Por Juan Miguel Alvarez

San Lorenzo pegó primero en la final clásica con Kimberley porque necesitó muchas menos situaciones para marcar un gol y, sobre todo, porque tuvo a su arquero, Hernán Alvarez, en un nivel superlativo. El equipo de Mariano Piastrellini se llevó un valioso 1 a 0 de ventaja al “José Alberto Valle”, donde se definirá el próximo sábado el campeón del torneo anual del fútbol marplatense.

El resultado se explica, ante todo, por la actuación del “1” de San Lorenzo, quien evitó el gol de Kimberley de casi todas las formas posibles. Las más notables, dos mano a mano, uno contra Barreiro en la primera etapa y otro frente a Cardellino en el complemento. Pero también atenazó una definición cruzada de Goiburu y un tiro libre de Barreiro, le puso el pecho a un remate de lejos de Cardellino, mostró reflejos para desviar un tiro libre del “11” que picó casi en el área chica, sacó un manotazo salvador entre varias cabezas para evitar un gol olímpico del propio Barreiro y le puso los puños a otro tiro libre, ahora de Luengo.

Kimberley fue superior por peso específico. No con un juego prolijo, gestado por la proyección de los laterales o conexión de mediocampistas. El más clarividente fue Matías Barreiro, quien además de hacer daño con su pegada fue capaz de dejar dos veces a Cardellino con pelota dominada frente al arquero. Pero el delantero, que complicó siempre por fortaleza y movilidad, no estuvo iluminado en la definición: en la primera eligió mal un pase al medio cuando tenía opción de remate clara.

Sin el juego habitual de pases, la visita encontró una buena fórmula con la búsqueda directa a sus delanteros, quienes resolvieron bien de espaldas al arco. Goiburu, sin pelota, corrió un par de veces del eje a Marcos Catuogno (lo siguió por todas partes) y, tras las descargas, aparecieron Barreiro y Cardellino por el lado “ciego” para definir. Pero en ese ítem falló Kimberley ante un enorme Alvarez.

San Lorenzo tuvo su mejor pasaje en el inicio, como en la ida ante Nación. Claro que ahora su dominio de pelota duró menos tiempo (apenas un cuarto de hora) y no fue de real peligro para Kimberley, que igual mostró debilidades defensivas las pocas veces que lo atacaron. Como a los 33′, cuando -San Lorenzo ya era dominado- en una réplica de dos toques Mariano Carrizo quedó frente al arquero. El “9” con el control intentó esquivar a Barucco, quien directamente lo bajó afuera del área para frenar una jugada manifiesta de gol. Era roja, pero Campagnoli le sacó amarilla. Antes el juez no había sancionado penal para Kimberley tras una mano de Duhalde dentro del área.

En el pasaje más chato del partido, el tramo inicial del complemento, San Lorenzo convirtió el gol de pelota parada: tiro de esquina de Echeverría desde la izquierda y muy buen anticipo de cabeza de Lazcano con la defensa estática y el arquero a mitad de camino.

Después, Kimberley empujó ante un rival agazapado. Pero nunca quebró la resistencia de Alvarez. Y Cardellino desperdició otra chance con una definición elevada. Por el otro costado, Iñaki Ayala -de buen ingreso- estuvo cerca de anotar el segundo tanto.

Pero el 1-0 ya fue mucho premio para San Lorenzo, que peleó con sus armas y ganó la primera “batalla”. La “guerra” todavía no está definida, mucho menos con el potencial que tiene Kimberley. Por lo pronto, el “patanegra” pone a Alvarez a la vanguardia.

Síntesis

San Lorenzo (1): Hernán Alvarez (9); Marcos Catuogno (5), Massazza (6), Pirosanto (6) y Duhalde (5); Bulat (5); Leonardo Catuogno (5), Facundo Echeverría (6) y Lazcano (6); Lucas Catalán (5) y Mariano Carrizo (5). DT: Mariano Piastrellini.

Kimberley (0): Barucco (4); Iriarte (6), Emiliano Fortete (5), Guido Lucero (5) y Révori (5); Luengo (6); Joaquín Baigorria (4), Barreiro (7) y Goiburu (5); Rondanina (6) y Matías Cardellino (6). DT: Diego Montina.

Gol: en el segundo tiempo, 14′ Lazcano.
Cambios: en el segundo tiempo, 9′ Iñaki Ayala (6) por L. Catuogno, 17′ Fleming por Révori, 41′ Iñaki Córdoba por Catalán y 47′ Morua por Echeverría.
Cancha: San Lorenzo (buena).
Arbitro: Franco Campagnoli (4).