Comienza el juicio contra “Coco” Esteban, el “cabecilla” de una banda narco
Para la Justicia Federal, fue el líder de una organización criminal que intentó traer a Mar del Plata 2802 kilos de marihuana. También será juzgada Guillermina Cerviño, quien trabajaba en el Registro de la Propiedad Automotor de Tandil y habría sido clave para las maniobras de la banda.
Hugo "Coco" Esteban.
Uno de los líderes narco que estuvo detrás del operativo “Marea Verde“, en el que intentaron traer a Mar del Plata desde Paraguay 2802 kilos de marihuana, comenzará a ser juzgado desde este martes 7 de mayo en el Tribunal Oral Federal.
Se trata de Hugo “Coco” Esteban, quien ha sido señalada como uno de los “cabecillas” de la banda y quien principalmente financiaba la adquisición de la droga, por medio de su negocio de compra y venta de autos en Mar del Plata.
Esteban, quien llega al juicio con con arresto domiciliario, está acusado de los delitos de falsedad ideológica documental en concurso ideal con transporte de estupefacientes y con la organización y financiación de transporte de estupefacientes.
También será juzgada, pero como partícipe necesaria por esos delitos, Guillermina Cerviño, quien se desempañaba como trabajadora del Registro de la Propiedad Automotor de Tandil y se encuentra detenida desde el 2021 en el penal federal de Ezeiza.
La investigación estuvo a cargo de la fiscal Laura Mazzafferi y durante el debate, en la acusación, estará el fiscal general Juan Manuel Pettigiani y el fiscal Carlos Fioriti. El Tribunal Oral contará con sus nuevos integrantes, Martín Luciano Poderti y Roberto Fernando Minguillón, y Esteban estará representado por los abogados César Sivo y Romina Merino.
Cabe recordar que Esteban había estado prófugo desde 2015 al 2019, cuando finalmente fue detenido en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos. También afrontará en poco tiempo más un juicio por lavado de activos provenientes del narcotráfico en la mediática causa conocida como “Lavado Total”, aquella en la que fueron exhibidos en Punta Mogotes cerca de 240 vehículos secuestrados, en su mayoría, a integrantes de la comunidad gitana en Mar del Plata.
Una organización narco
Para la Justicia, “Coco” Esteban conformó una organización dedicada al tráfico internacional y nacional de estupefacientes, que contaba con sus propias fuentes de financiamiento, logística y ámbitos de distribución. Esta red, además, tenía contactos con otras organizaciones o personas dedicadas a la distribución de estupefacientes.
Según la investigación, los acusados habían planeado adquirir un camión Scania, el que en su caja contaba con un doble fondo, para poder ocultar casi tres toneladas de marihuana adquirida en Paraguay, a través de un contacto en ese país llamado Elvio “Pasión” Peralta.
El plan era “simple”. El camión Scania patente TBJ438 partiría desde Mar del Plata con papas hacia Misiones con la intención de dejar un antecedente de comercio legal, pero en realidad lo que se buscaba era llegar hasta aquella provincia para guardar en el doble fondo los 2802 kilos de marihuana comprados en Paraguay y traerlos a Mar del Plata.
Con respecto al camión, adquirido por Esteban, habían realizado todos los trámites registrales, para los que utilizaron documentación apócrifa, para que de ese modo se pudieran disimular sus verdaderos propietarios y dar un viso de legalidad a quienes luego lo manejarían, y así poder sortear con éxito los eventuales controles de las fuerzas de seguridad. El vehículo, de esta manera, había quedado a nombre del padre de Cerviño, sin que él hubiese firmado nunca nada, para que lo manejaran Miguel Wekkesser y Miguel Rivadavia.
Así fue como la organización liderada por Esteban compró 2802 kilos de marihuana proveniente de Paraguay, acondicionada en panes que pesaban entre 600 y 800 gramos, y la escondieron en un doble fondo del camión Scania.
El objetivo se vio frustrado, ya que las personas que iban a trasladar la marihuana desde Wanda, Misiones, hasta Mar del Plata decidieron no hacerlo, por considerar que era deficiente el método utilizado para ocultar la droga, concretamente el mal acondicionamiento del doble fondo con el que contaba la caja del camión. Por eso Wekkesser y Rivadavia abandonaron la carga y se fueron en ómnibus a Mar del Plata.
El camión fue interceptado el 23 de agosto de 2015 en la localidad de Wanda, mientras paralelamente la policía seguía a los hombres de la organización narco que volvían a Mar del Plata, donde fueron detenidos.
A Hugo Esteben se le endilgó el haber planeado la compra de la marihuana en la frontera entre Misiones y Paraguay para luego introducir los 2802 kilos de marihuana en el camión Scania. Para la Justicia, “Coco” fue quien desplegó la inteligencia operativa para que se acondicionara el camión y para facilitar la apariencia física de las respectivas documentaciones falsificadas. Junto a Cerviño llevaron a cabo los trámites registrales mediante la utilización de documentación falsificada.
El primer juicio
El 10 de junio de 2019 el Tribunal integrado por Mario Portela, Falcone y Alfredo Ruiz Paz condenó a quince de los 18 acusados a penas de prisión de entre uno y catorce años.
Sindicado como uno de los cabecillas, Martínez recibió la pena de 14 años de prisión por el delito de “organización de transporte de estupefacientes agravado por la cantidad de participantes”.
El aporte de uno de los detenidos que aceptó declarar como “arrepentido” fue decisivo para esclarecer todo el accionar de la banda. A cambio, fue condenado solo a la pena de 3 años de prisión en suspenso, como responsable del delito de transporte agravado de estupefacientes y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
También fueron condenados Rivadavia a la pena de 9 años de prisión y Wekkesser, a la pena de 8 años de prisión por ser responsables del delito de transporte de estupefacientes agravado por la cantidad de participantes, al haber sido los ejecutores de la maniobra de transporte.
Autos secuestrados en el expediente conocido como “Lavado Total”.
Además, el escribano Carlos Augusto Villanueva recibió la pena de 4 años de prisión por “falsedad ideológica de instrumento público agravada” y el gestor Juan Luis Ramón Martínez a 3 años de prisión.
Por su parte, Guillermo Bogarín (ex pareja de Cerviño) fue condenado a 2 años de prisión en suspenso, como partícipe secundario del delito de “falsedad ideológica de instrumento público agravada”. Todos ellos intervinieron en los trámites registrales necesarios para transferir falsamente la titularidad del camión utilizado y, de ese modo, ocultar la identidad de los verdaderos responsables de la maniobra.
Como responsables de la cadena de comercialización de los estupefacientes fueron condenados como coautores del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por la cantidad de participantes: Mauricio Rubén Aguirre Sotelo a la pena de 7 años de prisión; Elcira Graciela Bueno a la pena de 6 años de prisión. También fueron condenados como autores del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización: Jorge Barbosa a 4 años y 6 meses de prisión, Ezequiel Lozano y Carlos Ventura a 4 años de prisión, mientras que Emiliano Bueno y Agustín Redi fueron considerados partícipes secundarios de ese delito y condenados a la pena de 3 años de prisión en suspenso.
Finalmente Rene Farías fue condenado a un año de prisión en suspenso por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, a la vez que Pablo Ruiz, Ivana Ingino y a Víctor Cabrera fueron sobreseídos.