La municipalización de guardavidas, que ayer dio el primer paso en la comisión de Turismo del Concejo Deliberante, se pondrá en marcha una vez que el proyecto de ordenanza del gobierno municipal sea aprobado y no implicará para la comuna más gasto que el que ya realiza.

El punto central es que los balnearios seguirán pagando los salarios de los trabajadores. En rigor, abonarán un módulo por cada uno de los que pasen a la órbita municipal, que además del sueldo implica aportes patronales y otros ítems como viáticos. A la vez, los privados deberán seguir proveyendo los elementos de seguridad y trabajo previstos en la ley de guardavidas, como casillas, roscas, sogas, botiquines de primeros auxilios, patas de ranas y binoculares.

Se estima que alrededor de 200 guardavidas pasarán del ámbito privado al municipal (el resto ya se desempeña en el municipio). El proceso se iniciará una vez que el Concejo sancione el proyecto de ordenanza. Tras la aprobación por unanimidad en la comisión de Turismo, debe ser discutido por la de Legislación y luego por la de Hacienda antes de llegar al recinto.

La municipalización se llevará adelante sobre la base de un convenio que firmó el intendente Guillermo Montenegro con la Cámara de Balnearios (Cebra) y los dos gremios del sector –el Sindicato de Guardavidas y la Unión de Guardavidas Agremiados– tras un año de reuniones quincenales y hasta semanales.

Fuentes consultadas por LA CAPITAL coinciden en que el acuerdo contiene aspectos positivos para la comuna, para los balnearios y para los propios guardavidas.

En el caso de la Municipalidad, ya por ley es responsable de la totalidad del operativo de seguridad en playas, más allá de que algunos trabajadores estaban bajo su órbita y otros se desempeñaban en el sector privado. “Por lo tanto, la unificación otorgará la posibilidad de una mayor coordinación”, señalan en la comuna.

Además, reconocen que en algunas playas podía haber “superposición de guardavidas o sobreabundancia de casillas” debido a que el Estado ponía los guardavidas de las bajadas públicas y los balnearios colocaban a los suyos. “Mientras, en otras playas tal vez hacía falta reforzar el operativo, por lo que creemos que con este nuevo sistema vamos a ser más eficientes”, agregan en el gobierno.

También resaltan como punto favorable la identificación del cuerpo de guardavidas. Históricamente, el municipio aportaba los fondos para que se compraran la vestimenta y cada uno adquiría la que la que quería. “El año pasado iniciamos el proceso de uniformarlos y eso se va a profundizar. Entregaremos el uniforme, de mallas y remeras rojas, lo que permitirá a los que están en la playa una identificación mucho más rápida”, apuntan.

Los balnearios, por su parte, dejarán en manos de la comuna una relación laboral repleta de capítulos conflictivos, mientras que los trabajadores tendrán los beneficios propios de trabajar en el Estado.

Uno de los más importantes es el de la jubilación: podrán hacerlo bajo el régimen del Instituto de Previsión Social (IPS), con 25 temporadas trabajadas y 50 años. En cambio, en el sector privado dependían de la Anses. “Como muchos no alcanzaban los años de aportes completos, debían jubilarse pasados los 65 años”, comparan en el municipio.

Otro dato a tener en cuenta es que la Municipalidad no reconocerá la antigüedad que los guardavidas poseen en el sector privado. Por lo tanto, al momento de la desvinculación –condición fundamental para incorporarse al municipio– acordarán una compensación económica con sus actuales empleadores.