BELO HORIZONTE, Brasil.- Boca sufrió hasta los minutos finales, pero finalmente logró la esperada clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores de fútbol, instancia en la que se medirá ante Palmeiras. El equipo de Guillermo Barros Schelotto no jugó un buen partido, estuvo en desventaja, pero logró el gol de la igualdad y tranquilidad en tiempo de descuento. Así empató 1-1 como visitante de Cruzeiro, al que había derrotado 2-0 en el partido de ida.

Palmeiras, su próximo rival, viene de eliminar a Colo Colo de Chile por un global de 4-0. En la otra llave se medirán River y Gremio. Así, hay dos equipos argentinos y dos brasileños entre los cuatro de América, con la posibilidad abierta de un inédito Superclásico en la definición de la principal competencia continental.

En el primer tiempo Cruzeiro dominó territorialmente, tuvo varios remates de larga distancia, pero también Boca llegó de contraataque. Muchas llegadas, pocas chances claras de gol.

Salió decidido el local y tardó apenas 12 segundos en patear al arco. Fue mediante su jugador más claro, Giorgian de Arrascaeta, quien de entrada le dio trabajo a Agustín Rossi, del que tanto se habló en la previa. El uruguayo también probó olímpico y el arquero metió un manotazo. Rossi estuvo seguro en los remates (como en otro en el que sacó el balón del ángulo para evitar el gol de Lucas Silva), pero dubitativo en los centros.

Boca no logró contener al local, pero tuvo espacios en las réplicas. Y como tuvo lugar para correr, Sebastián Villa fue quien le dio oxígeno. El colombiano desbordó varias veces por derecha, como en una en la que su centro no fue conectado por poco por Mauro Zárate. El ex Vélez tuvo otras posibilidades, no muy claras, como un remate cruzado y un tiro libre que le salió centrado pero complicó a Fabio.

De Arrascaeta hizo una gran jugada por izquierda y le sirvió el gol a Thiago Neves, quien no concretó sobre los 20′.
Justo antes del descanso llegó la jugada que reclamó todo Cruzeiro. Tras un tiro libre Dedé fue con la pierna en alto ante Rossi. Si bien no lo tocó fue “jugada peligrosa”. Y salvó al arquero, que perdía la pelota y terminaba en gol de Hernán Barcos.

En el complemento, no aguantó muchos minutos el cero en su arco Boca. Por un off-side previo, se salvó de un penal. Pero ingresó Sassá y, en la primera pelota que tocó, marcó el 1-0 al tomar un rebote de un envío aéreo.
El gol llenó de dudas al conjunto de Guillermo Barros Schelotto, que cedió definitivamente pelota y terreno. Con pocas ideas, mucho ímpetu y sobre todo centros (ante un Rossi que siguió calculando mal), el conjunto brasileño buscó empardar la serie. Pero nunca le quedó una clara.

A diez minutos del final, Dedé fue expulsado después de recibir la segunda amarilla. Eso le dio respiro a Boca. Y, ya en tiempo de descuento, Pavón marcó el gol de la tranquilidad. Desahogo para Boca, al que nuevamente no le sobró nada pero está entre los mejores cuatro de la Libertadores.