Batán.

Dice no ser un escritor. Sin embargo, es un claro testimonio de la historia marplatense, sus costumbres, sus sueños, sus personajes y esos detalles que los buenos investigadores y escritores pueden lograr: el asombro de aquello que parece quieto, dormido, olvidado y que vuelve a renacer una y otra vez.

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Mirar como si fuera la primera vez lo cotidiano de nuestra ciudad y su gente. Con ese fin nacieron estos escritos, que se desprenden de los micros radiales “Acercando a Mar del Plata”. Son voces barriales desde la salud, la comunicación y la integración comunitaria.