Cómo serán los héroes del futuro
Las nuevas generaciones están siendo lideradas por jóvenes emprendedores, con ganas de transformar la realidad social. Trabajan combinando creatividad, activismo y desarrollos tecnológicos.
Mateo Salvatto
La noción de héroe ha ido mutando con el paso del tiempo y con los distintos abordajes posibles del término. En el campo literario, los héroes más conocidos son aquellos que protagonizaron grandes hazañas en la era medieval, como el rey Arturo, que logró sacar la espada de la piedra y convertirse en el monarca capaz de unificar Inglaterra y defenderla de bestias e invasores. En la historia, el concepto de héroe está estrechamente vinculado con el de prócer: aquellos grandes hombres que, motivados por sus buenas intenciones, contribuyeron a formar patria libres y soberanas. En el cine y en los cómics, los héroes son súper-héroes y, lejos de realizar simples y buenas acciones, utilizan poderes que van más allá de la capacidad humana para impartir justicia, acabar con los villanos y erradicar el mal.
Más allá de la multiplicidad de definiciones que puede tener la palabra héroe, todas comparten ciertas características acerca de cómo debe ser y qué atributos debe tener alguien para ser considerado como tal. Primero, debe haber realizado por lo menos una hazaña que se considere de valor y lo ponga en la escena pública. Los orígenes del héroe suelen ser desconocidos y humildes. Hasta que aparece la oportunidad de demostrar su fortaleza en algún aspecto, mantiene sus dones en el anonimato. También debe ser un ejemplo a seguir. El resto de la sociedad lo admira por su escala de valores, fortaleza y valentía.
En cuanto al contexto en el cual actúa, todo héroe se encuentra sumergido en una sociedad donde prima la injusticia. Por lo cual, su principal misión es contribuir al desarrollo de un ambiente más justo. No le importa a quién está dirigida la injusticia, tiene la capacidad de empatizar y de arriesgarse incluso por desconocidos. Además, no busca recompensa inmediata por sus acciones, sino que obra siguiendo su corazón, convencido de que lo que hace es lo correcto.
Por último, un héroe siempre se enfrenta a peligros y trata de salir airoso a pesar de las adversidades. Tiene un alto grado de confianza en sí mismo, que lo ayuda a hacer frente a los problemas que surjan. Así siempre fueron, son y serán los héroes.
El historiador Daniel Balmaceda vaticina que “los héroes del futuro van a ser personalidades puras”. Personas capaces, comprometidas en mayor medida con aspectos sociales y en menor medida con aspectos burocráticos o administrativos. Siguiendo esa línea, los futuros héroes estarán presentes en campos como la ayuda social y la medicina; no en la política. “Ya no hace falta fundar institucionalmente un país. Desde 1810 a 1960 todo fue una etapa de formación. Recién en el ‘60 tuvimos una Constitución que nos abarcó a todos. Asique en estos 150 y pico de años, se ha crecido y avanzado mucho, pero los caudillos, en algunos casos encarnados en militares y otros en políticos, siguieron estando”. De acuerdo con Balmaceda, ese es nuestro gran problema histórico, que hoy está cambiando: “No nos preocupamos por hacer fuerte el sillón donde se sienta un diputado, sino el lugar que ocupa y lo que representa. En este momento eso está un poquito perdido”.
En Argentina, varios jóvenes se destacan por su labor social y podrían ser catalogados como los potenciales líderes del mañana:
Mateo Salvatto es un argentino de 20 años que desarrolló “Háblalo”, una aplicación que funciona como traductor en tiempo real para personas con discapacidad. Lo hizo mediante su empresa Asteroid Technologies, un emprendimiento tecnológico volcado a lo social que busca desarrollar proyectos inclusivos. Estudió en una escuela técnica en el barrio porteño de Almagro y, a los 15 años, incursionó en un club de robótica. Como miembro del club, comenzó a desarrollar distintos robots que se distinguían en competencias, llegando a ganar un campeonato nacional. Además, fue Campeón Internacional de Robótica en Israel en el año 2016, presentó su aplicación y ganó el premio a mejor innovación social en la universidad de Pekín, fue elegido por la revista MIT Technology Review como el Innovador Humanitario del año 2018 y recibió el premio Perfil a la Innovación Digital en 2019; entre otros logros.
