Seis personas comenzaron a ser juzgadas este jueves por ser consideradas miembros de una banda dedicada a falsificar todo tipo de documentación relacionada con automóviles para hacerlos pasar como legales cuando, algunos de ellos, eran robados.

Los acusados son Sandra Ana Rocchi, Carlos Sergio Rodríguez, Carla Victoria Rodríguez Rocchi, Fiamma Rocchi, Matías Ariel González y Kevin Surban, quienes deberán defenderse ante el Tribunal Oral Federal de la acusación sostenida por el fiscal subrogante Carlos Fioritti.

La investigación debió ceñirse al período que va desde el año 2020 hasta el 5 de abril de 2021, luego de que la denuncia inicial y los allanamientos a una vivienda de Chubut al 1500 entregaran prueba contundente para ese período. De cualquier modo se cree que la banda podía haber operado desde mucho tiempo antes.

A Sandra Rochi se le atribuye el rol de jefa de una organización que, de acuerdo a la teoría del caso que presentó este jueves Fioritti, se dividía en dos grupos conectados a través de la relación que algunos de sus componentes mantenían entre sí.

La acusación asegura que el grupo principal estaba compuesto por Rocchi, su ex pareja, Carlos Rodríguez, la hija de ambos, Carla Victoria Rodríguez Rocchi y Fiamma Rocchi, nueva pareja de Rodríguez y, a la vez, sobrina de Sandra Rocchi.

Esta parte de la banda de falsificadores se ocupaba de la confección de la documentación apócrifa, requerida por otros miembros de la organización o por terceros. Para la fiscalía, originariamente las adulteraciones las confeccionaba Sergio Rodríguez, pero debido a problemas de salud, dicha actividad quedó a cargo de Sandra Rocchi quien, si bien se separó de Rodríguez, continuó vinculado con él.

La sincronización de las tareas de la banda estaría acreditada con, por ejemplo, el rol de Carla Rodríguez Rocchi, hija de ambos, quien se dedicaba a la confección de los códigos QR a través de aplicaciones que tenía en su celular.
El segundo grupo estaba compuesto por Matías González, y el policía Luis Fecicia, fallecido durante la investigación, y Kevin Surban.

González aportaba a la organización su vínculo con Fecicia, quien era funcionario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El policía entregaba planas informáticas correspondientes a los vehículos cuya documentación se buscaba falsificar o de similares características.

Surban, en tanto, participaba con la compra de vehículos sustraídos con el conocimiento de ello, para luego solicitarle a González contactar a Rocchi, con el objetivo falsear la documentación apócrifa para poder venderlo.

En el debate hay un séptimo imputado pero solo porque en uno de los controles de tránsito fue interceptado y mostró una cédula falsa, provista por la organización.

Tras los dichos del fiscal y los lineamientos de la defensa les fue ofrecido a los imputados la oportunidad de declarar, pero todos se negaron a hacerlo.

El juicio continuará los días jueves y se cree que se resolverá con los alegatos previos a la sentencia en abril.