CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 22 de febrero de 2016

¿Cómo “pasar el invierno” luego de una mala temporada veraniega?

"Intrascendente", "horrible", "mala", fueron algunos de los calificativos empleados para catalogar a una temporada veraniega particularmente corta. El sector turístico local se quejó por los resultados conseguidos durante el verano, pero ¿cómo afectarán a la ciudad estos resultados durante el resto del año? ¿Mar del Plata es "veranodependiente" en materia turística o se rompió la estacionalidad?

Por Natalia Prieto
[email protected]

El turismo está considerado como una industria sin chimeneas por el “efecto multiplicador” que genera, ya que los dividendos se esparcen en toda la sociedad, más allá de los ámbitos específicos de la gastronomía y la hotelería.
Históricamente en la ciudad, con el trabajo del verano se hace “una diferencia” que se utiliza, según los casos, para pagar deudas, cambiar el vehículo o ahorrar para poder estudiar durante el invierno.
“Todo lo generado por el turismo se derrama, tiene un efecto multiplicador, es como lo que sucede con la construcción por la cantidad de actores intervinientes”, explicó la gerente de la Asociación Empresaria Gastronómica Hotelera local, Silvia Cerchiara.
Así, con la ganancia se “reinvierte en el negocio, se pagan deudas, se mejoran las instalaciones del hotel -ejemplificó-, se compran insumos y materias primas, se compran remedios, ropa. No queda todo en un mismo sector, se distribuye y no hay ninguna multinacional ni sale al exterior. La buena temporada es para reequiparse o pagar deuda”.
Ese derrame alcanza a todos, si los resultados son buenos, ya que se benefician sectores como el del transporte, la recreación, los comercios minoristas, las zonas comerciales, entre otros.
Pero no parece ser el caso de esta temporada veraniega y comenzaron a encenderse las luces de alarma, máxime teniendo en cuenta que Mar del Plata es la única ciudad del país que ostenta un índice de desocupación de dos dígitos: 11,8 por ciento. Los datos se desprenden del último informe publicado por el Indec en noviembre pasado.
“Se aproxima un otoño que abre interrogantes en el mundo del trabajo, por eso proponemos tomar la iniciativa para crear el encuentro permanente por el interés social del trabajo, nucleando a todos los sectores: el político, los empresarios y los sindicatos”, señaló a LA CAPITAL el titular de la regional local de la Confederación General del Trabajo (CGT), Pedro Fernández.
El sindicalista consideró que “existe un panorama preocupante”, razón por la cual impulsó “la constitución de un ámbito de convergencia de todos los sectores cuyo quehacer se vincule con el desafío de crear trabajo, producir y prestar servicios”. Y puso el caballo delante del carro: “Las autoridades municipales tienen que ponerse al frente de la situación”, aseveró.

Distintos factores

A la incertidumbre generada por el cambio de gobierno -tanto a nivel nacional como provincial y municipal- se le sumó el pronto inicio de las clases (si no hay paro comenzarán el próximo 29) y la devaluación de Brasil que permitió precios accesibles para los argentinos, lo que conspiró -entre otras causas- para la llegada de turistas a la ciudad.
Según las estadísticas oficiales proporcionadas por el Ente Municipal de Turismo (Emtur), durante la primera quincena de febrero llegó más gente que a lo largo de los primeros 15 días del año: “723.538 contra 602.011, un 22 por ciento más”. Esa cifra de febrero se asemejó a los arribos registrados en la segunda quincena de enero, considerada históricamente como la más convocante: “778.054 turistas”. Los números reflejan que la temporada fue “horrible”, según la descripción de la secretaria general de la seccional local de la Unión Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), Mercedes Morro, quien no dudó en compararla “con lo sucedido en el verano 2001/2002”.
La dirigente fundamentó sus afirmaciones con más estadísticas: “Este verano, los pedidos de contratación que tuvimos en la escuela de formación gastronómica del gremio bajó entre un 20 y 25 por ciento”.
Y, a los trabajadores que contrataron para enero “no les renovaron el contrato para febrero, porque el trabajo no anduvo bien”, reseñó la gremialista gastronómica.
“No tomamos menos personal, pero los empleados que tenemos trabajaron menos horas y menos días, por ende, recibieron menos dinero”, analizó el empresario gastronómico Avedis Sahakian, quien calificó a la temporada como “intrascendente, ya que trabajamos entre un 8 y 10 por ciento menos”.
Por su parte, los taxistas tuvieron en promedio “25 por ciento menos” de viajes durante la temporada, cuestión que los afectará durante el resto del año, especialmente “a los choferes del turno noche, porque en invierno no pasa nada de noche y aprovechan la temporada para juntar un manguito”, explicó Raúl Vicente, de Servitaxi.
“Fue irregular y ya no hablamos, como pasaba antes -añadió-, de cambiar el auto, un 0km se hizo inalcanzable, a lo sumo se podrá avanzar 2 o 3 modelos”.
El análisis del conductor del techo amarillo coincidió con otros: “Enero fue flojo, repuntó un poco los fines de semana y la única vez que la ciudad se vio completa fue para Carnaval”.