En 2016, terminó la secundaria y se propuso, al comenzar sus vacaciones de verano, hacer un proyecto para entretenerse que involucre tecnología y ayuda a las personas. Las ganas de servir se combinaron rápidamente con experiencias personales: su mamá es profesora de sordos y el sentía “bronca de que casi no hubiese una tecnología para ellos”. De esta manera surgió Háblalo, con el único objetivo de darle una voz a quienes no poseen una y de subtitular las palabras para quienes no pueden escucharlas. La idea es simple: quienes no pueden hablar, escriben lo que quieren trasmitir y la aplicación lo lee en voz alta y, para quienes no pueden escuchar, la aplicación capta las palabras y las presenta de forma escrita. También incluye otras herramientas, como pictogramas, para personas que no están alfabetizadas. Actualmente, la utilizan 68.000 usuarios en 50 países de los 5 continentes.
Gino Tubaro
Otro ejemplo es el de Gino Tubaro, un estudiante de ingeniería electrónica de la Universidad Tecnológica Nacional e inventor argentino. Es el creador de Atomic Lab, una organización que fundó en 2015 para facilitar el acceso a prótesis a personas que no cuentan con los recursos para poder acceder a ellas. En los últimos años, se ha especializado en la impresión 3D, creando extremidades prostéticas. Ya entregó más de 1.300 prótesis gratuitas mediante su plataforma web a más de 44 países. También es el responsable de la creación de la mecanomiografía, un sistema mediante el cual es posible interpretar los impulsos nerviosos responsables de las contracciones musculares y trasladarlas al usuario en forma de respuestas sensoriales, que se traducen en acciones desempeñadas por la prótesis. Todo esto sin necesidad de realizar cirugías.
Participó en numerosas charlas TEDx, fue ganador de la Olimpíadas de Inventiva en 2010, recibió dos premios entregados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, fue seleccionado como uno de los 10 jóvenes sobresalientes de la República Argentina por parte de Junior Chamber International y de la Cámara Argentina de Comercio en 2014 y publicó su libro “Las manos que inventan” en 2017. Durante su visita a la Argentina en 2016, Barack Obama lo calificó como “un ejemplo a seguir”.
Un caso distinto es el de Bruno Rodríguez, un ambientalista seleccionado por la ONU para participar en Nueva York de la Cumbre de Acción Climática de la Juventud. El argentino de 19 años ocupó un lugar privilegiado, al lado de la activista estrella Greta Thunberg. Allí, brindó un discurso en representación de la Organización de Estudiantes Argentinos por el Cambio Climático, donde destacó la importancia del trabajo conjunto, denunció a las grandes corporaciones contaminantes y pidió a la clase dirigente “escuchar a los científicos y a la ciencia”. En sintonía con la lucha que lleva adelante junto con los miembros de su organización, concluyó que “la crisis climática no puede estar divorciada de la justicia social y de la defensa y promoción de los derechos humanos”.
Bruno Rodriguez
Estos casos, son sólo un breve ejemplo del potencial que tiene los líderes de las generaciones jóvenes. Las temáticas que les importan suelen estar relacionadas con la conciencia ambiental, la inclusión en todas sus formas, el desarrollo tecnológico, la robótica y la búsqueda de una sociedad más justa y con mayor igualdad de oportunidades. Dado que los héroes de cada época cambian con su propio tiempo histórico, los líderes del mañana se ajustan perfectamente a las necesidades corrientes y ya están haciendo historia.
Por Julieta Fernández para Pibxs