Entre otras diligencias, la fiscal Florencia Salas ordenó examinar los teléfonos celulares de los cinco imputados. Además, podría citar a declarar a nuevos testigos cuyos nombres habrían surgido en la Cámara Gesell.
Con el análisis de los teléfonos celulares de los cinco imputados se iniciarán el lunes los peritajes ordenados por la fiscal Florencia Salas en el marco de la causa que investiga la violación de una adolescente de 14 años en el camping “El Durazno” de Miramar, durante la madrugada del 1 de enero pasado.
Será la primera de varias diligencias cuyos resultados serán claves para el desarrollo del caso que causó conmoción en todo el país la última semana. Además, esta semana se iniciarán los estudios químicos sobre las distintas muestras tomadas por la Policía Científica, que determinarán si existe material genético para examinar y, de esa forma, establecer posteriormente a quién o quiénes pertenecería el eventual ADN registrado.
En ese marco, las fuentes consultadas por LA CAPITAL no descartan que en las próximas horas haya nuevos testigos citados a declarar en Tribunales. Se trataría de personas cuyos nombres habrían surgido del relato de la propia víctima en la Cámara Gesell.
De todas formas, al igual que días atrás, prevalece el hermetismo sobre la investigación y desde ninguno de los sectores intervinientes revelaron detalles sobre las afirmaciones de la adolescente. Sí se supo que su familia consultó en la fiscalía acerca de la posibilidad de presentarse como querellante a través de un abogado, pero aún no hay definiciones al respecto.
“Está contenida”, dijo la fiscal Salas sobre el estado psicológico de la víctima, al salir el último viernes de Tribunales.
Con respecto a los peritajes, los análisis técnicos de los celulares de Lucas Pitman, Roberto Costa, Tomás Jaime, Emanuel Díaz y Juan Cruz Villalba permitirán conocer si habían planificado lo sucedido, si actuaron de forma coordinado o si, tras el hecho, intentaron encubrirlo. Los estudios serán en la Fiscalía General de Mar del Plata y estarán a cargo del cuerpo de instrucción.
Para mañana, en tanto, está previsto que se realicen peritajes químicos, lo que permitirá detectar si en la carpa secuestrada del camping existen rastros de semen, sangre o algún tipo de material genético que pueda ser cotejado en un estudio de ADN para determinar a quién pertenece. Y el jueves, finalmente, se realizarán los estudios toxicológicos.
Consultado por LA CAPITAL, el abogado Mauricio Varela -que asumió la defensa de Pitman y Costa- explicó que aguardará a conocer los resultados de las diligencias solicitadas por la fiscal Salas para determinar la estrategia que seguirá en los próximos días.
El caso
El hecho se se produjo en la madrugada del 1 de enero, durante los festejos de Año Nuevo en el camping “El Durazno”, ubicado sobre la ruta 11, a metros del acceso a Miramar.
La adolescente de 14 años, junto a su familia, había arribado para disfrutar de los entretenimientos del lugar, de la pileta, de la cercanía con la playa, de los fogones, de la forestación y, sobre todo, de la tranquilidad. Lo mismo habían hecho cinco jóvenes marplatense, que habían llegado a “El Durazno” en una camioneta marca Renault Traffic para acampar.
Díaz al mando de su vehículo y sus amigos Pitman, Costa, Villalba y Jaime llegaron hasta el sector “D” de parcelas para acampar. Se instalaron con la carpa iglú azul y la camioneta la estacionaron junto a un fogón. En una heladera portátil, también azul, guardaban más bebidas y hielo.
Los jóvenes, en medio de los festejos de Año Nuevo tomaron contacto por primera vez con la menor.
De acuerdo a la denuncia de los padres, los hechos debieron ocurrir entre las 2 de la mañana y las 6, cuando notaron que su hija no había regresado o no estaba. Entonces se inició una búsqueda por el ya amanecido camping. Sector por sector hasta llegar a la carpa azul, junto a la Traffic.
Dentro de la carpa estaba la menor, dormida, acompañada de más de un joven. No trascendió cuántos eran.
Según las indagatorias, dos de los amigos admitieron haber tenido relaciones sexuales con la adolescente, aunque, según aseguraron, las mismas habrían sido consentidos.
Las lesiones del orden sexual existen y están corroboradas desde los informes médicos. Son dos lesiones específicas.
Los imputados por “abuso sexual con acceso carnal agravado” son representados por los abogados particulares Lucas Bruno, Mauricio Varela y Marcelo y Gabriel Jiménez.
Imagen exclusiva de la carpa y la camioneta secuestrada por la policía.