Salvo algunas nubes que amenazaron con arruinar el domingo, último día del descanso de Semana Santa, la jornada se mantuvo estable y con temperaturas que prestaron para el paseo de compras y, para aquellos más sensibles al frío, el disfrute en espacios cerrados como centros comerciales y salas de cine.

Con más de 162 mil turistas en las calles, Mar del Plata volvió a sentir el intenso trajín de los que son de afuera y buscan no perderse paisaje o actividad. El movimiento comenzó a vivirse el jueves temprano, cuando los que lograron convertirlo en feriado comenzaron a arribar a la ciudad.

El supervisor de la Terminal de Omnibus de Mar del Plata, Fernando Borghiani, señaló a LA CAPITAL que el primer día del receso la llegada de micros logró superar los 370 servicios, cifra que consideró “buena”, aunque lejos estuvo de los más de 500 arribos registrados el año pasado.

“El año pasado tuvo la particularidad de que el 24 de marzo -Día de la Memoria- cayó jueves, por lo que ese día que no suele ser feriado para todos terminó siéndolo”, señaló, demostrando la influencia que esto pudo haber tenido en la afluencia turística.

De todas maneras, durante el mediodía de ayer se sintió “gran movimiento” en la terminal ya que, a diferencia de los arribos, el día de regreso se encuentra mayoritariamente concentrado en un sólo día: domingo. “Estaremos en los 575 servicios, con 200 adicionales”, señaló, ratificando que el número fue satisfactorio, situación que, aseguró, se replicó en los comercios ubicados en el interior de la estación.

Ideal para las compras

Con una temperatura mínima de 13° y una máxima de 17°, los paseos costeros fueron reducidos al tiempo necesario para tomar la clásica foto, tomar algunos mates y respirar el aire fresco del mar.

Así fue el caso de Ramón y Claudia, un matrimonio de Santiago del Estero que se encontraba en la ciudad desde hace una semana y se resguardaba de la brisa de la costa en los paseos internos de la ciudad.

“Estuvo un poco fresco, pero la ciudad es hermosa y aprovechamos a comprar”, señaló ella, quien, entre risas, confesó haber superado el “mal clima” con algunas jornadas de shopping.

Según señaló, los precios se encontraban más accesibles que en su provincia, excusa perfecta para abastecerse de lo necesario. “Tanto en gastronomía como en la ropa Mar del Plata tiene precios mucho más baratos, estamos contentos”, señaló él.

Lo mismo ocurrió con las dos amigas de Olavarría, Verónica y Carolina, que junto a sus respectivos hijos, Mora y Ulises, hicieron uso de un departamento familiar en la ciudad para descansar.

“La verdad es que veníamos con lo justo, pero hay tantos descuentos que compramos algunas cosas”, señaló Verónica, con bolsas en la mano.

Descuentos y cuotas sin interés

Aquellos comercios de la ciudad que se animaron a anticipar balances, fueron moderados a la hora analizar los números que dejó Semana Santa.

En el Paseo Aldrey, por ejemplo, resaltaron un intenso movimiento los días viernes y sábados.

Una de las casas de indumentaria tradicionales de la ciudad, señaló a LA CAPITAL que registró un “leve incremento respecto 2016”.

“Los descuentos con los bancos y las cuotas sin interés fueron fundamentales”, señaló Juan, uno de los encargados, al tiempo que resaltó que aún estábamos en la primera mitad del mes.

Según dijo, el día que más se vendió fue el sábado, mientras que en una de las islas comerciales cercanas, dedicada a la venta de artículos de diseño para el hogar, “el mejor día fue el viernes”.

La vendedora aseguró “que se vendió muy bien” y que estaban esperando “a la tarde de domingo”, demostrando su confianza en que los turistas decidan volver a sus hogares luego de la merienda.

Lucas, dueño de uno de los locales de indumentaria para hombre, ubicado en Güemes y Garay, señaló, sin embargo, que el balance “no fue el mejor”.

Resaltó que “el consumo bajó” y que, desde hace un tiempo, “el turista que viene a Mar del Plata no compra mucho en la ciudad”.

“O deciden no comprar o eligen hacerlo en otros destinos más económicos en el exterior”, aseguró, señalando que el fenómeno lo percibe desde el verano.

La Pascua en Mar del Plata

Quienes decidieron postergar la vuelta a San Cayetano fueron Karina, Fabián y su pequeña Nina, que luego de tres días en la ciudad no se mostraban entusiasmados con volver a la rutina.

“Venimos seguido porque la ciudad es hermosa”, aseguró ella, mientras no quitaba los ojos de encima de la pequeña, que se encontraba deambulando por el shopping.

Por la comodidad que ofrece un departamento, en especial teniendo hijos pequeños, la pareja almorzó y cenó siempre en la vivienda, aunque sí aseguraron haber disfrutado del cine. “Lo disfrutamos mucho, más con el clima, ahora vamos a ir a ver una película más”, aseguró el padre.

De todas maneras, teniendo en cuenta que era Pascua y el último día en la ciudad, iban a almorzar afuera. El deseo del menú fue unánime: pastas.