BUENOS AIRES (por César Luis Merlo).- Lejos de estar aislados de la suba compulsiva del dólar, los clubes atraviesan hoy problemas derivados de tener contratos en moneda extranjera sin topes salariales y ven cómo sus socios, afectados por los vaivenes de la economía, dejan de pagar cuotas.

Cuatro directivos de diferentes instituciones de Primera División le remarcaron a NA su preocupación por esta situación del país que termina afectando a los números de sus clubes.

Leonardo Lipera, tesorero de San Lorenzo, indicó que “en algunos contratos hemos puesto un tope al dólar de cerca de 28 pesos”, muy por debajo de los 39.77 promedio que cerró la jornada.

Sin embargo, el directivo manifestó que “con otros futbolistas nos estamos juntando para renegociar ya que pagar al cambio actual es inviable y ellos no tienen topes”.

“No estamos ajenos a la incertidumbre del país. La gente que va a ir a la cancha no va a ser la misma que con un dólar a 20 y eso significa un ingreso importante”, afirmó Lipera.

Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors, consideró que los clubes “son modelos exportadores y para mí, que vivo de las ventas, esta situación en parte puede ser favorable”.

“Nosotros vendimos a Nico González al Stuttgart (8.500.000 euros) y nuestros gastos son en pesos. En ese aspecto, nos vemos favorecidos. Pero también pensamos en los empleados de la institución que ven resentida su economía”, dijo.

Malaspina contó que “el 30 por ciento de lo que recauda Argentinos es producto de la cuota social y en el último año hemos notado que ha subido mucho el nivel de morosidad”.

Por su parte, Huracán tiene una situación similar a la de su histórico rival, San Lorenzo, ya que algunos contratos de sus jugadores tienen topes y otros no.

“Los salarios más altos cuentan con un tope en el dólar, pero los que no tienen ese ingreso tan elevado no le hemos colocado un techo y se termina sintiendo la diferencia”, explicó Fernando Moroni, secretario general de Huracán.

El dirigente remarcó que “es importante” tener en cuenta que cuando se compra un futbolista “se suele pagar en cuotas y con este escenario es clave ver el valor de referencia de la divisa en cada operación”.

A diferencia de los otros clubes, Moroni contó que “no tuvimos tanta morosidad en los 25 mil socios que nos pagan la cuota social”, aunque marcó que “se frenó el pago del dinero extra por cada actividad”.

Si bien los clubes cuando venden a los futbolistas al exterior reciben ingresos en dólares que no tienen por qué convertir a la moneda local, el dirigente graficó la situación que se dio con Ignacio Pussetto, vendido hace unas semanas al Udinese en ocho millones de la moneda estadounidense.

“Cuando se hizo la operación, que fue toda contado que es algo positivo para el que vende, el dólar estaba cerca de treinta pesos y hoy ya vale cuarenta”, graficó.

Por último, Ricardo Carloni -vicepresidente de Rosario Central- vaticinó “un futuro oscuro si continúa la economía por este camino”.

“Nuestro club está ordenado, pero el principal ingreso es por el abono de la cuota societaria. Producto de la economía, notamos que hace casi un año teníamos más de sesenta mil socios y hoy son 58 mil”, graficó.

Carloni dijo que “mucha gente que nos pagaba un abono a platea hoy decide ir a la popular ya que con la cuota al día puede ingresar sin costo extra”.

El vicepresidente de Central contó que “la mayoría de los contratos los tenemos con topes que se actualizan de manera semestral, pero quedan unos pocos casos que fueron firmados por la gestión anterior donde tenemos que abonar al valor del mercado”.

Carloni opinó que con esta versión de país “las instituciones dependemos cada vez más de las ventas de jugadores, ya que con una buena masa societaria no alcanza”.