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Policiales 15 de febrero de 2022

Comienza el juicio por el crimen de Matías Tobajas

El imputado es Roberto "El Mono" Altamiranda, al que la víctima había denunciado por vender droga en el barrio General Pueyrredon. El hecho, que fue investigado por el fiscal Leandro Arévalo, ocurrió a fines de 2018.

Roberto Germán "El Mono" Altamiranda se entregó el 8 de diciembre de 2018 y permanece detenido.

El juicio oral al acusado por el crimen de Matías Tobajas (37), ocurrido a fines de 2018, se iniciará hoy en la sala del Tribunal Oral Nº 4.

Roberto Germán Altamiranda (31), alias “El Mono”, se encuentra detenido desde que vecinos y testigos lo sindicaron como el autor del homicidio ocurrido en el barrio General Pueyrredon. Según la hipótesis del fiscal Leandro Arévalo, quien investigó el hecho, el ataque a tiros contra la víctima se produjo en venganza por una denuncia previa.

De acuerdo a la reconstrucción del caso, Tobajas y Altamiranda se conocían desde niños. El primero tenía antecedentes por haber sido incriminado en un homicidio, en 2007, mientras que el segundo era reconocido por el resto de los habitantes de la zona como un vendedor de droga.

En ese marco, se iniciaron los problemas entre ambos. Días antes del ataque que le provocó la muerte, Tobajas le había advertido a Altamiranda que dejara de comercializar estupefacientes en la esquina de su casa, ubicada en Puan y Brumana. Sin intrometerse en sus asuntos, sólo le había solicitado que se retirara de esa cuadra a “hacer sus cosas” en otro lugar.

Sin embargo, el sospechoso había hecho caso omiso a sus solicitudes. Inclusive, continuó con dicha actividad a través de sus “soldaditos”, luego de que la policía allanara su casa emplazada en las inmediaciones de la vivienda de Tobajas.

Conforme figura en la requisitoria de elevación a juicio que formuló el fiscal Leandro Arévalo, el testigo mencionado antes “explicó que Altamiranda siempre vendió droga pero que antes lo hacía en su casa y, desde que lo allanaron, comenzó a mandar a sus ‘mulos’ a la esquina de lo de Tobajas en calle Puan y Brumana, lo que generó discusiones entre ambos ya que Matías no quería que se despliegue dicha actividad ahí”.

En horas de la mañana del 30 de noviembre de 2018, Tobajas y el propio declarante se cansaron de la situación y se decidieron a ir a la comisaría decimosexta, donde directamente denunciaron a Altamiranda. Por la tarde, cerca de las 15, los dos amigos vieron nuevamente a los “soldaditos” en la esquina.

En ese momento, de acuerdo a la reconstrucción del hecho que realizó el fiscal Arévalo, Tobajas salió a la calle con una barreta y los echó del lugar. Y fue entonces cuando observó a pocos metros a Altamiranda, al que le gritó: “Ya te dije que no quiero que estén más acá”. Acto seguido, recibió como respuesta tres balazos al aire de parte del acusado.

A pesar de la amenaza implícita, Tobajas le advirtió a su vecino: “Yo voy a defender a mi familia, viniste a vender droga en la puerta de mi casa, torturaste a mi vieja”. Instantes más tarde, hubo más tiros, pero no fueron hacia el cielo sino directamente al cuerpo de la víctima.

De la causa se desprende que Altamiranda -nunca quedó claro si acompañado de su hermano o no- abordó una motocicleta y, al pasar por el frente de la víctima, le disparó “dos o tres veces”.

Inmediatamente después de que Tobajas cayera desplomado, Altamiranda escapó del barrio. Tras varios minutos, llegaron al lugar un grupo de policías y una ambulancia con personal médico, que dispuso el traslado del herido al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

Conforme trascendió entonces, había sufrido un balazo en la zona inguinal, lo cual le provocó la pérdida de más de dos litros de sangre y la amputación de una pierna.

La agonía de Tobajas en el HIGA se extendió por dos semanas: falleció en los primeros minutos del 16 de diciembre. Ocho días antes, Altamiranda ya se había entregado a la policía y, desde entonces, permanece detenido en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, condición en la cual arriba al juicio oral.