Con curiosidad y asombro el eclipse solar también se observó en la ciudad
Se pudo apreciar claramente desde la loma de Paso y Lamadrid. Poco antes de que finalizara, las nubes se instalaron en el cielo y bloquearon la visión.
Cientos de marplatenses se acercaron a Lamadrid y Paso para observar el fenómeno.
Con guantes, gorros, bufandas y anteojos especiales o fragmentos de vidrios de máscaras de soldar, gran cantidad de chicos y grandes se dieron citar ayer a la tarde en Lamadrid y Paso para poder ver el eclipse.
El fenómeno astronómico generó un fluido tránsito, tanto vehicular como peatonal, en la zona más alta del barrio San Carlos, lugar señalado por los especialistas Achernar para disfrutar de una buena vista.
Así, poco antes de las 17, muchos intentaban buscar la posición adecuada, tal como hizo Cinthia junto a sus mellizos Benjamín y Lautaro, de 6 años. “Algo se ve, está bueno”, describió uno de los chicos mientras le pasaba a su hermano el fragmento de vidrio de una máscara de soldar para que pudiera observar el avance de la luna sobre el sol.
La madre se había encargado de comprar el vidrio para poder observar sin lastimarse la vista. “Nos gustan a todos este tipo de cosas, los de luna los vemos siempre desde mi casa. Esta vez nos tocó venir hasta acá”.
La titular de Achernar, Claudia Pérez Ferrer, se mostró sorprendida por la cantidad de gente que se acercó hasta el lugar recomendado y aseguró que “vamos a poder verlo, porque hay pocas nubes aunque un poco ventoso”.
Asimismo, describió que “se puede ver cómo la luna pasa por el círculo el sol en un 95 por ciento” y se mostró sorprendida por la cantidad de público que demandaba los anteojos especiales que llevó para repartir.
Héctor había llegado hasta la mencionada esquina “caminando, porque vivo cerca y aproveché para hacer ejercicio, aunque tendría que ir caminando hasta San Juan para bajar la panza”, bromeó.
“Ya vi varios eclipses, pero también quería ver este”, dijo mientras aceptaba uno de los anteojos entregados por Achernar para poder apreciar el fenómeno.
Casi en el medio de la manzana comprendida por Tucumán, Paso, Lamadrid y Vieytes, Verónica se había sentado en una reposera y miraba la invasión de la luna sobre el sol con una máscara de soldador. “Se la saqué a mi cuñado -contó- y ya vi varios eclipses, porque me interesa tanto la astronomía como la astrología”. Y detalló que había llegado hasta el lugar en colectivo, ya que vive al 10 mil de Colón. A su lado se habían instalado con telescopios y cámaras de fotos, con los respectivos filtros para no afectar la visión.
Con una caja especialmente preparada con un vidrio de soldador, Joaquín -de 12 años, esperaba ansioso junto a su abuela. El elemento para poder observar el fenómeno sin inconvenientes para su vista lo había armado “siguiendo las instrucciones que dieron en un noticiero y mi abuela me ayudó y me compró las cosas”, explicó mientras se asombraba al ver el avance de la luna sobre el sol a través del instrumento casero.
Verónica se instaló en una reposera, con la máscara de soldar de su cuñado.
Una australiana
Bonne es asutraliana y se encuentra de paso por la ciudad. “Me escribió un amigo mío australiano y me dijo que no me lo pierda, así que le hice caso y aquí estoy”, señaló LA CAPITAL.
El eclipse había comenzado minutos antes de las 17 y debía extenderse hasta la caída el sol (17.40), pero 17.20 una nube se instaló en el cielo y bloqueó la vista. Algunos rayos de sol escapaban sobre la silueta oeste de la ciudad, en el final de la tarde.
“Nunca vi tanta gente acá, ni cuando sacaron la villa de Paso”, señaló Eduardo, desde el balcón de su casa ubicada en Vieytes entre Tucumán y Lamadrid.