Lo que vendrá

En los comercios la situación fue similar, con marcada disminución de la actividad, por lo que “impactará en invierno. Una buena temporada de verano te permite reinvertir el excedente, juntar stock, renovar el local y contratar más gente”, describió el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), Guillermo Bianchi.
“Los comerciantes tomaron gente -explicó- porque no pensaron que sería tan mala, pero lo que va a pasar es que puesto de trabajo que se pierda (por jubilación o renuncia) no será cubierto”.
Así las cosas, la proyección es “una forma más conservadora de mirar el año y de tomar decisiones” y junto al secretario general del SEC Pedro Mezzapelle coincidieron con la CGT en la necesidad de “hacer un gran llamado al poder político, a los sindicatos y a los empresarios para trazar una estrategia conjunta para que durante todo el año en Mar del Plata no se pierda el empleo y se mejore la calidad y los derechos de los trabajadores”.
En la opinión de Bianchi, la ciudad tiene el desafío y “la deuda pendiente de generar más empleo todo el año. Para eso hace falta una política de Estado. Está bien que éste gobierno recién empieza, pero nunca se manifestaron en éste sentido y esperemos que sea un tema que lo tengan en agenda”.
Por su parte, Sahakian instó a “mejorar la infraestructura y los servicios en la ciudad” ya que “este verano el tema de la basura fue lamentable”, ejemplificó.
Ese factor debe ser tenido en cuenta, también, por el aumento de competidores, ya que se sumaron comensales pero la torta sigue teniendo la misma cantidad de porciones.
“Mirás el mapa de la costa atlántica y hay oferta desde Monte Hermoso hasta Mar de Ajó, algo que hace 15 años no pasaba, y la cantidad de turistas es más o menos la misma”, observó el empresario.

Estacionalidad

Si dicen que Mar del Plata rompió hace unos años la estacionalidad -es decir que llega más o menos la misma cantidad de turistas durante todo el año- ¿por qué afecta tanto una mala temporada?
“Enero es el mes, considerado históricamente, que funciona bien. Entonces se trabaja en atraer gente en otra época. Pero este año las cosas no salieron, así que habrá que ponerse creativos”, consideró Cerchiara.
Un buen ejemplo de ese comportamiento son los balnearios, muchos de los cuales tienen actividad durante todo el año porque se adaptaron a las nuevas circunstancias y ofrecen desde gimnasios hasta spa, pasando por clases de distintas disciplinas deportivas y actividades recreativas.
Para colmo, este verano debieron lidiar con las malas condiciones climáticas, un factor inmanejable pero altamente impactante en el sector. “Apelamos a las promociones, ofertas y facilidades de pago”, detallaron desde la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra).
Si bien Mar del Plata cuenta con otras industrias y sectores productivos (la electrónica, el Parque Industrial, el Puerto, la textil, el cordón frutihortícola, entre otros) el turismo es “sin dudas uno de los que mayor cantidad de divisas legítimas ingresa”, aseveró Sahakian.
Una de las variables positivas del sector fue la implementación de un calendario de fines de semana largos (éste año habrá 15), aunque “habría que alentar decisiones políticas, máxime teniendo en cuenta que la Nación, Provincia y Municipalidad responden al mismo signo político, para que sigan generando la misma afluencia turística”, analizó Bianchi.
En la opinión de Sahakian, hay que lograr “un equilibrio”
con los fines de semana largos para que no se genere “un exceso de feriados” a la vez que reiteró la necesidad de “mejorar la infraestructura de la ciudad, sus vías de acceso (como la Autovía 2) y la ampliación de la conectividad vía aérea, incluso con países limítrofes”.
Otro de los ítems a trabajar es lograr que “las clases empiecen a mediados de marzo, hay que trabajar para eso y, por ejemplo, los legisladores provinciales de Mar del Plata se comprometieron a eso. Ya sabíamos que este año era difícil, pero tenemos que trabajar para el que viene”, aseveró Fernández.
Falta un mes para que termine el verano, según el calendario, pero para el sector turístico parece irremontable esta temporada y ahora “habrá que pasar el invierno”.