Un pai umbanda de 69 años acusado de haber violado a sus dos familiares menores de edad comenzó a ser juzgado este miércoles en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1.

Se trata de Rosendo Miguel Acosta (69), quien estuvo prófugo desde octubre de 2017, cuando no se presentó en los tribunales de esta ciudad para el inicio de un juicio en el que se lo imputaba por el delito de “abuso sexual agravado con acceso carnal”, hasta septiembre de 2019, que fue detenido en Tucumán.

Con la intervención de la fiscal Andrea Gómez, Acosta es juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 por los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y el subrogante Juan Galarreta.

El hombre está acusado de haber abusado sexualmente de dos adolescentes de su círculo familiar, al menos entre diciembre de 2013 y el mismo mes de 2014, y según consta en la requisitoria de elevación a juicio, presentada en diciembre de 2015, las lesiones denunciadas fueron verificadas por profesionales del Hospital Materno Infantil y por médicos legistas.

Un juicio que no se pudo hacer

Si bien la fiscal Gómez había solicitado la detención de Acosta por los “gravísimos hechos” que se le imputaban, el hombre se mantuvo en libertad.  La fecha original para el comienzo del juicio en su contra era el 6 de noviembre de 2016, pero entonces se dispuso una reprogramación, ya que el hombre argumentó a través de su defensor que no podía trasladarse por cuestiones de salud desde su lugar de residencia en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.

Tras su ausencia para el arranque del debate oral, la Justicia ordenó su detención, pero el hombre no fue localizado.
Acosta contaba con varios domicilios, algunos en Mar del Plata, y los investigadores confiaban en que fuera a votar en las últimas elecciones, pero el área de delitos sexuales de la DDI local informó a la fiscal que “no se hizo presente” en la mesa en la que estaba empadronado, por lo que profundizaron la búsqueda que finalmente posibilitó su captura.

Ante esta situación, la fiscal autorizó a difundir sus datos y fotos en los medios de comunicación. Fue así que en 2019, según fuentes judiciales “gracias a la difusión de sus datos y su imagen a través de los medios”, Acosta fue reconocido por un vecino de Yonopongo, un paraje del sudeste tucumano a la vera de la ruta 38 y en la comuna de León Rougés, departamento de Monteros.

El poblador que detectó las coincidencias entre la información difundida y un hombre que se había radicado hacía pocos meses en el lugar se comunicó por teléfono con la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI), y luego se puso en marcha el procedimiento que permitió confirmar su identidad.

Acosta fue detenido en septiembre de 2019 y tras la intervención de la Justicia de la jurisdicción se dispuso que cuatro menores que vivían con él, y que el imputado identificó como sus hijos, fueran examinados en el Hospital de Monteros.